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Aquel hombre de una estatura alta se encontraba sentado en la silla de su oficina. Eran altas horas de la madrugada, unas horas atrás había tenido una charla con uno de sus superiores.

Escuchar aquellas palabras le dieron un golpe de realidad desde que realizó su servicio militar y una vez lo dieron de baja empezó a trabajar en la marina simple pensó que todo iba a ir bien, nunca tuvo ningún problema.

Y esperaba que así siguiera hasta que se pudiera jubilar, no había trabajado tan duro únicamente para sí, sino por sus hermanas y su madre.

Sabía que ahora no tenía mucho que preocuparse porque sus hermanas ya eran grandes y tenían un trabajo estable y ellas podían ahora apoyar económicamente a su madre.

Y él tenía dinero suficiente para poder vivir tranquilo y cómodamente, pero aun así su trabajo era lo único que lo mantenía ocupado.

Jungkook se encontraba sentado en aquella sala de juntas donde uno de sus superiores lo había citado; tal vez le iban a dar otra misión para él y su equipo.

Pasaron unos minutos y la puerta fue abierta. Se puso de pie, cuando se dio cuenta de que era el superior Kim.

──Buenos días, general Kim──. Lo saludo educadamente. 

El generar Kim, le regaló una sonrisa e hizo una seña para que tomara asiento. ──Se que no te gusta andar con rodeos y además hoy necesito llegar temprano a mi casa──, se acomodó en la silla frente de Jeon.

Jeon se acomodó derecho en su asiento y prestó sumamente atención a las palabras que dirá el señor Kim. 

──Se lo que te pediré es algo muy fuera de lugar y más que sea dentro de la base, pero a mi hijo menor, le gusta mucho──. El menor se ha confundido al escuchar las palabras del hombre mayor, eso no era nada lo que se esperaba que le dijera el generar. ──Me gustaría que le dieras una oportunidad a mi hijo, está tan ilusionado contigo y no me gustaría verlo triste solo por no poder tener al hombre del cual está enamorado──.

 ¿Enamorado? Si apenas lo había visto unas dos veces y nunca habían cruzado ninguna palabra, ese mocoso solo era un mimado que no sabía lo que quería.

──Señor, no quiero que usted piense que soy un grosero o algo por el estilo, pero su hijo tal vez está equivocado, no puede enamorarse de un hombre cómo yo, además nunca hemos establecido una conversación para que él llegase a esa conclusión──. Estaba un poco nervioso, no quería ofender al generar y con ello tener una sanción. 

La mirada del señor Kim se volvió sería y Jeon supo que todo se fue al carajo. ──Sargento Jeon, creo que usted no está entendiendo, esto ya no es un favor que estoy pidiendo de mi parte, es una orden──. Dicho esas palabras, se paró de la silla. ──Sí, todavía quiere conservar su puesto, espero que acepte la petición que le pedí. Le doy este fin de semana para pensarlo bien, espero el lunes la respuesta──, salió de la sala dejando solo a Jungkook.

Ahora no era momento de pensar en ello, tal vez mañana seguiría haciéndolo, ahora tenía que ocuparse de sus muchachos que estaban por llegar a la base después de un entrenamiento excesivo.

Era domingo por la mañana y la familia Kim se encontraba sentados en la mesa tomando su desayuno.

Todos se encontraban en silencio, desayunando cómodamente. Siempre que tomaban sus comidas, nunca se hablaba en la mesa, a menos que su padre fuera el que iniciara la conversación.

──Taehyung──. El señor Kim llamó a su hijo menor.

Kim, menor, alzó su mirada de su plato para prestar toda su atención a su padre. ──¿Sí?──, lo miró con una sonrisa.

El señor Yun-Sang le regaló una dulce sonrisa a su pequeño. ──El día de mañana tienes que ir a la base, tal vez tengas una oportunidad con Jeon──. Le avisó con tanta confianza. 

Taehyung se paró de la silla, ──¿De verdad, papi?──, preguntó con emoción.

──¿Alguna vez te he mentido?──, le contestó con otra pregunta.

Salto de emoción y se acercó abrazarlo por el cuello, ──muchas gracias, papi──dejó un beso en la mejilla de su padre. ──Estoy tan feliz, me voy a mi cuarto a buscar la ropa adecuada para mañana──. Se fue dejando su comida sin terminar.

Namjoon, el hijo mayor de los Kim, miró a su padre y este solo le regaló una sonrisa.

──Padre, yo también me tengo que retirar, tengo una junta importante en menos de una hora──. Dicho eso, se paró y salió de la casa en menos de cinco minutos. 

Al día siguiente, un nervioso Taehyung se encontraba sentado en el sofá de la oficina de su padre. Esperando a que Jungkook fuera a dar su respuesta.

Sabía que él debía haber pedido una oportunidad a Jeon para enamorarlo, pero su padre lo quería ayudar para que fuera feliz y solo le estaba dando un pequeño empujón con esta situación. Estaba agradecido con él.

No pasaron ni cincuenta minutos para que la puerta fuera tocada y después de que fue abierta por la puerta entró aquel hombre alto que tal vez próximamente sería su novio.

──Sargento Jeon, ya lo estaba esperando──. Se puso de pie el generar Kim para acercarse a Jeon. ──Entonces, ¿cuál es su respuesta?──, preguntó directamente. 

Los ojos azules del sargento Jeon miraron al joven que se encontraba sentado en aquel sofá y podía notar los nervios de ese mocoso. 

Miró de nuevo a su superior y solo dijo una simple palabra: ──aceptó──. Contestó con una seriedad muy grande.

El rubio se puso de pie y caminó hacia Jeon, quien no bajó la guardia ante los movimientos del menor.

──Gracias por aceptar salir conmigo, Sargento Jeon──. Se alzó de puntas para poder dejar un pequeño beso en la mejilla del mayor. 

Asistiendo con la cabeza, Jungkook sabía que de ahora en adelante viviría en una montaña rusa con aquel niñito Kim, quien ahora sería su pareja, y sabrá Dios cuánto tiempo. 

──Bueno, no se queden ahí, salgan a dar una vuelta o vayan a tomar un café──, les dijo el señor Yun-Sang.

La mirada de Jungkook se dirigió al hombre mayor y negó con su cabeza. ──Solo les pido que en horas del trabajo no podemos salir, tal vez cuando tenga mis días de descanso podré encontrarme con el joven Taehyung, pero no por estar saliendo con alguien voy a dejar en descuido mi puesto de trabajo ──. Les explicó con seriedad.

Taehyung llevó la mirada a su padre y asintió. ──Creo que Jungkook, tiene razón, padre ──, sabía que era lo correcto. ──Yo puedo esperar a su día de descanso, por lo que no hay problema──. Contestó con nerviosismo.

──Está bien, entonces pónganse de acuerdo para su encuentro──. Les dijo para después acercarse a Jungkook y extender su mano. ──Haz feliz a mi hijo y cuídalo como si fuera tu vida, es lo más valioso que tengo ──. Dichas esas palabras, estrechó sus manos.

Jeon, sabía que esas palabras eran más bien una orden. Tal vez cuando estuviera a solas con Taehyung, podría dejar claro algunas cosas y establecer algunas reglas si quería que su relación funcionara.

Aunque a él le daba igual si dicha relación terminara en menos de tres meses.

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