Volvemos de nuevo a la gran casa conocida como "La casa Loud", cosa que es aún más grande con la llegada de nuevos integrantes a lo largo del año. La alarma indicaba que era la hora de levantarse, sobre todo por ser día de escuela. Vemos salir de la cama a un joven de aproximadamente 11 años, pijama naranja, pero su gran peculiaridad era ............ su cabello blanco. Así es, el pequeño bebé, cuyo nombre es .......

- Oh, hola. No los había visto aún. Seguramente se preguntarán "Lincoln ¿Cómo sobrevives cada día con 10 hermanas?" Bueno, cuando te acostumbras aprender a superar cualquier cosa.

Dicho eso, Lincoln sale a toda máquina de su habitación para ir directo al baño, pero a poco de llegar a la puerta es abrazado justo en la cintura, y por lo que podía ver se trataba de una de sus hermanas mayores.

- ¿Por qué tan de prisa, conejito? -dicho apodo era algo vergonzoso, pero no podía negar que también era dulce, sin mencionar que no muchas hermanas lo llaman así –

- Luna, por favor no me llames así, además quiero ser el primero en estar preparado para ir a la escuela. –dijo Lincoln rojo como un tomate por lo incomodo que se sentía justo ahora, donde si alguna otra hermana lo viera no podría estar tranquilo todo el día-

Luna simplemente lo dejó ir, ya que no tenía prisa en esperar su turno para bañarse. Claro, no lo dejó ir sin que primero choquen los puños con el peculiar estilo de un Rock Star.
Otra razón de que Lincoln se sonrojara, es porque Luna ha sido la hermana con quien mejor se lleva, y lo ha protegido desde que tiene memoria.

- Rayos, creo que mejor la hubiera dejado tomar el turno en el baño. Creo que sería lo más justo ya que hasta podría decir que es mi hermana favorita. Hey, no se atrevan a decírselo a nadie -dijo mirando hacia la cuarta pared, pero en ello se escucha un golpeteo en la puerta, la cual asusta a Lincoln-

- Oye, hermanito. Me preguntaba sí estás libre para ayudarme a practicar esta tarde.

- Claro, hermana. Cuenta con ello. –Dijo Lincoln todo entusiasmado por ayudar, cosa que de hecho le alegra ayudar a cualquiera de sus hermanas cuando se presenta la oportunidad-

- Perfecto, vamos a roquera como nunca, Bro

Dicho eso, Lincoln procedió a bañarse, y debía apresurarse ya que pudo escuchar el inconfundible sonido de los pies de todas sus hermanas, y seguramente los chismes que empezarían a rondar a lo largo de la jornada.