El desayuno para muchos suele ser un buen momento para charlar, dar chismes, etc.
En esta ocasión .............. Parecía un juicio, pues todos necesitaban su momento para decir algo, o de lo contario no se podría entender nada de lo que uno quiere decir o escuchar.

- Y bien, Lincoln ¿Tienes planeas para hoy? -Dijo Rita, cosa que todas las hermanas se pusieron atentas a lo que Lincoln fuera a decir –

- Bueno, la verdad iré con mis amigos al arcade que queda cerca del centro comercial. Fuera de eso, no tengo nada en mente. –Dijo Lincoln, quien se sentía un poco avergonzado de haber tenido que cambiar los planes de ayer de estar en el arcade por la noche de pizza, pero aun así no los iba a defraudar esta vez-

- Lincoln, literalmente deberían hacer algo más que jugar videojuegos. Es solo una pérdida de tiempo -decía la hermana superior, Lori, quien estaba con la mirada centrada en el celular-

Tras dicho comentario, las hermanas comenzaron otro pleito por cosas sin sentido, por querer hablar primero, etc.

- Niñas ¡NIÑAS! ¡!ORDEN!! -Dijo Rita, callando a todos con una olla y una cuchara-
Tengamos un desayuno civilizado ¿quieren?

Todas suspiraron y se disculparon por su actitud. De ahí en adelante tuvieron una charla natural, aunque Luna fue la siguiente en levantar la mano.

- Bueno, iré en la tarde al centro comercial por unos instrumentos, además de buscar trabajo de medio tiempo para el verano. Sí me acompañan, lo agradecería mucho
¿Algún voluntario?

Como era de esperarse, tanto madre, padre, y todas las hermanas en la familia, ninguno quiso aportar. Bueno, de hecho, solo una mano fue extendida para ayudar.

- Yo estaría encantado de ayudar. Claro, sí no te molestaría esperar un poco mientras juego con mis amigos. De hecho, podrías acompañarnos y de paso ir al centro comercial.

Sin duda muchos en la familia apreciaban que Lincoln fuera demasiado considerado, incluso queriendo sobreponer su propia felicidad por ayudar a otros.

- Claro, hermano, no me molesta esperar. Solo ten cuidado de que no haya un juego de guitarra, o de lo contrario seré la mejor en todo el local. –sonrió con ganas de poder pasar tiempo con su hermanito-

.... Justo como lo tenía planeado.- Chicos, no sé ustedes, pero no quiero terminar con diarrea todo el fin de semana -dijo un chico pelirrojo y rizado, lleno de pecas en el rostro, conocido como Rusty-

- Rusty tiene razón. Esto es peor que mandar a dormir un toro en celo. –Habló un chico que vivía en el campo, con todo y corte tipo champiñón y acento del rancho-

A medida que pasaban los segundos, se notaba la falta de valor en querer comer esas alitas búfalo.

- Bueno, chicos, sí nadie puede con todo esto, entonces me proclamo a mí mismo como el ganador -dijo Lincoln, quien era el único que comió un par de alitas, sin mencionar que eran extra picantes por llevar tres diferentes tipos de salsas picantes-

Pero el orgullo se puso a prueba al ver que Luna tomó el plato con alitas, y procedió a comerse un par, uno en cada mano. Se podía ver lo roja que estaba por lo picante que era, incluso comenzaba a derramar lágrimas, pero sin mostrar señal de derrota. De dos pasó a cuatro, de cuatro a seis, y no se detuvo hasta acabar con todo el plato.

- Ammmmmm.... ¿Luna, estás bien? –Dijo Lincoln, preocupado de que su hermana quede en coma luego de tan arriesgado reto, más por el hecho de verla desmayarse en la mesa-

- Amigo, creo que está muerta -dijo el pequeño niño granjero, conocido como Liam-

Los chicos estaban por llamar a alguien que sepa de primeros auxilios, pero se asustan al ver a Luna saltar de su asiento y quedar sobre la mesa con una pose de rock.

- ¡!¡ESO FUE ASOMBROSO, BROS!!! ¡! ¡SIENTO QUE VI MI VIDA PASAR FRENTE A MIS OJOS!!