¿Por qué la vida para algunos es justa y para otros no tanto?

¿Que diferencia tenemos todos los seres humanos?

¿Cuándo marcharía todo realmente bien para mí?

Esas preguntas se hacía Hyemi diariamente cuando era el foco de abusos en la secundaria.

A veces las mujeres realmente pueden ser más crueles entre ellas mismas que los hombres.

Golpes y discriminación eran el sufrimiento diario de Hyemi, su madre habia muerto en el momento que la dió a luz.
Quedándose así solamente con su tía,y su padre jamás había aparecido.

No hasta la edad de once años,dónde su tía falleció en un accidente automovilístico dejándola sola y desprotegida,era la presa perfecta para cualquier persona que quisiera hacerse cargo de ella.

Su madre y su tía habían dejado un seguro de vida por más de mil millones de wones, ahorros desde su niñez y de toda su vida trabajando. Habian decidido destinar ese dinero a Hyemi para cubrir sus estudios completos de la carrera que ella quisiera seguir sin importar que tan cara fuera.

Pero ella no contaba con que su padre tuviera otra hija con una mujer buena y amable que entendía por todo lo que había pasado.

Su madrastra era la madre que había deseado por mucho tiempo sin contar a su tía,pero la hija de esta no era tan así.
Fría y manipuladora cuando quería hacerle la vida imposible a Hyemi,lo hacía sin dudar,sin importar que consecuencia podría haber.

Hyemi creía que Dios la detestaba por arrebatarle a su madre aún sin conocerla, solo le quedaban fotos de ella embarazada,no tenía nada más que eso.

O eso es lo que pensaba antes de conocerlos a ellos.

Dos hermanos que luchaban por el mismo amor, ambos con un pasado oscuro que ninguno quisiera recordar .

Pero una cosa los diferenciaba y era el poder que cada uno tenía dentro de si.