Sacrificio

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Llevaba una hora sentado, tal y como su padre lo había dejado, con la espalda pegada a la pared y después de estar con la cabeza metida entre sus rodillas llegó a la conclusión que no tenía tiempo que perder.

Su padre le había descubierto el plan de aquel guardia sin tener que hacerlo y él iba a aprovecharse de ello.

Intentó levantarse una vez pero el cuerpo le dolía.
La segunda vez cayó otra vez al suelo.
Pensó en todo lo que se jugaba para reunir energías cuando lo intentó por tercera vez, inspirando aire rápido, se levantó de un golpe.

No podía asegurar que no tuviera una costilla rota. Se volvió a mirar al espejo, tenía la cara hecha un desastre.

Por suerte su habitación disponia de baño. Aunque vivieran en la otra parte, su padre y él eran privilegiados.

Se bañó lentamente, descubriendo varios morados en su abdomen. Limpió a conciencia su cara.
Aunque le dieran espamos el agua fría despejó su mente.
No quiso sumergirse en sus recuerdos recientes,así que, cuando estos lo superaron salió de la ducha.

Supo que ponerse enseguida. Igual sonaba a cliché pero decidió vestirse de negro y ponerse una gorra, también negra, después se tumbó en la cama esperando que la noche se hiciera más profunda y que fuera no se escuchara nada.

En ese tiempo estuvo debatiendo mentalmente cuál serían las palabras que le diría a Namjoon.
Las adecuadas para que entendiera la situación y no hiciese más preguntas de las que debiera.

Nam se iba a enfadar mucho. Sobre todo cuando se enterara de que fueron a una fiesta ilegal y por eso se encontraban en esta situación.

No había más remedio que contárselo.

Cerró los ojos.
Tae se apareció frente a él. Era otra cosa de la que debía pensar.
Su padre lo iba a liberar seguramente en dos o tres días cuando su presencia le molestara y él volvería al instituto y volvería a ver a Tae.

Todavía dudaba en cuál debía ser su actitud hacia él.
Si realmente los guardias lo iban a vigilar debía mantenerse lo más alejado posible del castaño.
Algo se rompió dentro de él cuando tomó la decisión que le pareció adecuada.

La noche ya era idónea para escapar.
Ya había hecho esto alguna vez.
Abrió la ventana y saltó sobre el tejado de tejas naranjas.
La caída no era considerable pero con el dolor que sentía tenía que medir bien el salto.
Lo hizo de una, cayendo sobre una rodilla.
Se puso la mano en la boca cuando dejó escapar un quejido.
El dolor se pasaría, se dijo, sólo camina.

Y así hizo, anduvo unos metros cojeando por detrás de las casas vecinas.

Y entonces se perdió en la penumbra.

🎈🎈

Namjoon se encontraba metido en su garita donde, aburrido, se dedicaba a escribir cosas que a su parecer no tenían sentido.
Había dejado a Jimin y a Tae en casa jugando a las cartas. Cuando se fue no pudo más que sentir envidia al verlos pasarlo tan bien...

Subió la vista cuando le pareció ver como algo se movía en un lado del cristal.
Probablemente sería un animal, habían muchos por esos lares.

Volvió la vista al cuaderno y entonces, si, escuchó tocar la puerta.

-Jungkook...pero qué....- Dijo cuando abrió la puerta y vio a su amigo.

-Hola Nam.

-¿Qué coño te ha pasado?.-preguntó cogiendo la cara del pelinegro e inspeccionandole el labio partido.

-Dejame pasar y te explicó. No tengo mucho tiempo.

Nam se hizo a un lado y Jungkook pasó.

-Sientate.- le invitó.

El menor obedeció y se sentó en una de las dos sillas, Nam hizo lo mismo, quedando frente a frente.
Jungkook se quitó la gorra y Nam pudo ver horrorizado, la cara de su amigo.
Tenía un ojo rojo y en la mejilla un pequeño corte que parecia haber estado sangrando hasta hace poco.

-Estoy bien.-mintió.- Sólo necesito que me escuches.

Nam frunció el ceño.

-Habla pues...- Dijo y a continuación su mandíbula se tensó.

Jungkook le contó todo. Desde la fiesta hasta lo sucedido ese día, obviando detalles que el mismo Nam podía ver.
Namjoon no cambió su cara en todo el relato.
Su mandíbula seguía tensa y la boca fruncida.
El pelinegro sabía que estaba aguantado pegar gritos.

-Por favor, sé que hicimos mal, pero esa no es la cuestión ahora.

Nam se quedó callado, pensativo. Ya no miraba a su amigo sino al techo con los brazos cruzados.

- No hay que decirle nada a Suga.- Sentenció.- Si se entera de que estás así por él, él mismo se entregará.

-Vale.- dijo bajito JK.

-Y tú vienes a casa.

Jungkook suspiró.

-No.

-¿Cómo que no?

-Nam, no puedo. Se supone que estoy encerrado.

El peligris bufó enfadado.

-¿Crees que te voy a dejar ir otra vez con ese psicópata?

Jungkook lo cogió fuerte de las manos intentando que lo mirara.

-Nam, yo no soy la cuestión ahora.- contestó con tristeza.- Mi padre me dejará salir en unos días. Me van a seguir...

-¿Y?

- Os voy a poner en peligro...

-No digas lo que estás pensando, Jeon Jungkook.

A Jungkook le brillaron los ojos.

- La decisión está tomada.

Namjoon se levantó dando vueltas en círculos, pensando.

-Me estás pidiendo que te deje solo

Jungkook también se levantó.

-Estoy intentando hacer lo que vosotros habéis hecho conmigo todo este tiempo: protegeros.

Nam se pasó la mano por la cabeza, nervioso, evaluando la situación.

-Como se atreva a tocarte otra vez...

-Te aseguro que me dolería más si alguno de vosotros saliera perjudicado por esto, Nam.

-Pero no es justo, joder. ¿Por qué tienes que cargar tú con todo el peso de esta situación?.- puso sus brazos en jarra.- No puedo, simplemente, no puedo, Kookie.

Jungkook, al escuchar ese apodo, no pudo retener sus lágrimas. No recordaba cuánto hacía que no lloraba. Años quizá...
El labio inferior no paraba de temblarle.
Se tapó los ojos con una mano y entonces Namjoon lo agarró de los hombros, con su torpeza intrínseca, pero con fuerza lo envolvió entre sus brazos.

-Lo siento, lo siento...-repetía el menor aferrado a su amigo.

Pudo notar su cuello mojado. Namjoon lloraba en silencio. Sin sollozar. Sin drama.
Jungkook lo apretó más fuerte.

Estuvieron así un momento, lamentándose no poder hacer más. Sintiéndose sin salida.
Al fin se separaron. Namjoon le dió la espalda, limpiandose la cara con la mano. Sorbiendo las lágrimas.

-No le digas nada a Tae.- dijo Jungkook.- Si lo haces va a intentar hacer todo lo posible por hablar conmigo.

-¿Y qué piensas hacer?.- Nam todavía no se había girado para mirarlo.

-No te preocupes. Será pasajero.

-Por qué creo que vais a sufrir.

Jungkook no dijo nada.

-¿Cómo hemos podido llegar a esto?-le dio una patada a uno de los muebles y entonces se dió la vuelta, mirando a su amigo que estaba cabizbajo.- Cuando todo pase me vais a escuchar.

A Namjoon sólo le quedaba esa advertencia como consuelo y Jungkook sonrió.

-Te juro que dejaré que me grites todo lo que quieras.

Namjoon chasqueo la lengua para volver a agarrar a su amigo y darle un nuevo abrazo. Esta vez más breve pero de igual intensidad.

-Cuidate,Kookie, prométemelo.

Jungkook cerró los ojos dejándose llevar por el cálido abrazo.

-Te lo prometo.

🎈🎈

Le costó mucho que Nam lo dejara marchar pero al final, salió de aquella garita.
Namjoon lo miró desaparecer con el corazón encogido.
De nuevo hablaría con Jin. Era el único fuera de toda esta mierda que les estaba en volviendo.
Algo que tenía que hacer por ellos, algo se podría hacer por el pobre Jungkook.

🎈🎈

Jungkook volvió a su jaula, abatido, haciéndose a la idea de todo lo que le estaba por venir.
Estuvo despierto lo que restó de noche, viendo desde su ventana como amanecia.

Cada día era una nueva oportunidad, decía la gente, pero él en ese momento sintió como su vida estaba pausada.

Allí encerrado, viendo como el mundo despertaba, no sabía si hoy sería peor que ayer.

Y fue esa sensación la que le hizo ser consciente de que aquel calor que sentía incluso en la distancia había desaparecido.

Entonces, temblando de frío y miedo, volvió a su cama.

🎈🎈

Nota de la autora:

Nuestro Jungkook no será el mismo desde lo ocurrido esta noche pero no os preocupéis, lo que no mata, sólo nos hace más fuertes.

Lau🐘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro