Capítulo 9

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Sin duda Anastasia, es una mujer extraordinaria. Juro por todo lo sagrado que escuchó toda la conversación con Lamber y aún así no mostro ni un sentimiento hacia él, en cierto modo lo entiendo, su padre ha sido Raymond Steele el que ha estado con ella en las buenas y las malas. Es su héroe.

-A...a...Ana -Casi no puedo hablar. Mi entrepierna me duele, nunca imagine que fuera ella quien diera el paso a delante en nuestra relación. Antes de hacerla mía y poseerla hasta cansarme tengo deber de formalizar esta relación.

-Quiero hacer algo antes de seguir adelante -Me aparto un poco. Veo el desconcierto en su mirada.

-No voy a hacerte el amor, sin oficializar lo que siento por ti -Tomo mi saco, del bolsillo extraigo la cajita rosa que lleva mi regalo. Me hinco a sus pies, debo mantener mi autocontrol ya que su sexo está al alcance de mis ojos.

-¿Qué haces Cristian? -Ella está desconcertada.

-Anastasia Steele, quiero que a partir de hoy seas oficialmente mi novia. Porque solo en esta condición te hare el amor hasta dejarte sin aliento -Le pongo en su muñeca izquierda el brazalete.

-Y yo quiero que seas mi novio y entregarme a ti. Lo he anhelado desde el primer día que te vi -Se lanza a mis brazos para besarme. Luego de unos minutos, hago que vuelva a ponerse la bata de baño.

-Quiero tenerte en mi cama, ya habrá tiempo para hacerlo aquí -La tomo entre mis brazos y llevarla a mi habitación.

La dejo en el centro de mi habitación, ella se despoja de la bata, para luego acomodarse en el centro de nuestra cama y de ahora en adelante eso será nuestra cama, no volverá a dormir en su habitación de invitada.

Me desvisto con calma, imaginando como lo haré en su primera vez. Borraré todos esos momentos desagradables, iré despacio. Le enseñaré a su cuerpo reconocer el mío, hasta lograr que me extrañe.

Me desvisto ante la mirada curiosa de Ana, ella mira con detenimiento cada uno de mis movimientos. Me quedo solo en mi ropa interior, Ana se muerde el labio cuando ve mi miembro marcado en mi bóxer.

-Pronto, todo a su tiempo -Ella hace un puchero.

-Quiero que tu cuerpo reconozca el mío, así que me voy a tomar mi tiempo -Ella gime de placer cuando le hablo al oído.

Recorro su cuello mordiendo, lamiendo hasta llegar a sus pechos, los cuales disfruto, cuando he tenido suficiente de ellos bajo a su sexo que está muy húmedo por mis atenciones. Ana grita escandalosamente cuando le provoco su primer orgasmo.

-Eso fue maravilloso -Comenta agitada.

-Se pondrá mejor -Me acomodo entre sus piernas, mi novia se abre para mí, dándome una excelente vista de su sexo.

La penetro de apoco, ganándome sus gemidos. Ana cierra los ojos, eso me preocupa, no quiero que recuerde nada de su pasado.

-Nena, mírame. Quiero verte a los ojos cuando esté completamente dentro de ti –Lo hace y me pierdo en su mirada. Voy lentamente entrando y saliendo de ella hasta que estoy por completo en su interior.

Me quedo quieto por unos minutos, se que le debe doler un poco por mi invasión, mientras sus músculos se adaptan. El movimiento de sus caderas en busca de fricción me indica que está lista para la acción.

Me muevo dentro de ella sin parar, Ana no deja de gritar por placer lo que provoca más mi deseo. Antes de que obtenga su orgasmo salgo de ella.

-Crist... -La callo cuando le doy la vuelta, para luego levantar su lindo y apretado trasero. Separo sus piernas y entro en ella como cuchillo caliente en mantequilla.

-Estas tan mojada, nena -Le doy un beso en su nuca.

-¡MAS! No pares, por favor -Ana me ruega no parar y quien soy yo para negárselo.

-¿Lo quieres así? -La embisto fuerte y rudo.

-¡Si! Así es como lo quiero -Yo feliz de darle placer.

Pasamos el resto de la tarde disfrutando uno del otro, había estado con otras mujeres, sin embargo, hacerlo con Ana ha sido lo mejor y eso es porque lo he hecho con el corazón. Descubrí que mi chica y yo compartimos la misma intensidad a la hora del sexo. He sido el primero en demostrarle que hacerlo puede ser maravilloso.

Me doy una ducha rápida mientras Ana duerme, iré a buscar a Gail para que vaya preparando la cena, pasamos del almuerzo. Me ducho rememorando la actividad de la tarde. Salgo del dormitorio encontrándome a Gail en la cocina.

-Gail, ¿crees que la cena pueda estar para dentro de una hora? -Ella se sorprende al verme.

-Si señor. Por la mañana hice un pie de limón. ¿Cree que le guste a la señorita Steele? -Voy a responder cuando Ana lo hace por mí.

-Claro que me gustará, Gail -Ana le sonríe.

-Estoy preparando una lasaña de pollo en salsa blanca -Ambos asentimos.

-No me despertaste, me hubiese gustado darme la ducha contigo -Hace un puchero, luego me besa.

-No quise despertarte, te veías hermosa durmiendo en mi cama. Ve ha ducharte mientras reviso algo en mi despacho -Le doy una nalgada y se marcha de regreso a nuestra habitación.

En mi despacho reviso unos correos, entre ellos los avances de la WUS, en la clonación de plantas. Descargo el informe para leerlo después. Taylor y Smith entran en le despacho sin tocar y eso me molesta.

-El señor Steele, ha estado llamándome, debido a que la señorita Steele no responde a sus llamadas. Me ha estado llamando y no le he respondido porque no se que responderle. Si le digo que estamos aquí se molestará mucho -Lo entiendo, no hemos sido nada recatados en las actividades en mi habitación; ellos saben que hemos estado haciendo.

-Ana ha despertado, le diré que llame a su padre -Le restó importancia.

-El señor Steele está subiendo en estos momentos. Sabe que su hija está aquí porque ha rastreado su móvil -Explica Smith.

-Luke fue a recibirlo en la recepción -Aclara Taylor.

-¡Dios! Me van a castrar -Taylor sonríe burlándose de mí, mientras Smith palidece.

-¿Por qué tendría que castrarte, Grey? -La voz de Raymond Steele resuena de tras de los chicos. Luke ha desaparecido. Es un traidor y así los otros dos, me dejan solo con mi suegro.

-Bienvenido, señor Steele -Le extiendo la mano nervioso. He participado en misiones muy peligrosas, nunca había tenido tanto miedo como hoy.

-Espero una explicación responsable de porque mi hija está aquí y no en su departamento. Porque lo que estoy suponiendo no me agrada en lo absoluto -Mi corazón se acelera.

-Señor Steele, le aseguro que voy en serio con Anastasia, mis sentimientos son reales, de hecho, he formalizado nuestra relación... -Veo a Ana entrar.

-Papi, Cris y yo somos novios -Ana viene a mi lado y me besa en los labios frente a su padre y veo a Rey ponerse rojo; recorre el cuerpo de su hija, quien luce un pantaloncillo muy corto y una camiseta de tirantes sin sostén.

-Ani, creo que es muy pronto para ese tipo de relación -Ray no está de acuerdo con lo nuestro.

-Ray, te recuerdo que Cristian y yo llevamos saliendo mas de dos meses y tengo veinticinco años, velo por mi misma y puedo decidir con quien comparto mi vida -Ha dejado de ser su padre para ser Ray. Esta parte de Anastasia no la conocía.

-Raymond, amo a su hija y la honraré siempre. Nunca le haría a Anastasia lo que no quiero que le hagan a mi hermana. Espero lo entiendas, no quiero que ustedes se distancien por mi -Jamás permitiría que Ana se pelee con su padre por nuestra relación. Entiendo la postura de Ray al cuidar de su hija.

-Bien, me iré. Me llamas cuando llegues al departamento. No importa a la hora que llegues -Ana mira a su padre.

-Papá me quedaré este fin de semana con Cristian. No veremos el lunes -Si Raymond no estaba seguro de que su hija yo tuvimos sexo, ella misma se lo está confirmando.

-Ray, me gustaría que nos acompañaras a cenar, Gail está por terminar la cena. Por favor -Le ruego con la mirada.

Realmente no quiero tenerlo en mi contra, al fin y al cabo, es mi suegro y si todo marcha bien, Ana algún día será mi esposa y quiero que sea él quien la entregue.

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