Capítulo 4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

JiMin tomó asiento cuando YoonGi se lo indicó y le observó hacer lo mismo a su lado, aunque siempre guardando su distancia. Estaba agradecido de que el alfa fuera tan paciente y cuidadoso con él.

Incluso se había asegurado de que pudiera mantener a la vista a su hermano desde su lugar, literalmente podía ver a todo el mundo desde allí y sabía que el alfa lo había hecho apropósito, como si quisiera asegurarse de que JiMin se sintiera lo suficientemente seguro al estar con él y que supiera que si sintiera en peligro solo debía llamar la atención de algún invitado o su mismo hermano.

Por supuesto, no es como que JiMin pensara que realmente lo necesitaría, sí, seguía asustado de las personas de su especie, pero en el fondo sabía que el alfa nunca sería capaz de hacerle daño. Ahora, si pudiera hacer que su cuerpo se enterara de ello, sería grandioso.

—Estoy realmente sorprendido de que aceptaras tan fácilmente —YoonGi dijo, llamando su atención.

—Solo pensé que ya es hora de que tengamos una verdadera conversación, he estado huyendo de ti por meses. No puedo seguir ignorando el tema.

—Aún recuerdo lo que me dijiste hace un par de semanas, lo tengo muy pendiente, pero también tengo algunas preguntas sobre ello. —El alfa se sobó el cuello durante unos segundos—. Por supuesto, solo debes responderlas si quieres, no deseo que te sientas obligado a hacerlo, ¿está bien?

—Bien.

—Entonces —el alfa empezó, mostrándose nervioso y algo dudoso de lo que diría—, es obvio que algo malo te sucedió, algo que tuvo que ver con el alfa a quién gracias a luna tuve el placer de matar —agregó y JiMin le miró con sorpresa—. Lo siento, bien, en realidad no, no lo hago. Incluso hubiera deseado saberlo antes, entonces hubiera sido capaz de darle una muerte mucho más lenta y dolorosa. Cada vez que recuerdo que te hizo daño, me dan ganas de volver a tenerlo entre mis garras.

—Yo, ah, no sé qué decir.

—No tienes que decir nada. —YoonGi tranquilizó.

JiMin se sentía hasta cierto punto halagado de que el alfa se mostrara tan protector con él, incluso si JiMin había estado siendo un tonto, escapando de él y diciéndole que se aleje en cada oportunidad. Era grato saber que alguien que no pertenecía a tu familia o círculo cercano se preocupara por ti a tal magnitud que no le importaría ensuciarse las manos para cuidarte o proteger tu orgullo.

—La verdad es que me gustaría saber qué fue lo que te hizo, porque hasta el momento no he podido dejar de mortificarme imaginándome toda clase de escenarios que... me hacen sentir sumamente impotente y enojado. —YoonGi se pasó una mano entre el cabello y luego le dio otra de sus suaves miradas—.. Por supuesto, no tienes que responder si no quieres.

—Está bien, creo que es justo que lo sepas —JiMin negó, entrelazando sus dedos en su regazo y posando su mirada en ellos—.. SikHyun fue por mucho un narcisista hijo de puta que no entendía un no por respuesta —comenzó, YoonGi le miraba con atención—, yo trabajaba en el hospital principal de la manada como enfermero, fue un trabajo que conseguí gracias al señor ChungHee, ¿sabes quién es? Uno de los tíos del alfa Park ChanYeol.

—No lo conozco en persona, pero sé de quién estás hablando. —YoonGi asintió.

—Bien, la cosa es que, él me ayudó a conseguirlo, el señor ChungHe era cardiólogo en el hospital y es amigo cercano del director, por lo que movió algunos hilos para que me aceptaran a pesar de que aún no concluía mi carrera. —JiMin sonrió al recordar los momentos en que trabajó con el viejo lobo—. En realidad esa será mi especialidad, quiero ser un cardiólogo también, para ser sincero, fue el señor ChungHee quien me inspiró para querer ser uno.

—Se nota que le tienes mucho cariño.

JiMin hizo un ruidito afirmativo con la garganta. —El señor ChungHee es como un segundo padre para Kook y para mi, fue el único que nunca nos dio la espalda cuando nuestros padres murieron.

—Oh, lamento mucho lo de sus padres.

—Está bien, fue hace años ya. —Aunque seguía doliendo como si hubiera sido el día anterior. JiMin hizo una mueca y negó con la cabeza—. El señor ChungHee me dejaba asistirlo en sus cirugías y aprendí un montón de cosas de él, lamentablemente terminó desarrollando una deficiencia cardiaca que hizo que tuviera que jubilarse antes de lo que sé que hubiera deseado.

—Entiendo.

—Fue entonces cuando SikHyun llegó al hospital, lo hizo como remplazo del señor ChungHee y odio admitirlo, pero él era realmente bueno en lo que hacía, al principio fue algo que me llamó la atención, pero luego de unas pocas semanas fui capaz de ver su actitud y yo simplemente trataba de evitarlo tanto como pudiera.

—Él comenzó a meterse contigo, ¿verdad?

—Lo hizo. —Asintió, levantando la mirada para posarla en el alfa—. Al principio solo fueron algunos coqueteos que rechacé y cuando se me declaró hice lo mismo, él siguió insistiendo a pesar de que rechazara todos sus avances, al final comenzó a molestarle que no quisiera relacionarme con él bajo ningún medio, por lo que los "coqueteos" se convirtieron en acoso.

—¿No lo denunciaste?

—Traté de hacerlo una vez con mi superior, pero no había mucho que realmente pudiera hacer desde que el imbécil era ahijado del alfa Dong, nadie en la manada era lo sufrientemente valiente o estúpido para meterse con su gente, a menos por supuesto que quisieras ponerte en su punto de mira, lo que nunca era una buena cosa. Por lo que simplemente recibí el consejo de mantenerme tan alejado como pudiera de él.

—Eso es mierda, ¿quieres decir que simplemente tuviste que soportar el acoso?

—Así fue, él aprovechaba cada ocasión para arrinconarme y manosearme, para tratar de besarme o meter sus manos entre mi ropa. —JiMin se estremeció del asco de solo recordar cuando aquello sucedía—. De alguna forma siempre me las arreglaba para escapar y corría a la mierda lejos de él. Sé que todos en el hospital me tenían pena y por eso siempre interrumpían cuando se daban cuenta de que lograba que estuviéramos a solas, era realmente todo lo que podían hacer sin llamar la atención sobre sí mismos.

—Joder, realmente lamento que hayas tenido que soportar eso.

—Sí, yo también. Fue horrible tener que pasar años de lo mismo.

—Pero ¿por qué no renunciaste y buscaste trabajo en otro lugar?

—Porque cuando planeé hacerlo, SikHyun me amenazó con hablar con el alfa para que tirara de sus hilos e hiciera que nadie en toda la manada nos diera trabajo a mi o a JungKook. —JiMin apretó los puños con impotencia—. Justo ahora no puedo evitar querer patear mi propio culo, debí ser lo suficientemente valiente como para mandar a la mierda todo, pero yo estaba tan asustado de que JungKook se enterara de lo que pasaba e intentara tomar represalias contra él, porque, bueno, ya debes saber cómo es Kook.

—Uh-ju, Jeon es un hueso duro de roer.

—A veces desearía que no lo fuera tanto, sabía que si le decía algo, se iría contra SikHyun y terminaría haciendo que el alfa lo matara, aunque no es como si finalmente hubiera servido de mucho. Yo simplemente no debía aferrarme tanto a lo que tenía allí.

—¿Qué quieres decir? —JiMin agachó la cabeza, sonrojado, sintiéndose algo apenado por lo que diría.

—Yo como que me obsesioné con mantener la casa de nuestros padres, me negaba a dejarla ir, era lo único que me quedaba de ellos, todos los recuerdos con ellos estaban entre aquellas paredes y mi corazón se aferró a ello con demasiada fuerza. Cuando finalmente la solté, resultó que fue demasiado tarde.

JiMin sintió como unos dedos se metían bajo su barbilla y le instaban a alzar la cabeza. Una vez lo hizo, se encontró directamente con los ojos de YoonGi.

—Oye, nunca agaches la cabeza, ¿sí? No tienes nada de qué avergonzarte, es perfectamente normal que algunas personas se aferren a ciertas cosas, cada quien tiene su forma de sobrellevar su dolor y mantener vivo el recuerdo de las personas que le importan y tienen la desdicha de perder—. Los dedos del alfa se trasladaron a su mejilla, donde le acarició suavemente con el dorso. —No te martirices, ¿está bien?

—Pero no puedo evitarlo, porque si hubiera accedido a salir de aquel pueblo antes, como JungKook me pidió tantas veces, tal vez hubiéramos podido evitar todo lo que pasó y no estaríamos en esta situación. —JiMin alejó su rostro y el alfa hizo una mueca de decepción que supo ocultar rápidamente—. Cuando Kook finalmente logró hacer que vendiéramos la casa y renuncié al hospital, SikHyun terminó enterándose.

—¿Qué pasó, exactamente?

—Recuerdo que fue a darme de baja, pero el hospital estaba corto de personal, por lo que el director me pidió el favor de que cubriera un turno. Iba a negarme, pero finamente no pude, después de todo el hombre no era malo, solo estaba tan atado de manos como todos en aquel pueblo.

—Supongo que eso desatado todo, ¿no?

—Uh-ju, como dije, SikHyun terminó enterándose y no se tomó nada bien el que quisiera "escapar" de él así de fácil. Esa noche, en mi descaso, terminó arrinconándome y tratando d-de... t-tratando de abuzar de mi —finalmente dijo.

La reacción del alfa fue inmediata, él se enderezó en la silla, todo su cuerpo entrando en tensión y una dura mascara cubriendo su rostro.

—¿Cómo?

—Él golpeó la mierda fuera de mí y me desgarró en algunas partes. —Por inercia, JiMin llevó una mano a su abdomen, allí donde estaban las cicatrices que le seguían recordando lo que había sucedido, esas que mantendría por el resto de su vida.

Pensar en ello, hizo que también se fijara en la cicatriz que atravesaba uno de los ojos del alfa, esa que SikHyung también le había hecho. JiMin no podía evitar sentirse culpable cada que le miraba a la cara y la veía.

—La única razón por lo que no lo logró y por la que probablemente esté vivo, fue porque JungKook apareció y me lo quitó de encima. Kook estaba tan furioso que ni siquiera dudó cuando tomó su navaja y le cortó el cuello, yo estaba en pánico y él nos sacó de allí, pensábamos que estaba muerto. Sabíamos lo que eso significaba, no solo podíamos ser encarcelados, sino que podríamos morir de la peor forma a manos del alfa, por lo que nos apuramos a escapar, fue así como terminamos en la manda de Kim.

—Yo, mierda, realmente estoy deseando más que nunca poder poner mis manos en el imbécil de nuevo —YoonGi gruño, pareciendo realmente furioso.

—Gracias —JiMin dijo finalmente.

Luego de un rato de silencio, YoonGi preguntó:—Entonces esta es la razón por la que te asustan las personas de mi raza en especial, por lo cual te alejas de mí.

—Quisiera decir sí, pero estaría mintiendo —admitió, no perdiéndose como el semblante del alfa paso a uno preocupado nuevamente—. Escucha, esto es algo que no le he dicho a nadie nunca, no a JungKook, ni siquiera a mi madre, la única persona a la que he sido capaz de decírselo ha sido a mi psicóloga y es por, bueno, es obvio porqué. Te confiaré esto porque sé lo que somos el uno para el otro, no importa cuánto quisiera negarlo.

—Y prometo que nunca traicionaré la confianza que estás poniendo en mí al decírmelo, de mi boca nunca saldrá cualquier cosa que me digas —YoonGi juró, su mano extendiéndose como si quisiera alcanzar a JiMin, mas deteniéndose a mitad de camino, probablemente cuando el alfa tuvo la duda de si el toque sería bien recibido.

Antes de que fuera realmente consciente, JiMin había alzado la propia y alcanzado la contraria. Ambos se quedaron petrificados por un momento, JiMin no sabía qué hacer a continuación, mas para su alivio, el alfa se encargó del asunto, entrelazando sus dedos juntos y llevando ambas manos hasta su propio regazo y brindándole un reconfortante apretón.

—Confiaré en que así será. —JiMin asintió, tomando una profunda inhalación antes de finalmente reunir el suficiente valor para comenzar su relato—. Imagino que para este momento todos ustedes están enterados de lo podrido que Dong SeoHyuk está.

—Lo estamos.

—Como imaginarás, crecer en un mana así no es particularmente fácil, toda nuestra familia al igual que muchas otras, hemos sido abusadas desde... desde siempre —concluyó amargamente—. Sin embargo, para Kook y para mí las cosas solo se pusieron peor después de que nuestros padres murieran en ese accidente.

JiMin luchó con todas sus fuerzas para no dejar su mente volver allí, porque eso lo terminaba con él acurrucándose en algún rincón al borde de un ataque de pánico.

—Quedamos siendo más vulnerables de lo habitual y todos los hombres de Dong y este mismo, aprovecharon eso para hacernos la vida miserable —JiMin gruñó—. Sin embargo, siendo él quien es, eso no es ninguna sorpresa, lo que contaré fue algo que me pasó hace bastantes años, cuando acababa de cumplir catorce.

—¿Por qué siento que esto es algo que no me va a gustar y solo hará que deseé salir a la caza de la cabeza de alguien? —YoonGi dijo y JiMin le dio una amarga sonrisa.

—Porque tal vez lo harás —admitió—. Recuerdo que todo sucedió un día en el que volvía de la escuela, esa vez fui solo debido a que Kook había tenido fiebre y mamá le dejó en casa para atenderlo. Yo caminaba tranquilamente a casa cundo ChulMoo y su grupo de amigos me interceptaron, entre todos me tomaron de las extremidades y me arrastraron a un edificio abandonado que había cerca del lugar donde estábamos.

—JiMin...

—Yo traté de resistirme, pero no es como si hubiera demasiado que pudiera hacer cuando solo era yo contra cuatro de ellos.

A JiMin le había costado mucho el aceptar aquello, fueron largos años de auto tortura donde siempre se repetía que pudo haber hecho más, que pudo haber puesto más resistencia.

—A ellos no les gustó que luchara y una vez que comencé a gritar, llegaron los golpes. Entre los cuatro me dieron la peor paliza que he recibido alguna vez en mi vida, ellos no se detuvieron hasta que todo lo que pude hacer fue llorar y gemir tendido en el suelo, demasiado magullado como para siquiera tener algo de fuerza para moverme.

JiMin comenzó a temblar sin que pudiera evitarlo.

—Entonces, cuando supieron que no sería capaz de hacer nada, ellos tiraron de mi ropa y se turnaron para violarme. —Una exclamación horrorizada se escapó de los labios del alfa—. Yo ni siquiera podía moverme para intentar evitarlo, por lo que no les fue difícil usarme durante horas antes de que se aburrieran de mí.

Yoongi le mirara con la boca abierta como si se hubiera quedado sin palabras.

—Yo solo tenía catorce años y el menor de ellos estaba por entrar a los veinte. —La voz de JiMin se rompió y su labio inferior comenzó a temblar, mas se negaba a llorar por ello de nuevo—. Me sentí tan ultrajado, tan humillado y avergonzado, que cuando pude moverme otra vez, todo lo que hice fue volver a ponerme la ropa y arrástrame a casa. Mis padres estuvieron horrorizados cuando me vieron, pero les dije que solo me había metido en una pelea en la que no había salido bien parado.

—Diosa, JiMin, ¿por qué no le dijiste la verdad?

—Estaba demasiado avergonzado para eso, me aterraba la idea de que si se los decía de alguna forma todo el pueblo terminara enterándose de lo que... de lo que me hicieron —confesó, apretando los dedos de su mano libre en su rodilla—. Lo peor fue que ellos no se detuvieron ahí, no obstante, cuando ocurrió una cuarta vez, no pude soportarlo más, fui a la casa del alfa con la esperanza de que tuviera algo de misericordia por mí y me ayudara a detenerlos. Cada vez que lo recuerdo, no puedo evitar reírme de mi mismo, no sé cómo es que pude ser tan ingenuo.

—¿Estás diciendo que el hijo de puta no hizo nada?

—En realidad, eso es algo de lo que aún no estoy muy seguro, ¿sabes? Porque cuando le conté lo que me pasó, lo que ChulMoo y sus amigos me hicieron, a él no pareció importarle en lo más mínimo, incluso en su momento no hizo más que mandarme nuevamente a casa. —JiMin tragó, tratando de dispersar el nudo en su garganta—. Sin embargo, ellos me dejaron en paz, no volvieron a siquiera mirar en mi dirección después de ese día, en cambio voltearon su furia en JungKook, fue entonces cuando comenzaron a meterse con él.

—Diosa. —YoonGi exhaló con estupefacción.

—Y esa es la verdadera razón por la que los depredadores, en especial los leones, me aterran tanto. Porque durante la mayor parte de mi vida, los de tu especie se las arreglaron para hacerme miserable.

—Maldición, yo real, realmente lo lamento —YoonGi gimió, sintiéndose miserable en nombre de su omega—. Yo ¿p-puedo abrazarte? —Cuando JiMin no respondió durante un largo rato y no hizo más que mirarlo con ojos tan abiertos que parecía horrorizado con la simple idea, él retrocedió—. Olvídalo, fue estúpido de mi parte pedit-...

—Está bien —JiMin le interrumpió y YoonGi no pudo estar más sorprendido—. Por favor abrázame.

YoonGi no se detuvo a pensarlo, él abrió sus brazos y tiró del menor a sus brazos. YoonGi le apretó contra su pecho y JiMin se puso rígido de inmediato, por lo que él no trató de hacer alguna cosa más que eso, mas cuando el omega comenzó a temblar a tal magnitud que incluso meció el cuerpo de YoonGi, él comenzó a retirarse.

—No —JiMin dijo, agarrando sus antebrazos para evitar que pudiera romper el abrazo—. Está bien, yo puedo, puedo hacer esto, s-solo dame un momento y estaré bien.

YoonGi dudó, pero terminó haciendo lo pedido. No fue hasta lo que pareció una angustiante eternidad después, que el cuerpo de JiMin finalmente se relajó y en medio de un suspiro, se hundió en el abrazo. Apretándose contra él y frotando la mejilla contra su pecho.

—Está bien, te tengo compañero —arrulló, tan suavemente como si estuviera haciéndolo con un pequeño bebé.

Fue entonces cuando su omega sollozó y un silencioso llanto se desató. YoonGi lo sostuvo cerca y le dejó desahogarse, sosteniéndole a través de su momento vulnerable.

Un largo rato después, cuando dejó de llorar y pareció sentirse lo suficientemente recuperado, JiMin se alejó. YoonGi tuvo que poner todo de sí para dejarlo ir, porque todo lo que realmente quería era subirlo en su regazó y mantenerlo tan pegado a él como fuera humanamente posible durante el siguiente par de horas.

—Lo siento, estoy haciendo un tonto de mi justo ahora —JiMin dijo, limpiándose las lagrimas del rostro con las manos.

YoonGi se apuró a sacar el pañuelo que cargaba y epatarle las manos, llevando una bajo la barbilla de este para sostenerle el rostro y encargarse por sí mismo de limpiarlas.

—Primero, eso no es cierto, este solo eres tú desahogándote de un poco de toda la mierda que has tenido que vivir y segundo, nunca, pero nunca tienes que preocuparte de hacer cualquier cosa frente a mí, ¿bien? Si quieres llorar, gritar o hacer una rabieta, simplemente hazla, ¿ok? Prometo siempre estar allí para sostenerte después.

—Eres demasiado bueno, demasiado condescendiente conmigo.

—Me gusta pensar que solo soy comprensivo con mi compañero. —Sonrió, alegrándose infinitamente cuando el menor le devolvió el gesto. Ese era un gran punto para él—. Eres mucho más lindo cuando sonríes.

JiMin resopló. —Oh, por favor, no vayas a usar esas líneas cliché en mí —él dijo eso, sin embargo, la sonrisa en su rostro solo se volvió más grande.

—Cliché o no, solo digo la verdad. —Se encogió de hombros, alejándose cuando no hubo más rastros de lágrimas en el rostro del omega—. ¿Cómo te sientes ahora?

—¿Sinceramente? Me siento aliviado —JiMin admitió—. Se siente liberador ser capaz de contárselo a alguien que no sea mi psicóloga. Además, siento como si hubiera dejado caer un peso de mis hombros después de decirte el porqué de mi actuar.

—Han sido tantas cosas por la que has tenido que pasar prácticamente sin ningún apoyo, que no es extraño que te comportes así —YoonGi aceptó—. No obstante, me veo en la obligación de aclarar que nunca jamás, bajo ningún tipo de circunstancia sería capaz de lastimarte, no de forma consciente al menos. Yo nunca sería capaz de levantarte la mano, preferiría cortarla primero, no importa lo melodramático que eso pueda escucharse, soy totalmente serio acerca de ello.

—De alguna forma, sé que es verdad. No he visto demasiado de ti y sin embargo, por lo poco que he sido capaz de apreciar, puedo decir que no eres alguien más que justo, correcto y bastante protector con las personas que te importan. —Asintió—. No es como que no lo haya sabido todo este tiempo, el problema soy yo, porque aunque mi mente sepa algo, la reacción instintiva de mi cuerpo en muchas ocasiones dicta mucho de ello.

—Es tu mecanismo de defensa. Has sido tan lastimado que incluso aunque no quieras no puedes evitar reaccionar de "x" forma ante ciertas situaciones.

—Exacto. Es por eso que he querido mantenerme alejado, porque no quiero lastimar a nadie solo porque no puedo controlarlo, en especial si ese alguien es mi compañero —murmuró lo último tan bajo, que YoonGi estuvo a punto de perdérselo.

—Entiendo, pero eres consciente de que escondiéndote no lograrás resolverlo, ¿verdad? Si no te enfrentas a ello, no hay forma en que puedas mejorar.

—Lo sé, eso es algo que mi psicóloga no ha dejado de repetirme hasta el momento. En realidad, es la razón por la que finalmente tuvimos esta conversación. —De repente, JiMin se encogió—. Dijo que merecías saberlo, que no era justo para ti que te alejara sin ningún tipo de explicación.

—Eso suena como a que debería enviarle un ramo de flores a forma de agradecimiento a tu psicóloga —bromeo, sacándole otra risa al omega—. Entonces, dado todo lo que me has dicho, ¿puedo suponer que no es como que realmente no me quieras?

—No, bueno, no puedo estar seguro, porque deberíamos realmente conocernos como para que pudiera decir eso, pero como ves, no estoy en mi mejor momento.

—Ok, a riesgo de arruinar las cosas, porque yo realmente no debería empujar más allá que esto después de lo mucho que me has dado hoy, quiero decirte que, si estás dispuesto a aceptarme o si quiera considerar hacerlo en un futuro, me gustaría a ayudarte a pasar a través de esto —pidió—. Déjame ser tu pilar, JiMin.

JiMin se mostró dudoso, él incluso no respondió durante un largo rato, mas YoonGi le dio su tiempo, esperando pacientemente por una respuesta.

—Pero ¿eres consciente de que como estoy ahora, no sé cómo podría llegar a a reaccionar en ciertas ocasiones? ¿Qué podría decir o hacer cosas que podrían llegar a herirte?

—Lo soy, pero aún así quiero hacerlo, porque sé que a su vez, estas son cosas que te lastiman a ti y no es justo que te encierres y tengas que pasar por ello solo.

—No estoy solo, tengo a JungKook y a TaeHyung conmigo, en el último tiempo incluso puedo decir que tengo al líder y la luna Kim, también —JiMin refutó.

—Sabes bien a lo que me refiero, JiMin, por lo que dijiste hace unos minutos, hay cosas que no te atreves a decirle a JungKook o TaeHyung, yo quiero ser esa persona a la que puedas acudir y contarle cualquier cosa. 

YoonGi tomó una de las manos del omega entre las suyas, rogando porque no le rechazara, cuando este no lo hizo, suspiro de alivio internamente y le dio un pequeño apretón.

—Déjame estar ahí para ti, déjame cuidar de ti en tus momentos vulnerables, compañero. ¿Puedes por favor dejarme ser parte de tu vida?

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro