Jimin estaba sentando en el sofá mirando la televisión mientras Yoongi estaba arriba guardando papeles importantes para su viaje juntos.

Así es.

Decidieron irse los dos...juntos.

¿Qué tal loco era eso?.

Respondiendo a eso...es muy loco.

La verdad es que ninguno podría entender del todo como es que de un momento a otro estaban por huir juntos al extranjero.

Pareciera que sólo era ayer cuando Yoongi  puso en marcha el plan de querer secuestrar al niño bonito de la publicidad.

Unos podrían decir que tenía una mente retorcida,pero Jimin hasta quería irse con él.

¿Quién entonces,tenía la mente retorcida?.

A lo lejos se podían oír las sirenas de los autos de policías.

Jimin dejó de prestar atención a la televisión y se asomó a la gran ventana del piso cinco,miró curioso dándose cuenta que,más de diez autos y camionetas estaban rodeando la mansión.

Tragó saliva con fuerza.

Oh no.

ㅡ¡Yoongi!ㅡMedio chilló aterrado escuchando los pasos apresurados del mayor bajar las pocas escaleras.

El pálido tenía ropa casual mientras portaba dos mochilas en su espalda,y una malteada que parecia ser de fresa. Se acercó al menor y le trató de sonreír para calmarlo.

ㅡY-Yoongi...ellos están aquí.ㅡMurmuró aterradoㅡVienen por mi.ㅡDice bajito apegandose al cuerpo del mayor.

El pálido besa la frente del pelirrosa y suspira detallando cada facción,puede notar el terror en sus ojos y también la tristeza. Le pasa la malteada y el menor toma un buen trago para aclarar el nudo en su garganta,suelta el vaso encima de una mesa y vuelve a mirar al mayor.

ㅡMinnie,estaremos bien,escucha, tengo un plan.ㅡLe dice pasandole una de las mochilas mientras saca un cubrebocas de su bolsillo y se lo coloca.

Los ojos avellanas del menor lo observan expectantes.

ㅡ¿Qué clase de plan?ㅡduda sosteniendo la mochila con ambas manos dejando que el mayor vuelva a otorgarle otro beso sobre su párpado izquierdo.ㅡYoongi...Tengo miedoㅡConfiesa.

El mayor suspira dándole un último abrazo.

ㅡMinnie...¿Confías en mí?ㅡLe pregunta susurrando escuchando las voces afuera.

ㅡSinceramente...no.ㅡResponde el menor con sus ojitos cristalizados.

Yoongi bufa.

ㅡ¿Qué clase de novio serás si no confías en mí?ㅡréplica.

ㅡ¿N-novio?ㅡRepite parpadeando incrédulo.

Yoongi sonríe apenas.

ㅡSolo confía en mí,te dije que tengo un plan...cuando menos lo esperes estaremos lejos de todo esto.ㅡComenta mirando la puerta  del quinto piso donde están.ㅡPronto subirán...ㅡSuelta alterando al rosita.

ㅡ¿Qué?...No,no...por favor...dime qué estás pensando.ㅡpide tomando la mano contraria.

ㅡCuando ellos lleguen te irás con el chico de cabello rojo...yo estaré más arriba y seré capturado por un agente que me ayudará,después nos encontraremos en el aeropuerto...lo tengo todo planeado,tranquilo.ㅡBesa los labios del menor encima del cubrebocas y le guiña un ojos para después apresurarse y subir de nuevo las escaleras.

Jimin queda allí abrazando la mochila sin entender mucho lo que estaba pasando.

Derepente sus lágrimas abandonaron sus ojos cuando más de cinco policías ingresaron con agentes de la alcaldía. Rápidamente lo reconocieron y dieron por hecho que estaba escapando de su raptor.

Sus ojos se enfocaron en el único policía de cabellos rojos que estaba en el lugar. Las palabras del pálido haciendo eco en su cabeza así que,caminó con dirección hasta el pelirrojo y se quedó junto a él mientras derramaba lágrimas escuchando los pasos apresurados y pesados sobre la escaleras.

Estaban siguiendo a Yoongi.

ㅡTranquilo,estarás bien.ㅡSusurra sonriendole levemente.ㅡSoy el oficial Jeon Jungkook,no tienes porque temer.ㅡDijo sacándole del ese lugar para luego subirlo a la camioneta policial.

Desde la ventana podría observar como otro oficial casi idéntico al pelirrojo se llevaba a Yoongi.

ㅡ¡Yoongi!ㅡGritó golpeando la ventana con poca fuerza.

ㅡTranquilo,Yoongi Hyung está a salvo...mi hermano y yo lo estamos ayudando en todo esto,pequeño Park.ㅡLe tranquiliza el oficial.

ㅡ¿Por qué debería de confiar en ti?ㅡPregunta reacio.

Jungkook ríe dulcemente y le mira por el espejo retrovisor.

ㅡPorqué Yoongi Hyung confía en mi.

Esa fue su respuesta antes de sentirse repentinamente mareado.

¡Mierda!

¡La malteada tenía algo!.