El alfa líder podía notar lo desanimado que se encontraba el príncipe omega, no solamente en el aroma había el toque de tristeza, si no que todo en su ser lo decía a gritos, Jimin se sentía culpable de aquello que había hecho, y no quería ver al príncipe de aquella manera, pronto dejaron de adentrarse en el bosque para por fin salir, casi estaba a punto de anochecer.

La luna se daba a conocer poco a poco, mostrándose totalmente como es, sin menguar, y sin la oscuridad, tan blanca como una luz brillante en el cielo nocturno.

—Príncipe Yoongi —la voz de Dasom hizo que Jimin dejase de mirar hacia la luna—, lo has encontrado.

—Él me encontró a mí —respondió Yoongi con una leve sonrisa—, tenemos que ir donde la princesa.

Dasom no podía comprenderlo, ¿por qué el príncipe querría algo como eso? Si Jimin va con ella, lo que les esperaría a ambos era una muerte segura, pero el omega estaba demasiado deprimido, y percatarse de que la mirada del alfa líder se encontraba concentrada en el omega, solamente le daba una señal de que ambos debían hablar sobre todo esto.

—Estaremos aquí descansando hasta que amanezca —sugirió Dasom—, los animales salvajes salen de casería en las noches.

Eso es una realidad, tanto el príncipe omega como el alfa líder asintieron ante la orden y se dispusieron a prepararse, Dasom se dispuso a ir por leña, acompañada del alfa líder, que a la vez veía de vez en cuando hacia el príncipe para poder resguardarlo y si ve algo de peligro, iría corriendo a su ayuda.

Dasom sonrió al ver aquello, tal vez Jimin no lo notase, tal vez el hechizo es demasiado poderoso, pero podía ver que el alfa estaba más que interesado en el príncipe que en alguien más, si hubiera estado interesado en la princesa desde que la pócima le fue dada, entonces se hubiera ido de inmediato, pero tanto él como su lobo, estaban seguros de que su destino estaba más enlazado al del príncipe que al de la princesa.

—Es un dulce omega ¿no crees? —Jimin dejo de mirar hacia Yoongi para mirar a la hechicera, que le dedicaba una cálida sonrisa.

—Lo es —menciono Jimin, ni siquiera podía creer que esas palabras hubiesen salido de sus propios labios, de su propia voz.

—El príncipe ha estado muy preocupado por ti, Jimin —dijo Dasom—, quiere que regreses con él al palacio, para estar juntos.

—Se equivoca —menciono Jimin, mientras le ayudaba a cargar las ramas que servirían de leña para el fuego—, solamente lo hace para que le brinde mi protección, estoy a su servicio para eso.

Dasom soltó un suave suspiro.

—Me temo decirte que aquí quien está equivocado eres tú, alfa líder —Jimin no respondió—, Yoongi cometió errores en el pasado, que para algunos serían irremediables, pero... —Dasom miro hacia el dónde el príncipe se encontraba—, él se ha estado esforzando mucho para decirte que en verdad te ama y que no quisiera que nada malo te pase por su culpa, en verdad se siente sumamente arrepentido al respecto.

—Aunque así sea, no tengo porque corresponderle.

—Habla con él, tal vez eso ayude un poco —le entrego unas cuantas ramas más—, ve a dejar eso, iré en unos momentos.

—¿A dónde irás? —pregunto el alfa líder.

—Tengo que meditar un poco, aquí hay algunos espíritus perdidos, me ayudarán a ver algo que necesito —comenzó a caminar—, ve con el príncipe, estaré bien.

Sin esperar alguna respuesta de parte del alfa líder, Dasom siguió su camino adentrándose un poco en el bosque, perdiéndose completamente de la vista de Jimin.

El alfa líder resoplo y se dispuso a dar pasos hacia el príncipe omega, y lo vio, sentado en el césped seco y cubriendo su rostro con sus manos, no le presto mucha atención, pero sintió como su lobo le suplicaba que hablará con él, que lo ayudará a calmarse, que lo ayudará a dejar por fin esa tristeza.

—Príncipe —el omega soltó un suave sollozo, alarmando un poco al alfa líder quien se colocó de cuclillas frente a él—, príncipe, Yoongi...

—T-todo esto es... es mi culpa —Yoongi se sentía el peor omega que ha podido existir en el mundo—, si tan sólo... no hubiera...

—Yoongi... —el alfa líder coloco sus manos sobre las del omega, apartándolas del rostro del príncipe, para mirar las lágrimas cristalinas que estaban cayendo por su rostro—, nada de esto es tu culpa.

—¡Por supuesto que lo es! —exclamo el príncipe—. Te rechace, fui un completo tonto, quisiera regresar al pasado y remediarlo todo, gritarle a mi antiguo yo que no sea tan necio y que acepte al mejor y más dulce alfa que el destino le puso en el camino —soltó un suave sollozo y paso sus manos de forma brusca por su rostro.

Jimin aparto de nuevo las manos del omega y con ayuda de sus prendas, limpio el rostro del príncipe, quitando aquellos rastros que las lagrimas habían dejado por su rostro.

—No tienes la culpa de nada, omega —hablo Jimin, seguro de sus palabras, sin ninguna duda—, tal vez fue demasiado pronto para ti mi cortejo.

—No tienes por qué decir eso —negó el príncipe omega—, en verdad lo lamento, alfa, me hubiera gustado no rechazarte, no es solamente porque ahora seas un alfa fuerte, te veo y me intimidas, siempre lo hiciste, tal vez por eso no quería que fueras algo mío, me sentía tan atrapado que no quería que alguien me controlará.

—Supongo estar con Taehyung te afecto un poco —ambos rieron ante aquel comentario, Jimin dejo de reír para apreciar al omega, su bella sonrisa, y el cómo sus ojos sonreían cada vez que él reía, como ese toque de tristeza había desaparecido por completo, y había cambiado a su dulce y atrayente aroma.

Sin siquiera que él se percatará había tomado el rostro del omega con una de sus manos, acunando su mejilla y dándole suaves caricias con sus dedos, Yoongi dejo de reír para mirar al alfa a los ojos, podía ver aquel hermoso brillo que tanto había visto en el pasado, y esa sonrisa, que era solamente dirigida a él.

Sus corazones les estaban dictando una acción, que ambos estaban de acuerdo en seguir si es que el otro quería de igual forma, Jimin acerco más su rostro y Yoongi sintió su corazón desbocarse en latidos desenfrenados, hasta que, por fin, sin algún rastro de miedo, sin nada de enojo, sin nada de rechazos, juntaron sus labios.

El beso era dulce, y poco a poco se había vuelto mucho más necesitado, hasta que por fin ambos fueron despojándose de las prendas que los vestían, y comenzaron con aquellos actos llenos de caricias puras y delicadas, lleno de besos suaves y necesitados que decían una y mil veces lo mucho que habían deseado aquello, explorándose mutuamente con cada toque de sus dedos, amándose mutuamente sin la necesidad de palabras, sintiendo al otro y escuchándose como ambos habían anhelado desde hace tiempo.

Bajo la luz tenue de la luna, escuchando el sonido suave producido por las cigarras, y uniéndose ambos con lo que tanto el príncipe omega como el alfa líder esperaban, una marca, en cuanto Jimin encajo sus dientes en la zona correcta, y había sentido su nudo expandirse dentro del omega, dejo de tener ese brillo casi carmín en sus ojos, por fin recordaba todo, y se separó de inmediato para ver a quien había mordido, al ver a Yoongi debajo de él parpadeo un par de veces confundido, su corazón latía en desenfreno y sus ojos se abrieron en demasía, y luego miro la marca sobre la piel del omega.

—¿Y-yoongi? —el omega se acurruco más en su pecho siendo sostenido por Jimin para acercarlo más—. ¿Te marque?

—Lo hiciste, alfa —Yoongi deposito un suave beso en la comisura de los labios del alfa líder—, te amo...

—¿Q-qué dijiste? —Jimin aparto un poco a Yoongi para mirarlo a los ojos.

Yoongi noto el brillo en sus pupilas, el alfa quería escucharlo de nuevo, y por supuesto el príncipe omega no se resistiría en repetirlo, lo haría las veces que se lo pidiera su alfa líder.

—Te amo...

—N-no sabes lo mucho que espere que lo dijeras, omega —Jimin lo abrazo, Yoongi se sentía tan completo con Jimin a su lado, se sentía tan feliz, por fin su alfa había regresado—, te amo, mi príncipe omega.

—Y yo a ti, mi alfa líder.

Y volvieron a unirse en un suave beso.