Capitulo 8

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Alisa.

Despierto, con una resaca de mierda. Me duele demasiado la cabeza.

Eso te pasa por beber demasiado.

Callate.

Abro los ojos, y la luz del sol, golpea mi rostro, ocasionando que al instante me cubra los ojos, con la sabana de la cama.

Cuando me acostumbro a la luz solar, quito la sabana de mi rostro, y observó con gran estupefaccion, que no estoy en mi habitación.

Uy, parece que fue una linda noche.

Trato de quitarme las sábanas de encima de mi cuerpo, para poder bajarme de la cama, pero en el intento, la sabana se enreda en mi cuerpo, haciendo que caiga de bruses al suelo de la habitación.

- Auch... - hablo en apenas un jadeo, ya que mi voz sale pastosa.

La puerta de la habitación, se abre dejando entrar, a Dedrick.

Nuestro hermoso príncipe con armadura.

- Oh, veo que ya despertaste - me mira, pero yo solo logro mirarlo por unos segundos, ya que no puedo levantar la cabeza de el frío suelo.

- ¿Qué? ¿No vas a ayudarme? - pregunto, por que el muy idiota que es, no hace nada para ayudarme a levantarme.

Lo que tiene de guapo, lo tiene de idiota.

- Okey, ya voy - se acerca a mi, y me levanta con sus grandes manos.

Cómo quisiera que esas manos, estuvieran tocando otra parte, ahi abajo en.....

¡Callate!

Me sonrojo, de pies a cabeza, por mi pensamiento.

¿Qué diría nuestra abuela difunta, si escuchara tus pensamientos impuros? Pecadora

- No me has dicho buenos días - hablo, rompiendo el silencio, para dejar de sumirme en mis pensamientos sexuales.

Él logra desenredar la sabana blanca de mi cuerpo, con mi ayuda.

Eso piensas tu.

- Perdon mi querida, Alisa - hace una reberencia, burlesco - Buenos días, ¿como amaneció la princesa de uno de los reinos más importantes de el mundo?

- Ja, ja, qué chistoso - con mis manos sacudo el polvo qué se adhirió a mi cuerpo - ¿Qué paso anoche?

Pregunto nerviosa, jugando con mis dedos, por la respuesta que me pueda dar.

- De todo - abro los ojos como platos - Tuvimos sexo aquí y allá, de muchas formas y poses, mientras me pedias en gemidos qué siguiera, sin parar - al principio si le creí, pero falto poco para creerle por completo, ya que huso su tono lleno de burla, y se ríe como loco.

Ambas sabemos, qué loco o no, lo amamos.

Y muy aparte, por que se que yo estando ebria, el no haría algo así. A pesar de lo que me hizo, yo sigo teniendo confianza en el. El tiene modales, respeta a una mujer.

- Ya dejate de bromas, la cabeza me palpita, no estoy para bromas, Dedrick - escupo, fingiendo molestia.

Solo un poco.

- Ya, ya, ya, ya paro - finge secarse una lagrima, por tanto reír - Bueno, entonces mi amada Alisa, tanto tu como yo, lo deseamos - me mira con lujuria - Yo lo deseo - habla con su voz ronca, pero sexy.

Camina hasta a mi, lento. Yo solo ardo de la vergüenza que estoy sintiendo en estos momentos, quedando completamente quieta.

¡Y por que lo imaginaste completamente desnudo, besándote y haciéndote suya!

Mi mente me traiciona.

- Tu... Lo deseas.

Dedrick, llega hasta a mi. Solo escasos centímetros nos separan, sonríe picaramente. Levanta su mano derecha, qué llega a mi cabellera rubia, para después tomar un mechón qué se escapó, y lo lleva tras mi oreja.

Me estremezco con su tacto.

- ¿Qué pasa, Alisa? - pregunta, cerca de mi oido, ya que su cabeza llego a mi cuello. Lentamente, humedece sus labios, para después repartir besos mojados sobre mi cuello - ¿Te gusta? Vamos, yo sé que si, te provoca que haga esto, ¿no es así?

No puedo con tanta tensión sexual, qué se ha acumulado en tan solo unos minutos.

Cómo respuesta, de mis labios se escapa un jadeo involuntario. Su mano izquierda, recorre toda mi espalda, de arriba abajo, suave.

- Como quisiera tenerte todo el día en mi cama - vuelvo a jadear.

- ¿Qué? - pregunto poniendo los ojos en blanco, al sentir sus labios recorriendo todo mi cuello, incluso mi lóbulo de la oreja, recibe atención con mordidas sexis.

- Pero no lo que tu piensas - sonríe en mi oreja - Bueno, también lo quisiera, lo deseo - vuelve a morder mi lóbulo - Pero, lo que deseo en estos momentos, es besarnos sin parar... Durante toda la noche y día.

Vuelve a bajar hasta mi cuello, besándolo con dulsura y dedicación.

Cuando, siento un mordisco, como si estuviera...

- ¿Qué haces....?

- Solo... - sigue en lo suyo, para momentos después, soltar la piel de mi cuello de sus dientes, dejando de succionar - Haciéndole saber al mundo o al poco qué queda con vida, que eres mía.

Me mira a los ojos.

Confundida, rozó con las yemas de mis dedos, el lugar donde mordió y succiono.

- Auh... - me quejo, siento un dolor punzante.

- Es normal, no te preocupes - nuestras narices se rozan suavemente, y el me mira con gran fascinación.

Se acerca lentamente a mi, yo por mi parte, siguiéndolo me acerco a él, y nuestros labios, se logran tocar, en apenas un roze, ya que alguien abrió la puerta asotandola con la pared y nos distraen.

- Dedrick, tienes que.... - es su hermana.

Dedrick, sólo lograr gruñir, molesto. Da media vuelta, mirando a su hermana de frente.

- Lo siento, no quería interrumpirlos - Flykra habla apenada.

Se hace un silencio incómodo por unos segundos, hasta que ella habla:

- Ya me voy...

- No, espera - hablo, con aun con mis voz pastosa y tímida - ¿Donde esta el sanitario? - no miro para nada a Dedrick, ya que estoy como un tomate.

- Es por esa puerta cristalina - responde Flykra, señalando tras de mi. Por cierto, también cabizbaja.

- Gracias - camino un par de metros, dejando atrás a los hermanos ~ casi gemelos.

Tomo la perilla de la puerta y la abro, para después dar unos pasos y, estar dentro. Cierro la puerta tras de mí.

Wow, el baño es enorme, bastante. Puedo asegurar, qué es más espacioso qué el mio y vaya, el mio es super grande.

>>>

Minutos después, termino de hacer mis necesidades y camino hasta llegar al lavabo. Abro la llave, y cae el agua fría, tras de si.

Justo arriba de el lavabo, hay un espejo, en el cual observó sorprendida, el chupete súper grande qué tengo en mi cuello, qué ahora esta morado en ese lugar.

Salgo corriendo del baño, inmediatamente. Llego con ellos.

- ¡No soy una vaca qué puedas marcar, Dedrick! - grito un poco fuerte, con molestia.

- Tu no eres una vaca, pero si eres mía - habla fríamente - Y si lo hice, fue para que ninguna lacra, quiera acercarse a ti, por que tu eres mía, y de nadie más. Acostúmbrate, por que eres mía y por lo tanto, nadie más que yo, puede tocarte. Y no puedes acercarte a nadie que no sea a mi, por que eres mía. ¿Lo entendiste?

- No lo puedo creer -mi molestia es más evidente - Y dime, ¿tú serás mío? - sigo - ¿O volverás a hacer lo mismo que hace unos años? ¿Vas a seguir con tus juegos estúpidos de: tu eres mía pero yo no soy tuyo? - imitó su voz desagradable.

Mentira, su voz es... Sexi y lo sabes, querida.

De inmediato, se pone su careta de hielo, de: Me vale mierda lo que digas, no me afecta en lo más mínimo.

- Ni siquiera se por qué me molestó en pensar que puedes cambiar, eres hombre, no vas a cambiar - escupo todo lo que se me viene a la mente, furiosa.

Él sigue con su máscara de hielo.

- ¿Y sabes que es lo peor de esto? Yo planeaba en algún futuro, qué fueras mi pareja...

- Tu eres mía y con eso, me basta. No necesito estar en una puta relación contigo, para que entiendas que te amo y mucho. Me vuelves loco, Alisa, sólo tienes que aceptarlo.

¿Por qué todo lo que dice, se escucha como mentiras?

Lo sigo mirando, ahora decepcionada.

- Mientras yo planeaba tener algún futuro contigo, tu solo piensas en ti - lo miro directamente a los ojos - Solo respondeme una pregunta, yo se cual es la respuesta, pero quiero que me la respondas tu - tomo aire. Y me preparo para quedar completamente destrozada - ¿Tu ibas a ser mio, como yo sería tuya?

Se queda unos minutos en silencio.

- Alisa, eres importante para mi y yo te amo - responde, evadiendo la pregunta.

- No, responde - llena de decepción, sigo - ¿Tu me quieres?

- Claro que te quiero - se acerca a mi.

- Tanto para dejar tu promiscuidad a un lado, y entregarte a mi, ¿por completo?

Aunque ya se la respuesta, quiero escucharla. Se queda completamente callado. No me mira, evade mi mirada.

- No.

No puedo evitar sentir, como mi corazón se parte en mil pedazos. Con una simple palabra.

- Aun así lo sabia, y te seguí en tu juego - musito por lo bajo - Que estúpida soy.

Camino hasta la puerta de salida, pero Dedrick me detiene, tomándome la mano.

- Alisa, por favor... - no lo dejo terminar y me safo de su agarre.

- Fui muy estúpida al creer que habías cambiado, después de cinco años, pero no cometeré el mismo error por tercera vez.

Salgo de la habitación, dejándolos atrás.

Mi mente me traiciona de nuevo y dejo de prestar atención a mi alrededor, sólo se que corro por todo el palacio real, hasta llegar fuera. Él frío me cubre con su helado manto, y me hace tiritar. Él ambiente es demasiado frío.

No se como llegar al puente celestial. Pero, regresar con el muy estúpido de Dedrick, no es una opción.

No salió como lo esperábamos, todo mal.

Demasiado mal, diría yo. Ahora sólo queda retirarme con mi dignidad.

(...)

Persona desconocida.

El vino es tan... Asqueroso. No sé cómo a alguien puede gustarle, es simplemente asqueroso y, lo repudio como a nada en este mundo.

Mentira.

Lo que odio más en éste mundo, no es una cosa, es un "el". Si, el idiota que le robó el corazón a Alisa Dagger. Mi Alisa. Por qué es mía, solamente que aún no lo sabe. Pero, ella dice amar a un idiota. Pobre de ella, el sólo la quiere como una distracción, como un objeto que el puede tener y puede desechar cuando a él se le de la gana.

Dedrick sólo la usa a su conveniencia, por qué sabe que los únicos que pueden destruir a los sobrenaturales, son los humanos y Alisa es una humana. Pero, no común y corriente, ya que ella me enamoro.

Si, ella me enamoro. Amor a primera vista. Cosa en la cuál, nunca creí, el amor a primera vista es estúpido. Pero, sobretodo, nunca creí enamorarme yo. Quien lo diría, el principe de uno de los reinos más peligrosos he importantes en éste planeta tierra, se iba a enamorar de una humana.

Pero, ¿quién se puede resistir a los encantos de una bella princesa, como Alisa? Exacto, nadie.

¡¡Joder!! Tiene a medio mundo, comiendo de sus manos, como si ella fuera su puta reina y los demás, sus simples plebeyos. Es que ella lo es, ella es una reina sin corona, con un príncipe oscuro, esperando a que ella acepte ser su bella reina.

Pero, con la muerte de todos los reyes y reinas de este mundo, los príncipes - Y en caso de la familia Dagger - Alisa será la heredera de su reino y, junto a mi, gobernaremos el mundo y lo pondremos a nuestros pies, cosa que Alisa ha logrado hacer, sin una corona celestial.

Sostengo con mi mano derecha la copa llena de whisky y, con mi dedo pulgar, rodeo la boca de la copa, con suavidad, para después, llevar la copa a mis labios y abrirlos. Me empino la copa, bebiendo el contenido de esta de un sólo trago.

Ella va a ser mía, después de todo, soy uno de los cinco chicos que la vuelve loca.

_______

Nota autor:

Corona Celestial se refiere al nombre que usan, para llamar a las coronas que usan los grandes monarcas (reyes y reinas)

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