Capítulo 1: el slime es el gran jefe

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Arrastrándose a través de las estrechas aberturas naturales que se habían formado en la montaña de la mazmorra, un muy particular slime volvía de su exploración en los alrededores del mundo exterior.

Él había salido hace unos días, como era habitual y recién regresaba luego de una fructífera aventura. Este slime, que en realidad era un humano reencarnado de otro mundo, proveniente de un lugar llamado Corea del sur, había tomado el hábito de escurrirse de la mazmorra donde reencarnó en busca de algo que pudiera entretenerle y algún alimento que no fueran los restos de monstruos que los aventureros humanos que exploraban la mazmorra dejaban atrás.

Luego de varios días de exploración, decidió que era momento de regresar a casa, bastante contento con todas las nuevas cosas que vio y aprendió. Él rebotó entre las salientes de las cavernosas paredes, tarareando mentalmente mientras pensaba en todo lo que tendría que contarle a su amigo TaeHyung.

Por cierto, TaeHyung era otro slime que en algún momento, varios años atrás, decidió comenzar a seguirlo. Y del que por más que trató, nunca pudo deshacerse, así que al final, cansado de luchar con el monstruo, dejó que le siguiera y terminó por ponerle el nombre de "TaeHyung", dado que la pegajosa cosa le recordaba a un antiguo compañero de trabajo que solía tener una actitud parecida en el otro mundo. También porque se le hacía raro seguir llamándolo "tú", "cosa", "babosa" y otros derivados después de un tiempo.

Curiosamente, descubrió que el monstruo reaccionaba al nombre muy bien y que era particularmente más inteligente que el resto de monstruos de su especie. Aunque los slimes no podían hablar, su especie tenía la habilidad de comunicarse mentalmente —o algo así— con los suyos, pero no con el resto del mundo.

También eran muy débiles, lo que significaba que podían morir fácilmente. Por supuesto, como antiguo hombre moderno aficionado al anime, esto es algo que supo desde un principio.

Aunque los slimes son resistentes a los ataques físicos, esto se limita a cierto nivel, y al uso de magia en los ataques.

Por lo que averiguó mientras escuchaba a hurtadillas a los grupos de aventureros que visitaban la mazmorra regularmente, siempre que sepas usar magia o tengas una habilidad de nivel 3 en adelante, era muy fácil matarlos. De hecho, ¡los aventureros solían matarlos por simple diversión! O los usaban para entrenar a los novatos.

Sabiendo que era incapaz de defenderse, muy sabiamente se mantuvo alejado de cualquier humano o monstruo de nivel superior a uno. Que es por lo que sobrevivió a base de alimentarse de monstruos que los humanos dejaban atrás y algunas plantas o minerales que creían naturalmente entre las cuevas de la mazmorra.

Por supuesto, los slimes en realidad no necesitan comer, pero con poco o nada que hacer, había adoptado el hábito como forma de matar el tiempo. Él ha sobrevivido hasta entonces así, luego conoció al slime TaeHyung y su vida se volvió un poco más entretenida.

Desde su reencarnación, habían pasado ya unos 700 años, un tiempo sumamente increíble, en especial para un simple y débil slime como él. No estaba seguro de cuánto tiempo podía vivir un slime, pero nunca escuchó de alguno o vio a otro que viviera tanto como él. De hecho, el único que sabía que había vivido más de lo usual, era del propio TaeHyung, que actualmente tenía unos 150 años.

Evitar enfrentamientos realmente había servido de algo.

Llegando a la cueva oculta que ocupan TaeHyung y él como residencia, se adentró en el lugar, solo para llevarse el susto de su vida, cuando se encontró con un duende acorralando a un tembloroso TaeHyung en la esquina.

—¡¿Qué pasa?! —Gritó con alarma, sin saber qué hacía un duende allí ni cómo había encontrado el recóndito lugar.

Por supuesto, el duende no le escuchó, solo miró de TaeHyung a él y se rascó la cabeza con aparente confusión. De hecho, tenía una expresión estúpida en la cara.

—Ahora, ¿cuál de ustedes dos es el slime legendario? —El duende preguntó.

Él se arrastró un poco más lejos y vio hacia TaeHyung, diciéndole que se arrastrara con cuidado hacia su salida de escape.

—Pequeño slime, ¿cuál de ustedes es? —El duende se acercó a él y todo su elástico cuerpo se estremeció visiblemente—. Hey, ¿estás asustado? ¿Por qué te asustas?

¿Que por qué se asusta? ¡Obviamente que debido a su presencia!

No, espera, ¿este duende de apariencia estúpida dijo que estaba buscando un slime?

Como no había forma en que se comunicara con el monstruo, todo lo que pudo hacer, fue deformar su cuerpo para adoptar ciertas formas y poder cuestionar el qué buscaba. No obstante, su plan no tuvo éxito, porque la expresión del hombrecillo de piel verde y orejas largas, solo se volvió más estúpida y confusa.

—¿Qué te pasa? ¿Te sientes mal? —El duende cuestionó, agachándose para mirarlo más de cerca.

Él se derritió en un charco, pensando que la vida de un slime no era sencilla, mucho menos mientras se enfrentaba a un monstruo tan tonto.

Volviendo a mirar hacia el fondo de la cueva, pudo ver cómo TaeHyung terminaba de deslizarse por su estrecha salida de escape, por lo que terminó suspirando de alivio y saltó para volver a adoptar su forma solida.

—Bien, de todas formas, no me estoy quedando para averiguar qué quieres, buena suerte con tu búsqueda —dijo, dándose la vuelta para rebotar rápidamente fuera de allí.

—¡Hey!, no te vayas, espera, ¡tienes que venir conmigo!

Cuando el duende comenzó a seguirlo, él aceleró el paso y rebotó más rápido en una carrera; sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, porque un nuevo duende salió de la nada y lo atrapó entre sus brazos.

—¡Te tengo! —La duende femenina dijo con voz animada. Él se retorció tratando de escapar, pero el monstruos solo le apretó con mucha más fuerza entre sus brazos.

—¡Suéltame! —Exigió en vano—. ¡Suéltame ahora mismo!

—¿Este es el slime que buscamos? —La duende le ignoró mientras preguntaba a su compañero.

—Bueno, no lo sé, había otro slime cuando llegué a la cueva —el estúpido duende de antes respondió, mirando hacia atrás el lugar de donde habían venido.

—¿Cómo puedes no estar seguro? ¿Eres tonto? —La chica duende regañó.

La cara del duende masculino se arrugó en desagrado. Señalando a la duende con el dedo antes de cuestionarla.

—¿Estás tú segura de si es él? —Cuando la chica duende guardó silencio, el estúpido duende bufó—. ¡Já! ¿Ya ves?

—Si me permiten decirles, no creo ser quien buscan —él argumentó, rindiéndose en su lucha para estirar una pequeña parte de él en forma de mano alzada.

Otra vez fue ignorado.

—Bueno, pues llevemoslo primero para verificar, si no es él, continuamos buscando. —Ella se encogió de hombros.

—Tienes razón, es lo único que podemos hacer.

Ambos duendes asintieron tácitamente, mientras él comenzaba a preocuparse cada vez más. ¿Qué se supone que harían con él?  ¿Para qué estaban buscando un slime? ¿Sería este el inminente fin de su larga vida?

Debe decir que duró más de lo que esperó, se lamentó, sacando una inexistente lágrima de su inexistente ojo. Al menos TaeHyung había logrado escapar.

Resignándose a su amargo destino, él se quedó flácido en los brazos de la duende femenina y dejó que le llevaran. Mentiría si dijera que no estaba asustado, pero ya había vivido tanto, que pensó que luchar demasiado contra el destino, sería contraproducente.

Afortunadamente, los duendes parecían lo suficientemente tontos como para siquiera plantearse la posibilidad de buscar a TaeHyung y simplemente emprendieron su camino a través de la mazmorra.

Ellos caminaron cada vez más adentro, a través de pasadizos cóncavos que servían de corredores y estaban conectados con un grupo de pequeñas cavernas, de las que, curiosamente, no tenía conocimiento.

Esto era mucho decir, porque había estado seguro de que conocía cada rincón de aquella mazmorra después de sus primeros 400 años de exploración.

¿Quién lo diría? Parece que cada especie realmente tiene sus secretos.

Mirando con atención cada lugar por el que pasaban, finalmente llegaron a un lugar conocido. Por las estalactitas y estalagmitas que sobresalían del techo y el suelo respectivamente, diría que estaban en el pizo 16 de la mazmorra, lo que significaba que el aspecto cavernoso de la misma terminaba aquí.

Esta mazmorra cuenta con 56 pisos, contando el piso 1, el como piso superior, y el 56, el inferior. La misma constaba de varios espacios adaptados en diversas formas o ambientes. Por ejemplo, los primeros 16 pisos tenían un aspecto cavernoso, luego le seguían nueve pisos con aspecto de ruinas y siete más con aspecto de bosque, que contaba con un cielo falso. Y luego, continuaba y continuaba cambiando de ambiente hasta el último piso que, curiosamente, tenía forma de un altar cavernoso con muros y paredes tallados en sí mismas, con aspecto intrincado, fantasioso y robusto.

Estos pisos estaban llenos de trampas y monstruos de diversas especies y niveles; claramente más fuertes a medida que se descendía hasta el piso final, que era el piso del gran jefe del lugar.

Por lo que sabía, el último jefe había sido un gran monstruo del que no estaba seguro su especie, porque ni siquiera se preocupó por averiguar quién era. En sus setecientos años, habían habido muchos grandes jefes en esta mazmorra. Dado que una vez que morían a manos de aventureros, la propia mazmorra producía uno nuevo —o algo así, nunca estuvo seguro de cómo les elegían— para que ocupara el lugar del anterior.

Siempre había sido así y los monstruos dentro del lugar se enteran del cambio de "gobierno", por una especie de sentido superior que hasta cierto punto les unía a todos. De vez en cuando él iba a ver los nuevos grandes jefes, hasta que en algún momento perdió el interés.

Regresando a los duendes que le habían secuestrado, estos continuaron tomando atajos recónditos en los diferentes niveles de la mazmorra, que les permitía abstenerse de tener que recorrer todo el piso y les llevaba directamente a niveles inferiores, así como algunos sellos de teletransportación entre los mismos que saltaban un par de niveles entre sí.

Les tomó poco más de media hora llegar a su aparente destino, que él reconoció rápidamente como el altar cavernoso del gran jefe en el último nivel.

Tuvo una siniestra premonición en cuanto pudo percibir la gran cantidad de monstruos que se reunían en el desnivel del gran altar, iluminado por las antorchan ancladas al suelo que rodean toda la plataforma circular.

Había monstruos de todas clases y tamaños allí; desde duendes, orcos, elfos oscuros y minotauros —dudaba que se llamaran así en este mundo, pero era el nombre con el que conocía a estas mitológicas bestias mitad humanos mitad toro— junto con una diversa variedad más.

—Oigan, ¿había alguna clase de reunión de monstruos o algo así? —Preguntó a pesar de que sabía no sería escuchado.

Algo muy dentro de él le decía que algo no muy bueno estaba apunto de suceder y una increíble inquietud embargó su interior.

La duende que le cargaba caminó directamente hacia la iluminada y solitaria plataforma y los susurros de los monstruos comenzaron a alzarse de inmediato.

—Hemos traído al slime legendario —la duende anunció, alzándole para que todos le vieran.

Él estiró su pequeño "brazo" y saludó al resto con estupefacción.

Espera, ¿dijo slime legendario?

"¿Realmente es él?"

"Eso parece".

"Es sorprendente, ¿cómo logró un slime sobrevivir por tanto tiempo?"

"¿Es cierto que es el último de su especie que ha sobrevivido?"

"Eso es solo un rumor, vi un grupo de ellos no hace mucho".

"Pero ¿no dicen que era tan pequeño que están en peligro de extinción?"

"Tonterías, hay slime por todos lados; además, esta no es la única mazmorra existente, aún si se extinguieran aquí, debe haber muchos más en otras".

"¿Tú crees?"

"¿Quieren que crea que esa cosa es superior a nosotros? ¡Qué ridiculez!"

"Cierto, ¿cómo podría un simple slime superar toda una raza de orcos y bestias?"

Los susurros y reclamos se volvían cada vez más ruidosos. Él comenzó a sudar y se encogió sobre sí mismo. No tenía idea de lo que estos monstruos hablaban, es como si conociera las palabras, pero no el significado de ellas en una oración. Había algo grande oculto en ellas, ¿no?

¿Realmente estaba a punto de morir?

Temblando como una flor al viento y sudando aún más —de hecho, esto era solo una imagen mental, porque los slimes no pueden sudar— se cuestionó si realmente no sería mejor resistirse a su destino.

—¡Silencio! ¿Cuestionan la voluntad de nuestra creadora? —La duende que le sostenía gritó, sobresaltándole por lo repentino del acto y ganadose en silencio de todos los monstruos.

Mirando hacia atrás, se sorprendió de la pequeña chica. Oye, al parecer es cierto que las personas bajitas tienen un carácter fuerte.

—Si tantos les disgusta, entonces traten de luchar contra la voluntad de la creadora y ganen su lugar. ¡Enfrentese al slime legendario!

Espera, ¿qué?

¡¿Quieren hacerle luchar contra estos grandes monstruos?! ¡¿Y, por qué siguen poniéndole en este lugar?!

Mirando hacia la multitud de monstruos con ojos aterrados, podía sentir su alma prendiendo de un hilo; no obstante, para su grandísima suerte, después de un largo rato, ninguno dio un paso adelante.

Gracias creadora por intimidar tanto a estos feroces monstruos, agradeció mentalmente con lágrimas de alivio.

—Si no hay nada más que decir, empecemos —continuó la duende.

La chica se giró nuevamente hacia el altar y le dejó sobre un podio circular que salió de repente desde el suelo justo en el medio de este, antes de alejarse e ir junto al resto de monstruos en el desnivel. Él miró todos los alrededores y comenzó a desinflarse.

¿Qué demonios se supone que estaba pasando? ¿Por qué le llamaban slime legendario? ¿Y por qué lo estaban ofreciendo en sacrificio?

De improviso, las antorchas en el circulo explotaron y llamas azules y negras crecieron en todo alrededor como una aterradora columna de fuego que le hicieron gritar aterrado. Una luz pareció encenderse de la nada desde el techo de la inmensa caverna y alumbraron el podio donde se encontraba.

—No puede ser, no puede ser, no puede ser —gimoteó tembloroso, mirando el fuego que le rodeaba.

¡Quería salir de aquí! ¡Él había sido un buen slime todo este tiempo! ¡¿Por qué de repente querían sacrificarlo?!

—Slime legendario —una voz resonó entre las paredes de la caverna. Suave, majestuosa y poderosa.

Dudando durante un momento, contestó: —¿S-Sí?

—Slime legendario, yo, la madre creadora de esta mazmorra, estoy aquí para otorgarte el resto de mi fuerza —la suave voz dijo.

—¿Cómo? —Cuestionó desconcertado.

—Eres el último de mi creación con la fuerza suficiente para sostener este pequeño paraíso que cree para mis queridos hijos —ella continuó.

Su ceño se arrugó. —Señora, ¿tiene algún concepto extraño de paraíso? Porque estoy seguro de que esta mazmorra...

—¡Ejem! —La fingida y furiosa tos le interrumpió y entonces él se percató de cierto detalle.

—¿Usted puede escucharme?

—Yo puedo escuchar y entender a todos mis hijos —le contestaron y él asintió, pensando que tenía sentido que la creadora de la mazmorra pudiera entender a todos los monstruos que la habitaban.

—Entiendo —murmuró—, entonces, ¿puedo preguntar por qué he sido traído aquí? ¿Realmente planean darme en sacrificio?

—Has sido traído ante mí, para que puedas recibir mi bendición y tomes el papel del gran jefe de esta mazmorra.

—¡¿Qué dijo?! —Gritó con alarma—. ¡¿Está bromeando?! ¡¿Cómo puedo convertirme en jefe de mazmorra?! ¡Soy un simple slime!

—Posees la fuerza suficiente —respindió la voz—. De todos mis hijos, actualmente eres el más fuerte y el único a quien puedo encomendar esta tarea.

—¿Él más fuerte yo? ¿Es una broma?

—Mis palabras siempre son serias —le contestaron tanjante—. Debes hacerte cargo y volver esta mazmorra prospera.

—Pero ¿por qué yo? —Cuestionó con obstinación, incapaz de aceptar o comprender la palabras de la creadora.

—Eres el último de mi línea, después de que te de mi bendición y te otorgue el resto de mi fuerza, mi existencia terminará —aseveró—. En tus manos quedará la prosperidad de esta mazmorra y la prevalencia del hogar de todos mis hijos.

—¿Morirá? —Preguntó impactado.

—La muerte es solo una etapa de nuestra trascendencia. —Había un tono solemne en la voz—. Mi fuerza de existencia ya casi se ha agotado y soy incapaz de seguir creando más de mis hijos para que gobiernen, es por eso que te conevertiste en el último de mi línea.

En pocas palabras, el poder de la creadora se había agotado y era incapaz de crear monstruos de alto nivel para que gobiernen esta mazmorra. Ella estaba a punto de desaparecer y como por alguna razón había deducido que era el más fuerte entre todos los monstruos actualmente existentes en el lugar, había decidido nombrarlo a él como gran jefe antes de que su existencia terminara.

No importa cómo lo planteara, ¡seguía sonando absolutamente descabellado!

—Ahora escucha, slime legendario, último en mi línea —la voz de la creadora resonó con más fuerza; imponente y absoluta—. Yo, Laid, gran creadora de la mazmorra de Laid y sus tierras circundantes, te nombró a ti, slime, el gran jefe de esta mazmorra y todo lo que gobierno.

—¿Qué? No, espere, hablemos de esto. ¡No puedo ser un jefe de mazmorra! —Trató de objetar, pero la creadora no aceptó ningún reclamo mientras continuaba su nombramiento.

—Como derecho, todo se te será otorgado y mi bendición te cubrirá y protegerá por el resto de tu existencia.

De repente, un viento comenzó a soplar y las llamas azules y negras parecieron arder con más ímpetu, levantándose hasta casi lamer el techo de la caverna. Luces diminutas brillaron y se arremolinaron a su alrededor, alzándole en el aire e iluminando todo de forma deslumbrante.

—Como nuevo jefe, te otorgo el derecho de un nombramiento. Podrás mantener el nombre que solías poseer en tu antiguo mundo y ahora te nombras tú, slime legendario, Min YoonGi, gobernante absoluto de la mazmorra y tierras circundantes bajo el dominio de Laid. ¡Acepta ahora mi bendición!

Algo surgió dentro de él. Una fuerza y vigor que nunca había sentido. Su cuerpo comenzó a brillar en una luz azul verdoso y todas las pequeñas luces que se habían estado aremolinando alrededor, le cubrieron y fueron absorbidas por él. La magia y el poder exudaron de su cuerpo.

Luego hubo una deslumbrante explosión y la luz se dispersó por todas partes durante un largo momento, antes de que comenzara a aplacarse poco a poco. Las llamas que rodeaban el altar se atenuaron y retomaron su color amarillento y anaranjado.

Poco a poco, bajó desde el aire y volvió a posarse sobre el podio en el centro del altar.

—¡Saluden todos a su nuevo gobernante, el slime legendario, Min YoonGi, gran jefe de la mazmorra! —La estruendosa voz de la creadora se esparció por toda la cueva y el grupo de monstruos contuvo la respiración —. Ten una vida prospera, hijo mío —el último susurró de la creadora acarió sus oídos y entonces su precencia desapareció.

YoonGi estaba enmudecido.

"Advertencia: activación forzosa del sistema".

"Se ha detectado un nuevo título".

"Ha adquirido el título: gran jefe de mazmorra y gobernante de las tierras de Laid".

"¿Desea vincular su título con el resto de titulos y atributos que posee?"

"Vincular título [] [No]".

¿Qué... demonios?

🧊🧊🧊

Ya se los he dejado más arriba, pero por si acaso, aquí se lo vuelvo a dejar. Estas son algunas de las formas que YoonGi puede adoptar (inspirado en Rimuru Tempest):

Los slimes son básicamente una masa gelatinosa y elástica, así que las posibilidades de deformación son casi infinitas, jejeje.

Stars_Saturn.

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