Parte única

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Un pequeño niño fue corriendo hasta el patio vecino, la curiosidad le invadía pero nunca lo dejaban acercarse al otro niño.

Ese niño se la pasaba sólo, y nunca lo oía hablar, a veces se asomaba por la ventana para ver si podía algo escuchar. Todos los días se decepcionaba porque nunca podía algo lograr.

Nuestro pequeño curioso de rechonchas mejillas llevaba el nombre de Jimin y sus mejillas se teñían de rosa cada vez que veía a "Suga", así había apodado al pálido y callado niño, puesto que pensó que su actitud sería como de alguien dulce, tan dulce como la azúcar.

Ese día, nuestro cachetón amigo, pasó por debajo de la cerca y se arrimó hasta el otro niño, tratando de que no lo escuchará el vecino y mucho menos sus padres.

Cuando rozó el hombro del otro niño, este se echó para atrás atemorizado, nunca nadie se le había acercado, ¿qué se supone que le diría? ¿Cómo se lo podía decir?

—¡Hola! Mi nombre es Jimin, un gusto —sonrió mostrando su diente chueco el pequeño de diez años ante el pálido—, ¿cuál es tu nombre "Suga"?

El pálido chico entró en pánico, no podía decirle su nombre y se aguardaron sus ojos. Abrió su boca intentando hacer sonar algo, pero sus cuerdas vocales estaban demás desgastadas por lo que lo único que sintió fue dolor y ni siquiera pudo vocalizar una sola sílaba. Agachó su mirada deprimido.

El pequeño cachetón se preocupó por el niño bonito, y lo abrazó.

—Tranquilo, si quieres no me digas, pero quiero ser tu amigo... Podemos ser amigos. ¿Cierto?

Suga, a punto de asentir respingó como un gatito saltando en su lugar, cuando su padre Jin salió hacia el patio, corriendo en su dirección apartando lo del adorable y regordete chico.

—¡Aléjate de él! ¡No le hagas daño!

Jin dijo abrazando a su pequeño de once años.

Al oír tal alboroto, Hoseok, el padre de Jimin, salió junto a Jisoo — su esposa— preocupado, preguntó que era lo que sucedía.

—Este mocoso estaba a punto de hacerle daño a mi pequeño, les dije perfectamente que no lo quería cerca de mi niño y mucho menos que lo moleste porque no pueda hablar.

Nuestro pequeño Jimin era inocente pero no tonto, en cuanto escuchó que el niño no podía hablar sé acordó de algunas palabras que su prima Jennie le había enseñado por medio del lenguaje de señas. Aprovechando la distracción por el borlote de los adultos se acercó al pálido quien se escondía detrás de su padre.

"Hola, no sé mucho señas, pero se poco hablar, y mover manos"

Intento mover sus manitas lo mejor que pudo, lo bueno es que Suga le entendió y sonrió un poco por las pequeñas equivocaciones del chiquillo.

"Hola, mi nombre es Yoongi"

Empezaron a mover sus manitas comunicándose entre los dos y riendo por las equivocaciones de uno de los dos, después de unos minutos los adultos dejaron de discutir y observaron a los niños por su repentino silencio. Seokjin quedó sorprendido el como su hijo lograba comunicarse sin problemas con el otro niño y sonrió disculpándose con la familia invitándolos a una cena.

Siguieron días, semanas, meses, e incluso años que mantuvieron esa amistad, hasta el día en que Jimin le dió de regalo a Yoongi un pago. No un pago cualquiera, si no que el juntó todos sus ahorros para la cirugía de Yoongi, para que pudiese volver a hablar.

"Tengo miedo... Pero quiero hablar y decirte algo y que me puedas escuchar".

"Lo sé, también quiero escucharte".

Después de unas horas, eternas para un joven de mejillas rellenitas, lo dejaron pasar a la habitación a ver a su mejor amigo en ese entonces.

—Hola...

El otro chico sonrió, no podía hablar aún porque era reciente pero, hizo señas hacia Jimin para que se acercara.

Éste hizo caso a su petición y se sonrojó al sentir los labios del pálido contra los suyos. Una vez se separaron Yoongi gesticuló con sus labios una pequeña frase mientras liberaba un par de lágrimas.

"Te amo, gracias"

—También te amo Yoon.

Y lo volvió a besar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro