Tratar de resistirse.

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Jimin

Me estado escondiendo, tengo mas de dos semanas que trato de evitarlo a solas, siempre busco que estemos acompañados ya sea de alguno de los empleados o de su asistente. Porque me da miedo quedarme a solas con él.

Apenas se me acerca y dejo que haga conmigo lo que quiera, me gusta la manera en que muerde mi piel, las marcas que me deja, además de la cantidad de cosas que he aprendido, muchas posiciones que en mi vida creí posibles. Sin duda la experiencia es notoria, muy notoria, lo que me hace pensar con todas las personas que tuvo que estar. Namjoon tiene treinta y ocho años, vivió quince años antes de que yo llegara al mundo, sin duda yo apenas caminaba cuando la ya tenia alguna experiencia sexual de puerto hormonal.

Eso me enojaba, me enojaba cada vez que tenia un orgasmo, los que lo hicieron tan bueno en esto.

Pero era mejor no pensar en ello, me complicaba yo solo las cosas, además hoy es un día de mucha actividad, tengo la primera cita del mes con el doctor de la gestación, ya se nota una ligera curva en mi vientre, además que las nauseas disminuyeron casi a desaparecer. Por la tarde tengo que ir a la galería para llevar las fotografías, fue una sorpresa que si aceptaran mi trabajo.

De Taehyung no he sabido nada, pues Namjoon me consiguió otro número, me hizo dárselo solo a los clientes y galería, no puedo mencionar el nombre de Taehyung sin que él se ponga furioso.

Ya tenia todo el día planeado solo era darme una ducha antes, pero apenas tenia dos minutos en el agua cuando escuche que abrieron la puerta, estoy seguro haberle puesto el seguro.

—¿Namjoon?

—¿Acaso esperas a alguien más?

Abrí el cancel de la ducha para dedicarle una mirada asesina.

—Si la puerta tenia cerrojo es para que nadie entre, tienes que entender el concepto de espacio per...so...nal.

Se quito la toalla que envolvía su cintura, por todo lo que es bueno, entre mas veo su miembro, menos puedo creer que sea real, el grueso, lo largo, la manera imponente que toma cuando tiene una erección, a este punto yo me sabia donde se ubicaba cada vena hinchada, además de la deliciosa textura que mi lengua prueba cada vez que le hago un oral.

—Deberías de dejar de ser tan necio —se adentro en la ducha sin mi permiso —Deja de luchar de lo que sientes por mí, acepta que comienzo a gustarte más allá de la atracción física.

—¡Nunca!

—Tu boca miente demasiado, debemos de mantenerla ocupada, los gemidos son los que dicen la verdad — tomo mi rostro para besarme.

Es tan alto.

Mis brazos no lo abarcan en lo ancho, me siento tan pequeño.

Su lengua ya dominaba a la mía con facilidad, sus manos se amoldaban a mi cintura cada vez más, no quiero sentir que le pertenezco, no quiero enamorarme de este tipo. Es imposible que pueda hacerlo tan pronto.

Lo mordí.

—Oye —me arrincono contra la pared, el agua dejo de caer sobre de mi —estas muy agresivo hoy.

—Nunca he sido de otra manera contigo.

—Tienes razón.

Me giro y se alineo para entrar, entre el agua, mi excitación y su glande húmedo había la lubricación suficiente para que me penetrara, pero solo metió la punta, mis piernas temblaron al hilo.

—¿Qué decimos mi pequeña avecita?

Aprete la mandíbula, se movió un poco hacia fuera de mí, y es donde se cambia el interruptor, lo que me hace convertirme en algo que no estoy acostumbrado y no me gusta.

—Follame, Follame Nam, tómame.

Mis pies se despegaron del piso de la ducha en la primera embestida, mi miembro dio un tirón al golpeteo de la próstata, tenia una de sus manos sosteniéndome por el abdomen, mientras la otra encontraba mi miembro, sus labios besaban mis hombros y sus dientes marcaban mi piel.

Mis gemidos hacían eco en el baño, junto con sus jadeos varoniles y sonidos graves que salían de su garganta.

—Me encantas Jimin.

Esas palabras cada vez se clavan más en mi cerebro.

—Nam, voy a...

—Hazlo mi pequeño, apriétame el miembro con ese lindo culo tuyo.

Me tomo por los muslos, yo me apoyé como pude de la pared, su miembro salía una y otra vez de mí, con una estocada mas mi orgasmo se hizo presente, al igual que el suyo al ser apresado por mis paredes internas, lo mucho que me llenaba era exquisito.

—Tallare tu cabello.

—¿Puedes besarme una vez más?

Me bajo con cuidado y me giro para volverme a besar, le daré una tregua hoy.

Terminamos de bañarnos, yo salí primero, me fui a cambiar rápido pues tenia la cita a las nueve de la mañana y ese baño me tomo mas de lo que esperaba, no iba alcanzar a desayunar nada. Cuando estaba secando mi cabello, Namjoon aun estaba en toalla, pero su ropa estaba en la cama, por el reflejo me daba el lujo de admirar esa espalda ancha musculosa, me mordí los labios de manera inconsciente, miré mi reflejo apenado por mi descaro.

Se quito la toalla después de secarse el miembro, se inclino un poco y mire su trasero con detenimiento, si yo fuera activo y el pasivo, habría demasiado donde azotar, pero el bulto entre sus piernas me regresaba a mi dulce realidad. Se coloco unos vaqueros azules de tiro alto, así como una camisa oversize blanca, mire una chaqueta verle olivo con manga tres cuartos lista también.

—¿Quieres una ronda más? —me sonrió de lado, no había visto que me observaba.

—¿No iras al trabajo?

—No —se acerco a tomar su loción —tenemos cosas que hacer.

—¿Tenemos?

—Iremos a la cita del médico, para ver cómo va nuestro bebe, además de que no te dejare andar solo, menos como este vestido.

Mire mi reflejo, traía un suéter rosa pálido hasta la cintura, se veía bastante piel de mi abdomen, me puse un short de gestación, pero era algo corto, no veía nada malo.

—¿No luzco bien?

Beso mi coronilla y después se me acerco poner su barbilla en mi hombro, sus ojos se fueron directo a los míos en el reflejo.

—El problema es que luces demasiado hermoso, tu mera existencia es una amenaza para mi cordura —se levanto y camino hacia la puerta.

—Andando, llevare unos sándwiches para que comas en el camino —que tengan mermelada, que tengan mermelada —compre la mermelada que te gusta.

—¡Si!

Me di cuenta que estaba demasiado feliz con la situación, golpee mi frente contra el tocador, ¿Qué demonios me está pasando?

El camino al doctor, el iba hablando por teléfono en el altavoz, su perfecto ingles me hacia odiarlo más, tiene la voz gruesa mientras contesta con esa arrogancia que lo caracteriza, escucha con atención lo que la otra persona le dice, esta atento al camino mientras analiza la conversación.

Yo suspiro y me recargo a la ventana, mirando que llegamos al edificio de la clínica, Namjoon se baja a abrirme la puerta, a veces viajamos con su seguridad, pero hoy pidió hacerlo solos.

Aun camino al piso donde seria la cita, no había dejado de hablar por teléfono se notaba molesto, además de que por el tono de su voz era algo importante, colgó y se froto las sienes.

—¿Todo bien?

—Gente inepta en mi trabajo, es todo, pero eso no importa ahora.

El elevador se detuvo y me tomo de la mano para salir, no me resistí, el necesitaba relajarse un poco.

—Venimos a la cita del control prenatal, esta a nombre de Park Jimin.

—Si aquí esta, la doctora los espera, pasen.

La recepcionista sonreía demás de cuando me atendía a mí. Pude verla morderse los labios mientras íbamos camino al consultorio.

Que falta de respeto, pero si me tiene agarrado de la mano, será más coqueta.

—Jimin —Namjoon apretó mi mano — pasa.

Me abrió la puerta, entre directo a la camilla donde me harían el ultrasonido, sabia que era el primer paso, por eso había elegido esta vestimenta, me era más fácil mostrar el vientre.

—¿Cómo estamos señor Park?

—Supongo que bien.

—Los síntomas ¿Cómo van? —se coloco los guantes de látex tomando el gel que colocaba para la sonda —sentirá un poco de frio.

—Las nauseas van y vienen, pero me comienzan a doler un poco los pechos, además de los mareos que a veces me dan.

—¿Dolores de cabeza? ¿Alguna molestia diferente?

—No, todo bien.

—Perfecto veamos al pequeño entonces.

Movió la sonda en mi vientre, inmediatamente en la pantalla se noto el saco de la ultima vez, pero era mas grande y el punto que se notaba a lo lejos, ahora tenia forma, intente girar mi rostro, pero mire el de Namjoon que observaba con fascinación el monitor. Volví a mirar esa pequeña cosa que estaba ahí.

—Escucharemos su corazón.

—¿Ya se puede? —Namjoon sujeto mi mano con ilusión.

—Si, a partir de la sexta semana, y el señor Park esta en la novena.

Encendió el sonido, y ese tambor rápido lleno el lugar, es hermoso, entre lacé mis dedos con los del Namjoon y sentí cuando beso mis nudillos, la doctora sonrió.

—Su pequeño esta muy sano señor Kim, tendrá un bebe saludable, si todo sale bien.

—¿Oíste Jimin?

—Nuestro bebe esta saludable.

¿Nuestro?

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