Capítulo 24

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Cuando JiMin despertó, el sentimiento de asfixia le golpeó con fuerza. Él abrió la boca y trató inútilmente de tomar bocanadas de aire, pero este se negaba a pasar por su conducto.

De repente, alguien le sostuvo de los brazos y en su confusión y desesperación, él trató de liberarse, mas no sirvió de nada, pues para su absoluto horror, se encontró con que no podía mover ninguna de las extremidades de su cuerpo.

—Para... -almate... -tente. —JiMin no lograba captar del todo lo que le decían, pero sabía que le hablaban.

Mirando frenéticamente alrededor, él tuvo que parpadear repetidas veces para poder aclarar su borrosa vista y una vez lo hizo, se encontró con que no tenía idea de donde estaba.

—JiMin, por favor, cálmate. Estás bien, estás bien, estás a salvo, vamos. —JiMin regresó su vista hasta la persona que le sujetaba, dándose cuenta entonces de que no era más que BaekHyun, la luna de Seúl.

—¿B-BaekHyun? —Preguntó con esfuerzo, su lengua sintiéndose pesada y su boca pastosa, sin mencionar el dolor que la acción le provocó en la garganta—. ¿Q-Qué p-pasó? —Preguntó sin aliento, deteniendo su lucha.

—Estás bien, estamos seguros ahora, Min nos rescató, ¿recuerdas? —Park dijo. JiMin no podía hacerlo.

—B-Baek, no puedo r-respirar —JiMin jadeó.

—¿Sí? Espera, dame un segundo.

BaekHyun se alejó de su vista y JiMin escuchó algunas cosas moverse, junto con cajones siendo abiertos y cerrados, antes de que el embarazado omega volviera a su lado.

—Aquí, abre la boca por favor —pidió y JiMin pudo ver que ahora llevaba guantes y había una pequeña linterna y una paletilla en su mano. Él obedeció—. Tu garganta parece estar bien —afirmó después de un rato, entonces tomó el estetoscopio en su cuello y se lo colocó, apartando su bata para colocar el diafragma en su pecho.

JiMin le vio fruncir el ceño ligeramente y él revisó su garganta una vez más, antes de dar un paso atrás.

—Voy a colocarte oxígeno y llamaré a Min, sería bueno si te hiciéramos un nuevo chequeo. Lo más posible es que esto se deba a tus costillas. Tenías fisuras en dos de ellas y otra estaba a nada de romperse —BaekHyun informó—. Haremos un chequeo interno para verificar que todo esté bien.

BaekHyun se había alejado hasta una de las esquinas de la habitación, de donde tomó el tanque mediano de oxigeno que allí había.

—Usaré una máscara, ¿bien?

—S-Sí.

BaekHyun acababa de terminar los últimos ajustes en la válvula de oxigeno cuando JungKook entró en la habitación, JiMin lo olió apenas entró, por lo que sabía era él. BaekHyun le coló la máscara.

—JungKookie —JiMin apenas y pudo formular una sonrisa al ver a su hermano, JungKook se quedó paralizado en su lugar, viéndolo con pasmo.

—J-JiMin, oh Diosa, ¡despertaste! —JungKook se apuró a su lado y BaekHyun se hizo a un lado cuando el alfa prácticamente se abalanzó sobre su hermano—. Por fin despertaste, Diosa, estaba tan preocupado.

—También me alegra verte. —JiMin suspiró alegremente, sintiéndose mejor al tener a su hermano junto a él y por el oxígeno también.

—Iré a avisarle a YoonGi-ssi que despertó, tenemos que hacerle unos chequeos a JiMin —BaekHyun avisó, no tomando en cuenta el hecho de que fue ignorado por ambos hermanos.

Alejándose, JungKook tomó el rostro de JiMin entre sus manos, notando entonces la máscara de oxígeno en su cara.

—¿Desde cuándo tienes oxígeno? —Preguntó, aunque fue más una pregunta al aire que otra cosa.

—BaekHyun me la puso, se me dificultaba el respirar bien. —La voz de JiMin todavía sonaba ligeramente jadeante—. No pongas esa cara, estoy bien, solo es un poco de ayuda para mi cuerpo.

—¿Por qué... Por qué estás bromeando con eso? Diosa JiMin, estaba tan asustado. —De repente los ojos de JungKook se llenaron de lágrimas y sus rodillas se doblaron ante su propio peso, quedando sobre estas en el suelo—. Perdón, perdóname por no haberte cuidado —el alfa lloró.

El aliento de JiMin se enganchó. —J-JungKook...

—Todo esto es mi culpa, estás en este estado por mi culpa —lamentó entre el llanto—. Ese bastardo te hizo todo eso por mí, si tan solo te hubiera cuidado mejor, si tan solo los hubiera cuidado mejor, nada de esto estaría pasando.

—J-JungKook, no digas eso, tu sabes... —JiMin apretó los labios por un segundo, pues su propia voz se cortó cuando las ganas de llorar también le golpearon—. Tú sabes que nada de esto es nuestra culpa, el único culpable fue el mal nacido de Dong SeoHyuk, fue él quien decidió hacer nuestra vida miserable.

—Pero te hizo todo esto en mi nombre, JiMin, Diosa, cómo puedo... te vi, vi todas las marcas en ti y saber que cada una de ellas es debido a mí... no puedo, JiMin.

—Por favor. —Esta vez JiMin no pudo contenerse más, el llanto se desató en él—. No te hagas esto, JungKook, no tomes la responsabilidad de algo que no hiciste.

—Pero lo provoqué —discutió el menor—. Provoqué que estés así, provoqué que casi matarán a TaeHyung, ¿cómo puedo, JiMin? ¿Cómo puedo seguir con la culpa?

Luchando por la respuesta de sus extremidades, JiMin logró movilizar su mano izquierda, haciendo una mueca cuando la intravenosa en ella se movió, mas ignorando las punzadas de dolor, él la llevó a la cabeza de su hermano y le acarició.

—Por favor perdóname por no haberte protegido, perdóname por hacer que te lastimaran. —JungKook enterró la cara en su costado y JiMin se tragó el quejido que quiso salir de sus labios cuando la acción presionó sus heridas.

—JungKook, te amo, eres mi pequeño hermano y me has cuidado desde que tengo uso de razón. —JiMin trató de controlar su llanto—. Haz hecho más de lo que debías, por mí. Tomaste el papel que yo debí haber cumplido y nunca, nunca jamás me has fallado, por la Diosa, le cortaste el cuello a alguien por mí.

Acariciando suavemente la cabeza de su hermano, JiMin no pudo evitar sonreír con nostalgia.

—Si me hubieras cuidado un poco más, viviría envuelto en papel burbuja, dentro de una caja de cristal y medio Busan habría muerto por tu mano. —Era una broma, pero algo extraño se sintió, porque de alguna forma, JiMin sabía que si se lo proponía, su hermano sería capaz de hacerlo.

—Si hubiera hecho lo que dices, entonces estarías bien. —Un escalofrío le recorrió, pues JiMin sabía que JungKook estaba siendo bastante serio.

—La cosa es, no hay nada que tenga que perdonarte, al contrario, soy quien debería pedirte perdón por ponerte en tantas malas situaciones todos estos años —JiMin lamento, esnifando—. Hiciste todo lo que estuvo en tu mano y mucho más para cuidarme, Kook, si hay algo que no te perdonaría nunca, es que sigas culpándote por algo que no hiciste y que no provocaste.

—Pero...

—Ssh —JiMin le calló, acariciando la mejilla del menor cuando este finalmente se atrevió a darle la cara—. No hay peros. Te amo, Kook, por favor no te hagas esto, fuiste tú quien dijo que no era nuestra culpa nada de lo que nos pasaba, ¿recuerdas? No tenemos la culpa de que unos bastardos con aires de grandeza se encapricharan con hacernos daño.

—Aún así, lo lamento tanto. —JungKook sostuvo la mano de su hermano entre la suya y se arrimó en su caricia.

—También lo siento, pero eso no significa que debamos hacernos responsables por algo que alguien más hizo, ¿verdad? —JiMin sonrió con amargura—. Lo que Dong me hizo "en tu nombre", no fue más que una excusa barata de un bastardo sádico que solo quería satisfacer su ego herido. Odiaba saber que podíamos ser tan o más astutos y fuertes que él, aún siendo unos simples conejitos, unas simples presas, ¿entiendes, Kook?

—Supongo. —JiMin sabía que JungKook no estaba convencido de sus palabras, pero también sabía que era todo lo que podría obtener de él por el momento.

—Ahora, ¿por qué no mejor me cuentas como está TaeHyung? La última vez que lo vi... —JiMin parpadeó cuando imágenes de ese día le golpearon de repente—. É-Él no lucía nada bien, en realidad, estaba muy grave.

Cuando el semblante de su hermano se ensombreció aún más, JiMin supo quelo que le diría a continuación no sería nada bueno.

YoonGi continuó cuidadosamente con los estiramientos de JiMin, quien no hacía más que mirarle en silencio, apenas quejándose del dolor que el movimiento provocaba en sus heridas.

—¿Seguirás evitando mi mirada por mucho más? —JiMin finalmente dijo, sonando mucho más irritado de lo que YoonGi esperaba.

—No estoy evitando tu mirada.

—Dices eso, pero aún no me miras —el omega bufó, YoonGi suspiró, mirándolo a los ojos, mas no pudo hacerlo por mucho tiempo—. ¿Ya ves? ¿Qué es lo que sucede? ¿Acaso tú sientes...? ¿Ahora soy d-desagradable para ti?

—¡Por supuesto que no! —YoonGi se alteró, dejando cuidadosamente la pierna de su omega sobre la camilla antes de acercarse a tomar su mano—. Diosa, nunca jamás vuelvas a decir una tontería así, ¿por qué siquiera piensas que yo...?

—Entonces, ¿por qué me evitas?

YoonGi cerró los ojos y tomó una profunda respiración, cuando los abrió, miro al omega directamente a la cara y se aseguró de mantener su vista fija allí cuando contestó.

—No es que me desagrade algo de ti, JiMin, es solo que... eso solo que no puedo mirarte a la cara y ver el estado en que estas sin enfurecer. —YoonGi negó con la cabeza—. Mi león enloquece cada vez que ve los moretones y cortes en ti.

—¿YoonGi?

—No puedo evitarlo, en cada ocasión deseo perseguir a esos bastardos, poner mis manos en Dong SeoHyuk y desgarrarlo, a pesar de que sé que tú mismo te encargaste de él.

Y YoonGi ya había dejado que su león cumpliera ese deseo, o más bien, no tuvo otra opción, porque cuando le mostraron el cuerpo del mal nacido, su parte animal perdió el control.

Nadie pudo evitar que su león tomara el cuerpo y lo volviera girones, una masa grotesca de carne, huesos y órganos irreconocible. Según le contaron cuando recuperó la conciencia todo un día después, ellos tuvieron que enjaular y sedar al animal para controlarlo.

—Sin embargo, cada vez que recuerdo que Choi SeungYeop todavía está allá afuera... —Los ojos de YoonGi resplandecieron cuando el león rozó la superficie—. Esto aún no acaba, hay mucha gente de la que debemos encargarnos y Choi SeungYeop es el número uno en la lista.

—Entiendo tu rabia. —JiMin apretó su mano—. Pero por favor no me evites más, yo... —la voz de JiMin se cortó—. Te necesito, YoonGi y no puedo soportarlo.

YoonGi tomó una brusca inhalación. —JiMin, cielos cariño, soy un imbécil, perdóname. —Agachándose, YoonGi unió su frente a la de su omega—. Lo siento, mi intención no es lastimarte, nunca, jamás, solo... estoy haciendo todo tan desastrosamente mal, primero no pude protegerte y ahora te lastimo...

—Ya basta de eso. —JiMin esnifó—. Tú y JungKook, ambos ya deben parar, culpándose por lo que sucedió, no es así y si hay un culpable, no fue nadie más que Dong SeoHyuk y como dijiste, ya me encargué de él.

Había algo oscuro en las palabras de JiMin, una satisfacción no propia de él dado el contexto en que decía aquello, pero que sin embargo, era perfectamente entendible.

—Eres mucho más fuerte de lo que todos podríamos haber pensado. —YoonGi acarició las lastimadas mejillas de su omega con vehemencia—. Irónicamente eres quien mejor lo está llevando.

—S-Solo no quiero que me afecte más, ellos ya me han arruinado por el tiempo suficiente —JiMin dijo con convicción, sin embargo, las lágrimas comenzaron a deslizarse por su mejillas—. Ellos ya han tomado tanto de mí y yo simplemente no quiero d-darles más.

—Oh, JiMin, amor. —YoonGi dejó un suave beso en la frente del omega—. Está bien si lloras, ¿sí? No lo contengas, has pasado por mucho y que lo hagas no significará nada más allá que tú liberándote, tus lágrimas nunca serán para ellos.

—Estoy tan harto de esto —sollozó.

—Está bien, amor, ellos ya no podrán llegar a ti —YoonGi afirmó, besando esta vez los labios del menor—. Te lo juro. Nadie nunca más podrá hacerte daño, me aseguraré de ello, no importa cuánto me cueste.

—Y-Yoonnie. —JiMin lloró y aún con esfuerzo, levantó sus brazos y los envolvió alrededor de cuello del alfa.

YoonGi le besó una última vez y luego dejó que este se acurrucara en su pecho. Él le sostuvo allí, apretando sus brazos al rededor del omega tanto como podía sin lastimarle, dejando que liberara todo el miedo, la impotencia y el estrés vivido durante esas semanas.

—¿Entonces lo tienes? —NamJoon preguntó a WoongJoon a través ve la línea.

—Afirmativo, procederé esta noche alrededor de las doscientas horas, por lo que el equipo debería estar preparado —WoongJoon respondió—. Una vez fuera de Jeolla, seguiremos directamente hasta la manada, no habrá paradas de por medio y si las cosas salen bien, deberíamos estar allí sobre las mil horas.

—Muy bien, habla con JunGi, no olvides que debes ser monitoreado en todo momento.

—No lo olvidaré —WoongJoon afirmó y luego guardó silencio por un largo rato antes de atreverse a preguntar: —¿Cómo sigue él, señor?

—No han habido cambios —NamJoon contestó con pesar—. WoongJoon, eres mi amigo, más que eso, sabes que te aprecio como un hermano.

—Siento que no me gustará el rumbo que tomarás, NamJoon —el centinela murmuró.

—Realmente lo siento amigo, pero no es probable que el hombre tenga salvación. —NamJoon miró con pesar el informe sobre su escritorio—. Ni siquiera cuando le contamos sobre la muerte de Dong, cuando le mostramos pruebas sobre ello, él no dijo nada. WoongJoon, Choi DakHo está determinado a morir y lamento decirlo, pero de seguir como está, no le falta mucho para lograrlo.

—Entiendo —WoongJoon respondió con aparente resignación después de un largo rato de silencio—. Me iré ahora, NamJoon, aún hay cosas que debo arreglar.

—Realmente lamento esto, WoongJoon.

—Lo sé, yo también. Llamaré antes de partir, hasta entonces.

—Hasta entonces —NamJoon despidió y la llamada se cortó.

Dejando el teléfono en su lugar, el alfa se recostó contra su sillón y se estrujó el rostro con una de sus manos. No importaba cuantos problemas resolvieran, pareciera que nunca acabarían.

TaeHyung seguía sin despertar, habían perdido el rastro de Choi nuevamente y Seúl seguía bajo amenaza. JongIn aún estaba a cargo del lugar y el hombre parecía estar llevando las cosas bien por el momento, pero todos sabían que era cuestión de tiempo antes de que atacaran.

Al menos ChanYeol había despertado y tanto su luna como la de YoonGi finalmente estaban a salvo. Park todavía tendría que recuperarse de sus lesiones, pero el hombre ya había comenzado a tirar de sus hilos de nuevo, estaba determinado a ir a Seúl y poner a raya a sus enemigos por su propia mano.

—Ansío el día en que esta mierda acabe —NamJoon resopló al aire.

Cuando su teléfono volvió a sonar, NamJoon dejó salir un suspiro de exasperación. Necesitaba con urgencia unas malditas vacaciones y realmente acabar con la mierda de una vez por todas.

—Kim NamJoon, ¿qué sucedió? —Contestó.

—Harto, ¿eh? —Respondieron en cambio.

—Hola JunGi, justo estaba hablando con WoongJoon de ti hace solo un momento, le dije que se pusiera en contacto contigo.

—Supongo que lo hará en breve, entonces. —JunGi hizo un sonido afirmativo con la garganta—. Escucha, no llamaba por eso, creo que averigüé algo.

—¿Sobre el paradero de Choi? —Las cejas de NamJoon se arquearon en interés.

—Desgraciadamente no, pero sí sobre algo igual o quizás aún más importante —Aseguró JunGi—. Se trata del consejo.

—Te escucho.

—De todos los nombres en la lista que Khang nos envió, finalmente hemos podido reducir a tres los posibles cómplices de Choi.

—¿Y esos serían? —Apuró.

—El representante de los guepardos, las águilas y el de los lobos.

—¿El representante de los lobos? —NamJoon preguntó, una baja maldición saliendo de entre sus labios.

—Es nuestro principal sospechoso —confirmó.

—¿Park sabe de esto?

—Todavía no, estoy esperando que tanto él como YoonGi se desocupen con sus omegas. Hombre, nunca me había sentido tan solo.

—JunGi...

—Sí, lo siento, aunque sí es un alivio que JiMin despertara, incluso luce mejor de lo que se esperaba, cuando despertó no podía respirar bien y tuvieron que ponerle oxígeno, pero solo lo necesitó por un par de horas. YoonGi ha estado como loco y le ha referido unos estudios.

—¿No tendría entonces que llevarlo al hospital?

—Por eso te digo, está como loco organizando su traslado, está algo paranoíco, aunque no lo culpo, con todo lo sucedido es difícil confiar hasta en nuestra sombra —JunGi murmuró lo último—. De todas formas, solo quería avisarte sobre esto, mañana en la tarde haremos una reunión en la casa para cuadrar cómo procederemos para tratar el asunto del consejo.

—Entiendo, estaré allí sin falta.

—Está bien. Ah y por cierto, ¿tienes idea de dónde demonios está Jeon? Hace horas que no podemos localizarlo.

—No lo sé, que yo sepa no ha vuelto a la manada, pero de todas formas enviaré a alguien a revisar. —NamJoon frunció el ceño—. Jeon es impredecible, tal vez decidió volver con TaeHyung.

—¿Justo después de que su hermano despierta y sin contarle a nadie? —JunGi cuestionó.

—Tienes razón, ese tampoco es su estilo —NamJoon concedió—. Enviaré a alguien a revisar su casa y mirar los alrededores, te avisaré cualquier cosa.

—Gracias, uh, hablaremos después Nam, WoongJoon me está llamando justo ahora. —JunGi apenas y le dio tiempo a despedirse antes de colgar.

Una vez NamJoon pidió a un par de sus centinelas que comprobaran si Jeon se encontraba en los alrededores, se perdió una vez más en sus pensamientos, analizando la nueva información que JunGi le había proporcionado.

Si resultaba que el representante de los lobos era quien estaba ayudando a Choi, ChanYeol iba a estar más allá de furioso, porque el hombre pertenecía a la tercera familia en su línea de sangre y sinceramente, sería una mierda.

—Diosa, ¿cuánta mala suerte se habría que tener? —NamJoon negó.

Sería el colmo que todos lo que quieran hundirte sean precisamente de tu propia familia, vaya mierda esa. NamJoon esperaba que pudieran descartar al viejo hombre.

—Esto es inaudito.

—¿Cómo pudo morir tan fácilmente? Aún más, ¿cómo es que descubrieron su paradero?

—Ciertamente, ¿no se supone que tenía un plan e incluso habían creado un señuelo? ¿Cómo lo descubrieron?

—Definitivamente alguien debe estar detrás de esto, alguien debió traicionarnos.

Un nuevo coro de afirmaciones se escuchó por la sala, llevando a SeungYeop al límite. El lobo se puso bruscamente de pie y golpeó ambas manos sobre la mesa.

¡Silencio! —Ordenó y todos callaron de inmediato, mirando con pasmo a su líder—. ¿Quieren saber por qué Dong SeoHyuk está muerto? Yo se los diré, lo está por idiota, por imprudente, por no saber centrar sus putas prioridades. Creyó que podría ganar contra la manda de Kim y Min él solo y ese fue el resultado, todo por qué, por un simple y estúpido capricho.

—¿Capricho? —Alguien preguntó, SeungYeop no se preocupó por mirar quién.

—Así es, el imbécil se obsesionó con dos putos niños, ¿por qué? Porque los chicos atentaron contra un ahijado que encima no era más que un puto bastardo violador, como si valiera la pena —Choi gruñó, rastrillando sus dientes con rabia—. Y como si fuera poco, gracias a esa mierda Park BaekHyun escapó y perdimos esa ventaja contra Park ChanYeol.

SeungYeop recorrió a cada uno en aquella sala con la mirada.

—Morir a manos de ellos fue lo mejor que pudo haberle pasado, porque de haber sobrevivido, yo mismo me hubiera encargado de mandarlo al infierno y ahí sí que lo hubiera lamentado.

Un escalofrío recorrió la espalda de los presentes ante el furioso semblante del lobo, su voz sonaba siniestra mientras afirmaba aquello.

—Y desde ahora les advierto, pobre de aquel que arruine mis planes de nuevo, porque lo lamentarán. Créanme, imbéciles, cuando les digo que no me va a temblar la mano para deshacerme de cualquiera, ¿les quedó claro? —Él preguntó, nadie respondió—. Dije, ¡¿les quedó claro?! —Él volvió a golpear la mesa con su palma.

—Claro, muy claro, por supuesto —todos afirmaron.

JaeMin, que se había mantenido sentado en silencio a su lado, decidió hablar por primera vez desde que aquella reunión había iniciado.

—¿Qué pasará con las tierras de Dong? ¿Aún tendremos el apoyo de su gente? —Cuestionó—. En realidad, él fue destituido tiempo antes de su muerte, por lo que ni siquiera tenía un real derecho sobre ellas, después de todo, ni siquiera eran tierras de su familia.

—¿Qué quieres decir? —SeungYeop preguntó, porque él no tenía conocimiento de lo que su sobrino decía.

—Oh, creí lo sabía, tío —JaeMin dijo con genuina sorpresa—. Las tierras de la manada de Dong en realidad pertenecen a la familia de su esposa, solo fue nombrado alfa de la manada, porque el hijo alfa del padre de esta murió en extrañas circunstancias un tiempo antes de asumir, entonces no le quedó de otra que darle el rol a SeoHyuk.

—Hum... ya veo. —SeoHyuk meditó, suponiendo sin problemas lo que realmente debió haber pasado.

—¿Qué pasará con sus tierras entonces? —Uno de los aliados preguntó.

—Pasaran a las manos de su hijo, por supuesto, el chico tiene la edad suficiente para asumir. —Fue SeungYeop quien respondió.

—¿Y qué pasa con él? ¿Seguimos contando con su apoyo? —Otro de los hombres cuestionó.

—Tengo que reunirme con él antes, porque si lo que SeoHyuk decía de este es cierto, el chico no tiene la madera. —SeungYeop miró a JaeMin—. ¿Tú qué dices sobrino? Creciste junto a él, ¿no? ¿Qué piensas de Dong SeoMin?

—En realidad no solía relacionarme con él en lo absoluto. —JaeMin se encogió de hombros—. Pero por lo que sé, el chico solía ser algo así como un pacifista.

—Entonces, ¿damos por hecho que no tendremos su apoyo? ¿Cómo afectaría eso a nuestros planes? ¿Él no podría compartir información sobre lo que planeamos hacer?

SeungYeop miró a quien dijo aquello, el hombre pareció cohibirse ligeramente, pero aún mantuvo cierta firmeza en su semblante.

—Eso ya lo veremos, primero tendré una charla con él, entonces determinaré si puede ser peligroso o no para nosotros.

SeungYeop había tratado muy poco al chico, por lo que no podía decir con exactitud las posibles capacidades de este. Un error, admitió para sí mismo, pasar por alto a alguien sin más, no era algo propio de él.

—Le haré una visita esta misma noche, así que por el momento, no hay nada de lo que deban preocuparse, caballeros —Choi afirmó—. Si resulta un estorbo, yo mismo lo quitaré del medio.

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro