Luna se encontraba preocupada, tanto que no podía tocar adecuadamente en los ensayos con su banda. Tocaba mal las notas, de a momentos se le soltaba la cuerda. No estaba sincronizada con la banda.

- Luns ¿todo bien? -decía la líder de la banda, una joven rubia con un mechón pintado de azul, y su nombre era Sam-

- No sé, chicos, estoy al borde del colapso. Mi hermanito lo mandaron a la friendzone de una forma cruel, y tengo miedo de que algo terrible le pase.

Todos los miembros de la banda se preocuparon al respecto. Sí bien no deberían importarle lo que le pase a un familiar de alguien de la banda, la verdad es que Lincoln desde hace tiempo se había ganado la amistad de toda la banda, e incluso era un buen manager a la hora de planear cosas para sus ensayos y conciertos.

- Cielos, chica, sin duda es terrible. Una vez conocí a un sujeto al cual su chica lo abandonó en un concierto donde se le declaró. El pobre murió un par de días después -dijo Chunk, el asistente de la banda, y quien se encargaba de llevar los instrumentos y equipo pesado de la banda, pero justo ahora estaba con el gorrito en sus manos, en señal de tristeza por lo que contó hace poco-

Luna casi vomita de imaginar que a Lincoln le pueda pasar algo así, o incluso mucho peor. Tuvo que cancelar el ensayo para ir directo a su casa. Chunk la llevó en su camioneta, cosa que, al llegar, corrió con todas sus fuerzas, pero Lincoln no se encontraba en su habitación. Eso no tenía sentido, más sin embargo escuchar una de las demás habitaciones abrirse atrajo su atención. Volteó a ver, y vio que se trataba de su hermanita menor, y la gótica de la familia, Lucy.

- Hola, hermanita ¿de casualidad has visto a Lincoln?

Pero ella simplemente le hace señas de silencio.

- Se encuentra dormido, la verdad tuvimos una sesión de terapia. No puedo decir más salvo que está tomando una siesta en mi ataúd personal.

Pero en lo que Lucy se retiraba, Luna la toma del brazo. Le pregunta qué sabe, pero ella simplemente la ignora.

- Lucy, dime qué ocurre o me vas a hacer enojar -dio la amenaza, esperando que eso funcione-

- Prometí no decírselo a nadie. Primero muerta que chismosa

Pero Luna la toma con fuerza para el baño, donde la obliga de una forma algo cruel.

- Dímelo, o tus preciados poemas especiales serán usados en una canción pronto

Lucy quedó callada ante la amenaza. No podía fallar, pero tampoco quería ser la burla en la escuela.

- ...........Lo ayudo a que deje de sufrir. Deberías ver su abdomen.

Dicho eso, Lucy dejó el baño, no sin antes darle una mirada de odio a su hermana por tal acto de traición entre familiares. Ahora sabía un poco más de la situación de su hermanito, y la verdad ahora estaba más preocupada que nunca.