Capítulo 51Invitaciones

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   Lexa ya podía caminar sin la ayuda de las muletas, no recuperaría toda la fuerza que tenía en antaño en su lado izquierdo, pero podía hacer vida normal, si acaso, evitar coger cosas demasiado pesadas. Querían disfrutar de un viaje en familia antes de que Clarke regresara a Division Models. Así pues, de visita a los familiares, ya estaban entregando las invitaciones de la boda, que tuvieron que encargar de nuevo, Clarke le advirtió a Lexa de que no se encargaría sola de los preparativos de la bosa. Lexa accedió ayudar, y en un principio fue quien eligió el diseño, caligrafía de las invitaciones de la boda, en que mala hora, sí tuvo el detallé de poner las caras de los cuatro, pero es que eran ellas dos y los mellizos montados en un toro encabritado. Cuando Clarke vio las primeras invitaciones imprimidas, como que alucinó un poquito:

_ ¿Me hablas enserio? _ Preguntó enseñando la imagen de la invitación, Lexa dibujó una sonrisa y asintió, le parecía gracioso_ Cariño, amor, cosita linda_ la sonrisa de Lexa se le borro, Clarke comenzó a acariciar el pelo de la vaquera_ dios sabe que te consiento todo lo que me pidas, te quiero_ forzó una sonrisa_ pero esas invitaciones, lo siento no te las paso_ torció el gesto pensativo, ¿qué más podía encargarse Lexa? _ Elige el lugar donde se hará el banquete, le puso la mano en el brazo_ algo común, es decir, nada de rodeo, nada de toros mecánicos, si quieres la orquesta tocara temas country, pero no nos pasemos eh vaquera

_ De acuerdo_ miró la invitación que había escogido Lexa_ quizás sí que es un poco hortera

_ No es hortera_ los ojos azulados miraban esa horrible invitación y su voz sonó de lo menos convincente_ es, original

Lexa pestañeó unas cuantas veces, hasta que rompió a reír y abrazó a la rubia:

_ Que mal mientes, antes decías lo que pensabas sin que te importara lo que pensasen de ti

_ Es lo único que te diferencia de los demás_ respondió devolviendo su abrazo y pegando su nariz a su cuello_ que tú si me importas_ carcajeó_ pero tienes razón, lo siento, pero es que me parecen horribles

La ojiverde, lejos de sentirse herida u ofendida entre risas estrechó más a Clarke y cerró los ojos. Últimamente experimentaba una felicidad que no se imaginaba que existiría. La halló con esa mujer tan irritante y bipolar, que en un principio llegó a sentir entre amor odio, más bien odio con mucha atracción sexual:

_ Ya sabes que no se me dan bien estas cosas

Clarke se separó un poco para mirarse fijamente a los ojos:

_ ¿qué tal si antes de escoger algo tú me lo enseñas? Y ¿yo te enseño lo que he elegido?

_ Compro la idea

Tomaron la decisión de ir primero a Aspen, porque era más frío y antes se quitara a su suegra de encima mucho mejor. Iban en el avión privado de la empresa, Clarke iba revisando unos documentos que le había pasado Raven, con ciertas decisiones que debía de aprobar, cuando miró al frente, Lexa estaba entreteniendo a los mellizos con la Tablet, cantando una canción infantil de los cinco patitos. Habían crecido en esos meses, iban a ser igual o incluso más alta que la vaquera. La ojiazul sonrió.

Los días estaban repartidos desproporcionalmente, fin de semana en Aspen, resto de la semana en Florida. En el fondo, Jake desde que Lexa por casi pierde la vida por proteger a su hija, evidentemente se ganó su respeto. Todo lo contrario que Indra, ella por casi perdió a su hija por proteger a Clarke. Quería a sus nietos, de hecho los malcriaba igual que a Lexa, pero era como si ambas mujeres segregasen cierto repelente, Indra por mucho que quisiera fingir tragar a Clarke era imposible y lo sentía por su hija, dios sabe que lo había intentado y lo seguía intentando, lo mismo ocurría con Clarke, quizás fuera que ambas tuvieran demasiado carácter. Lexa había heredado el carácter de Gustus, demasiado condescendiente con Clarke, aunque en ocasiones mostraba los dientes. Por esa razón Lexa accedió a estar solo dos días en Aspen, no iba a dejar que su mujer estuviera incomoda.

Ni que decir cuando llegaron a Aspen e Indra insistió en que Lexa durmiera en el salón, aun no estaban casadas. Pero en esa ocasión no coló. Lexa se impuso, ya no era virgen eso sin mencionar que había tenido dos hijos con Clarke, vivían juntas, prácticamente estaban casadas, las dejaba dormir juntas o se iban a un hotel y al día siguiente se marchaban:

_ ¡Ay que disgusto!_ se comportaba Indra de forma melodramática_ ni siendo adolescente eras tan rebelde.

_ Cariño_ interrumpió Gustus, por lo general no intervenía porque si lo hacía su pirulilla no pedía deseos en su pozo, pero como ya estaba castigado por irse a un bar con Luke cuando fueron a visitarlos, pues como le daba un poco igual_ Lexa tiene sus veintiséis años, va de camino a sus veintisiete, ya no es una niña y se va a casar, déjalas

_ Otra semana más Gustus

Cuando Indra y Gustus discutían o debatían, Lexa escuchaba esas frases "sin sentido desde que era una niña" obviamente no las entendía, "dos días más" "una semana más" incluso llegaba a terminar las discusiones con "un mes" claramente, acabó entendiéndolo, Clarke hacía lo mismo, "sin sexo oral un mes" y lo cumplía, menos mal que no suprimía todas las actividades sexuales, quizás porque la rubia era demasiado viciosa como para autocastigarse, pero si quitaba ciertas prácticas que a la vaquera le volvía loca, o directamente, había sexo pero no tenía ni voz ni voto, la esposaba a la silla, a la cama, Clarke hacía lo que le quería y como le daba la gana. Sumisa, unos cojones es sumisa, en el momento que cogió confianza los papeles invirtieron y la vaquera ya podía decir misa que rápidamente veía el dedo corazón de Clarke seguido de un "tararí que te vi"

La casa de Aspen era pequeña, así que les tocaban dormir con los mellizos en la misma habitación, dice ser, sexo cero y después de lo ocurrido la última vez que estuvieron ahí, aunque Lexa lo había borrado de su mente, tenía cierto sentimiento que le hacía tener la libido a raya. Es como si en esa habitación hubiera un punto negro anti erecciones. Le ocurrió ese fin de semana y las posteriores veces que fueran a esa casa, con o sin los mellizos. Lexa nunca más pudo excitarse en ese lugar y mira que Clarke, solo por tomarlo como un desafío lo intento, bailes eróticos, lo que más le gustaba, nada esa habitación fue el antagonista de la viagra.

Sería la primera vez que los pequeños mellizos disfrutarían de la nieve. Ya caminaban torpemente y como ocurría con la ojiverde, los pequeños parecían disfrutar de la naturaleza. Abrigados hasta la cabeza, Lexa los subía a un trineo con ella para que estar pendiente de que no se hicieran daño, bajando por una pequeña cuestecita. Clarke, grababa cada momento con el móvil o sacaba fotos con su cámara digital. Quería tener cada pequeño recuerdo documentado.

De Alexander y Emer siempre tuvo apenas unas cuantas fotos, lo máximo era Digory. Se quedó todo con Finn, hasta que éste murió, dejando en el testamento que todas las fotos y videos se las dieran a Clarke. Objetos personales que la rubia guardaba con mucho amor, incluso en uno de las noches, cuando Lexa no estaba de ánimos ni si quiera para hablar, la ojiazul le entretuvo y le distrajo mostrándole partes de su vida, esa que Lexa no llegó a conocer, pero que iría conociendo con los mellizos.

Ese día acabaría conociendo unos antiguos compañeros de Lexa, que también habían decidido ir a pasar el en familia y jugar con la nieve, así los pequeños hicieron un nuevo amigo. Dando un poco de chance para que Lexa convenciera a Clarke de descender las dos con el trineo:

_ No, no, está muy frio

Comenzó a negar, Clarke cuando Lexa comenzó a tirar de ella para que montara aunque fuera una vez:

_ Vamos, solo un viaje

_ No, además no cabemos las dos en ese trineo, eso es más para niños chicos

_ Yo no soy una niña chica_ debatía la vaquera mientras tiraba de ella, un poco más alto para coger más velocidad, siempre a la vista de los niños, que estaban entretenidos con el nuevo amigo que habían hecho_ de vez en cuando es divertido conectar con tu lado infantil, Clarke.

Y al final acabó montada en el dichoso trineo, con Lexa detrás:

_ ¿Preparada?

_ No

Sin importar esa negativa Lexa impulso al descenso hacia abajo... obviamente no iba hacer hacia arriba eso sería un puñetero ascenso, no me hagan caso es de madrugada... Como iba contando, Clarke cerró los ojos esbozando un pequeño grito, sonriendo. Lo cierto que era bonito compartir ese momento, Lexa le abrazaba mientras cogían velocidad, volcando al llegar a bajo, no tardaron ni un minuto, pero aun así, como dijo la vaquera, resulto divertido. Después acabaron en un restaurante, con castillo de juegos donde podían estar los pequeños, mientras la pareja comía con los amigos de Lexa. Meredith y Antoine eran igual de mundanos que la vaquera. Resulta que se conocieron en el colegio y comenzaron a salir en el instituto, siguieron su relación en la universidad y al final, acabaron comprometidos, casados y con un niño. Típica historia parecida a la de Lexa, solo con otro final muy diferente:

_ Pensaba que acabarías con Costia, estabais muy unidas

Dijo Antoine. No era muy alto, incluso era un poco más bajo que la vaquera, pero era esbelto y cuerpo de deportista, rubio y ojos azules oscuros, tenía perilla y aparentaba menos años de los que tenía, Meredith no se quedaba atrás, tenía el pelo castaño claro, ojos color miel, le sacaba media cabeza a Antoine pero demasiado delgada. Clarke forzó una sonrisa, Lexa no se encontraba con amigos todos los días, pero siempre acababa escuchando algún comentario por el estilo "Estabas muy unida con Costia" "Pensaba que acabarías casada con Costia" Clarke siempre acababa forzando la sonrisa, pero siempre pensaba "La vida nunca es lo que esperamos ubícate" pero por respeto a Lexa se mordía la lengua. También había reparado en otro detalle, Lexa sin darse cuenta acababa desviando siempre el tema hacia como conoció a Clarke y los planes que tenía, obviando a Costia, bueno, lo único que aclaraba era que seguían siendo amigas.

Había que reconocer, que el fin de semana no estaba hiendo mal. Sobre todo porque Lexa no tenía que estar en reposo y salían en familia:

_ Ahí por casi me rompo la cabeza por pelear con Luke_ contaba Lexa a unas escaleras_ ahí me rechazaron por primera vez_ señaló a un banco_ y ahí me topé con Jennifer Aniston

_ Jennifer Aniston que nivel

La presidenta de Division Models se movía por el mundo del glamour y los famosos. Bueno, debido a sus casi dos años sabáticos, fuera de los objetivos de la prensa rosa andaba un poco descolgada y no lo echaba de menos, cada vez se sentía más cómoda con su papel de ama de casa. Incluso se replanteó dejar a Raven como la nueva imagen de Division Models y Clarke seguir manejando la empresa desde las sombras, los viajes se los ahorraría.

Asbury Lake, era otro mundo, menos frío, el precioso lago, se puede decir que ambos lugares representaban la personalidad de cada una. Es decir, Lexa a pesar de estar cómoda y disfrutar de Florida, su casa estaba en Aspen, pues lo mismo ocurría a la inversa, Clarke estaba en su momento zen siempre que pisaba Asbury, a pesar de que todo ese lugar estaba lleno de recuerdos. Jason, Finn, Alexander, Emer... lo que antaño quería evitar y lo tomaba como un castigo, en esos momentos sonreía, quería creer que sus hijos ya no estaban solos, estaban con Finn y Digory.

Al menos Lexa tenía una relación cordial con Jake. Una que supo ganarse a su suegro, además de que estaban encantados de tenerles ahí, tanto Abby como Jake podían superar el infantilismo de la vaquera y en ocasiones de la propia Clarke. Dándoles espacio a la pareja. Los padres adoptivos eran más permisivos, comprendían que se iban a casar, que estaban viviendo juntas y les habían hecho el regalo más hermoso trayendo al mundo a esos mellizos tan hermosos. No pusieron pegas en que se instalaran en la misma habitación y como esa casa tenía muchas más habitaciones para niños como niñas, los mellizos tenían habitación propia, al lado claro estaba, y con el escucha bebes, con cuna de viaje propia, que le tocaba a Lexa montar y desmontar. Hacía un tiempo estupendo y rememorando viejos tiempos, aprovechando que Abby estaba encantada jugando con los mellizos, Clarke arrastró hasta la vaquera al patio trasero:

_ Mamá vamos a dar un paseo

_ ¿Sabes que tienes edad para salir por la puerta delantera?

Escuchó a Abby mientras iban al rincón por donde antiguamente se escapaba:

_ ¿Sabes que rozas los treinta años como para andar haciendo eso?

Preguntó la ojiverde mientras se colaba para salir del recinto por ese hueco. Clarke arqueó las cejas sonriente:

_ De vez en cuando es divertido conectar con tu lado infantil_ dijo con mofa repitiendo lo que le dijo en Aspen_ Lexa

Bordearon parte del lago, agarradas de la mano, Clarke inconsciente o no, se agachaba a coger piedras, siempre con similitudes parecidas. Hasta llegar a uno de los embarcaderos más alejados, por no decir que no se veía a nadie ni casas en un par de kilómetros y mientras charlaban comenzó a lanzarlas lo más lejos que podía:

_ ¿Por qué haces eso siempre?

Preguntó curiosa la vaquera, con las manos guardadas en los bolsillos, observando a la rubia en el borde del embarcadero, ésta le miró sin comprender:

_ ¿El qué?

_ Coger piedras para luego tirarlas

Clarke frunció el ceño y miró las pocas que le quedaban en la mano, torció el gesto y las tiró a la vez, cayendo a distintos lugares. La ojiazul se encogió de hombros:

_ Antes lo solía hacer mucho, a Alexander le gustaba pedir deseos al lago tirándole piedras de ese estilo, le gustaban_ ya no le costaba hablar sobre esos temas, ni amenazaba con llorar ni si quiera ponía el rostro compungido, Lexa había conseguido que hablara tanto de ellos, que ya no dolía como al principio_ y uno de sus deseos se hizo realidad, quería un Hermanito y al poco llegó Emer_ se acercó a la vaquera y le rodeo la cintura, deleitándose con el color verdoso de sus ojos, eran preciosos a la claridad del día_ Luego llego Alicia y Aden. Supongo que es una vieja costumbre_ amplió una sonrisa pícara_ ¿sabes otra costumbre?

_ ¿Cuál?

La ojiazul sin dejar de mirar traviesa y algo desafiante a Lexa, muy lentamente comenzó a quitarse la ropa, descubriendo a cada vez más piel. La sonrisa de la morena se le esfumó y agarrándose el sombrero comenzó a mirar alrededor para fijarse de que no había nadie mirando. Si al menos se hubiera quedado en ropa interior, nada, como diosito la trajo al mundo, mostrando sus curvas explosivas y despertando ciertas partes de la vaquera, viendo que había conseguido la reacción que esperaba de Lexa, esbozó una risita y cogiendo carrerilla, se tiró al lago, esa zona era un poco más profunda:

_ increíble_ dijo boquiabierta Lexa, se asomó_ te niegas a jugar con la nieve pero no dudas en meterte en bolas en el lago.

Clarke carcajeo. Robándole una sonrisa a la vaquera, ¿Cómo no sonreír? La ojiazul era preciosa cuando reía y le complacía que últimamente lo hiciera mucho:

_ Yo monté en el trineo contigo_ dijo picajosa_ ahora te toca meterte en el lago conmigo

Lexa gruñó, el agua tenía pinta de estar fría, como la otra vez que le tocó estar pescando con Jake. Comenzó a quitarse las botas, los calcetines, los pantalones vaqueros, la camisa, todo bajo la atenta mirada azulada de Clarke, hasta que quedó en boxers, menos atrevida se sentó al borde el embarcadero y se dispuso a tirarse:

_ No, yo estoy desnuda, buuu_ dijo la rubia salpicando, haciendo que la vaquera abriera la boca de la impresión_ también quiero verte desnuda

_ Ya me tienes muy vista_ dijo tirándose al agua, casi gritando de lo fría que estaba_ mierda, que fría_ dijo nadando hasta la rubia_ se me ha encogido como la lana en la lavadora.

Comenzaron a chapotear y a salpicarse agua como dos auténticas adolescentes, nadando y jugando, hasta que Lexa acabó apoyada al poster del embarcadero, con Clarke abrazándola, aunque sus manos también agarraban la madera para no hundirse:

_ ¿hacías esto de adolescente?

_ Bañarme en el lago, sí, desnuda no

_ Que afortunada me siento, bañarme en el lago con la señora Griffin en todo su esplendor_ Bajó la mirada intentando ver su cuerpo, o lo que la claridad del agua le permitía ver, haciendo reír a Clarke por su descaro_ Debo reconocer que me gusta

La ojiazul había rodeado su cintura con las piernas:

_ Ya lo noto

_ Estas desnuda_ deslizó su mano izquierda por su espalda, mientras la derecha seguía sujetando la madera_ abrazándome y rozando ciertas partes sensibles, no soy de piedra preciosa.

Clarke tonteaba acercando sus labios para tentarle a que le besara, hasta que paró y la miró pensativa:

_ Lexa_ comenzó a decir precavida_ Me dijiste que querías conservar el apellido Woods ¿Te importaría si conservo el mío también?

La vaquera rio entre dientes y le dio un beso en la mejilla:

_ Clarke estamos en el siglo XXI no es obligatorio adquirir el apellido del cónyuge, ante la ley tu serías mi esposa aunque al final no fueras Clarke Woods ni yo Lexa Griffin

Clarke curvó la comisura de los labios. Sabía que esa iba a ser su respuesta, obvio que Lexa le respetaría cualquier decisión lógica que tomara. Clarke adoptó el apellido Collins, por la misma razón que acabaría sorprendiendo a Lexa con el siguiente comentario:

_ Lexa Woods, Aden Woods, Alicia Woods y Clarke Griffin, como que estaría un poco excluida_ hizo un mohín_ no es que el apellido Woods me apasione, pero culo veo culo quiero, adoptaré tu apellido, somos una familia ¿no?

Ojos verdosos brillantes de emoción, con una amplia sonrisa atrajo a la que va a ser su mujer para fundirse en un beso, girando para que fuera la rubia quien quedara empotrada contra la madera. De repente el agua pasó de parecerle fría a estar de lo más candente, Clarke suspirando sonoramente cuando sintió la lengua caliente de Lexa recorrer su cuello. Lo cierto es que nunca lo había hecho en el lago, desnudas en el agua, en pleno día, en cualquier momento podían ser sorprendidas y eso era excitante, demasiado como para pensar con claridad y sumándole, la forma en que le acariciaba la vaquera, musitando con deseo su nombre "Clarke" lo hacía mucho y debía reconocer que amaba eso, incluso le excitaba mucho más que un jadeo y ya era decir, deslizo su mano por su abdomen hasta acariciar su monte venus, parando para mirarle como pidiendo permiso a ir mucho más allá:

_ ¿Quieres?

Preguntó casi con un susurró. Que considerada. Clarke se pegó más a ella, buscando fricción en esa parte de su anatomía, latente por la excitación:

_ Hazlo Lexa

La vaquera se aventuró a chocar los labios de nuevo antes de comenzar a torturar su protuberante clítoris, en el agua era una sensación muy distinta incluso, para el deleite de la vaquera, podía tardar en llegar al orgasmo, puesto que al igual que le pasaba a la ojiazul, a Lexa le excitaban los jadeos de Clarke, su cara de placer y que narices, para que mentir, como le rebotaban los senos, sobre todo cuando comenzó a introducirle dos dedos y a embestirla duramente, acariciando su clítoris en el proceso. Menuda experiencia, incluso a la propia Lexa se le escapaba algún gemido, dentro fuera, atreviéndose con un tercer dedo, el agua facilitaba la entrada, sin contar lo dilatada que estaba, haciéndole gritar mucho más:

_ Si, Lexa_ llegó a decir con voz ronca, apoyar la cabeza en la madera y dejarse ir_ Dioos

Temblando ante ese orgasmo tan excitante, sacó los dedos de su sexo y acarició su pierna, hasta acabar en su glúteo, mientras que la ojiazul intentaba controlar los latidos de su corazón, la vaquera siguió besando su cuello. Clarke no necesitaba tiempo de retracción, no dio tiempo a que se le bajara el calentón, ¿Cómo? Notando la erección de Lexa rozar su entrepierna, porque se había negado a quitar los bóxer. En ese instante fue Clarke quien giró, quedando la morena contra la madera. La ojiazul, deslizó su mano hasta el notable bulto e introducir la mano acariciando su miembro duro y suave. Lexa no se iba a quejar si Clarke le masturbaba. Durante unos segundos se estuvieron desafiando con las miradas, verde, azul y respiraciones agitadas:

_ A la mierda_ acabó diciendo a la desesperada la ojiazul bajando su ropa interior_ la marcha atrás

_ Demasiado riesgo

Dijo girando y apartando la mano de la rubia. Aun tomando anticonceptivos se quedó a la primera, antes de llover chispea y la marcha atrás era como tentar a la mala suerte, o la buena, todo depende de cómo lo tomaran. Que los mellizos eran una bendición, pero tampoco era como para estar haciendo bebés cada año. Clarke aferró las mejillas de Lexa la besó con furor, friccionando sus sexos, tentando a la morena:

_ Que sea lo que dios quiera, pero por dios te quiero sentir ya

Y la poca cordura que le quedaba a Lexa se esfumó a saber dónde, quedando a una fiera que dejándose llevar empotro a Clarke de nuevo contra la madera y empujó, deslizándose en su interior con facilidad, comenzando de nuevo a las miradas desafiantes, los gemidos en sus bocas y a las penetraciones profundas y duras. Embestidas a cada vez más rápidas y sin medir el volumen de sus gemidos, todo era posible que alguien pasara y las pillase follando sin control hasta que la rubia tubo su segundo orgasmo, seguidamente la vaquera, salió de su interior terminándose con la mano. Tenía un gesto cuando llegaba al orgasmo que le volvía loca a la rubia, entre cerraba los ojos, se le arrugaba la nariz y le temblaba el labio superior, casi siempre alzaba la cabeza con el ultimo jadeo. Sonriendo bobaliconas se abrazaron, recuperando el aliento:

_ Acabo de profanar el lago de Asbury Lake esparciendo mis semillitas

Dijo Lexa besando el hombro de Clarke, ésta rio entre dientes:

_ Esa es la cosa más romántica que me has dicho en un post coito, para que decirme ha estado bien, mejor dejarme claro que has liberado tus pececillos en el agua

Las dos carcajearon y apoyaron sus frentes. Marcha atrás, seguía tomando anticonceptivos, unos más efectivos y fiables según le dijo la Dra. Walk. Ya sería demasiada fertilidad si se quedaba embarazada así. Clarke Rabbit Woods se pasaría a llamar. Se volvió a colocar la ropa interior y se asomaron, bien no dieron espectáculo a nadie, salieron del agua, la rubia se puso la ropa interior y Lexa el sujetador, tumbándose en la madera del embarcadero, mientras los cálidos rayos del sol les acariciaba sus cuerpos húmedos:

_ Os presento a mi mujer_ comenzó a decir soñadora la vaquera_ la señora Woods, me gusta, la familia Woods

_ Di otra vez Woods y te olvidas de que lo adopte

La vaquera carcajeó:

_ Tendremos que regresar, serán aun unos bebés pero estoy convencida de que tu padre sería capaz de traumatizarlos

Clarke puso los ojos en blanco:

_ ¿Te olvidas que tu madre te partió el pene, pero no que mi padre te hizo una broma?

_ En primer lugar_ comenzó a decir la ojiverde sentándose_ la que estaba cabalgándome eras tú y no mi madre_ hizo un gesto de asco como si fuera a dar una arcada_ en segundo lugar, menos tu madre, me tomasteis el pelo entre los dos

Clarke también se incorporó, apoyándose en sus rodillas y mirando con adoración a la vaquera:

_ Es de seguro que ya te quería por aquel entonces, ahora no solo te quiero, te amo

Lexa amplió su preciosa sonrisa, antes de fingir seriedad:

_ Dios Clarke pero que densa_ rio entre dientes y acercándose de rodillas le agarró de los antebrazos_ oh jardinerita mía, no serás la única que me diga cosas bonitas...

_ Ahora me saltas con alguna soez_ puso los ojos en blanco_ por favor deja de leer ciertos libros

_ Disculpa, eras tú quien me leía la saga de Outlander mientras estaba en coma_ negó con la cabeza_ no, Clarke, no te iba a decir soeces, eso para cuando hacemos guarradas, solo quería decirte que yo también, cuando venimos la primera vez, te aseguro que ya te quería, pero cuando nos fuimos, ya lo hice amándote, a ti, la verdadera Clarke y no a la zorra bipolar, que debo decir, tenía su morbo_ rio entre dientes_ Asbury Lake es la verdadera Clarke, por eso me gusta este lugar.

Clarke ocultó la sonrisa y fingió seriedad:

_ Dios Lexa, que densa

Hablaron, rieron y se mimaron durante otro par de minutos. ¿Es que acaso no se cansarían nunca de estar juntas? En la semana, hicieron barbacoas, incluso con los vecinos que ya conocían a Clarke, le dieron la enhorabuena por los mellizos. Lexa evidentemente supo ganarse el corazón de la gente. Con los ancianos, las vecinas, los niños y por eso Clarke acabó amándola.

De regreso, se encontraron con un dilema muy gordo, ya que había tres mujeres, serían cuatro pero descartaron a la doctora Cormier. Que poco a poco se fue ganando el agrado de Clarke. Lexa adoraba a Delphine, daba buenos consejos. El tema era ¿Quiénes serían las damas de honor? ¿Anya? ¿Raven? ¿Costia?:

_ Está mi cuñada, no quiero hacerla sentir que la apartamos.

_ Ya son cuatro damas de honor_ hablaban mientras bañaban a los mellizos_ ¿Por qué tiene que estar tu ex?

_ Clarke, es mi amiga y la quiero como una hermana

La ojiazul escucho esa expresión por primera vez. Costia era como una hermana para Lexa Woods, directa a la puta FriendZone, entonces sin problema. Clarke accedió suspirando:

_ Está bien, lo comunicaremos mañana en la cena de compromiso, ¿segura que vendrán tú hermano con su mujer?

_ Si, ya hable con ellos.

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