Las cosas fueron algo agitadas pero con el tiempo ambas facciones se las arreglaban para ajustarse a su nueva realidad, bien dicen que a todo se acostumbra uno menos a no comer.

Los Akiyama simplemente tuvieron que planear mejor sus golpes e ir simplemente con ropas negras y lentes oscuros a sus cosas además de usar más la infiltración en vez de usar sus trajes y poderes al máximo para tomar o hacer lo que querían, eso los obligó a tomarse más tiempo para lo que planeaban pero al menos les permitió relajarse un poco ante los constantes ataques que recibían.

Por su parte el Sindicato de los pobres se dedicó a sus ataques clandestinos y formas más pasivas de obtener dinero, como lo que Katsuro y Azami estaban haciendo en este momento.

- Bien, el localizador está en el chico- dijo la rubia mientras tomaba unas papas en la plaza junto al castaño que estaba ahí más para cuidarla que otra cosa.

- Me puedes resolver una duda existencial ¿porque si aceptaste que usemos tus habilidades para que una chica acose a un chico que no es su novio pero cuando pasa lo contrario tú y Dreamer pegan el grito en el cielo? De ella lo entiendo, abusaron de ella en el pasado, cosa que ya resolvió, a punta de violencia gráfica, pero lo resolvió, ¿Pero tú?- el simplemente tomaba un helado, el acoso de ambos lados le parecía patético y de hecho no aceptaba ese tipo de trabajos por lo mismo, pero en vista de que sus compañeras si lo aceptaron la tuvo que acompañar.

- Se llama doble estándar por las diferencias entre hombres y mujeres- la joven hizo una pose como de intelectual mientras hablaba.

- Cuando una mujer acosa no se siente tan malo porque por lo general los hombres tienen más disposición a aceptar rápidamente una propuesta de una mujer si eso les garantiza una noche de diversión- ese era un punto que él tenía que ceder, si por azares de la vida una chica apareciera en su cuarto con la intención de tener relaciones el no ofrecería mucha resistencia ( a menos que fuera desagradable para él) mientras que si pasara lo contrario es poco probable que una mujer tuviera deseos de hacerlo incluso si el hombre es atractivo.

- Te cedo eso, incluso conozco un par de tipos que fantasean con tener una Yandere, pero sigue siendo preocupante - siguieron con lo suyo mandando la ubicación a la niña rica y sumamente rara que los contrató, una vez terminaron cerraron la computadora portátil y siguieron comiendo las papas.

- ¿Quieres ver una película? Hoy no tengo nada mejor que hacer- le dijo a su compañera sin ninguna doble intención, con el tiempo su relación se hizo más amistosa.

- Vamos, pero yo la escojo- le dijo la muchacha.

Ambos se fueron en dirección al cine durante el camino se encontraron con Akiko y Gentaro los cuales salían de uno local rosado,  el chico tenía un pastel de chocolate en las manos y una radiante sonrisa que parecía salida de un comercial de pasta dental. El dúo de villanos quedó completamente extrañado al ver  como este no tenía su expresión sombría habitual, esa alegría que tenía lo hacían parecer otra persona.

- Es aterrador- dijo Katsuro con cara de asco mientras que su compañera intentaba procesar la información, ella recordó la "cita" que tuvieron y pudo comprobar que era verdad que nunca tuvo ni una mínima oportunidad de haberlo convertido en su marioneta y que fue sabía al decidir mantenerse alejada de él luego de lo que pasó con Yamikumo. El único contacto posterior que tuvieron fue una charla dónde ambos dejaron en claro que no sentían nada el uno con el otro.

- Sabes cuando salí con el ni siquiera estuvo la mitad de contento de como lo veo ahora- dijo la rubia algo sorprendida de lo diferente que actuaba ese tipo al tener algo genuino.

Antes de que ellos pudieran seguir hablando la pareja de enamorados los vió,  ambos cambiaron ligeramente su expresión a una un poco más sería.

- Hola Katsuro- la joven sonrió a su compañero y luego frunció el seño con la otra joven - Azami, hace tiempo no te veía - ambas se vieron seriamente, realmente no se llevaron bien cuando se conocieron.

- ¿Y ese pastel?- Katsuro solo quería cambiar de tema no tenía ganas de dramas innecesarios.

- Empezamos a ir a un taller de repostería y preparamos esto- respondió Gentaro, su novia lo inscribió ahí para que encontrará una forma más artística de liberar su ira, ya que notó que muchas veces que algo lo molestaba se ponía a golpear cosas o personas.

- ¿Puedo comer un poco?- preguntó el castaño.

- ¿Tu qué dices Akiko?- pregunto pelirrojo.

- Creo que podemos compartir, por cierto ¿Ella viene contigo?- dijo señalando a Azami.

- Sí, viene conmigo, somos amigos y supongo que también le darás pastel- el sonrió de oreja a oreja junto con Azami, la chica de pelo negro solo tuvo un tic en el ojo y asintió.

Los cuatro se sentaron y comieron juntos, el asunto fue menos incómodo de lo esperado gracias a que Gentaro y
Katsuro sacaban otros temas de conversación que nada tenían que ver con el pasado si no con el presente, desde las vacaciones que venían o sus clases, hasta el progreso que tenían con sus habilidades, cosa que dejó algo preocupado a Katsuro, el pensaba que ahora que Gentaro tenía novia se descuidaria pero era todo lo contrario, progresaba aún más rápido y aunque el también se volvía más poderoso, no quitaba que preferiría estar mucho más arriba de él o de cualquiera. Todo estuvo tranquilo hasta que sonó el teléfono del pelirrojo.

- Tío Ryotaro, ¿Ocurrió algo?- nuevamente había vuelto a su tono sombrío habitual mientras escuchaba las palabras de su familiar.

- ¿Se adelantó? Yo lo esperaba para el 25, iré al aeropuerto de inmediato- colgó su teléfono y se despidió rápidamente.

- Akiko ¿Recuerdas que te dije de mi primo? Debo ir por el al aeropuerto, te veo mañana, te quiero- dijo antes de darle un beso a la chica la cual correspondió.

- Está bien, confío en tí pero me debes otra cita- la chica le sonrió mientras los otros comensales los veían con hartazgo pero aprovecharon para ejecutar una idea.

Azami notó lo tenso que se puso con la llamada así que dejó una pequeña hormiga con cámara correr y aferrarse a su pantalón, ella ya había intentado usar ese tipo de cosas en él, pero este era muy atento por lo que antes de encontrar algo cualquier bicho que usaba o localizador implantado era destruido, pues el metabolismo del joven le permitía estropearlos debido a las corrientes de energía en su cuerpo, sin embargo el tipo estaba más agitado de lo normal así que la jóven creyó que era una buena oportunidad para ver que asunto lo ponía tan alarmado.

Para cuándo se fue ellos siguieron hablando con Akiko para sacarle algo.

-¿Dime, estás segura de que va a dónde dice ir?- le pregunto la rubia mientras jugaba con una cereza del pastel.

- No intentes meter intrigas, el es muy honesto, igual con la familia que tiene es natural que este así- dijo la joven segura de si misma pero despertando la curiosidad de los otros dos.

- ¿Qué tiene de raro su familia?- dijo el castaño con curiosidad.

- No sabría decirlo del todo, pero es como si todos escondieran algo, conozco a dos de sus primos, a primera vista parecen chicos algo inútiles pero no es cierto, una vez quisieron asaltarnos y ellos pelearon junto a nosotros demostrando gran habilidad- la chica veía a lo lejos a su novio correr como si su vida dependiera de ello.

- Interesante, cuéntame más- dijo Katsuro, la joven lo tenía en estima como un amigo confiable y pensó que darle una idea de cómo era la vida del pelirrojo era bueno para que se llevarán mejor por lo que contó lo que sabía.

Luego de platicar un rato Akiko se despidió y fue a su casa mientras que los otros dos fueron a revisar la computadora en una biblioteca cercana.

- ¿Entonces simplemente está esperando en el aeropuerto?- dijo el castaño mientras observaba el monitor, estaba en una pista privada junto a un anciano y un hombre de pelo gris, el capitán Akiyama Ryotaro que venía a dar la bienvenida a su hijo después de tres años en el extranjero.

- Parece que sí, aunque es raro esperar directo en la pista, parece que aún no notó la hormiga, lo malo es que no tenemos audio- le dijo Azami mientras preparaba unos comandos para su bicho.

Esperaron unos minutos hasta que llegó un aeronave, está aterrizó sin problemas y una vez la puerta se abrió salió un joven en la primera mitad de sus veinte, con ojos amarillos como un gato, una sonrisa diabólica, dientes puntiagudos y cabello de un color gris, en cuanto bajo este se abalanzó sobre sus tres familiares para no hacer otra cosa que luchar, en un momento los tres hombres lo golpeaban y perseguían, era bastante ágil y fuerte, la pelea era vista por los dos villanos gracias a la hormiga.

- Familia disfuncional, un clásico, a menos que sea otra cosa- dijo la rubia mientras se veía al anciano usar su puño envuelto en energía para golpear al joven sacándole los dientes y rompiendo su nariz.

- Aún no muestra su Quirk- dijo el castaño al ver que el joven solo usaba fuerza bruta y pura, que si bien se veía impresionante por como cargo a Gentaro como una pluma y lo arrojó por el aire, no parecía que esa fuera su habilidad, pero luego de que la cámara lo enfocará notó como su nariz se enderezó a la par que un nuevo diente le creció.

- Ok, eso se ve algo asqueroso- exclamó la joven con la escena mientras veía al hombre de pelo gris hacer un martillo de energía para golpear las costillas del joven así como su pierna, rompiéndola en el acto, el viejo aprovechó para realizar un combo de puñetazos de energía que rompían sus huesos, posteriormente vio a Gentaro poner ambas manos en el torso del tipo de la regeneración y disparar una gran cantidad de energía, luego los tres se arrojaron contra el chico para patearlo hasta deformarlo en algo que no parecía humano, el agredido estaba destrozado pero se regeneraba de a poco, un brazo doblado en ángulo inhumano volvía a su forma original al igual que el cuello, y las costillas que se ponían en la posición correcta, finalmente este se recuperó completamente mientras reía como un psicópata, los hombres frente a él lo veían seriamente, salvó por el anciano que sonreía ante esa visión.

Al final los cuatro se juntaron y se fueron del lugar, no sin antes el tipo de ojos de gato encontrará la hormiga y se la comiera.

- Voy a soñar feo- dijo la joven ante esa visión casi infernal.

- Bien, pásale el vídeo a los chicos no voy a ser el único con esa imagen en la cabeza- el castaño suspiro para luego darse aire con un libro, tenía algo de náuseas.

- Con razón ese tipo estaba tan tenso, yo también lo estaría si esa cosa fuera mi familia- Azami recogió sus cosas lo mismo su acompañante la idea de ver una película de cartelera fue olvidada, su compañero ya le había dado una mejor de la cual seguir conversando.

Mientras tanto en un auto los tres miembros de los Akiyama veían fijamente al recién llegado, hasta que el viejo rompió el silencio.

- Shotaro que bueno verte otra vez, perdona que solo nosotros te recibiéramos pero ya sabes que somos personas ocupadas - dijo el anciano que veía con cierto orgullo a su nieto frente a él.

- Hijo, espero que ese arranque que tuviste en el aeropuerto solo sea porque nos extrañaste y no sea algo común- Ryotaro había mandado a USA a su hijo para entrenar y superar algunos de sus problemas psicológicos.

- Estoy bien, simplemente me gusta pelear es todo ¿Y no creen que soy asombroso? Los obligue a ir enserio a los tres - el joven se recargo en el asiento mientras ponía una canción en su teléfono a todo volumen la cuál era un Vocaloid, realmente muchas personas se burlarían de sus gustos si no tuviera la costumbre de golpear a los que lo hacen, su abuelo, el patriarca de todos estos locos Akiyama Ryuzaki odiaba esa música pero como el joven frente a él era poderoso lo dejaba pasar además de ser su favorito junto a Gentaro.

Luego de tararear un poco el recién llegado decidió hablar con su primo.

- ¿Por qué tan serio? ¿Aún me tienes miedo? El casi ahorcarte con mis manos no es para tanto, ¿Por qué no vamos a cazar criminales? Recordemos tu primer asesinato, no se tú pero para mí fue un momento épico- el mayor hablaba como si en vez de hablar de matar fuera de algún deporte.

- Lo que hacemos no es por placer, es nuestro deber, no somos como los cazadores de venados que exhiben con orgullo su presa, somos recolectores de basura, sucios, hundidos hasta el fondo en inmundicia con un labor que no termina pero que alguien debe hacer- dijo seriamente.

- Uy que seriedad, la vida es un juego aprende a divertirte- le replicó su primo.

El pelirrojo sentía enojó, ante el estaba alguien que lo había dañado mucho y que con el pretexto de fortalecerlo lo hizo perder muchas cosas así como destruir muchas otras.

El recordaba, cuando era más pequeño no quería entrar a nada de esto, ni siquiera quería ser un héroe mucho menos el arma viviente que era ahora, se llevaba bien con la gente pero su primo Shotaro por orden del abuelo se encargó de que eso cambiará, el le pago a niños para que le peguen, niñas para que lo insulten e hicieran sentir menos, así paso hasta los nueve años cuando finalmente explotó, se arrojó a pelear con los niños que lo agredían pero fue apalizado.

Eso lo convenció de querer poder, no quería ser pisoteado aún no tenía deseos de proteger pero si de destruir.

- ¡Quiero entrenar padre! ¡No lloraré más, no gritaré más! ¡Quiero poder! - su padre asintió, el no sabía que motivaba a su hijo pero el sonido de determinación en su voz lo convenció, eso inicio el martirio, como empezó tarde además de ser físicamente débil su entrenamiento fue más duro de lo que sus otros primos habían recibido.

Gritos, golpes, mordidas de perro, llanto pero también palabras de aliento de su padre estaban recibiéndolo cada día, esas fueron sus peores vacaciones de verano.

Su madre no sabía nada, por sugerencia del su marido está retomó su carrera en periodismo por lo que salía mucho al extranjero, cuando volvía el niño fingía haber tenido días normales, sin penas, en el regreso a clases todo el dolor empezaba a rendir frutos.

- ¡Miren es el hijo del tipo sin ojos!- dijo un niño, estos usaban la tragedia de su padre como burla.

- ¡Es el llorón! - inició una niña seguida de otras cinco.

- ¡El que se desmaya cuando usa su Quirk!- un chico le arrojó una bola de papel

- ¡La tortuga que siempre llega en último!- le lanzaron una piedra que el consiguió atrapar aunque no fue notado por nadie.

- ¡El que se queda encerrado en la biblioteca porque no tiene amigos!- el conjunto de más de veinte niños fueron a rodearlo en el patio de recreo.

Gritos así iban y venían todo el día para atormentarlo pero ahora ya no, ahora el empezaba a tener poder así que lo uso, cuando todos esperaban verlo llorar por el contrario se levantó y puso en guardia, la mirada alegre que tenía cuando entro a esa escuela, cuando era considero uno de los más queridos por su amabilidad antes de que el abuso iniciará, había muerto, ahora sus ojos estaban llenos de melancolía, su brazo se envolvió en poder verde al igual que los ojos.

Hasta ese entonces su Soul Scanner no había despertado y el color de su poder aparecía de forma aleatoria, los niños al rededor se sorprendieron un poco pero antes de que hicieran cualquier cosa el pequeño habló con un tono sombrío.

- ¿Así que eso piensan de mí? ¿Así que me ven como inferior? Yo fui bueno con ustedes y así me pagan, aún así el culpable soy yo- el empezó a atacarlos a todos indiscriminadamente, salían volando o caían al suelo sin aire.

- Soy culpable por creer que merecían que fuera bueno con ustedes-
Él los aplastó a todos, niños o niñas no importaba, todos sintieron su ira por igual algunos tuvieron que mudar todos sus dientes de leche ese mismo día, otros quedaron con huesos rotos y a otros les abrió la cabeza a golpe limpió mientras lo hacía no sentía placer alguno solo sentía que estaba haciendo justicia nada más y nada menos.

Regresando al presente el sudaba frío mientras su primo lo veía divertido.

- Has cambiado, te volviste más fuerte pero también notó algo, tus ojos volvieron a brillar con alegría ¿Pasó algo interesante? - el joven frente a él se tronaba los dedos.

- Nada que pueda importarte - él ya no permitiría que Shotaro controle su vida.

- Solo te digo una cosa, si es lo que creo que es, espero que se trate de un miembro del Shinigami Squad, ya sabes que debemos buscar gente cómo nosotros para relacionarnos, tal y como hizo mi padre, aunque si solo es diversión pasajera no hay problema- esa era una verdad, salvó el padre de Gentaro sus hermanos habían buscado no solo mujeres fuertes si no que se encontrarán en una situación parecida a la suya.

- Solo guarda silencio - eso era algo que lo ponía en conflicto pues sabía la razón por la que las cosas eran así y es que ninguna persona normal sería capaz de aceptarlo si conocía su secreto, el estaba profundamente enamorado de Akiko y por más que preferiría que está se aleje de él, no pensaba hacer nada para que eso pasara, una parte de su cabeza le decía que esperara y dejará que el tiempo hiciera algo para que los sentimientos de uno de los dos cambié, después de todo ¿Solo es un noviazgo de preparatoria, no? No hay razón para pensar que las cosas lleguen a mayores a pesar de eso no podía evitar sentir preocupación.

- No me digas que hacer, si quieres que me callé derrótame- le dijo de forma desafiante.

- Qué así sea, verás que pronto seré capaz de vencerte solo -

El anciano junto a ellos solo veía con un gesto de satisfacción.

- " Eso es Gentaro, cada día te ganas más mi aprecio pasaste de una rata cobarde a un guerrero" - pensó el abuelo mientras veía discutir a sus nietos.

Los días para navidad volaban y alguien preparaba algo importante Katsuro pensaba en hacer algo de lo que se podía arrepentir, confesarle a su familia su verdadera identidad.

- ¿Estás seguro?- Fang el hombre lobo escuchaba su propuesta.

- Mis padres ya los conocen aunque creen que simplemente son personas que salvé como héroe y les agrade, ya tienen una idea de quiénes son- dijo el castaño nervioso.

- Es extraño verte así, asustado- añadió el lobo.

- No sé, simplemente quiero aclarar las cosas, aunque gracias a mí obtuvieron ascensos se que esos trabajos que tienen no les gustan así que al confesar podré darles lo que necesitan para cumplir sus sueños- el joven tenía sentimientos mezclados ya tenía preparadas sus respuestas pero aún así tenía miedo.

- Papá podrá ser el artista que siempre soñó, mamá podrá viajar por el mundo como siempre quiso, mi existencia ya no será impedimento a su felicidad, finalmente recibirán algo a cambio por criarme- si bien el podía ser considerado una mala persona al final era un buen hijo.

- Sabes chico, pase lo que pase abogaremos por ti, si ellos se sienten asustados, les mostraremos nuestras historias, que con esto tu nos salvaste de la pobreza - ambos chocaron puños en señal de compañerismo.

- Supongo que hay que preparar todo para la fiesta de navidad - al decir eso empezó a poner las decoraciones en el apartamento de Matusalén, ahí estaban organizando todo el asunto.

- Esto será más difícil de lo que podría llegar a pensar -

A la par de sus preparativos navideños, Gentaro también tenía cosas que hacer.

- Akiko, te traje un pequeño presente- el joven sostenía un gran peluche de dinosaurio y un autógrafo de Endeavor, a su pareja se le iluminaron los ojos y lo abrazo con fuerza.

- ¡Gracias, amor! ¿Cómo conseguiste el autógrafo? Endeavor nunca da uno- la joven se abrazo con aún más fuerza.

- Es un secreto- Endeavor le había pedido que combatiera contra su hijo Shoto, el héroe de flamas estaba desesperado por hacer que su hijo use sus llamas por lo que creyó que hacer que el hijo de uno de sus rivales de escuela combatiera con el sería buena motivación a cambio de ese favor el chico pidió ese autógrafo.

Aún así Endeavor no quedo contento, Shoto perdió y se negó a usar sus llamas, eso no lo frustró mucho pues creyó que el poner a alguien como escalón a superar era buena idea lo que lo enfureció fue que Gentaro no uso la Pulsión de Thanatos.

- ¿Te crees demasiado bueno para usar tu máximo?- gritó el héroe de fuego.

- No, simplemente no quiero matar a su hijo, ese ataque está hecho para contrarrestar un poder abrumador y el hielo de tu hijo no es suficiente para repelerlo- "este tipo es un desgraciado, pero no puedo negar que es bueno en lo que hace, es una pena que alguien así tenga el honor de ser el héroe de la mujer que amo"

- Con más razón debiste usarlo así Shoto hubiera tenido que usar su máximo si o si - contesto Endeavor.

- ¿Por qué no lo prueba usted mismo? Se lo arrojó y así vera que ese ataque no es una broma - dijo el chico.

- No seas engreído, lanza tu ataque-

- Qué así sea-

El choque de ambos género una gran explosión obviamente Gentaro perdió el choque y salió volando, lo único que logró fue hacer retroceder un par de pasos al número dos pero eso no quitó que terminó demostrando su punto.

"Ese poder, es gigantesco para alguien de su edad, maldición definitivamente este es un escalón obligatorio para que Shoto cumpla mis ambiciones". Pensó el número dos.

- Lárgate y toma tu autógrafo, entiendo tu punto pero igual mi hijo es pequeño y aún le falta madurar no creas que eres inalcanzable- remató el adulto.

- En eso le doy la razón ¿Quién de enorgullecería de vencer a un niño de secundaria? - así terminó ese encuentro con los Todoroki.

Retomando el presente la pareja seguía con su intercambio de regalos ahora era el turno de la chica.

- Bueno, yo te traje esto - la joven saco un libro era la Ilíada edición coleccionista.
- Se que te gustan mucho los libros y este es un clásico-

El joven sonrió era un muy buen regalo.
- Gracias cariño aunque lo mejor que me pudo pasar fue estar contigo- lo único que no le gustaba de la relación era esa constante voz en su cabeza que decía "no mereces ésto, tus pecados son demasiado grandes, crees que haces lo correcto pero si fuera de esa forma ¿No deberías ser capaz de gritarlo a los cuatro vientos sin miedo a ser juzgado? ".

La salida de ambos continúo un rato más hasta que ambos tuvieron que irse, la joven debía ir a casa a celebrar con su familia mientras que el otro haría lo propio en casa de su abuelo.

- Adiós - se dijeron luego de un cálido abrazo.

Andando con rumbo a dónde dejó su motocicleta el joven se detuvo para actuar de forma sería y hablar con otra persona

- Shotaro, llevas 25 minutos espiando, ¿Creías que no te notaria?- nuevamente recordaba porque lo odiaba.

- Nada, solo vine a pasear y casualmente te ví, tenía que aprovechar que estabas en un lugar público y no podías dispararme- puso sus manos en el corazón he hizo como si lo hubieran atacado ahí.

- ¿Por qué no fastidias a alguien más?- su primo solo se burlaba de él, a lo que Gentaro hizo caso omiso y  se puso en camino a otro sitio, debía arreglar unas cosas antes.
- Hey, idiota la casa del abuelo está del otro lado - le contesto Shotaro, ya que debían llegar a cierta hora, la cena era de las cosas que hacían para que la gente y la madre de Gentaro creyeran que todo era normal.

- Lo sé, iré más tarde antes debo de hacer algo importante - sin decir más el joven se retiró y dejo colgado a su primo, pues cada año el usaba su dinero para organizar cenas para los necesitados y por ello debía ir a hablar con la ONG con la que colaboraba, esto no era cosa solo de navidad, en medida de lo posible ayuda a todo tipo de organizaciones benéficas, ya que hacer cosas que eran indiscutiblemente buenas le ayudaban a ser un poco menos miserable cada día.

En otro sitio de la ciudad la fiesta de Navidad de Katsuro estaba casi lista sus padres estaban a punto de llegar al lugar que rentó para el evento, las personas que ponían la decoración eran algunos de los que le debían dinero de sus préstamos o de los aliados que hizo , de hecho tenía al señor Uraraka poniendo la mesa, evidentemente llevaba su traje de villano mientras el lugar era preparado, los que hacían el servicio habían dejado todo listo las coronas, listones, árboles, esferas, luces escarcha y demás parafernalia.

En lo más profundo de su corazón crecía un sentimiento de desesperación ante lo que iba a hacer, pero debía ser valiente, sus amigos estaban ya en sus mesas igualmente llevaban sus máscaras estaban ahí para dar el apoyo moral necesario.

Finalmente los padres de Katsuro aparecieron, veían con mucha ilusión, era curioso como podía notarse con solo verlos los rasgos que le dieron a su hijo, su piel pálida y ojos cortesía de la madre mientras que el cabello y facciones eran del padre, cuando llegaron al salón fue que inicio su momento de conocer la verdad.

- ¿Por qué los disfraces? Es Navidad no Halloween - dijo el padre.

- Padre, Madre, tengo algo que decirles ¿Han oído del villano Smile Man?- dijo algo tembloroso.

- Yo vi un blog que hablaba de él, es como un fantasma y ha dado problemas a muchos héroes, de hecho el traje de la foto se parece al que traes puesto - la madre al decir eso último se congeló unos segundos y vió a todo el salón con miedo, el padre también se puso serio.

- Dime que sólo es una broma de mal gusto- se acercó a su hijo, el cuál se quitó su máscara.

- No lo es, pero créeme que hay más de lo que puedes ver- todos los presentes retiraron sus máscaras dejando ver sus rostros.

- Yo te dije que a estás personas las salvé siendo héroe pero mentí, las salvé como villano, nadie les tendería su mano excepto yo- el chico sacó unas pocas lágrimas está vez no estaba mintiendo, la idea de ser rechazado por su familia debido al camino que escogió era dolorosa sobre todo por ser una decisión propia.

- Explícate- respondió su madre.

- Todos eran personas que vivían en la calle, yo les ofrecí una oportunidad de usar su fuerza para conseguir una vida digna - el joven tomó aire y continúo.

- Así ha sido por estos dos años y no solo ellos he sacado a varias personas de la pobreza, sí, para luego usarlas a mi beneficio, pero eso no quita que las salve del foso de miseria dónde estaban - sus padres lo detuvieron.

- Eso no importa solo dinos ¿Porque?- dijo el padre.

- ¿Sentiste que la vida que te ofrecimos no era suficiente? - atacó su madre.

- ¿Es está la forma en que pagas lo que sacrificamos para criarte?- le dijeron ambos, el chico cayó de rodillas llorando, su grupo solo veía la escena igualmente con tristeza, el chico frente a ellos más que un jefe era un amigo, un hermano o el familiar que les hubiera gustado tener.

- Precisamente por eso, hago lo que hago, soy feliz con el camino que tomé, simplemente es mi naturaleza- se seco una de sus lágrimas para seguir con su defensa.

- Yo quiero cumplir sus sueños, se que no hacen lo que verdaderamente los apasiona, ahora tengo los recursos para hacerlos felices, papá, podrás ser el artista que siempre soñaste ser, mamá tu podrás conocer el mundo tal y como querías- Katsuro se paró decidido, sus padres lo escucharon y se acercaron a él, también estaban llorando.

- Pero nosotros hicimos eso porque te amamos, más de lo que podríamos amar nuestros sueños, nadie más que nuestros corazones nos obligaron a esto- los dos adultos agarraron al chico y lo abrazaron.

- Igualmente, nadie más que mi corazón me obligó a esto, yo no puedo ser héroe no tengo la convicción para proteger sin mirar a quien, yo solo puedo cuidar lo que amó, el resto no me importa- dijo sin pena alguna.

- Si lo piensan incluso siendo héroes somos el malo de la historia de alguien más- el abrazo se hizo más fuerte, hasta que fueron interrumpidos por el resto del grupo presente ahí.

- Señora, su hijo debe ser aceptado por ustedes- dijo Matusalén con un tono suave.

- El nos dió el hogar que nadie más nos daría, salga a la calle y muestre este botón- el hombre mayor sacó un broche blanco con una sonrisa en negro.

- Y será respetada por varios criminales de la zona- dijo antes de ceder palabra a Hopper.

- Mire, si no fuera por él, mis amigos y yo probablemente ya estaríamos muertos, ahora que lo sigo incluso he podido estudiar en línea para superarme, gracias a él, se que se puede hacer el bien desde el mal- palabras así venían de los integrantes del grupo.

- Su chico es el nieto que habría querido tener, en vez del drogadicto que me tocó- exclamó él doctor Esculapio.

- No soy elocuente pero puedo decir que Katsuro me permitió gozar de algo que antes para mí era inalcanzable como el internet- el albino Calígula saco su celular y lo acarició.

- Yo sólo puedo decir que con su ayuda me he vuelto más fuerte- agrego Grim el musculoso.

- Sinceramente, me interesa ver hasta donde puede llevar a un grupo de perdedores cómo nosotros- Watchdog el de manos de pistola solo sonrió.

- Debo decir que aunque sea menor que yo, es un mejor hermano mayor que el mío propio- Frank solo jugaba con su copa.

- Puedo decir que este tipo es de los pocos que respetan mi opinión y ven más allá de mi cuerpo peludo- agrego el hombre lobo agradecido de que su cerebro también fuera tomado en cuenta dentro de sus virtudes.

- Qué puedo decir, más que me dió un hogar para olvidar mis problemas- Dreamer la chica de poder magnético sonrió un poco, ella consideraba al castaño su mejor amigo.

- Por mi parte, puedo decir que de cierta manera me sacó de un apuro aunque yo no quería, eso no quita que para la forma en que nos conocimos fue relativamente amable, si lo pienso, no me molestaría llamarlo amigo- dijo Azami con un dedo en la mejilla.

Los padre del joven villano escucharon atentamente los testimonios de todos, tomaron a su hijo en brazos y lo acariciaron.

- Incluso siendo un villano, sigues siendo un buen chico - dijo la madre sin embargo ellos solo veían la parte "positiva" de las acciones de su hijo y muchas de las cosas terribles que hizo fueron ignoradas.

- Entonces, ¿Qué piensas hacer? ¿Cuánto tiempo seguirás con esto?- le repuso el padre.

- El que haga falta o hasta que me cansé, lo que ocurra primero, solo quiero que dejen sus trabajos aburridos y empiecen a gozar a plenitud de lo que he conseguido, ustedes me permitieron cumplir mis objetivos, ahora me toca a mí cumplir los de ustedes -

Tanto la familia cómo el Sindicato de los pobres se unieron en un abrazo, por lo menos hasta que nuestro protagonista dijo unas últimas palabras.

- Creo que es hora de comer y abrir los regalos -

Y así fue como Katsuro junto a sus dos familias para celebrar una feliz navidad