Alex estaba ultimando la trampa que tenía para Charles, también le resultaba poético y ya no sabía si lo celebraría por quitarse del medio la amenaza o por cómo se quitaba la amenaza, le estaba cogiendo gustillo a eso de hacer maquiavélicos planes, ahora entendía como su hermanastra podó llegar a ser tan perra. Manoseaba la foto del fotógrafo y se lo observaba, lo cierto es que era guapo, lo triste era que era un gilipollas misógino, bueno, en la cárcel estaban sedientos de amor y eso que ganaban, alguien a quien darle de su propia medicina.

Liah entró a su despacho o al que aún era el despacho de la señora Carvajal, totalmente con la cabeza alta y un comportamiento altivo que no le gustó para nada a Alex. Eso la pasaba por hacer tratos con una mujer que no era ni por asomo, nada sumisa, no como podía llegar a serlo Valentina o al menos en sus tiempos:

— Puedo conseguir las acciones de Juliana y Valentina— Vause sonrió y Liah pudo imaginársela frotándose las manos— pero no a tu nombre

Alex puso mala cara y Liah con su Pokerface, comenzó a pasear por el despacho de Valentina, e intentó evitar tocar el sillón de cuerpo que había junto a la ventana, en los primeros años de matrimonio aquello más que ser un lugar de trabajo, parecía ser otro lugar donde satisfacer las fantasías de la ojiazul, tenía la teoría que si pasaba una luz ultravioleta por aquella moqueta no habría lugar libre de salpicaduras de flujos corporales:

— ¿Cómo? Ese no era el trato

Mostró su desacuerdo Vause:

— Creo que puedo conseguir que los pase a mi nombre— se encogió de hombros— Sería demasiado sospechoso si la trato de convencer de que te las dé— curvó la comisura de los labios— Ahora mismo estará pensando en su hija, pero tampoco es tonta, ya una vez la traicioné, no creo que a la primera de cambio confíe en mí tan ciegamente e incluso si tuviese que escoger, antes les pasaría esas acciones a Lizzie o a Catalina.

Alex se pasó la mano por el mentón, aquello no le gustaba, pero tenía razón, Valentina no la pasaría las acciones, ni aun estando en su puesto de sustituta temporal la había dado apenas libertades:

— Como me traiciones Liah— comenzó a amenazar Vause— Charles Van der Woodsen será el menor de tus problemas, ya sabes cuál es el precio de mi protección, así que ni se te ocurra oponerte a pasarme esas acciones, son mías.

Liah curvó la comisura de los labios:

— Por supuesto, no debes preocuparte por eso

Caminó hacia la ventana y se quedó mirando el exterior:

— Llama a Charles y queda con él mañana en el restaurante The capital Grille— Hall se dio media vuelta para mirar a Alex Vause— esta noche me ocuparé de Roan, bueno— sonrió de manera burlesca— yo no, estaré en casa cuidando de mi hijo, este fin de semana me toca a mi

— Nada como el amor de una madre

Alex retiró la mirada y se puso a revisar unos papeles, intentando quitarle importancia y fingir como que aquello no iba con ella:

— Bueno, caprichos de mi mujer, casi que hubiera sido mejor adoptar un perro o un gato...

Liah dejó caer sus brazos y caminó hacia la puerta, mientras musitaba con voz frívola:

— Claro— ya fuera del despacho observó a Nelly, que estaba entretenida viendo vídeos en YouTube, luego a la puerta del que posiblemente podría llegar a ser su despacho en un futuro, bueno, tiempo al tiempo, antes sacó su móvil y marcó un número, siendo respondido cuando llegó a las puertas del ascensor— ¿podemos quedar? Necesito hablar contigo

Roan Doyle tenía sus oscuros secretos, como todo el mundo y es que hoy en día ¿Quién no comete una ilegalidad? Todo el mundo falla a las leyes de una forma u otra, el tema estaba que no eran pillados o el delito era tan mínimo que no le daban importancia. Estados Unidos, uno de los países más estrictos a la hora de condenar a las parejas que practicaran sexo en los sitios públicos, más si era homosexual, puede que, a los hombres sobrados de dinero como Doyle, al poco estarían en la calle, pero el tiempo suficiente para hacer jaque mate, sobre todo, le encantaban jovencitos, se preocupaba de que no fueran menores, pero lo suficientemente jóvenes que aparentasen ser adolescentes, cuanto más pasivos mejor.

Así pues, creyó que esa noche había ligado con un muchacho de dieciocho años y bien "inocente" o lo que viene siendo "sumiso" le había llevado a cenar y lo siguiente fue ir a una pequeña explanada a la que había ido en más de una ocasión para mantener relaciones sexuales, daba morbo pensar que pudiera ser descubierto, lo que ignoraba es que ese "muchachito" era un agente en cubierto, parece mentira que la policía se tomara tantas molestias para detener a un hombre con fantasías pedófilas que le encantaba montárselo en lugares públicos. Bueno, la respuesta estaba en el querido policía corrupto que había contratado Alex.

Roan estacionó su lujoso jaguar en la explanada cerca de la carretera y posó la mano en la pierna del muchacho rubio con perilla, llevaba sudadera, le encantaban los chicos con sudadera y pantalones pitillo:

— ¿Nervioso?

El chico forzó una sonrisa y dijo con fingida timidez:

— Un poco, ya sabes que soy virgen

— Si quieres— dijo Doyle con voz dulce— podemos regresar

— No— dijo rápidamente el chico— estoy bien— se acercó a Roan para darle un beso— podrías guiarme— besó de forma tímida a Roan antes de terminar en un susurro— Sugar Daddy

Ese apodo le gustó a Roan, le daba más pie a su fantasía, así que siguió besando a su "Repartidor de pizzas" y cuando éste no mostraba signos de "nerviosismo" agarro su mano y la guio hasta su entrepierna, dándole a entender lo excitado que estaba y que quería que hiciera algo, el chico se separó un poco y miró a Roan sonriente. Se tomó su tiempo en desabrochar su pantalón y en bajar su ropa interior liberando su erección. Doyle acarició el mentón del chico mientras miraba su boca:

— ¿Nunca has hecho sexo oral?

— Pues... eh...— el chico comenzó a sudar por la frente— No... esto

En ese momento la puerta del piloto se abrió de golpe y un hombre armado apuntó a Roan:

— Policía de Chicago, salga del coche con las manos levantadas pervertido.

El chico cerró los ojos aliviado:

— Gracias a dios— salió del coche y miró a sus compañeros— Mamones, por poco y me hace chuparle la polla

Roan se subió la ropa interior y los pantalones antes de ser esposado. Miró con ira al chico y después al resto de policías:

— No tienen idea de con quien se han metido

— Claro que sí señor Doyle— le dijo el policía antes de tirar de el para llevarlo al coche— con un pervertido exhibicionista

Valentina estaba tumbada en la cama con Julia, después de salir de la quimioterapia, la dijeron que en dos días podía ir a casa y cada día que la tocara ir a radioterapia la tendrían que acercar, la dieron las instrucciones para facilitar el cuidado y evitar que cogiera infecciones. En parte era un alivio tenerla en casa, ya no estaría separándose de sus otros hijos, pero por otra parte la preocupaba que sus otros hijos, los inquietos y enérgicos hijos no la dejaran descansar. Julia se había puesto el pañuelo de Elsa y se habían puesto una película de dibujos en el reproductor portátil que había comprado Valentina:

— Mamá— la rubia que estaba medio adormilada miró a la pequeña morenita— ¿Regresaré al cole cuando salga del hospital?

— Será mejor que te den clases en casa

Julia bajó la mirada:

— Echo de menos a mis amigos

Valentina paró la película y apartó el reproductor:

— ¿te gustaría que mamá, tus hermanos, tu y yo nos vayamos a vivir a Los Ángeles?

Julia sonrió:

— ¿Cuándo?

Valentina abrazó a la pequeña vaquerita:

— Espero que pronto, compraremos una casa con jardín, donde puedas jugar con tus hermanos...

— ¿Y piscina?

La rubia frunció el ceño:

— ¿Quieres que tenga piscina? — La niña asintió con la cabeza— pues buscaremos una casa con piscina— se acomodó y miró los ojos claros de su pequeña— ¿alguna vez lesconté como conocí a su madre?

— Ella entró a trabajar para ti.

Valentina curvó la comisura de los labios:

— En realidad, nos conocimos mucho más viajando por negocios— en realidad esos negocios se los sacó de la manga la rubia, pero no iba a decir eso a su hija— y el primer destino donde fuimos fue Los Ángeles.

— ¿Y ahí se enamoraron?

— Tú madre me enamoró incluso antes de saber que había puesto mis ojos en ella, en un pequeño bar, perdido en una pequeña ciudad y aparentemente parecía ser otra chica universitaria que salió de fiesta con sus amigos— curvó la comisura de los labios y la acarició de la mejillita— tú madre me dio como regalo a tus hermanos y a ti.

— ¿Aunque a veces seamos malos?

— Ustedes nunca serán ser malos— Valentina rio entre dientes— Son Valdés y los quiero muchísimo, aunque a veces parezca que me enfado mucho, no lo olvides nunca

La pequeña Julia abrazó a su mamá:

— Yo también te quiero, sé que mis hermanos mayores también me estarán cuidando desde el cielo.

Valentina puso expresión compungida y besó la frente de su pequeña:

— Yo también estoy segura de eso.

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Esta historia NO me pertenece es una adaptacion realizada con la autorizacion de su autor Elio_kin