❂ Prologo: Aquello que ha estado oculto ❂

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng





2015 – Corea del sur.

La puerta de los Kim fue golpeada un par de veces. Minah, fue quien la abrió.

Era una hermosa y tranquila mañana, debían de ser las 9 apenas, pero ya todos estaban despiertos, incluido Taehyung.

—Hola, somos del canal PeopleTalk, habíamos acordado una cita hace un par de meses para una entrevista con el señor Kim.

—Sí, claro, por favor pasen, yo iré a avisar que ya están aquí —la muchacha, quien no debía de estar sobrepasando los 15 años se hizo a un lado mientras sostenía la puerta para que el par de hombres pasaran.

Uno de ellos, el mayor, de 29 años cargaba en su hombro una cámara que parecía pesada. El otro, Jeongmin, cargaba un maletín con lo que iban a grabar el sonido y una canasta con varios alimentos para obsequiar.

Antes de que Minah desapareciese de su vista el hombre mayor la llamó.

—Solo una pregunta ¿eres nieta del señor Kim? —preguntó mientras dejaba las cosas sobre la mesa de madera en el comedor.

—Bis-nieta, no de sangre... aunque eso no importa mucho —se apresuró a contestar—. Supongo que mi abuelo responderá todo cuando hable con ustedes.

—Gracias —dijeron ambos antes de verla partir.

—Creí escuchar que el señor Kim si llegó a casarse ¿no habrá tenido hijos con su mujer? —comentó Jeongmin abriendo la maleta con los micrófonos.

—Eso decían los archivos, aunque esas carpetas no tenían mucha información, el abogado me dijo que hacía años habían quemado muchos documentos por error.

Tuvieron que hacer muchas cosas para que ambos reporteros pudieran conseguir una entrevista con el señor Kim, desde pasar por abogados hasta hablar con representantes públicos. Todo por las palabras que les había dicho una anciana 10 meses atrás cuando también la entrevistaron.

"Era un hombre, el único, de alguna forma había logrado seguir con vida cuando lo descubrieron, pero fue peor. El pobre chico realmente sufrió, fui muy cercana a él en nuestros años de cautiverio, era muy dulce, si necesitabas ser consolada cuando los turnos terminaban, Kim era el adecuado. Nunca le vi llorar, siempre cargaba con una sonrisa y nos cuidaba a todas junto a los médicos. Gracias a él tuve esperanzas para esperar a que la guerra terminara" habían sido las palabras de la mujer.

La casa de los Kim era acogedora, con el común descansillo cuadrado en la entrada, el salón grande con dos mesas, una baja frente a un televisor y otro con estilo occidental decorado con un jarrón de flores. Después del salón había un pasillo que conducía a un patio no muy grande que se veía desde la mesa, dos pasillos más se habrían hacia los lados donde debían de estar las habitaciones y la cocina estaba hacia la izquierda de la entrada, al otro lado del salón. No había sillones, tampoco es que cupieran muchos, parecían preferir más la comodidad de las mesas.

—Hola —apareció una mujer ya mayor desde el patio—. Soy Kim Hyerin, hija del señor Kim.

La amable mujer estrechó manos con ambos reporteros, su propia hija y su yerno no se encontraban en el país por lo que esos días su propia nieta se había estado quedando con ellos, después de la muerte de su esposo su único consuelo había sido su padre. Seguir junto a él le alegraba cada mañana.

—Espero se sientan cómodos aquí.

—Oh sí, estamos agradecidos que su padre nos permitiera venir a hablar.

—Sí, sobre eso, mi padre ya es un hombre bastante mayor, puede parecer algo suelto, pero solo pido respeto con lo que escuchen de él, no quiero que mi familia se vea afectada cuando la historia se haga pública.

—No, no señora, nuestro interés es simplemente informativo, hay muchas cosas que aún no se saben de los años en los que la guerra estalló y tenemos entendido que el gobierno japonés aún no se ha pronunciado por los afectados.

—Solo queremos escuchar la verdad.

La mujer se veía un poco reacia, había pasado bastantes años al lado de sus padres, escuchando cada detalle de los tortuosos años por los que su padre, Taehyung, tuvo que pasar. Quería evitar complicarle más la existencia ahora que podía morir en cualquier momento.

—Por favor cuiden de él —hizo una pequeña reverencia antes de que se escuchase la voz del anciano desde el pasillo.

—Oh niña, aun puedo caminar.

—Insisto abuelito —contestó la menor caminando a su lado mientras lo sostenía de un brazo.

—Buenos días, señor Kim —dijeron ambos reporteros al unísono sorprendiendo un poco al anciano.

—Wow, wow, cuanta energía tienen los jóvenes ahora —soltó con una enorme sonrisa antes de sentarse en la mesa—. Yo también era así mucho más joven.

Kihyun, el camarógrafo trago saliva recordando las palabras que había dicho el abogado del señor Kim cuando pidieron hablarle.

"No lo atosiguen, ni lo juzguen, tampoco escarben en su miseria, si no quiere responder a algo no insistan, es bastante mayor y que hable de esto después de tantos años puede ser duro para él".

—Los dejare para que puedan hablar tranquilos —dijo Hyerin para marcharse con su nieta.

—¿Cómo se siente, señor Kim? —preguntó Jeongmin cuando comenzó a acomodar los micrófonos en su ropa y la del anciano.

—Oh, bastante emocionado, no recibo visitas muy seguido —decía sonriente mientras jugaba con el redondo dije en su collar—. Muchos de mis amigos y familiares ya no están aquí.

Todo fue silencio después de ese comentario. Jeongmin estaba nervioso, sabía que la vida del señor Kim fue dura, pero no hasta qué punto y aunque en la otra entrevista, la anciana había tenido una experiencia difícil, dijo que no fue nada comparado con la del señor Kim.

—¿Cuántos años tiene, señor Kim?

—Creo que voy para los 93.

—Oh, ha tenido una larga vida.

—Sí, demasiada —Jeongmin le dio una lastimera mirada.

—Bien, creo que podemos comenzar —dijo Kihyun enfocando la cámara y pulsando la opción de grabar.

—¿Esta listo? —preguntó el menor sentándose frente a él.

El anciano soltó un suave suspiro y sonrió.

—Claro que sí.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro