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《Esta es la carrera de alguien que está loco de amor》

Run_BTS

El muro tenía forma semicircular.
Sólo abierto en un lado que daba a un puerto de barcos donde salía y entraba mercancía.
Asi, los desheredados, se encontraban encerrados entre el muro y el mar.

La casa de Suga estaba lejos del centro del barrio y lo que veía siempre Suga al asomarse a la ventana era el maldito y feo muro.

Tae y Jungkook se dirigían a casa de su amigo. El pelinegro no estaba muy convencido pero, como siempre, Tae conseguía influenciarlo.

Cuando llegaron y tocaron a la puerta les abrió la señora Kim Isseul.

-¿Quién es? .-dijo alzando sus brazos para así poder palpar a los visitantes.

Jungkook se acercó a ella sin decir nada. Eran pocas las veces que habían ido a ver a Suga a su casa pero sabían que a la mujer le hacía ilusión adivinar a la gente con solo tocarles cara.
La Señora Isseul era completamente ciega.

Tenía las manos muy suaves, eso es lo que pensó el adolescente cuando la mujer seguía palpando con insistencia.

-Estos dientes de conejito....- Dijo poniendo un dedo sobre su labio superior. - sólo pueden ser de el pequeño Jeon

Jungkook sonrió tímido.

-Ya no soy tan pequeño señora Kim, mire.- guió la mano de la anciana hasta su coronilla.- Ya estoy muy alto.

La señora rió fuerte y lo abrazó.
Él se dejó mecer mientras le llegaba el dulce perfume de la mujer.

-Y supongo que vienes con el cervatillo, como siempre

Se separó y palpó a un lado.

- Señora Kim, no me llame así.- Tae se hizo el ofendido. - Yo también he crecido

E imitó a su amigo. La señora le dió unas palmaditas en la cabeza para después abrazarlo.

-Pasad, pasad chicos.- se apartó de la puerta para dejarles paso.- Suga está en su ya sabéis..."laboratorio".

El hogar de la señora Kim era pequeño pero muy acogedor, tenía estantes con muchas pequeñas cosas acumuladas, una vieja tele que retrasmitia en blanco y negro y un tocadiscos que siempre había llamado la atención de Tae.

La casa se componía de una sola planta en la que se repartían tres estancias (cocina-comedor, baño y habitacion) y unas escaleras que bajaban a un sótano dónde Suga tenía su habitación y sus cosas.

Cuando Isseul dejó a los chicos libres, después de ofrecerles de comer y de beber con insistencia, bajaron las escaleras. El final daba a una puerta color gris. Tocaron tres veces seguidas con los nudillos y dos con las palmas. Esa era la contraseña para que él supiera que son ellos.

Suga salió con cara larga.

-¿Qué hacéis aquí?.-los miró de arriba abajo.- Le he dicho mil veces a Isseul que me avisara si llamaban a la puerta.-se quejó con un deje de preocupación.- vieja terca.

-¡Te estoy escuchando Min Yoongi..

Tae y Jungkook miraron hacia arriba de las escaleras asustados.

-....estoy ciega pero tengo mis otros sentidos súper desarrollados!

Suga sonrió e invitó a pasar a los chicos.

La estancia de Suga aunque tuviera una cama no se podía considerar una habitación.
Las paredes eran de color gris oscuro.
Tenía una cama estrecha pegada a un lado de la pared, un escritorio de color madera con varios cuadernos abiertos y una foto dónde se le podía de niño ver tocando un piano.
Además tenía un sillón de dos plazas rojo en otra de las paredes.

En un rincón al lado de la puerta se amontonaban cajas de distinto tamaño y color.

Suga se sentó en la silla del escritorio, giró sobre ella poniéndose cara a los chicos.

-¿Os habéis perdido o qué, mocosos?

Los muchachos se sentaron en el sillón con las piernas juntas y las manos sobre las rodillas en modo inocente.

- Necesitamos tu ayuda.- dijo Tae

-¿Qué clase de ayuda? .-arqueó una ceja.- ¿No os habréis metido en otro problema?

-Nonononono...-contesto JK moviéndo las manos

-Hablad.- dijo el mayor que estaba perdiendo la paciencia

-Queremos dos botellas de alcohol.- Soltó el castaño sin pensarlo mucho

Suga los miró serio, giró poco la silla hacia el escritorio y cogió un pequeño cuaderno y un bolígrafo.

-"Dos botellas del alcohol".-repitió apuntando. Levantó la mirada.- ¿Algo más?

Tae le pegó un codazo a JK al ver que había sido facilísimo obtener alcohol.

-Y-ya está...¿Cuándo nos las puedes dar?

Suga se quedó pensativo.

-Hummm..antes necesito saber más datos sobre el alcohol que queréis. -se cruzó de piernas y miró interesado a los chicos. - ¿bebida fermentada o espirituosa?

Jungkook miró a Tae que, suponía,era el que más sabia del tema.
Él odiaba beber.
Tae carraspeó.

-Espirituosa, por supuesto.- Su voz había sonado más grave de lo normal. Suga reprimió una carcajada.

-Okeeey "es-pi-ri-tu.-escribia.- o-sa".- dió un golpecito con la punta del bolígrafo en la libreta.- Supongo que la graduación alta ¿no? ¿De cuánto estaríamos hablando? ¿De cien grados? ¿O se os queda corto?

Tae tragó saliva.

-No,no...cien está bien ¿verdad Kookie?

Jungkook movía la pierna nervioso.

-Si, si, cien para empezar...

Suga se levantó de pronto asustando a los chavales que miraron hacia arriba con la cara descompuesta.

-Cien hostias os voy a dar a cada uno como no os largueis de mi vista.- los chicos se intentaron levantar con lentitud pero Suga los detuvo y los volvió a hacer caer en asiento.

-¿ En serio pensabais que os iba a dar dos botellas de alcohol?.- se tocó la sien cabreado.- Para qué coño las queréis a ver...

Jungkook bajó la cabeza queriendo mimetizarse con el sofá.

-Q-Queremos ir a una fiesta. - declaró Tae.

Suga se dejó caer de nuevo en la silla echando la cabeza para atrás y se quedó un momento mirando al techo mientras daba un largo y cansado suspiro.

-¿Lo sabe Nam?

-Si

Fue un "si" muy bajito, casi imperceptible.

Suga se reincorporó.

-Tae...

-No nos va a dejar ir, Suga.- denunció el pequeño.- Por favor, no le digas nada.- Suga bufó. - sólo queremos divertirnos un poco ¿Acaso...Acaso vosotros no lo hicisteis? Jungkook y yo no hemos tenido infancia y ahora...ahora también nos van a robar la juventud.

La baza del chantaje emocional había sido enseñada y Suga era débil ante ella.
Suga sospesó las opciones un momento que a los chicos les pareció eterno.

-Me vais a meter en un lío.

-Por favooooor.- Tae cayó de rodillas en modo rezo.- Sólo van a ser dos horas. Sólo van desheredados.

-Vale, vale.- dijo agobiado por la insistencia. -Levántate Tae, por Dios.

Tae le hizo caso sonriente.

-Sólo una condición: Yo iré con vosotros.
Tae dió pequeños saltos sobre su trasero agarrando a Jungkook que al fin, sonreía.

-Pues entonces serán tres botellas.- dijo el castaño mientras guiñaba un ojo.

🎈🎈

Cuando estaba nervioso, Jimin, no paraba de comer.
Dulce,salado, picante....todo le caía bien en el estómago así que, cuando visitó por quinta vez la nevera de su amigo Hobi este le tuvo que reprender.

-Voy a tener que llevarte rodando.

Jimin sonrió mientras se metía un trozo de pan con embutido a la boca.

-Ef mi primeraf vef en el otro ladof...

Hobi se miraba al espejo mientras echaba su pelo para delante y para atrás con el cepillo.
No se decidía.

-Tampoco es para tanto.

El pelinaranja quiso restar importancia pero Jimin no pareció escucharle

-Tienen que haber tantas tiendas de ropa moderna y bonita....- dijo con ensoñación

Hobi paró de peinarse para mirarlo con severidad por el espejo.

- Jimin

-¿Si?

-Tienes que tener claras las leyes antes de entrar al otro lado.

-¿No puedo ni pararme a mirar escaparates?.- preguntó triste el rubio.

Hobi se giró para mirarlo directamente.

-Cuánto más pasemos desapercibidos mejor. -Sentenció.- Es cierto que las leyes se han "ablandado" un poco pero todavía hay gente que nos odia por lo que hicieron nuestros padres.

Jimin soltó el medio bocadillo que le quedaba. El hambre se le había quitado de golpe.

🎈🎈

El Sol no había caído aún pero Nam ya había cogido su bicicleta e ido a trabajar así que Tae y Jungkook tenían todo el tiempo y la libertad del mundo para prepararse para la fiesta.
Estaban emocionados.
Su primera fiesta adolescente no podía ser para menos: debían ir guapos a ella.

El color favorito de Jungkook era el negro así que no tuvo que pensar mucho.
Unos jeans negros rotos por las rodillas, una camiseta negra y la pieza estrella, una chaqueta de cuero negra heredada de Jin.
Pasó los dedos por su pelo dejando que una greña cayera en su frente de forma natural.

Por su parte Tae era más clásico vistiendo, el día que los echaron de su casa le dio tiempo a coger algunas prendas de su padre para, en principio, seguir oliendo su perfume.

Ahora esas prendas ya le estaban y se las ponía en ocasiones especiales.

Tae también vestía unos jeans negros y una camisa de botones negra con grandes símbolos color naranja y blancos metida por dentro.
Se había rizado el flequillo y este le caía sobre los ojos tapándolos casi por completo.

Cuando se vieron se admiraron el uno al otro.

-Estás cañón

Le dijo Tae comiendoselo con los ojos y Jungkook lejos de creérselo se puso rojo.

-Gracias. Tú también estás muy guapo.

Tae se ruborizó por dentro sabiendo que debía ir despacio y no sobreexcitarse ante cada frase cariñosa o cada gesto de amor que su amigo le demostraba pues su timidez extrema podría hacer que saliera huyendo del lugar y no volver a verlo en días.

-¿Listo entonces? .-JK asintió.- Pues que comience la noche.

Y los dos salieron rumbo a la fiesta.

🎈🎈

Nota de la autora:

Así de guapos van los "cachorros" a su primera fiesta. ^^


Lau🐘

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