Jimin

La lactancia es dolorosa al principio, es el infierno pero verla tan tranquila mientras come lo vale y creo que después de una semana ya no duele demasiado. Es tan pequeña.

—¿Ya duerme? —Namjoon salió de la ducha.

—Aun no, debo de cambiarla y hacerla eructar.

—Deja me coloco una camisa y te ayudo con ella.

—No me molesta que andes sin camisa —me regalo una enorme sonrisa con hoyuelos y después me dio la espalda —tu padre quiere matarme de un infarto, Naomi.

Se coloca la camisa y camina de nuevo hacia mí.

—Déjame alistarla para que te des un baño y descanses también, se que aun estas algo débil —el despego de mi pecho y la carga Namjoon con una sola mano —ven aquí princesa.

—Entonces te la dejo, me duchare rápido.

Me levante y camine hasta el baño, apenas me estoy acostumbrando a lo que siento por Namjoon, desde ese día no le he vuelto a decir que lo amo, pero no es porque no lo sienta, si no porque pienso que será extraño, cuando siempre lo trato un poco brusco. Me di un baño rápido mientras escuchaba la canción de cuna mas desafinada del mundo ser cantada por Nam, no pude evitar reírme, aunque se muy bien que a Naomi le encanta que le hable, su voz la relaja mucho.

Cuando salí la escena frente a mi era la sentencia de muerte para cualquier diabético, Naomi estaba dormida en el pecho de Namjoon mientras él la sostenía con una mano también algo adormilado, me acerqué para quitarla de ahí.

—Shh, Shh —se removió un poco — eres tan linda bebe, por eso tus papis están tan enamorados.

La lleve hasta su cuna la acomode de manera lenta, encendí el monitor para regresar a la habitación el grandote seguía en la misma posición, me le acerque y me jalo de la muñeca hacia él.

—Tonto creí que dormías.

—Lo hacía, pero tu aroma me despierta siempre —huele mi cuello — eres como un rico dulce —deja un beso en mi cuello —¿Ya duerme?

—Si —me acoge mejor encima suyo —es tan linda, nunca pensé nada de esto.

—¿Te asusta? —comenzó acariciar mi espalda.

—Un poco, pero me siento bien, estoy feliz —puse mi cabeza en su hombro —tiene tus hoyuelos, hoy lo note, se que aun no es una sonrisa por ser muy pequeña, pero se le hacen estos dos —le pellizco las mejillas y toma mi mano.

—Me pregunto ¿Todos nuestros hijos los tendrán?

—¿Todos?

—Si, pues deseo otros cuatro mínimos, pero si te parecen con dos más estoy bien.

—Es muy pronto para pensar en otros, debemos pensar bien todo, estás loco.

—Eso no es un no —intente decir algo mas, pero me callo con un beso — vayamos a descansar.

—Se que aun no podemos hacer nada por el parto, bueno no del todo, pero necesito hacer algo antes de irnos a dormir o me volveré loco.

Baje por su pecho hasta llegar al elástico de su pantalón del pijama, metí la mano y saque su miembro que reacción apenas lo toque, el calor que emanaba me hizo aguar la boca así que no espere ni un segundo mas y lo metí, esa palpitación entre lamidas, el grosor de su miembro, la longitud de este, sujeto mi cabeza y me ayudo a moverla de arriba abajo.

—Si tuvieras una idea de lo lindo que te vez con tus labios en mi polla.

Dios esa voz gruesa hablándome de la manera mas sucia hizo que mi miembro diera un tirón, metí mi mano a mi pijama para empezar a masturbarme mientras seguía degustando del oral que le daba, no paso mucho tiempo antes de que ambos nos corriéramos, trague sin pensarlo y sonreí al recortarme a su lado.

—Siento que ahora si podemos dormir ambos.

—Quiero escucharte decir que eso fue por las hormonas.

—Si no te callas no volverá a pasar.

Se recostó a mi lado y acaricio mi rostro, por un momento me paralice algo había en su mirada que me hizo sentir nervioso.

—Necesito que vayas pensando en casarte conmigo, no quiero una respuesta pronto, pero si necesito que lo pienses.

Solo asentí con la cabeza, me abrazo para dormir y caí inmediatamente disfrutando de ese pecho ancho y lleno de calor.

—No entiendo que es lo que tienes que pensar —Seokjin habia venido a visitarme para conocer a la bebe — ya hacen todo lo de un matrimonio, incluso yo pensé que eran uno cuando los conocí.

—Solo por unos momentos antes de que decidieras lanzarte a Namjoon.

—Tu me diste permiso, pero eso olvídalo, el grandote solo puede mirarte a ti y ahora a esta cosa preciosa —le hacia cariños a Naomi que lo observaba con atención —solo es ponerte el apellido Kim, ya los beneficios los tienes.

—El señor Kim se pondrá demasiado feliz si acepto, desde que nació la bebe no ha parado de preguntar sobre una boda.

—¿No es de esos que piensa que los hijos deben de nacer dentro del matrimonio verdad?

—No, para nada, es sujeto es buena persona, de hecho esta feliz con nuestra situación, pero dice que quiere hacer la boda del siglo con su único hijo, aunque creo que es más presión que otra cosa.

—¿Qué te cuesta entonces? Hazlo y opaca la boda de Yoongi y Hoseok, que será en unos días, ellos si se fueron a la velocidad de la luz.

—Bueno es que están mas ancianos.

—¡Oye! Hoseok tiene mi edad.

—No retiro lo dicho.

Solo nos reímos, el regreso después a la galería. Cuando Namjoon llego en la tarde Naomi ya dormía en su cuna, yo la acaba de dejar, sentí que me abrazo desde atrás y miro de manera linda hacia nuestra hija.

—¿Durmió mas temprano?

—Si, estuvo muy activa hoy.

—Bien, iré a ducharme y te veo en la cama.

—¿Namjoon?

—Dime.

—Espero que mi anillo de compromiso sea mas grande que mi dedo porque si voy a ser un Kim debe ser perfecto todo.

—¿En verdad? —sonreí —¿No me mientas?

—No lo hago.

Se acerco y me levanto, dio una vuelta conmigo y después me bajo para tomar su teléfono.

—Padre se volverá loco.

—Te amo tonto —me dio un beso tierno y sonrió.

—Yo te amo más, porque te ame primero y te amare hasta el final, gracias Jimin.

Dios este Namjoon es tan perfecto que duele...