Ricky P.O.V.

Escuché sobre un traslado a Central City e inmediatamente me ofrecí a ir. Gotham era una ciudad triste y necesitaba un cambio de escenario. Joe West, uno de los mejores policías, había perdido a su compañero y yo iba a ser el nuevo. Entré en el CCPD con una nueva confianza encontrada. Me dirigí a la oficina del Capitán para ver a un hombre de aspecto más viejo frente al escritorio.

"Debes ser el oficial Ricky Grayson. Pensamos que eras un policía". Dijo el capitán.

"Bueno, no lo soy. Mi nombre es Rochelle Grayson Ricky es un apodo". Dije cruzando los brazos. ¿Por qué siempre sucedió esto?

"¡Capitán! ¡Hubo disparos cerca de Jitters!" Uno de los policías gritó abriendo la puerta de golpe.

"Trae a Allen, espero que estés listo para tu primera asignación Grayson". Asentí con la cabeza y salí corriendo agarrando mi placa y subiéndome al auto con Joe.

"Barry estará aquí en un segundo", dijo Joe cuando llegamos. Miré el cuerpo que estaba cubierto de sangre fresca. su cuello parecía morado.

"Parece que fue estrangulado y luego disparado". Una persona detrás de mí dijo. Me di vuelta y vi a un hombre de cabello castaño. "Debes ser el nuevo policía. Soy Barry Allen".

"Ricky Grayson", le dije dándole la mano.

"Bienvenido a Central. Parece que un meta hizo esto. Alguien realmente fuerte".

"Su cuello parece roto. No tiene que ser un meta. He atrapado a varias personas en Gotham que pueden romperse el cuello".

"No solo está roto. También está aplastado".

"Eres inteligente Allen", dije en cuclillas junto a él.

"Tú también eres un novato. ¿Cuántos años tienes?"

"Diecinueve, salí de la universidad a los diecisiete años. Era un niño genio". Dije encogiéndome de hombros.

"Eso es fascinante, podrías ser más inteligente que todos en los laboratorios de S.T.A.R. combinados. ¿Qué tal si te llevo allí cuando el turno está apagado?" Preguntó.

"Siempre quise conocer a la gente detrás de S.T.A.R. ¿No murió Harrison hace un tiempo?" Pregunté confundido.

"Sí, pero todavía hay algunas personas allí", dijo Barry dejando el cadáver.

"Me lo puedo imaginar", le dije con mis ojos azules en un rayo.