La habitación era preciosa y el cachorrito de cabellos rubios y ojos grises dormía plácidamente. Jungkook y Junghyun habían dejado sus sabanitas impregnadas con sus aromas.

Chocolatito y Galletita.

—Es tan hermoso. —Indicó Jungkook sonriendo. Junghyun asintió, era un angelito precioso que dormía tranquilamente.

Las primeras noches sin sentir el calor al que estaba acostumbrado al haber estado nueve meses en la pancita de papá y al lado de su hermanita habían sido dificiles para el cachorrito, lloraba mucho y solo se calmaba cuando Jungkook o Junghyun lo cargaban o cuando le envolvían con alguna de las prendas de Jimin que mantenían su olor a Algodón de azúcar y cerezas.

Jungkook suspiró cansado, habían pasado noches cansadas desde que habían llegado a casa. Y es que el bebé solo dormía un par de minutos, luego cuando echaba en falta a sus padres se despertaba.

—Extraño a Minnie... Él sabría como hacerlo dormir más tiempo. —Susurró Junghyun.

Jungkook asintió, estaba totalmente de acuerdo.

—Minnie sabría qué hacer en estos casos. —Coincidió Jungkook.

Hacía tres semanas que habian podido llevarse a su cachorro a casa solos y realmente lo habían estado haciendo lo mejor que podían sin Jimin. Lo daban todo, pero a veces sentían que iban a desfallecer sin su omega ahí.

El teléfono de uno de ellos comenzó a sonar, Junghyun respondió.

—¿Diga?

Jungkook guardó silencio mientras tomaba el biberón de WooJin que acababa de tomar.

—¿De verdad, doctor?

Jungkook enfocó sus ojos en Junghyun, quién parecía feliz.

—Gracias, inmediatamente voy para allá.

—¿Qué pasa, Hyun?

—Es Minnie, ya está listo totalmente para poder salir del hospital.

Jungkook se sintió feliz finalmente, después de tres semanas duras, Jimin estaba fuerte para poder abandonar el hospital.

—Vamos, Woonnie, vamos por papá al hospital. —Jungkook lo levantó con cuidado y lo cargó, acomodándolo en su pecho para bajar detrás de Junghyun, quién llevaba la pañalera celeste del bebé.

Cuando llegaron al hospital, los pasaron a una sala y esperaron ahí hasta que finalmente una enfermera llevaba a Jimin en una silla de ruedas.

El omega iba con sus ojos fijos sobre sus piernas, donde descansaba envuelta en sabanitas rosadas una linda bebé pelinegra de ojos grises y labios gruesos como los de él. Era el vivo retrato de Jungkook, pero tenía los labios de Jimin, contrario a WooJin, quien era rubio como Junghyun, pero parecido a Jimin en todas sus facciones.

Jungkook sonrió al ver esa linda escena de su omega cargando a su pequeña MiSun.

—¿La bebé también está lista para ir a casa? —Preguntó Junghyun emocionado.

Había sufrido demasiado como Jungkook cuando supo que la había perdido, pero su corazón volvió a la vida esa misma madrugada.

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—¡Doctor! ¡Es urgente... Algo pasó!

Cuando el doctor volvió a la sala, ya se habían llevado a Jimin a la sala de observaciones, sobre la camilla estaba la bebé quien luchaba por respirar.

—Le estaba dando reanimación cardiopulmonar y comenzó a reaccionar, la conectamos a la máquina de oxígeno. Esta pequeña definitivamente quiere vivir.

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—Es linda, ¿verdad, Minnie? ¿Te gusta la habitación de nuestros, bebés? —Preguntó Jungkook sin dejar de acariciar su mano.

—Es bonita, a Minnie le gusta mucho.

Los alfas sonrieron, la habitación olia totalmente a dulce delicioso. Chocolate, galletas y algodón de azúcar.

Los bebes dormían tranquilos, MiSun tenía su manita al rededor de WooJin, este sonreía dormido.

—Minnie, es increíble este regalo que nos has hecho, bebé. Es la vista más hermosa que he visto jamás. Quiero grabármelo para siempre.

Jungkook asintió en acuerdo con su hermano.

—Eres, sin duda, el omega perfecto, mi amor. Luchaste hasta el final para poder darnos a nuestros hijos. Fuiste tan valiente y fuerte, te perdimos dos veces esa madrugada, dos veces volviste...

—Minnie volvió por el amor que le tiene a sus Alfas y a sus bebés. —Sonrió.

Jungkook y Junghyun le dieron un beso en cada mejilla, haciéndolo sonrojar.

—Te amamos demasiado, Minnie. Nuestro bebé.

Jimin negó sin despegar la vista de sus cachorritos.

—No, Minnie no es más un bebé. Bebés ellos. —Señaló a los pequeños bultitos de carne y hueso que ahora si dormían por mucho tiempo al saber que al final estaban juntos.

Jungkook miró a Junghyun, este negó. Lo levantó en sus brazos y lo llevó afuera de la habitación.

—No, Minnie. —Susurró el Alfa.

Jungkook sonrió poniéndose detrás de Jimin para besarle por el cuello.

—Minnie siempre es y seguirá siendo el bebé de los Alfas Jeon. —Sentenció Jungkook.

—¡Galletita! ¡Chocolatito! —Sonrió cuando los alfas comenzaron a besarlo.

Eran las doce de la noche, estaban cansados, pero jamás se iban a cansar de hacer saber a Jimin cuanto lo amaban.

Luego los llantos de los bebés reventaron esa burbuja.

—Jungkook, te toca. —Dijo Junghyun.

—Son tus hijos, ve tu. —Murmuró.

—Son tuyos... ¡ve tú!

—Vayan los dos, Minnie quiere dormir. —Intervino Jimin, metiéndose entre las sábanas.

Jungkook y Junghyun sonrieron, era una vida caóticamente hermosa sin duda, pero jamás iban a aburrirse de ello. Amaban su vida plena a lado de Jeon Jimin y sus cachorros.

Una familia perfecta.

Porque sí.

Jimin siempre será el bebé de los alfas Jeon.

Fin.

💌: Así es como llegamos al final de este fic. Agradezco mucho a la autora por dejarme adaptar esta bonita historia.

Con mucho amor y cariño, me despido de Chocolatito, Galletita y de cerecita. Nos leemos en otra aventura. Les tqm ♥︎