"Esto es simple, esto es la guerra.
¿A qué estamos esperando? ¿Por qué no rompemos las reglas ya?"

Some Nights___Fun.___

🌈🌈

En el otro extremo del muro los guardias hablaban distraídamente.
La luz que salía de las ventanas de las salas donde trabajaban era la única iluminación que tenía ese lado.

-¿Cuánto les dejarán sin luz?.- Preguntó uno que estaba preocupado por tenía varios familiares en ese lado del muro.- Llevan ya dos días.

-Y los que quedan. - contestó otro después de soltar el humo del cigarro.- Esta vez los han enfadado de verdad, hacía muchos años que no se llegaba al este extremo.

- Ah ¿Lo de los cortes de luz no es nuevo?

El guardia sonrió ante la inocencia de su compañero.

-No. Después de la guerra hubieron bastante cortes de suministros, comida incluida, hasta que los desheredados se calmaron y dejaron de querer trepar el muro o poner bombas para abrir agujeros en él...

-¿Y ahora? ¿Por qué...?

-No tengo ni idea.

-¿En serio? O es que no puedo saberlo...

-En serio. Las órdenes son...

El guardia frunció el ceño mirando hacia un punto en la lejanía.

-¿Qué pasa? .- Preguntó el otro.

Su compañero señaló con la cabeza.

-Viene la jefa.

Así era. Ro-Txi se acercaba a paso ligero y con cara de pocos amigos hacia los guardias que apagaron los cigarros con el zapato y volvieron a sus puestos creyendo que los iba a abroncar, sin embargo, sólo les dijo "Estoy en mi oficina, que no me moleste nada a no ser que sea urgente" y se metió en una de las salas que había más adelante.

Cuando Ro-Txi estuvo dentro apretó sus manos nerviosa y miró por la ventana que daba al otro lado a ver si ya llegaba quién ella estaba esperando.
Desde que conoció a los chicos desheredados se preguntaba si estaba haciendo bien en jugarse la vida por esta causa.
Después en la soledad de su casa miraba la foto de su madre pues parecía que se había olvidado de por qué se metió a guardia del muro.

Pero aquellos chicos le hicieron recordar...

🌈🌈

Namjoon se puso un dedo en la boca advirtiendo a todos que no hicieran ningún ruido mientras escuchaban los sonoros pasos acercándose a la puerta de su casa.
Suga y Jimin lo siguieron mientras Jungkook se quedó con Tae que seguía agazapado en su regazo.

Después llegaron los golpes a la madera, secos y escandalosos.

-¿Quién es?

Nam había pegado una mejilla a la puerta que no tenía mirilla para poder ver el exterior porque los Desheredados debían abrir sus casas aún sin saber quién les visitaba.

Otro golpe le hizo separarse de ella, miró a Suga y a Jimin buscando qué hacer.

-Abre.- susurró Jimin.- Sea quién sea debemos abrir o tirarán la puerta abajo.

Antes de tocar el pomo Namjoon suspiró dejando escapar la última esperanza en él.

Abrió despacio.
Suga alzó sus puños.
Jimin se arremangó y giró la cabeza al ver a Jungkook posicionándose entre ellos.

Al final, delante de ellos tres hombres...

Tres hombres y un adolescente con un parche en el ojo que sonreía con timidez.

🌈🌈

Lloviznaba cuando volvió a mirar por décima vez por la ventana y después miró el reloj. Las diez y diez.
A Ro-Txi siempre había parecido una gran falta de respeto la impuntualidad y desde luego ahora mismo estaba enfadada.
Para distraerse un poco comenzó a guardas en cajas toda la comida que había podido conseguir y unas mantas que en algún momento y de forma clandestina se las daría a los hermanos Park.
Sentía mucho no poder hacer nada más.
Cuando lo tuvo todo bien guardado se sentó a leer las nuevas órdenes que les habían dado entre ellas que ya no había un paso libre en la frontera. Los herederos también debían tener un pase especial para poder acceder al otro lado...
Levantó la cabeza con rapidez cuando tocaron tres veces a la puerta.
Cuando abrió vió a su compañera acompañada de otra persona.

-Señora, esta mujer dice que tiene cita urgente con usted.

-Efectivamente. Gracias Sky, puede retirarse.-su compañera se fue dejándolas solas.- Eres Silvia ¿Verdad?

La chica rubia asintió.

-Llegas media hora tarde.Pasa.

Se apartó del marco y dejó que entrara.

🌈🌈

-¿Por qué habéis venido todos? Podían haberos parado o seguido.

Nam estaba desbordado con tanta gente desperdigada por su salón, los había contado y era seis personas las que acompañaban a G-dragon

-Es nuestro lema: o todos o ninguno. -Dijo Dragon que se había adueñado del sillón.

Jimin estaba blanco en un rincón intentando mimetizarse con la pared. No le gustaba esta situación y encima Suga no le había prestado mucha atención desde que los chicos del gimnasio aparecieron.

-O sea, habéis cambiado de opinión.- Dijo Jungkook sonriente.

Todos miraron a Dragon esperando que hablara.

-No por vosotros, nos hubiera importado muy poco vuestra peleita sino fuera porque estamos sin luz.- Habló con sinceridad.- y no podemos consentir que esto vaya a más

A Nam le hubiera gustado echarlo de casa en ese instante pero sólo preguntó:

-¿A qué te refieres?

-Cazas diarias, las detenciones injustificadas,abusos, la falta de comida...- enumeró el del pelo verde.- o algo más gordo.

-Ya os lo dije antes, nos quieren borrar del mapa.-Dijo Bang Chan desde el otro lado del salon.

-Pero eso sería fácil. Una bomba en medio y ¡Pum! Fuera. - Dijo una chica que se había presentado como Moonbyul.

-No es tan fácil.- le contestó Jungkook.- Cuando estuve en el hospital uno de los políticos que fue a visitarme...

-¡Espera!.-Le cortó el chico del parche y miró a su hermano mayor- ¡Ya te dije que me sonaba cuando entró en el gimnasio!.-Señaló a Jungkook que se había puesto rojo .- Tú eres....

-Jeon Jungkook, hijo de Jeon 'El loco'.- dijo muy a su pesar.- ¿Puedo seguir? .- El chico asintió avergonzado.- Bien.- suspiró.- Vinieron muchos parlanchines a decirme cosas, entre ellos, un político que se dedicaba a las relaciones exteriores y me dijo que no me preocupara, que todo iba a cambiar, que tenían a nuestro gobierno en el punto de mira.

-¿Y lo creíste?.-Preguntó Dragon con sarcasmo

Jungkook encogió los hombros.

-Lo unico que creo es que ya no pueden matarnos porque sí, no tienen la misma libertad de hacerlo como cuando terminó la guerra.- Siguió convencido.- Aunque lo único que necesitan es una excusa para poder seguir gobernando.

-Y se la hemos dado.

Todos quedaron callados. Jimin quiso vomitar.

-Hay que ganar esa pelea, es lo único que puede mantener a raya a los herederos, si lo único con lo que podemos negociar es con ese vídeo, debemos protegerlo.- habló Suga y por fin miró a Jimin y se acercó a él.- ¿Estás bien?

Jimin negó con la cabeza y Suga cogió su mano.

-Debemos prepararnos para lo peor.

Dragon se levantó, por fin.

-Avisaré a gente de mi confianza, de momento no habléis con nadie más.- dijo Dragón.- ¿Tenéis papel y lápiz por ahí?

Jungkook se apresuró a coger lo que el lidel del gimnasio le había pedido, se lo dió y el peliverde escribió un número largo.

-Es el número de mi teléfono móvil.

Saco un aparato alargado y grueso del bolsillo.

-Wow ¿Que es eso?

Tae, que era un apasionado de la tecnología lo miró con los ojos muy abiertos.

-Es un teléfono que se puede llevar a todas partes.- contestó Dragón presuntuoso.- Es del otro lado.

Nam rodó los ojos ¿De donde iba a se sino?

-Llamadme si tenéis nuevas noticias, esperamos que vuelva la electricidad sino en tres días volved al gimnasio ¿Vale?

Todos asintieron y los demás se fueron levantando y estrechándose las manos mientras iban saliendo de casa de los Park.

Suga salió con ellos y paró a Dragon.

-Oye tío, necesito un favor.

-No me gusta hacer favores.

-Tengo dinero. Bastante además.

Dragon sonrió.

-Soy todo oídos, Min Yoongi.

🌈🌈

Paek, el antiguo jefe de Suga ya disponía de la dirección de su ex empleado y ex amigo.Aquel que le había dos traicionado.
Con todo lo que estaba ocurriendo en estos días en este lado del muro, la gente requería más y más cosas del otro lado y a él le faltaba su mejor hombre.

Tendría que pillarlo por sorpresa en algún momento...

🌈🌈

Nam subió a su habitación sin mirar a nadie alegando un dolor de cabeza, sabiendo que Jimin se encontraba mal también pero, al menos, tenía a Suga. Y Tae a Jungkook...
Sin embargo a él ¿Quién lo arropaba a él en esta noche tan oscura y fría?
Encendió una de las velas, de esas nunca habían faltado en su casa, y
con su mandíbula apunto de partirse de lo fuerte que la estaba apretando, se sentó enfrente del escritorio y dió un golpe en la madera de rabia, de dolor y de impotencia.

Sólo le hacía falta un papel en blanco y su lápiz porque llorar no le salía ya.
Parecía que el cupo de lágrimas de esta vida ya lo había agotado.

Y escribió:

"Es raro, veo el Sol en el cielo pero no ilumina, veo las ramas de los árboles mecerse pero no siento el viento.
Caminando sin sentido pero hacia mi destino final, como alguien atado a unas cuerdas de las que tiran y se mueve por la inercia, porque no lo dejan caer.
Así estoy yo.
Así me siento."

🌈🌈

Nota de la autora:

Este capítulo y el anterior, y quizá algunos más los considero "el puente" que irá hacia los finales y os aseguro que cuando lleguen va a ser un no parar...
Deseando estoy de plasmar todo lo que tengo en mi cabeza.

Por cierto ¿Que estará planeando Suga otra vez? ¿Alguna teoría?

Cómo siempre, muchas gracias por leer, por lasbestrellas, por los comentarios.

gracias gracias

Lau🐘