🎹 Siete 🎹

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Sonidos constantes y repetitivos, provocan un continuo dolor en sus oídos. Y aunque quiera ignorar este suceso, la insistencia de los mismos no lo dejan.

Y se aferra, aprieta sus sienes en busca de un renuente control que nunca llega y desespera, armándose de valor aunque mil sonidos lo sometan.

Porque la verdad aterra...

Ya que en un punto de inflexión y reflexión consigo mismo, finalmente, pudo darse cuenta de que no solo lo aturden los diferentes sonidos del afuera, sino, las continuas voces que se asoman desde su débil y patética cabeza...

Y entre medio del tumulto mientras intenta acallar, sin resultado alguno, una voz se hace eco en su pabellón auditivo: —¿Te encuentras bien?

Esa voz... El bello timbre de esa voz y el cúmulo de sensaciones que provoca cuando endulza sus oídos armando la más armoniosa de todas las prosas.

—Ven, aquí conmigo, toma asiento —dice como un galante caballero mientras repara que el malestar, sea cual sea, se haya esfumado por el momento.

¿Si supiera que en este mismo instante las histriónicas voces de su cabeza han quedado bien lejos?

Dejándolo un poco más despierto que solo no cuerdo.

—Estoy bien, gracias —contesta intentando tomar coraje de esos que te hacen grande y elevar su visión periférica —Yo... ¿Te conozco? —cuestiona tembloroso a medida que levanta su cabeza.

—El placer es todo mío y sí, más de una vez nos hemos visto, o por lo menos, sentido. Pero no tengas miedo, ahora estás aquí, a salvo y conmigo.

El galante pianista ofrece dulces palabras al viento que hacen mella en su débil e intranquilo cerebro. Logrando lo que ni la terapia pudo lograr en mucho, mucho tiempo, darle la oportunidad de regocijarse, esperanzado en el momento.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro