PRÓLOGO: EL DESCENSO AL INFIERNO

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Año 2066


—Ahí no termina la historia, ¿cierto, abuela? —pregunta Anabella con emoción e intriga.

El aparato, que está monitoreando mi ritmo cardíaco, detecta que mi corazón ha comenzado a palpitar con más fuerza. Mi cuerpo tiembla y el pecho me arde de una manera inexplicable. Por supuesto que ahí no acaba la historia, pienso con pavor.

—No —me obligo a responder para ocultar mi pánico.

Trato de controlarme y respirar profundo.

—¿Estás bien? —cuestiona James dubitativo.

 Intento recuperar el aire; parece que algo me ha aplastado el pecho, impidiendo que piense con claridad. La habitación ha comenzado a moverse para encerrarme... No necesito las píldoras, quiero decir, Estoy bien, pero ningún vocablo sale de mi boca. Hasta que consigo concentrarme en el ahora, el agrio y despiadado pasado desaparece. Poco a poco, mi respiración se normaliza de la misma manera que mis latidos cardíacos, así que, por fin, mi vista puede percatarse de que los rostros de mis nietos expresan miedo. La vergüenza me invade.

—Sí, estoy bien —respondo a la pregunta de James, simulando firmeza. Después me rindo y exhalo con nostalgia, bajando la mirada—. A muy pocas personas les he contado lo que sucedió un año después de mi visita a aquella tumba, ¿saben? —admito.

Estas palabras causan que sus ceños fruncidos se esfumen.

—No te preocupes, abuela, está bien si no quieres continuar con la historia. Sabemos que esa época fue muy dolorosa para ti, por lo tanto, lo entendemos —me dice el chico dulcemente.

Suspiro.

—Aunque, la verdad es que en serio nos encantaría saber qué fue lo que sucedió —añade Anabella, llamando mi atención—. Así que, por favor, ¿podrías contarnos lo que pasó después? —concluye tranquilamente, pero noto que sus ojos están llenos de inquietud.

Su petición es demasiado inocente, lo que provoca que me resulte difícil responder con una negativa. Sin embargo, esto no impide que los pelos se me pongan de punta al pensar en la siguiente parte de la historia.

—Lo que se presentó posteriormente fue demasiado sombrío... —les advierto—, pero si lo quieren saber, se los contaré.

—No estoy seguro de querer escucharlo... —comenta James, serio.

—¡No! —exclama Anabella inmediatamente— ¡Por favor, hermano!, todo esto tiene que ver con el abuelo, ¿no te interesa saber más?

Ellos dos siempre han tenido mucha curiosidad por saber más sobre Peter y nuestra relación; de seguro esa intriga se las plantó su madre en la cabeza, y, lamentablemente, contarles esta historia es lo único que puedo hacer para que tengan una idea más o menos sólida de quién era él.

James exhala, relajando los hombros.

—Está bien, sigamos: por el abuelo —accede él.

Su hermana vitorea y mi nieto sonríe, después clavan sus ojos en mí. Lo que relataré a continuación está repleto de sufrimiento, pero lo diré: por ellos.

—Ahora que todos estamos conformes —empiezo, tratando de que mi voz no suene débil—, les advierto que en la siguiente parte de la historia no estuvo muy involucrado su abuelo, sin embargo, lo que sucedió en aquellos meses fue crucial para nuestra relación.

Los dos asienten con la cabeza, poniendo suma atención a mis vocablos. Respiro profundamente, esforzándome para que el nudo en mi garganta desaparezca; sólo así las palabras conseguirán fluir en la narración del episodio más oscuro de mi vida. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro