🌻Punto 10🌻

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Seokjin estaba a punto de expulsar fuego por la boca.

Había tenido un día realmente malo. ¿Qué digo malo? Pésimo, horrible, desastroso, de esos en los que parece que el universo conspira en tu contra porque absolutamente todo lo que haces te termina saliendo de la forma equivocada.

Y no, en esta ocasión su estrés no se debía a algo similar como lo que había ocurrido aquella vez que tuvo que hacer horas extra y un niño le lanzó su cena encima.

Este caso era completa y absolutamente diferente, y desgraciadamente para él, también era peor.

Todo comenzó desde la noche anterior. Como sabéis, las clases a las que asistía se impartían a partir de las 8:00 p.m, debido a que estaban diseñadas exclusivamente para  trabajadores, por lo que exactamente a tal hora, el pelinegro se encontraba sentado en su pupitre esperando a que iniciara la lección.

¿Pero adividad qué?

Resulta que ese día en específico, los estudiantes debían entregar un proyecto que había sido orientado con antelación, y ok, hasta ahí no hubo ningún inconveniente.

El problema llegó cuando el profesor le pidió a Seokjin el suyo y nuestro protagonista contestó: "¿Qué proyecto?"

Lo había jodidamente olvidado.

Literal, no era que lo hubiera hecho y se le hubiese quedado en casa o algo por el estilo; simple y llanamente su cerebro había eliminado por completo la existencia de dicha tarea, y por ende, no pudo cumplir con ella.

Pero entendedle, entre su trabajo, el resto de asignaturas, la constante preocupación de Namjoon con su brazo y las cosas del hogar, tenía suerte de todavía recordar su nombre y fecha de nacimiento.

Afortunadamente, el profesor fue indulgente con él, y tras escucharle rogar una y otra vez, le dio la oportunidad de entregárselo el día después.

En resumidas cuentas: debía hacer en menos de 24 horas un trabajo que llevaba semanas orientado.

Esa madrugada el pelinegro y el señor café se hicieron más íntimos que nunca.

No durmió hasta llegadas las cinco, a pesar de las réplicas de su novio, y a las seis y media tenía que levantarse para ir a su empleo.

Arribó a la cafetería dos horas después porque tanto era su cansancio, que ni siquiera reaccionó, como era costumbre, ante el sonido de la alarma y se quedó dormido.

Entonces comenzó lo que se conoce como "efecto bola de nieve".

La llegada tarde hizo que un ceño fruncido de proporciones épicas apareciera en el rostro del jefe, y el agotamiento consiguió que su rendimiento fuese completamente inefectivo.

Accidentalmente rompió al menos cinco vasos de cristal, entregó mal el cambio a tres mesas porque se encontraba más centrado en no desmayarse que en ofrecer un buen servicio, y por si fuera poco, una bolsa de basura se le cayó de las manos cuando estaba a punto de salir a tirarla fuera, lo cual trajo consigo que un montón de desperdicios inundaran parte de la sala de trabajadores.

¿Y sabéis cómo terminó todo esto?

Con un Seokjin despedido.

Sus ojitos se cerraban del sueño, había perdido su trabajo, y cuando llegó a casa en la tarde, la encontró completamente sola porque Nam tenía cita con el doctor para que finalmente le quitaran el yeso, cita que se extendió más de lo previsto y ambos no lograron verse antes de que el pelinegro se dirigiera a la escuela.

Pudo haber empleado el rato intermedio entre su expulsión y las clases para retocar el proyecto, no obstante, terminó cediendo ante sus necesidades primarias y cayendo en los brazos de Morfeo en cuanto tuvo la oportunidad.

"Por lo menos no tendré un suspenso", pensó cuando llegó a la facultad.

Y se equivocó.

El maestro explicó que si bien no era desastrosa, la tarea estaba incompleta y necesitaba profundizar más en algunos temas. Además de eso, le quitó varios puntos como penalidad por entregarla tarde.

¡La había hecho en poco tiempo, por el amor de Dios! ¡Estaba claro que la calidad no sería la máxima!

No obtuvo un cero patatero, pero sí un reprobado que afectaría su promedio general.

Para colmo de males, el único reloj de muñeca que tenía, se había roto, aunque la causa seguía siendo un misterio, y como cúspide de su mala suerte, una de las asas de su mochila había cedido ante el peso de los libros, terminando por descoserse y causando con ello que el pelinegro tuviera que cargar la bolsa como si de un bebé se tratase durante todo el viaje de regreso.

Es así como llegamos al momento actual, donde Jin forcejeaba con las llaves de la entrada del edificio para poder acceder al interior.

- Cerradura de mierda, ¿tú también quieres joderme o qué? - Maldijo por lo bajo después de llevar varios minutos en una intensa batalla con el cerrojo,  y justo en ese instante, escuchó el click que indicaba que finalmente la puerta había sido abierta.

Entre fuertes pisadas empezó a trazar su camino hacia el departamento, y mil palabrotas más se le escaparon de la boca al ver como el cartel de "Estropeado" parecía ser ya una parte oficial del ascensor.

Definitivamente la comunidad de vecinos tenía que ponerse en contacto con el personal de mantenimiento para solucionar de una vez por todas ese inconveniente.

Con cara de pocos amigos, subió las mil escaleras que tenía por delante, y por suerte no se topó con ninguna persona, o si no esta se hubiese convertido en la receptora de toda su frustración.

Bueno, sí se topó con un individuo, pero fue tras abrir la puerta del departamento y descubrir que un precioso moreno con adorables hoyuelos estaba sentado en la mesa del salón-comedor revisando algunos papeles, aparentemente referidos al trabajo.

Inmediatamente, el castaño alzó la cabeza y sonrió, poniéndose de pie y levantando su antebrazo izquierdo en alto, agitándolo levemente para demostrar que este ya no estaba cubierto por una escayola llena de dibujos y mensajes.

- Nene, por fin llegas.

La única respuesta que recibió fue un portazo.

Jin entró sin dirigirle ni una palabra, y depositó con dejadez su mochila, o mejor dicho, lo que quedaba de ella, sobre una silla, para acto seguido avanzar hasta la cocina.

No se encontraba molesto específicamente con Namjoon, sin embargo, en ese instante no creía que nada ni nadie pudiera contrarrestar su mal humor, así que por el momento, quería estar solo.

Evidentemente el menor tenía planes diferentes, y tras ser ignorado olímpicamente, avanzó a paso rápido por el mismo sendero que él había recorrido hecho una fiera.

- Oye, ¿estás bien?¿Qué le ha pasado a tu mochila? - Preguntó recostándose contra el umbral del arco de la cocina, y por segunda vez, el más bajo hizo como si no hubiera escuchado absolutamente nada. En cambio, abrió con fuerza el refrigerador y sacó una botella de agua - Hey, estoy hablando contigo - Y nuevamente, los oídos del mayor parecieron ser sordos ante la frase contraria.

Seokjin agarró un vaso de uno de los estantes, y comenzó a verter el contenido del pomo dentro del mismo. Se mantuvo en ese proceso hasta que una mano ajena apresó uno de sus brazos con fuerza, causando que desviara la atención del recipiente y se enfocara en los dedos que se envolvían alrededor de su bícep.

Lentamente, fue subiendo la vista desde la unión de sus cuerpos hasta los ojos del menor, y descubrió que el entrecejo del más alto estaba arrugado en una mueca que si bien parecía ser de preocupación, dejaba entrever un poco de enfado.

- Suéltame - Exigió.

- Oh, así que tienes lengua. Ya pensaba yo que te habías quedado mudo - Contestó sarcásticamente, y el pelinegro rodó los ojos, dirigiéndole acto seguido una mirada asesina.

- He dicho que me sueltes, Namjoon - Intentó zafarse, pero el nombrado solo reforzó su agarre.

- No hasta que me digas qué cojones está pasando contigo.

- Por si no ha quedado claro, no tengo ganas de hablar ahora. Así que agradecería que me dejaras en paz - Tiró un poco más fuerte y esta vez sí consiguió librarse, por lo que avanzó un par de pasos en retroceso tratando de que Nam no volviera a sujetarle.

- ¿Se puede saber qué bicho te ha picado? Solo te he preguntado si estabas bien y ahora me estás mirando como si quisieras darme un puñetazo - Soltó con incredulidad.

- ¿No tienes ojos o qué? - Escupió - ¿Crees que estoy bien? ¿Eh? Mírame, y dime si jodidamente te parece que tengo ganas de hacer una fiesta.

- ¿Quieres dejar de ser un imbécil por un maldito segundo y decirme, oh, no sé, qué es lo que te pasa? Tal vez pueda ayudar...

- ¡No puedes ayudar! - Toda la paciencia que había tratado de mantener, desapareció, y por el contrario, dio inicio a lo que pareció un interminable número de gritos alterados -  ¡No puedes ayudar porque no eres un maldito súper héroe, ¿vale?! Tal vez seas un prodigio en tu trabajo, el chico perfecto que lo hace todo bien, ¿pero sabes qué? No todos somos igual de increíbles. Algunos somos unos imbéciles que olvidamos jodidos proyectos, pasamos la noche en vela y perdemos el trabajo, ¿para qué? ¡Para al final obtener un jodido suspenso!

- ¿Te han despedido?

- ¡Sí! - Exclamó agitando sus palmas en el aire con frustración - ¡Me han despedido porque soy un idiota que no puede hacer varias cosas a la vez! Y sinceramente, ya he tenido suficiente con mi jefe, mejor dicho, mi exjefe y mi puto profesor como para que también vengas tú a tocarme las pelotas. ¿Así que por qué no te vas a la mierda y me dejas jodidamente en paz?

La punzada amarga de arrepentimiento no esperó ni un segundo para hacer acto de presencia y comenzar a esparcirse por todo su cuerpo.

Se había comportado como un idiota de marca mayor con quien menos tenía que hacerlo y no era algo por lo que se encontrara orgulloso.

Por muy alterado que estuviera, no existía razón para tomarla con alguien completamente ajeno a los motivos de su furia, y muchísimo menos con Namjoon, la única persona que en ese momento estaba tratando de entenderlo.

Simplemente tenía demasiada ira acumulada, y por desgracia, terminó descargando todo el veneno en el hombre equivocado, aún cuando no llevaba ni siquiera veinte minutos compartiendo espacio con él.

Ahora, para rematar el día de mierda, había provocado además una absurda pelea con su chico, cuando lo que realmente quería era que este lo abrazara y consolara hasta que se quedasen dormidos.

Pasó dos dedos por sus sienes, intentando aliviar el repentino dolor de cabeza, y automáticamente trató de dar inicio a una disculpa, aunque sabía que con palabras no solucionaría las cosas.

- Nam, lo siento, sol- El moreno levantó una mano, mostrando la cara interior de esta en un gesto de "cállate" y cuando Seokjin alzó la vista, que vio la mandíbula de su novio apretada, solo fue capaz de pensar "Joder, joder, joder".

- Ve a ducharte, y cuando termines, ven al salón, te voy a estar esperando.

Sin más, se dio la vuelta y salió de la habitación.

"Está cabreado, y un Namjoon cabreado no significa nada bueno."

- Genial, ahora no solo estoy desempleado y suspenso, encima la he cagado con él también.

Quince minutos más tarde, emprendió, justo como el castaño le había pedido, rumbo fuera del baño, y se dirigió a la sala, ensayando mentalmente el discurso de perdón que había preparado previamente bajo el agua de la regadera.

Pero si bien esperaba encontrar a un Namjoon sexy y furioso, de brazos cruzados y ceño fruncido, lo que lo recibió fue todo lo contrario.

No me malinterpretéis, el chico seguía viéndose caliente como siempre, aunque estuviera usando pijama, sin embargo, en vez de aparentar enfado, lucía extrañamente apacible sentado sobre el sofá grande, a pesar de que un ápice de irritación fuera medianamente perceptible en su cara, y en la mesita de café, habían dos copas de cristal al lado de una botella de vino.

- ¿Estás más tranquilo? - Le preguntó al pelinegro sonriendo levemente.

- Un poco... ¿Qué es todo esto? - Hizo una seña hacia la mesa y fue avanzando lentamente con desconfianza, confundido con el repentino cambio de ambiente.

- Ahora usted y yo, señorito, vamos a tener una charla. Me vas a contar absolutamente todo lo que te ha pasado hoy. Hablar, no ladrar. Y no es una pregunta - Advirtió cuando Jin estuvo a punto de quejarse, y acto seguido, dio un par de palmadas en el lugar libre a su lado - Ven aquí.

Así que, con un puchero digno de niño pequeño, el mayor terminó sentándose en el asiento junto al castaño, quien automáticamente posicionó un brazo detrás de sus hombros y besó cariñosamente su mejilla.

- ... Y sinceramente no puedo creer que me despidiera por eso. Es decir, llevaba más de un año trabajando ahí, y durante todo ese tiempo mi trabajo había sido excepcional. ¡La semana pasada hasta me dijo que estaba pensando en darme un aumento! ¡¿Y ahora me despide así como así?! Es verdad, tuve un mal día, pero pudo haber sido un poquito más comprensivo, joder.

Definitivamente, Namjoon era como un fantástico té relajante para Seokjin.

A ver, cierto era que el mayor no estaba en modo "Ositos cariñositos", sin embargo, de querer morderle la cabeza a todo el que se le cruzara por el frente, a estar simplemente frustrado y lanzando palabrotas cada dos por tres, había un largo trecho, y eso se debía a nada más y nada menos que todo el empeño que cierto moreno había puesto para bajarle los humos.

Bueno, tal vez también tuviera algo que ver el hecho de que, mientras el menor había conservado un único trago, el pelinegro bebía directamente de la botella, como todo un borracho desahuciado que decide ahogar sus penas en alcohol…

¡Pero hey! La idea de darle de beber había sido de Nam, así que nadie tenía el derecho de quitarle el mérito.

Claramente ebrio, Jin había pasado de sentarse apropiadamente en el sofá, a estar a horcajadas sobre los muslos contrarios, balbuceando todo tipo de groserías, y alguna que otra frase incoherente (debido al propio vino) que Namjoon no podría haber comprendido a menos que tuviese algún tipo de aparato que le permitiera descodificar mensajes encriptados, así que si el mayor estaba hablando de algo importante como un plan para dar un golpe de estado, el más alto no se había enterado de absolutamente nada.

Y de veras que la labor que se encontraba desarrollando el pobre chico era digna de admiración, sobre todo teniendo en cuenta que, a pesar de que el pelinegro optó por quitarse su prenda inferior y quedarse en calzoncillos, él no apartaba la mirada de su rostro.

El mayor, inconsciente de que prácticamente se estaba refrotando contra el cuerpo contrario, no paraba de quejarse y quejarse, de todo y de nada a la vez, golpeando un horripilante aliento alcohólico contra la cara de su chico y tomando tragos ocasionales (bastante ocasionales, de hecho) de lo que, inducido por los efectos del licor, decidió nombrar como "juguito mágico".

Magia estaba haciendo Namjoon para prestar atención y no tener una erección.

- … Ahora, encima de todo, tendré que buscar un trabajo nuevo. Y en unos días tenemos que pagar las facturas de la electricidad, y el gas, y la cotización de la vecindad… ¡Mucho que cobran todos los meses para los gastos comunes del edificio, pero aún no arreglan el ascensor! ¡Si es que yo lo dije, Nam! "¡No votemos por Kangson como presidente de la junta de vecinos, que no es de fiar!"

- Se llama Kyungsoo, y tú lo propusiste como presidente, nene - Los ojos del pelinegro se abrieron desmesuradamente, aparentando estar a punto de salirse de sus órbitas. Con un dedo, se señaló a sí mismo y preguntó:

- ¿Yo?

- Tú.

- …

- …

- …

- …

- ¡¿Se puede saber qué haces hablando mal de mi candidato, Kim Namjoon?!

- ¡Pero si has sido tú!

- ¡¿Yo qué he hecho?!

- ¡Hablar de Kyungsoo!

- ¡¿Quién es Kyungsoo?!

- ¡El pre- El moreno interrumpió la frase, probablemente al darse cuenta de que estaba tratando de hacer entrar en razón a una persona con una cuantiosa dosis de alcohol en sangre, y tras ello suspiró, sonriendo levemente debido a la absurdez de la situación - Olvídalo, da igual.

Jin le observó como si tuviera un cadáver frente a sus ojos.

¡Namjoon no dejaba de decir disparates! Definitivamente su hombre y las bebidas no combinaban, o eso era lo que decía su ebrio cerebro, cerebro que decidió superar a la velocidad de la luz el irrelevante problema con el jefe de la comunidad y continuar divagando sobre los inconvenientes del día y otros temas asociados.

- Nam, ¿Crees que debería dejar la universidad? - Preguntó con una mueca triste, haciendo uno de sus característicos pucheros involuntarios y poniendo ambas manos sobre los hombros del menor, quien, ante semejante pregunta, quedó completamente alarmado.

- ¿Qué? Claro que no, Seokjin. Ni siquiera lo pienses, y mucho menos creas que yo te dejaría hacer esa locura.

- ¡No es una locura! - Chilló con tono infantil - Estoy hablando en serio, Namjoon. Está claro que me cuesta llevar la carrera y un trabajo a la vez. Si estudio mucho no rindo bien en un empleo, y si no lo hago, no rindo bien en la carrera. De alguna forma, termino perdiendo una de las dos cosas.

- Entonces deja de trabajar - Declaró como si fuera lo más obvio del mundo, y el pelinegro, luego de poner sus ojos en blanco, contestó:

- ¿Eres tonto? ¿Y de qué voy a vivir, genio? ¿Quieres que vaya pidiendo limosna por ahí?

- No tienes que pedir limosna, y lo sabes. Gano suficiente para mantenernos a los dos mientras tú estudias, nene.

- No pienso depender de ti. No, no y no - Comenzó a negar repetidas veces con la cabeza como si estuviera teniendo una rabieta - Somos una pareja, y acordamos desde el principio que nos repartiríamos los gastos a medias. Además, ¿sí recuerdas que la universidad también hay que pagarla, cierto? Incluso si aceptara que te encargaras de las cuentas por aquí, no sería capaz de dejarte hacer eso. Ni hablar.

- Nene, lo digo en serio. Si nos acomodamos un poco y reducimos gastos, puedo perfectamente dar a basto con todo, y aún nos quedaría dinero. Sabes que tengo una cuenta con ahorros.

- ¡No vas a gastar tus ahorros en mí! - Chilló escandalizado.

- Sinceramente, no se me ocurriría mejor forma de usarlos. Es más, incluso si no quieres aceptar mi ayuda de gratis, cuando te gradúes y comiences a ejercer como diseñador podrás devolvérmelo todo.

- Ja, como si tú fueses a aceptar el dinero de vuelta - Señaló entrecerrando sus orbes, y el castaño únicamente se encogió de hombros.

- Opciones hay de sobra, nene, pero dejar de estudiar no es una de ellas. Y si tanto odias la idea de que yo te apoye, siempre puedes pedir un préstamo en el banco y devolverlo después. Aunque sinceramente, no entiendo por qué tanto rechazo a que te deje el dinero que te hace falta. Espero que no sea por orgullo.

- Claro que no, no es eso - Apartó la mirada - Es solo que… No quiero que me dejes.

Una curva profunda, de absoluta incomprensión, se instauró entre las cejas del menor.

- Disculpa, ¿qué?

- Que no quiero que me dejes…

- Sí, esa parte la he escuchado. Lo que no entiendo es a qué viene eso - Puntualizó y el mayor dudó unos instantes sobre lo que debería decir, sin embargo, luego de dejar escapar aire con pesadez, terminó decidiendo no andarse por las ramas y expresar aquello que, aunque no se hubiera atrevido a decirlo en voz alta, le llevaba preocupando todo el día.

Y de más está decir que esa repentina valentía se debió en un 50% a su "juguito mágico".

- Namjoon, soy un desastre - Afirmó como si así lo explicara todo - Tengo 28 años y no he logrado nada. Y ahora ni siquiera trabajo. Sinceramente, no me sorprendería en lo absoluto que te hartaras de mí y me dejaras por alguien que fuera estable y no un maldito desorden como yo. Soy mandón, caprichoso, infantil y no le agrado a tu mamá. Si ya de por sí no paro de dar problemas, no me imagino el infierno que sería de tu vida si encima de eso tuvieras que mantenerme también… Joder, inclusive, hace una hora te armé un escándalo sin razón. No sé por qué aún me aguantas, soy un novio horrible…

De repente, se sumieron en completo silencio.

Jin aguantaba la respiración (Aunque no se hubiera percatado de ello), y el castaño le observaba fijamente, sin decir una palabra, provocando que parte de la relajación que el licor le había proporcionado al pelinegro se disipara y en su lugar, el nerviosismo le carcomiera.

En ese momento, solo pudo pensar que tras todo el discurso, el menor había reflexionado y terminado dándose cuenta de que él tenía razón, así que, por mucho que le doliera siquiera imaginarlo, ya se estaba preparando para recibir un "Es verdad, deberíamos terminar esto de una vez".

Sin embargo, la respuesta contraria le resultó totalmente sorpresiva, aunque, y valga la redundancia, no le hubiese sorprendido en lo absoluto de haber estado sobrio.

- Mira, voy a hacer como si no hubiera escuchado eso porque estás borracho - La voz de Namjoon salió amarga, como si se estuviese colmando su paciencia, y, sobre todo, se escuchaba principalmente… ¿Ofendida?

- ¿Eh?

- Seokjin… Yo… - Se detuvo momentáneamente, sosteniendo entre dos dedos el puente de su nariz - No sé ni qué contestar. ¿Te he hecho sentir así alguna vez? ¿Como si no te quisiera lo suficiente? ¿Como si pudiera dejarte cuando estuvieras pasando por un momento duro simplemente porque todo se volviera más difícil? Joder, porque si lo he hecho, entonces el que es un novio de mierda soy yo - Volvió a parar, probablemente reflexionando acerca de sus próximas frases, y situó ambas manos en la cintura del pelinegro, apretando un poco - Estoy enamorado de ti, Jin. Pero no enamorado de decirlo y ya está, enamorado al punto de que nos imagino juntos de viejitos, abrazados frente a una chimenea y con un tazón de galletas con chispas de chocolate que no podríamos comer porque nos faltarían todos los dientes - Sonaba tan crudamente sincero, que algo dentro del estómago de Jin comenzó a removerse. Ahora, no sabía si se trataba de las famosas mariposas, o si solo quería vomitar producto a todo el vino - Me gustas así, con todo eso que dices que es malo. Y perdona si no lo estoy demostrando bien, pero esto no es una cosa temporal, nene. No me voy a hartar solo porque todo se ha complicado, ni te voy a dejar por perder un maldito trabajo. En los momentos buenos es fácil para cualquiera quedarse, pero yo quiero quedarme contigo en los malos también, y ayudarte, y apoyarte, y hacer todas las jodidas cosas que necesites, incluso si eso incluye escucharte mandarme a la mierda sin razón y luego tener que darte un litro de alcohol para que estés más calmado - Se encogió de hombros nuevamente, con esa expresión de que algo es demasiado obvio - Solo porque te amo. No hay más explicación.

No, no eran náuseas causadas por la bebida lo que se había instaurado en el centro se su panza, de su pecho y, joder, de todo su maldito cuerpo, era la conmoción que aquellas palabras le habían provocado.

Incluso estando ebrio, no había manera de librarse de todas las sensaciones abrumadoras que Namjoon despertaba en él.

Tampoco quería, de todas formas.

Porque Jin también lo amaba, y también quería estar ahí siempre, en las buenas y en las malas, por muy cliché que sonara.

- Nam, tú… Eres una persona horrible - El mencionado alzó una ceja e hizo una mueca, completamente descolocado.

- Ehmm… Vas a tener que explicarme cómo todo lo que te acabo de decir te ha llevado a esa conclusión.

- ¡Eres una persona horrible porque me has dicho lo más bonito que he oído en toda mi vida mientras estoy borracho! ¡¿Qué pasa si no me acuerdo bien mañana?! ¡¿Y si me desmayo, me doy un golpe en la cabeza y lo olvido todo?!

El castaño no contestó inmediatamente, simplemente se limitó a mirarle a los ojos y dejar que una sonrisa lenta y perezosa, de completa ternura, se deslizara por sus labios.

Acto seguido, sostuvo las mejillas del pelinegro y, tras apretujar ligeramente la suave carne entre sus dedos, dejó un beso casto sobre su boca.

- Entonces, para que no se te olvide, me encargaré de recordártelo cada día.

Jin percibió los primeros efectos de una horrible resaca luego de que aquel odioso rayo de sol le diera directamente en la cara e interrumpiera su sueño.

Abrió los ojos e instantáneamente, sintió lo que pareció ser un taladro penetrando su cerebro, también conocido como dolor de cabeza producido por el consumo excesivo de alcohol.

Y por si esto no era suficiente, la acidez que se expandía por toda su garganta le recordó que no era en lo absoluto un buen bebedor.

Poco a poco, y a medida que se fue espabilando, pequeños fragmentos de la noche anterior regresaron a su mente como si de partes de un puzle se trataran, y no pudo evitar que un suspiro escapara de sus labios al rememorar cuán horrible había sido el pasado día, al menos en su mayoría.

En movimientos letárgicos, avanzó por la gran y vacía cama hasta acercarse a la mesita de noche, para comprobar la hora en el pequeño reloj que ahí se encontraba.

Descubrió que eran las 10:15 a.m, hora a la que nunca solía despertarse a menos que fuera domingo, y no solo eso, además notó un vaso de zumo, una pastilla y un pequeño post-it con una nota que, a juzgar por la caligrafía, era obviamente de Namjoon.

Buen día nene, espero que hayas dormido bien.
Perdón por no despedirme, pero no quería despertarte :(
Eso sí, te llené de besitos sin que te dieras cuenta porque te veías demasiado adorable y yo soy un hombre débil :'v
El desayuno está listo, y antes de que enloquezcas, hice un pedido. Tu querida cocina está sana y salva.
También te dejé jugo de naranja y un ibuprofeno en la mesita para que te lo tomes ahora mismo (intuyo que estás leyendo esto recién despierto). Me apuesto lo que sea que te debe doler la cabeza un montón.
No hagas nada por hoy, solo descansa y relájate para variar, porfa.
Te amo ♡

Pd1: En cuanto llegue vamos a terminar de discutir el asunto del dinero, ni pienses que se me ha olvidado o que se va a quedar así.

Pd2: Ya lo dije, pero creo que me vi muy mandón en la postdata uno, así que lo repito: Te amo ♡

Diez minutos después, el pelinegro se dijo a sí mismo que tenía que dejar de releer una y otra vez el mensaje, o al menos debía cambiar esa expresión de idiota en su cara.

¡Pero es que Namjoon era demasiado tierno con él!

Le resultaba todo un reto dejar de fantasear y sonreír por el castaño cuando este tenía ese tipo de detalles.

Más hombres así en el mundo, por favor.

Evidentemente, el mayor no pretendía deshacerse del trozo de papel, así que abrió el cajón de la propia mesita de noche, sacando su clásica agendita de Yu-Gi-Oh para introducir entre las páginas la nota y asegurar así que no se perdiera.

Sin embargo, una cosa llevó a la otra, y como todos sabéis, en dicha libretita yacía escrita una curiosa lista que, durante los últimos meses, había sido algo así como el reto personal de Seokjin.

Realmente, las pasadas semanas fueron tan atareadas para él, que ni siquiera había chequeado el listado, y por ende, no había eliminado ningún nuevo punto.

Así que, seguro de que en todo este tiempo Namjoon habría cumplido con algún parámetro, comenzó a revisar lo que le faltaba por marcar.

Bingo.

🌻Que te comprenda y apoye cuando estés irritable por algún motivo.

Era más que obvio que ese parámetro tenía que ser tachado inmediatamente. Es decir, hacía menos de 24 horas Jin había llegado a casa alterado y molesto con la vida, incluso se comportó como un grosero de primera con Namjoon.

¿Y qué recibió a cambio? ¿Regaños y gritos de reclamo?

No, recibió atención, caricias y las palabras más hermosas que le habían dicho en toda su maldita existencia.

Ah, y una cantidad excesiva de vino, pero no nos fijemos en esas pequeñeces.

En definitiva, la noche anterior, su chico se esforzó por comprender su molestia antes de juzgarla, y una vez lo hizo, se dedicó a darle todo el apoyo moral que necesitaba.

Ni siquiera tuvo que pensarlo dos veces antes de agarrar un bolígrafo y "redecorar" el listado.

Pero primero se tomó el ibuprofeno, porque, joder, de veras que le dolía la cabeza.

💙¿Existe un novio así?💙

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ d̶̶a̶̶r̶̶ b̶̶e̶̶s̶̶o̶̶s̶̶ a̶̶ c̶̶a̶̶d̶̶a̶̶ r̶̶a̶̶t̶̶o̶̶ ̶y t̶̶e̶̶ l̶̶o̶̶s̶̶ d̶̶é a̶̶ t̶̶i̶̶ (Namjoonie sabía a mayonesa (◕‿◕✿) )

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ m̶̶o̶̶r̶̶d̶̶e̶̶r̶̶ (Que bueno que Namjoonie dejó de ir tanto al gimnasio. Se ha puesto más blandito  ◕ ◡ ◕)

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ d̶̶i̶̶g̶̶a̶̶ c̶̶o̶̶s̶̶a̶̶s̶̶ b̶̶o̶̶n̶̶i̶̶t̶̶a̶̶s̶̶ d̶̶e̶̶l̶̶a̶̶n̶̶t̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶ s̶̶u̶̶s̶̶ a̶̶m̶̶i̶̶g̶̶o̶̶s̶̶ (Namjoonie dice que no le importaría frotar mi culito :D)

⏩🌻Q̶u̶e̶ t̶e̶ c̶o̶m̶p̶r̶e̶n̶d̶a̶ y̶ a̶p̶o̶y̶e̶ c̶u̶a̶n̶d̶o̶ e̶s̶t̶és̶ i̶r̶r̶i̶t̶a̶b̶l̶e̶ p̶o̶r̶ a̶l̶g̶ún̶ m̶o̶t̶i̶v̶o̶. (No vuelvo a tomar más "juguito mágico" en mi vida ╥﹏╥ Pd: Yo también te amo, Namjoonie ♡)

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ a̶̶s̶̶u̶̶s̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ v̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ e̶̶n̶̶o̶̶j̶̶a̶̶d̶̶@ (Sustos que dan gustos ( ͡° ͜ʖ ͡°))

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶n̶̶ n̶̶i̶̶ño̶̶s̶̶ j̶̶u̶̶g̶̶a̶̶n̶̶d̶̶o̶̶ e̶̶n̶̶ l̶̶a̶̶ c̶̶a̶̶l̶̶l̶̶e̶̶ ̶y n̶̶o̶̶ l̶̶e̶̶ i̶̶m̶̶p̶̶o̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶ e̶̶l̶̶ r̶̶i̶̶d̶̶íc̶̶u̶̶l̶̶o̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶n̶̶t̶̶i̶̶r̶̶ b̶̶i̶̶e̶̶n̶̶ (¡EL FIN DEL MUNDO ESTÁ LLEGANDOOOO! XD)

🌻Que te dé detalles sin que sea una fecha importante.

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ c̶̶u̶̶i̶̶d̶̶e̶̶ ̶y t̶̶e̶̶ p̶̶r̶̶o̶̶t̶̶e̶̶j̶̶a̶̶ (Yo tampoco pude haber encontrado mejor persona. Namjoon es demasiado para el mundo)

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ v̶̶e̶̶a̶̶ d̶̶e̶̶s̶̶a̶̶r̶̶r̶̶e̶̶g̶̶l̶̶a̶̶d̶̶@ ̶y a̶̶ún̶̶ a̶̶s̶̶í l̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶s̶̶ h̶̶e̶̶r̶̶m̶̶o̶̶s̶̶@ (Si te baña, es ahí (◡‿◡))

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ c̶̶o̶̶c̶̶i̶̶n̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ t̶̶i̶̶ (¡El idiota de Namjoon me ha roto la tostadora!˚‧º·(˚ ˃̣̣̥⌓˂̣̣̥ )‧º·˚ )

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ m̶̶a̶̶n̶̶d̶̶e̶̶ m̶̶u̶̶c̶̶h̶̶o̶̶s̶̶ m̶̶e̶̶n̶̶s̶̶a̶̶j̶̶e̶̶s̶̶ c̶̶u̶̶a̶̶n̶̶d̶̶o̶̶ n̶̶o̶̶ e̶̶s̶̶t̶̶á c̶̶o̶̶n̶̶t̶̶i̶̶g̶̶o̶̶. (Tengo un don para los bailes sepzys ≖‿≖ Envidiosos los que decían que yo no sabía bailar :p)

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ j̶̶a̶̶m̶̶ás̶̶ s̶̶e̶̶ l̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶c̶̶i̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ "B̶̶u̶̶e̶̶n̶̶a̶̶s̶̶ n̶̶o̶̶c̶̶h̶̶e̶̶s̶̶, a̶̶m̶̶o̶̶r̶̶" (Nene suena mucho más bonito ◕3◕)

Holiiiiiiii

Como soy tonta olvidé decirlo ayer, pero hice un minigrupito de Whatsapp para que podamos interactuar un poco y hacer la amigación. Si alguien quiere entrar, el link está en la descripción de mi perfil ^^

Buenooooooo, espero que os haya gustado el cap. Supuestamente era bastante romántico por todo el discurso ese que da Nam, así que espero que haya resultado al menos un poquito conmovedor (?

Jin diciendo que tenía miedo de que Nam lo dejara y Nam tipo: Pero estás tonto Jin? O sea, llevas dos semanas cuidándome como bebé por mi yeso y yo voy a ir y dejarte así como así? Idiota, lo que hace el alcohol XD

Igual, como siempre espero que os haya gustado y ya el próximo es el final T-T

No por qué no quiero que se acabe XD Ojalá Jin se encontrara otra publicación pendeja y se pusiera a hacer más listas XD

Un besazo y cuidaos mucho, nos leemos prontito 😘

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