ato en el parque puede ser una buena forma de relajar las emociones, o dar un momento de calma. Bueno, eso mismo era lo que necesitaba Lincoln. Sin duda lo que experimentó fue de las mayores sorpresas en la vida. Pero ..... ¿Qué debía hacer?
Tanto pensar hacía que le doliera la cabeza. No quería sufrir por amor, no quería herir a su hermana, sin mencionar que era algo ilegal y mal visto en la sociedad. Aún así se tomó un momento para pensarlo, y justo a tiempo ya que Luna había llegado con unos helados.

- Ten, hermanito ¿Necesitas algo más? -preguntó, ya que no quería quedar mal con él, o que pensara que todo esto era un juego-

- No, está bien. De hecho ......... ¿Tú como te sientes, Luna? -Preguntó para poder entender un poco su corazón. Quería estar seguro y no causar algo que los arruine para siempre-

Luna suspiró ante ello, y agarró con fuerza su helado. De hecho, casi lo aplasta.

- Te seré honesta. Justo ahora, siento que mi corazón va a reventar junto con mi cabeza, estoy sudando como puerco, siento que todo a mi alrededor va a colapsar o algo así. Yo ....... Tengo miedo, miedo de que esto no funcione, no sientas nada por mí, de que me veas como una loca, y que si alguien más lo descubre, seré la "loca de la familia"

Luna estaba por romperse en lágrimas, y de hecho no era la única justo ahora. Lincoln sentía que sus palabras rompieron su alma, pues en cierto modo sentía lo mismo. No quería quedar mal ante el mundo, pero sobre todo .................. sufrir por un amor que quizás nunca llegue a funcionar.
Lincoln tocó su pierna, y le dio unas palmadas para tratar de calmarla. La verdad es que ni él sabía qué hacer, pero decidió que lo mejor era escuchar a su corazón.

- Luna, la verdad me siento exactamente en tu lugar. Siento que me voy a partir en dos, no sé qué pensar, decir hacer justo ahora. Pero ............ No quiero decirte que no -sonríe en lo que deja caer su helado para tomar sus mejillas-
Mi corazón se siente confundido, y creo que solo el tiempo dirá si esto es amor, no como hermanos, sino ....... La clase de amor por la cual daría mi vida.

Luna sabía que no la estaba aceptando, pero eso no significaba que la estaba rechazando. Sí tiempo era lo que necesitaba, entonces no tendría miedo de esperar. Aunque, claro, igual le estaría dando muestras de lo mucho que lo ama.