Despierta

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El tiroteo en el zoo fue noticia. Que hieran a Juliana Valdés conmoción. En momentos como ese, salen a relucir quienes realmente son las verdaderas amistades. Es por ello, que Valentina pensó en un principio que estaría sola en el hospital. Llevaron directamente a quirófano a Juliana, dejando a la rubia en la sala de urgencias. A Serena Van der Woodsen no le dieron esperanzas, Oliver Ballesteros llegó sin vida al hospital. Compasiva y sintiendo mucho la pérdida del que fue su ex marido, se sentó al lado de la morena, que agradecida y a su vez queriendo brindarle apoyo a Valentina, le agarró de la mano.

Alex Vause acababa de llegar de una reunión, cuando Piper se acercó a ella con la preocupación dibujado en el semblante. La morena frunció el ceño:

_ ¿qué ocurre?

_ Será mejor que lo veas tu misma

Le respondió su mujer antes de ir hasta el salón y subir el volumen de la televisión. Que atacaran a una de las empresarias conocidas en la industria de la moda parece ser que era toda una gran noticia, sobre todo en los programas de salsa rosa. Alex intercambió miradas con Piper y al final acabó suspirando sonoramente:

_ Tendremos que cancelar la reserva del restaurante_ se acercó a Piper y depositó un beso en la mejilla de su mujer_ eres un ángel

No hizo falta que le dijera a donde iba, Piper la conocía muy bien, se puede decir que es la única persona en el mundo quien conoce a Alex Vause. Pura fachada gélida ante los ojos del mundo.

Tal y como había llegado, salió de su casa para irse hasta el hospital donde se supone que habían llevado de urgencias a la "pareja de Valentina Carvajal", así habían comunicado las noticias. Alex sabía que se trataba de la vaquera. En el fondo nunca se había parado a conocerla bien, puede que sintiera algo de celos, no los típicos de los de mujer enamorada, se puede decir que, de amiga más bien. Valentina había dejado el trabajo a un lado, había dejado su mundo, había cambiado y dejado de verse. A Valentina le daba todo lo que le pidiese, no por esclavitud o por recibir algo a cambio como parecía entender, lo hacía porque realmente le agradaba.

Cuando llegó al hospital la halló en compañía de la fotógrafa. Estaba sollozando y abrazada a un sombrero manchado de sangre. Maldijo, porque no sabía comportarse en situaciones como esas, se guardó las manos en los bolsillos, para el resto del mundo puede ser un gesto frio, pero en realidad lo hacía para ocultar los tics nerviosos o los movimientos nerviosos que solía hacer.

Valentina la miró con sorpresa cuando ésta se acercó a ella, con gesto impenetrable:

_ ¿Qué haces aquí?

Preguntó la rubia:

_ La presidenta de Division Models es noticia. Vine para ver como estabas y si puedo hacer algo para ayudar

_ ¿puedes curar heridas de balas?_ Volvió a preguntar Valentina con cierta bordería_ no ¿verdad? Pues en ese caso no me puedes ayudar.

Alex alzó una ceja, bueno, no había cambiado del todo, seguía siendo una zorra de vez en cuando. Se pasó ese comentario por el forro y se sentó a su otro lado, dudó durante unos segundos en apoyar su mano en el hombro, vacilante acabó haciéndolo:

_ Siento mucho lo de Juliana

Para conmoción el que había en Division Models. Cuando Liah se enteró casi había que ingresarle también del disgusto. Ni se lo pensó dos veces, abandonó todos sus quehaceres y fue al hospital, no fue sola, ya que tanto Lizzie como Catalina también decidieron acompañarla, lo primero, tenían mucha estima a Juliana, segundo no querían dejar a Valentina sola y tercero, con lo alterada que estaba Liah todo podía ser que le ocurriera algo. Así que las tres Marías también acabaron en urgencias:

_ ¿Reunión de socias?_ preguntó Alex al ver las recién llegadas_ ¿Quién está al cargo de la empresa?

En un principio la miraron para terminar haciéndole un ignored total ¿La empresa? Si quería que alguien estuviera pendiente que se fuera ella:

_ ¿Aún no dicen nada los médicos?

_ Preguntó Liah a la rubia

_ No_ negó Valentina conteniendo las lágrimas_ y ya llevan horas

Lizzie se remangó las mangas de la blusa en plan matona. Odiaba los hospitales y sobre todo estar en vilo. Se acercó a la ventanilla donde atendían a los familiares de los pacientes y comenzó a berrear:

_ Eh tú, pelo estropajo ya puedes ir mirando que es lo que le pasa a mi amiga

Catalina puso los ojos como platos y rápidamente fue a contener a la castaña, ya estaba viendo que de un momento a otro saltaba el mostrador y se la engullía si no le decía nada:

_ Tranquilízate

Dijo la administradora, Catalina la mantenía agarrada del brazo:

_ ¿Qué me tranquilice?_ tenía los ojos inyectados en sangre de la ira, pequeña pero matona_ mi amiga lleva en quirófano horas, que se tranquilice tu puta madre

_ Perdone_ intentó apaciguar Catalina, ya estaba viendo que los guardias de seguridad les echaban de urgencias_ ya intento que se tranquilice, tan solo queremos saber cómo está nuestra amiga.

_ será mejor que baje los humos o llamo a los de seguridad_ dijo la secretaria, tecleó algo y miró a Catalina_ ¿Cómo se llama su amiga?

_ Valdés, Juliana

Respondió Catalina apartando a la pequeña castaña, que chocaba los puños. Bueno, cada uno afrontaba la preocupación y el dolor de una forma. A Lizzie rápidamente le saltaban las malas pulgas. La administrativa no dijo más de lo que sabían. Ellas no eran médicos, tan solo podían averiguar donde se hallaba el paciente y como bien había comentado Lizzie:

_ La señorita Valdés sigue en quirófano

_ Quieta_ dijo Catalina apartando a Lizzie cuando iba a remeter contra la administradora_ ¿No podemos hablar con algún especialista que nos diga al menos si está bien?_ miró a Valentina, que parecía estar en otro mundo abrazando el sombrero de la vaquera_ su mujer está embarazada y preocupada, eso no es bueno para su salud.

_ Intentaré llamar, les agradecería que se sentaran y no armen jaleo

Esto último lo dijo mirando a Lizzie, provocando que una mirada fulminante por su parte. Catalina tuvo que tirar de la castaña para volver de nuevo con las demás. Parece ser, que el toque de atención de Lizzie sirvió para algo, ya que al rato, salió un doctor preguntando por los familiares de Juliana Valdés, quedando un poco cohibido por tanta mujer rodeándole:

_ Soy su prometida

Dijo rápidamente Valentina. El medico pestañeó un par de veces mirando a su alrededor. Carraspeó:

_ La señorita Valdés llegó al hospital en estado crítico, hemos hecho lo que hemos podido, la bala rozó la zona temporal y parietal del cráneo_ eso ultimo le sonaron a chino, ellas solo querían saber si estaba bien o no_ le hemos puesto una placa metálica para reconstruir el hueso dañado, la operación ha sido un éxito_ eso hizo que pudieran soltar el aire que tenían contenido_ pero_ ese pero ya no gustaba_ la paciente recibió una gran contusión y hasta que despierte no podemos determinar cuál es la gravedad de la paciente

_ Explique eso

Intervino Liah, que no tenía muy claro lo que insinuaba, había dicho que la operación había sido un éxito:

_ Lamento comunicar que Juliana Valdés está en estado de coma_ eso fue como un jarrón de agua fría para Valentina_ el cerebro da señales vitales, aun así no sabemos cuándo puede despertar y en el caso de que lo haga, sufra alguna secuela. Pasaremos a la paciente a unidades intensivas_ miró a la rubia, ya que de los presentes era la más allegada_ podemos dejarle pasar unos minutos, pero en su estado_ miró a su tripa_ no es recomendable.

Valentina negó con la cabeza:

_ Quiero verla

En esos momentos Valentina no podía dejar de pensar en otra cosa que en ver a Juliana. El doctor asintió:

_ Le avisaremos cuando puede pasar.

De cierta forma, Valentina Carvajal estaba viviendo en un mundo surrealista, apenas hablaba con las presentes, se limitaba a manosear el sombrero impregnado de sangre e intentar no pensar. Oliver Ballesteros había muerto, Juliana estaba en coma, ya tenía una mala experiencia con el coma, lo que todo el mundo se aferraba a las esperanzas de que despertaría y todo era posible, Valentina era el claro ejemplo de que eso podía pasar, sin embargo, la ojiazul lo único que pasaba por su traicionera cabeza es un "por favor, no me obliguen a desconectar de nuevo" a eso asociaba a los comas, a la desconexión de respiración asistida. A pesar de estar absorta en sus malos pensamientos, ninguna de las presentes, ni si quiera Vause, decidieron marcharse. Por fin y después de un largo rato de espera, le permitieron pasar a la unidad de cuidados intensivos, con toda precaución, con un gorro de gasa color azul, una mascarilla, guantes, una bata del mismo material que el gorro y lo para los pies. Mala sensación tuvo al ver a la vaquera entubada, rodeada de cables, maquinas que marcaban las constantes, a Juliana tumbada en la cama con la cabeza vendada y sin emitir ningún movimiento, solo su pecho al respirar. Por un momento apartó la mirada y se tapó la boca. Por unos leves segundos le vino a la mente la imagen de su hijo Barry. Tomó aire un par de veces y retomando valor se acercó hasta Juliana. Le picaban los ojos de tanto llorar, miró la máquina que marcaba la actividad del cerebro, más altas de las que en su día marcó su hijo:

_ Te juro Juliana Valdés que como eso baje yo misma te ahogaré con mis propias manos_ le agarró de la mano y frunció el ceño_ esperas que te lo agradezca, pues no, esa bala era para mí, tú y tu estúpida manía de pensar en los demás antes que en ti, ¿Dónde mierdas está el quid pro quo? A saber que estará pasando por esa cabeza comatosa mientras a mí me dejas sola, así que ya puedes ir despertando_ se señaló el vientre_ porque esto se supone que nos encargaríamos las dos.

_ Señorita_ irrumpió una enfermera_ debe salir

Valentina chirrió los dientes y miró fulminante a la enfermera:

_ Escúcheme bien_ dijo con voz gélida_ mi prometida está en coma, y yo ahora mismo soy una embarazada encabronada así que mejor vete, si no quieres experimentar mis hormonas.

_ Si en cinco minutos no ha salido, llamaré a seguridad para que le eche

Dijo con tono amenazante, antes de salir de la habitación. Valentina bajó la mirada y siguió acariciando la mano de la vaquera, al menos esta no estaba tan helada y mantenía algo de calor, se inclinó y aun con la mascarilla tapándole medio rostro le besó en la frente. Con ojos brillantes por la humedad, curvó la comisura de los labios:

_ Ahora cuando pases por los detectores de metales de los aeropuertos vas a pitar.

No pudo quedarse mucho más, por mucho que le hubiera gustado quedarse toda la noche a su lado. Cuando salió Liah y Serena ya se habían marchado, una para preparar el funeral de Oliver, obviamente dio aviso a Lucia y a Jacobo, quienes seguidamente llamaron a Valentina. No querían que fuera enterrado en chicago, querían que fuera en Florida. Serena había cedido, pero Valentina, no lo vio justo, argumentando que Oliver Ballesteros sería enterrado junto a sus dos hijos. Lo cual, los padres adoptivos no pudieron oponerse ante la negativa de Valentina.

Alex sorprendió quedándose hasta el final. A pesar de su malestar, Valentina acabó agradeciéndole, que incluso después de haberle contestado con bordería, ella siguiera a su lado:

_ Ya te dije, puedo ser muy zorra Valentina, pero eso no quita el hecho de que te tengo mucha estima.

Catalina y Lizzie, no solo se quedaron, se ofrecieron a acompañar a Valentina a su casa, yendo un paso más allá, amablemente le hicieron algo de comer, en su estado debía estar más alimentada. Como si fuera una niña chica comenzó a pelear y a negarse, Catalina se dio por vencida, pero a Lizzie no le ganaba en cabezonería:

_ Valentina Carvajal o te sientas a comer lo que servidora te ha cocinado con todo el amor del mundo...

Comenzó a decir amenazante:

_ ¿O si no qué?

Preguntó Valentina con desafío:

_ O si no, te sentaré yo y créeme será mejor que no me obligues hacer tal cosa_ señaló la mesa_ así que a la mesa y come señorita.

Valentina comenzó a refunfuñar y fue hasta la mesa, donde estaban los cubiertos y la comida que le habían hecho:

_ váyanse a su puta casa ya

Dijo con amargor la rubia, que para irritación de ésta le ignoraron y como si fueran dos adolescentes se sentaron en el suelo y comenzaron a jugar con los gatitos. Esperaron a que se duchara y se acostara, era como tener dos guardianes dictándole todo lo que tenía que hacer. ¿Esperaban que se durmiera? Le resultaba imposible, el primero punto, Juliana Valdés estaba en la cama de un hospital sola y eso le quitaba el sueño, punto dos, echaba de menos a Juliana Valdés y punto tres, aún estaba esperando su "te quiero" de buenas noches. Dando por hecho de que Catalina y Lizzie al final se habían ido a su casa, comenzó a llorar de nuevo. Sin calibrar el volumen, sin embargo, ninguna de las dos se habían ido y le habían escuchado llorar. Sorprendiéndola con su terrible descaro, ya que al final, se acabaron metiendo en su cama con ella, cada una en un lado:

_ ¿Qué hacen?

Preguntó quitándose las lágrimas de las mejillas:

_ Invadir tu espacio

Respondió frescamente Lizzie:

_ Cuidar de ti, como le gustaría a Juliana.

_ ¿Dos lesbianas invadiendo nuestra cama con su mujer en medio? No lo creo

_ Rubia...

Comenzó a decir Lizzie:

_ No me llames rubia

_ De acuerdo ojos celestes del puñetero santísimo cielo_ siguió diciendo Lizzie_ en primer lugar Catalina es la lesbiana yo soy la bisexual, en segundo lugar bonita, agradece que no profanamos cada parte de tu casa restregando nuestros culos desnudos, ahora te abrazaremos y vas a intentar dormir.

_ Necesitas descansar_ dijo Catalina rodeándola con los ojos cerrados_ por los pequeños Valdés que crecen dentro de ti.

_ Catalina y Lizzie serán el orgullo de Juliana

Dijo Imitando a Catalina, dejando a Valentina en medio y rodeada de brazos. Ésta paso de la tristeza a la irritabilidad de nuevo. Estaba mejor cuando le tenían miedo o le odiaban. Ahora la tenían como si fuera un asqueroso gusiluz, admitiendo que algo reconfortaba y a su vez incomodaba, Catalina era súper larga, Lizzie no tanto, pero bien la tenían encajada y no podía moverse mucho. Hasta que al final consiguió quedar dormida. No despertaría con los besos de Juliana, ni con el despertador, sino de un fuerte manotazo, cuando abrió los ojos seguía encajonada y con la mano de Lizzie en su cara, la castaña estaba tumbada boca abajo y Catalina estaba boca arriba con la boca abierta y emitiendo ronquidos estruendosos. Valentina achicó los ojos y de una pataleta empujó a las dos haciéndolas caer de la cama:

_ Dios que agobio dan, joder.

_ Buenos días para ti también

Se escuchó la voz adormilada de Catalina y un sonido quejumbroso por parte de Lizzie.

La noticia de que Oliver Ballesteros había fallecido llegó a su abogado, quien siguiendo las instrucciones de este, más bien, cumpliendo su cometido de albacea, comenzó a seguir sus últimos deseos. El primero de todos, el más importante según le dijo en su día, hacer entrega de unos papeles. Así pues, desde primera hora de la mañana se plantó en la mansión Vause. Teniendo suerte, Alex estaba saliendo de su casa en ese preciso instante:

_ ¿La señora Vause?_ Alex frunció el ceño, mirando a ese desconocido, canteaba a abogado, odiaba a los abogados, solo van a su casa por algún pleito, no se equivocaba en lo primero_ Soy el licenciado Cocks_ le dio una tarjeta del bufet para el que trabajaba_ vengo en el nombre del señor Ballesteros, antes de morir me pidió que le diera esto personalmente.

_ ¿Qué es?

Preguntó Alex agarrando el sobre con los papeles. El abogado se encogió de hombros:

_ Asunto privado, yo solo cumplo con mi trabajo

_ Gracias

_ Si se le ofrece algo_ obviamente el licenciado no perdía oportunidad de hacerse marketing_ no dude en llamar.

Alex observó como el licenciado Cocks se marchaba, volvió a entrar dentro de la casa. Le parecía extraño que Oliver Ballesteros hubiera dejado algo para ella. Hasta que miró cada documento perpleja. Piper que pasaba para irse también a su trabajo, miró extrañada a su mujer, que no dejaba de comprobar cada documento:

_ ¿Ocurre algo?

_ Si, ya sé porque dispararon a Oliver Ballesteros y sé quién fue_ Frunció el ceño y puso sobre aviso a Piper_ si Iris Allen se acerca a ti aléjate, voy a ir al departamento de policía que lleve el caso.

Ese fue el primer día de muchos acontecimientos. Cuando Valentina llegó al hospital, Juliana Valdés seguía sin despertar. Alex Vause, no solo se horrorizó por ver lo que era capaz Iris Allen, las pruebas que entregó a la policía fueron suficientes para detener a su hermanastra. Obviamente solo podían detenerla por traer de forma ilegal a inmigrantes y explotar a menores. Puesto que el hombre no acusaba a Allen, ni había pruebas solo sospechas, no podían acusarla de la muerte de Ballesteros. Así pues los abogados, proporcionados por el mismo padre de Alex Vause, no tardarían en dejarla en libertad.

Pasaba el tiempo, al final pasaron a Juliana a una habitación, permitiendo a Valentina acompañarla. A lo largo del día fue pasándose gente. La primera Liah, acompañada de Lucho, en sus manos llevaba un libro. Forastera de Diana Gabaldon:

_ No sé si serviría de algo_ dijo Liah dándole el libro a Valentina_ pero ya sabes que le gustaba mucho leer, a lo mejor le resulta agradable que le lean.

_ Gracias

Dijo sinceramente. Liah pareció haber escarmentado por sus errores. La morena seguía queriendo mucho a Juliana, era su primer amor, la persona con quien había compartido casi media vida y aunque estimaba mucho a Lucho, siempre querría a Juliana Valdés. Sí, tenía asumido que no era correspondido y que el corazón de la vaquera le pertenecía a Valentina. Como eran los caprichos del destino, Valentina era la mujer quien esperaba dos hijos de Juliana.

La siguiente en visitar a Juliana y que no agradó mucho, a pesar de que era maja y todo eso, fue la Dra. Gadot:

_ Me enteré por las noticias_ comenzó a decir apesadumbrada_ lo siento mucho Valentina_ miró a la vaquera_ Juliana es fuerte y te ama por encima de todo.

_ ¿Y tú?_ preguntó curiosa Valentina_ ¿La quieres?

Gal sonrió amablemente:

_ Mi trabajo consiste en ayudar a las parejas superen los baches, no en separarlas.

_ Eso no contesta a mi pregunta, ¿sí o no?

_ No la amo_ dijo con seguridad, obligando a que Valentina la creyera_ pero, mentiría si te digo que no tiene algo que me atrae_ chasqueó con la lengua_ no me veas como un enemigo Valentina, nunca me interpondré entre nadie_ se giró para marcharse_ no me tomes a mal si te confieso que tú también eres muy atractiva_ le guiñó el ojo_ espero que esta vaquera despierte pronto.

Catalina, Lizzie, incluso Wells así hasta el final del día. Valentina se entretenía en seguir el consejo de Liah y le leía a Juliana. Llegado a la noche, ya tenía a alguien detrás de ella diciendo, que en su estado no podía quedarse, viéndose obligada a regresar. Otra noche más sin recibir el abrazo de Juliana Valdés, ni su te quiero.

Lucia y Jacobo aparecieron, para presenciar el entierro de Oliver Ballesteros, al cual, una Valentina ojerosa hizo acto de presencia. Mientras observaba como el féretro descendía metros bajo tierra, se daba cuenta, que él hombre que amó iba dentro, se dio cuenta que el padre de sus dos primeros hijos probablemente estaba con ellos y que a pesar de todos los errores cometidos, a pesar de todo, le quiso mucho y no le quitaba la importancia de lo que representaba en su vida. Nunca más vería a Oliver Ballesteros:

_ Por siempre jamás

Llegó a susurrar antes de acercarse y tirar una rosa, despidiéndose una última vez de ese hombre, que empezaba a retractarse. Mientras se alejaba de ese lúgubre lugar, que recordaba a muerte, mirara por donde mirara, solo deseó con todas sus fuerzas que Iris Allen se pudriera en la cárcel:

_ Dios, Sassenach, Dios sabe que estoy loco de deseo como un jovencito y que no puedo dejar de tocarte, pero no me importaría perderlo mientras pudiera tenerte conmigo y abrirte mi corazón.

Leyó la rubia, antes poner el marca páginas, cerrar el libro, agarrar la mano de Juliana a la barriga y musitar suplicante:

_ Despierta_ juntó su frente_ regresa conmigo y con tus hijos.

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Regresamos a las actualizaciones diarias !!!
Que tengan bonito inicio de semana!!!!

Esta historia NO me pertenece es una adaptación realizada con la AUTORIZACIÓN de su autor @Elio_kin

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