Llevaba más de una hora escuchando las razones por las que esa tonta debía casarse con Honrixs y no yo, debería de haber huido desde un principio y no aguantar tantas estupideces juntas, pero realmente era gracioso escuchar sus razones, pues eran cosas superficiales y para ser sincera, no me importaba. Honrixs recibiría la herencia pronto, yo recibiría una gran cantidad por ayudarlo y me iría lejos de este país, olvidándome de cada uno de ellos.

—Solo eres una gatita. —susurró con aires de superioridad.

—Esta gatita puede sacar las garras y dañarte ese falso rostro. —respondí empezando a enojarme.

—Quiero ver eso. —dijo retadoramente.

—¡Basta Bin! —exclamó un chico tras de él—. No tienes ningún derecho a molestar a la prometida de Honrixs.

—¿Qué demonios de pasa? ¿Por qué te pones de su parte? No es nadie. —cuestionó ofendida.

El chico ignoró las preguntas molestas de la chica, tomó mi mano y me sacó de aquel lugar, sin importarle los gritos exagerados de esa tonta. Suspiré aliviada al ya no tener que escucharla, pero mi alivio terminó al ver mi mano aferrada a la de ese chico, rápidamente quité mi mano sintiendo mis mejillas sonrojadas, a él le pareció gracioso la situación y solo se dispuso a reír mientras me llevaba al patio trasero de la casa.

El chico se presentó como Félix, era el hermano mayor de Bin y a diferencia de ella, Felix era un chico muy apuesto y sin falsedad. Sus ojos eran de color marrón repintado, su cabello era negro, pero le gustaba pintarlo de vez en cuando, sin tratar de aparentar que así era naturalmente, solo lo hacía por diversión, su piel era pálida y suave, tenía algunas pecas en su rostro que lo hacía ver muy tierno y era más lo que sonreía que lo que hablaba.

—Lamentó el comportamiento de mi hermana, ha estado enamorada de Honrixs desde que éramos niños. —confesó.

—Ya veo —suspiré— ¿Por qué Honrixs no se comprometió con ella? Hubiera sido más sencillo. —lo ultimó lo susurré, tratando de mantener el secreto del contrato.

—Honrixs ve a Bin como una hermana, jamás experimentó otro sentimiento por ella. —informó como si nada— eso es lo que tanto le molesta.

—Muy interesante. —murmuré.

—Fue un placer conocerte, espero verte pronto.

—Igualmente.

Felix se disculpó y volvió a la fiesta, ya que tenía cosas para hacer, ya que al ser el hijo mayor, cargaba con muchas responsabilidades y la mayoría de trabajo, eventos y reuniones, eran dirigidas por Felix y realmente me parece bien, ya que su hermana no sería capaz de hablar con personas sin dañar la situación. Decidí quedarme en aquel lugar, pensando en todos mis problemas; en la vida que había dejado, los asesinatos que había cometido, el contrato que había firmado y todo lo que me esperaba de ahora en adelante, realmente era muy agotador.

—Ven conmigo. —dijo Honrixs sacándome de mis pensamientos.

—Me estás lastimando. —me quejé mientras trata de liberarme de su agarre, pero solo pude lograrlo cuando ya estaba encerrada en una habitación con él.

—¿Qué hacías con compañía de Félix? —cuestionó con cierto enojo.

—En el contrato no se especificaban reclamos. —hablé— además, yo puedo hablar con quien quiera.

Honrixs rápidamente me dio media vuelta y me lanzó contra la pared, haciendo que mi nariz se golpeara un poco, luego sostuvo mis manos arriba de mi cabeza, para después recostar su cuerpo contra el mío, impidiendo que pudiera escapar. Honrixs empezó a besar mi cuello con suavidad, causandome un escalofrío por todo el cuerpo, pude notar que se había quitado la máscara pero eso, pero no pude verla su rostro por la posición y la oscuridad de la habitación, después sostuvo mis manos con su mano izquierda y con la derecha empezó a abrirse campo en mi entrada, sus pies obligaron a mis piernas a abrirse a cada lado, permitiéndole que su mano entrara mis fácil en mi ropa interior.

No pude evitar jadear al sentir el roce de sus dedos en mi clítoris, el cual empezó a palpitar deseoso, Honrixs libero mis manos, para así tener su mano izquierda libre para empezar a masajear mi pecho izquierdo, dando pequeños apretones en mis pezones duros y sensibles. Mientras me concentraba en las sensaciones, Honrixs introdujo uno de sus dedos en mi interior de golpe, haciendo que gimiera de dolor y placer, después empezó a moverlo de adentro hacia afuera con velocidad, haciéndome perder la cabeza.

—Te dije que aunque fuera todo una mentira, ibas a cumplir todos mis deseos como una esposa de verdad. —susurró en mi oído.

—Honrixs... —gemí perdida en el placer.

—Eso gatita, quiero que me desees. —murmuró.

Honrixs introdujo un segundo dedo en mi interior, haciendo que mi espalda se arqueara del placer, realmente quería tenerlo dentro de mi de una buena vez, me estaba torturando y la verdad me encantaba. Honrixs alzó mi vestido, dejando a la vista mi ropa interior, luego empezó a rozar su miembro en mis glúteos, dándose placer con el toque de nuestros cuerpos, podía sentir como si respiración se hacía más pesada, mientras aumentaba sus movimientos, cada vez sentía como si miembro iba a creciendo más y más, y con él, sus embestidas.

Mi respiración ya estaba hecha un desastre, mi hendidura estaba caliente y mojada, hospedando a esos dos intrusos que la estaban molestando, podía sentir como mis piernas empezaban a temblar y como mi vagina empezaba a contraerse, dándome a entender que estaba a punto de venirme, pero cuando estaba a punto de hacerlo, Honrixs se separó de mi de golpe.

—¿Q-qué estás haciendo? —pregunté dudosa tratando de respirar.

—Eso te enseñará a hacerme caso. —dijo dándome la espalda mientras ponía nuevamente su máscara— de ahora en adelante harás lo que yo te diga y hablaras con quién yo te diga.

Dicho eso, Honrixs salió de habitación sin más, dejándome con la respiración hecha un desastre, con mis piernas temblorosas, con mi entre pierna adolorida y apunto de haber tenido un orgasmo, ese imbécil se había burlado de mí y yo había caído como una estúpida en su trampa.