C A T O R C E

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo catorce: Errores, nuevas decisiones e inicios.

Una semana después...

- ¿No puede ir un poco más rápido? -le instigué al taxista.

El hombre me dio una mala mirada a través del espejo retrovisor pero no dijo nada. Miré por la ventana sin poder evitar golpear la mano contra la rodilla.

Estaba nervioso.

No podía negar lo obvio. Había estado practicando durante horas lo que tenía pensado decirle a Taehyung, pero, todo fue en vano. Nunca decía lo mismo. Cuando parecía que algo era definitivo, siempre se me ocurría una frase mejor y así sucesivamente. Al final no tenía nada pensado, supongo que le diría lo primero que se me viniese a la cabeza al verlo.

Ahora mismo estaba en esta situación, hecho un manojo de nervios, y en este taxi mugriento escuchando una serie de canciones que eran completamente de mi desagrado y que me iban a reventar la cabeza.

No estaría ahora mismo aquí si no hubiese sido demasiado tarde.

Para cuando me decidí a luchar por Taehyung, él ya se había ido. Fue demasiado tarde y no pude decirle que lo quería y que sólo soñaba con estar con él. Mierda. Me estaba quitando el sueño desde hacía dos años. Lo único en mi mente eran su rostro y su sonrisa.

¿Por qué llegué a estar en esta situación?

Digamos que, si hace dos años no me hubiese ido y no hubiese hecho lo que mi padre quería. Ahora -probablemente- estaría con Taehyung disfrutando de buenos momentos llenos de risas, caricias, besos y mucho más. Estaría viviendo situaciones a su lado que luego me gustaría recordar junto a mis hijos o a mis nietos.

Todo vino a partir del momento en el que mi padre, antepuso sus negocios de empresa a los sentimientos de su hijo. De alguna forma, arregló un matrimonio de conveniencia con la familia de Daehyung, para continuar haciendo negocios entre las empresas. Así, todos ganarían el doble y ambos ganarían. Pero nadie se paró a pensar en los dos damnificados de aquello, que éramos Daehyung y yo, y eso sin contar a las terceras personas.

Todo fue un cúmulo de mentiras que luego nadie pudo afrontar. Ni siquiera yo.

Sin embargo, una parte de mí cuando decidió marcharse, quiso hacer lo que hizo para que por una vez en mi vida, mi padre se sintiese orgulloso de mí. Me costó darme cuenta de que eso nunca ocurriría. Había intentado contra todo pronóstico que mi padre se diese cuenta de mí y que me aceptase. Pero como se podrá comprobar, no funcionó.

Mi padre sólo pensaba en él y en nadie más que él, todo lo demás era irrelevante. Cualquier cosa que no tuviese que ver con él, no le importaba. Ni siquiera yo. A no ser, que yo interviniese en sus negocios, entonces sí era importante para él. Pero si no, era un cero a la izquierda. Lo que pensase o no era algo que nunca le dio dolores de cabeza. Todo siempre había girado en torno a él, mis esfuerzos en clase, en los deportes, en absolutamente todo habían sido, -en parte-, por él.

Hasta ahora.

Ya era mayor, podía tomar las riendas de mi vida. Tomar mis propias decisiones. Quería cometer errores para luego así aprender de ellos y no volver a chocar con la misma piedra. Quería por una vez en mi vida sentirme feliz y libre a la vez. Y sólo me sentía así cuando estaba con Taehyung.

Él había sido la luz que faltaba en mi
vida. Me daba igual sonar completamente cursi o lo que fuera, pero era la realidad. Gracias a él me había convertido en mejor persona, quererlo me hizo ser como soy. No era el mejor hombre sobre la faz de la tierra, tenía mis defectos como todo el mundo, pero sé que había mejorado. Ya no era aquel arrogante playboy que era cuando estaba en el instituto. Ya no me creía superior a los demás, ahora me encontraba en el mismo nivel. Incluso a veces me sentía inferior. Había sido un completo cobarde al no hacer frente a mi padre.

Pero eso había cambiado. Cuando fui a buscar a Taehyung, él ya no estaba. Sus padres me dijeron que se había marchado de nuevo. Había llamado a su compañero de piso y lo había arreglado todo para marcharse esa misma noche. Quería ir, pero para cuando yo estaba hablando con sus padres él ya estaba montado en el avión.

¿Por qué tarde tanto en ir a buscarlo?

Supongo que quería darle un tiempo, y así de paso, también me lo daba yo para pensar. No tenía mucho que pensar porque ya había tomado la decisión de estar con él, pero aun así quería pensar bien las cosas antes de actuar. Esta vez, no quería cometer ningún error. Antes de marcharme, lo había dejado todo más que claro.

Me había enfrentado a mi padre. Le dije por primera vez todo lo que pensaba y no pensé en las consecuencias. No me importaba. Si mi padre después de aquello quería renegar de mí y desheredarme, que así fuese. Prefería eso a vivir toda mi vida como un infeliz, igual que él. No iba a seguir sus pasos. Cada vez lo tenía más claro. Dedicaría mi vida a los deportes, mi pasión. No iba a dedicarme a los negocios, eso era lo que él quería, no yo.

Después hablé con Daehyung, le dije todo lo que pensaba y ella no pudo estar más de acuerdo conmigo. Aunque claro, al principio estuvo totalmente en contra de lo que pensaba hacer, pero después me dijo que se alegraba de que por fin hiciese lo correcto, y ella no dudaría en seguir mis pasos. Les diría a sus padres que estaba enamorada de Jin y que estaba orgullosa de que él fuese el padre del hijo que estaba esperando.

Me alegré. ¿Cómo no hacerlo?

De repente, el taxi se detuvo. Miré el edificio frente a mí mientras sacaba la cartera del bolsillo.

- Son doce mil wones - me dijo el taxista.

Sin siquiera mirarle, le di dos billete de 10 mil wones.

- Quédese con el cambio. - fue lo único que dije antes de salir del taxi.

Con un suspiro, me quedé allí quieto
observando el edificio y escuché el motor del taxi alejarse. Saqué de la chaqueta el papel donde la madre de Taehyung me había apuntado la dirección y el piso donde vivia.

Tenía envidia de Taehyung, sus padres lo apoyaban en absolutamente todo, incluso aunque ellos supiesen que había sido un desgraciado con su hijo, confiaron en mí. Bueno, qué demonios, no habría conocido a Taehyung si no fuese por ellos, si ellos no me hubiesen contratado como niñero, probablemente nunca me habría fijado en Taehyung y no estaría enamorado de él.

Decidido, cuando Taehyung y yo tuviésemos nuestro primer hijo o hija, se llamara como la madre o el padre de Taehyung.

Miré el papel.

Bueno, pues entonces, es la hora. Cogí aire y fuerzas y me adentré en el edificio.

Mientras llamaba al ascensor y me subía en él. Las dudas empezaron a surgir. No había pensado en ello, había tenido la total y extrema confianza de que Taehyung me perdonaría o de que se tiraría a mis brazos. Pero, ¿y si no era así? ¿Y si él me cerraba la puerta en las narices? ¿O si nisiquiera me abría la puerta? ¿O llamaba a la policía diciendo que lo estaban acosando? Aunque si hiciera eso, lo comprendería y aceptaria que lo he perdido para siempre.

Por Dios no pienses eso Hoseok.

Joder. Recuerda quién eres. Eres Jung Hoseok. Puedes con todo. Dile a Taehyung lo que sientes, sé sincero y habla desde el corazón, sabes que él te escuchará.

Muy bien conciencia, por una vez tienes razón.

Yo estaba preparado para esto, había nacido para esto. No había dudas de ningún estilo. Llamaría a la puerta, él abriría, le diría todo y luego seríamos felices para siempre.

Espero.

Toc toc.

No sé cuántos minutos pasaron, me quedé allí parado como un atontado.
Esta bien. Él no me iba a abrir la puerta, bueno, quizá podía entrar por su ventana. No, eso no era posible. Vive en un octavo piso y lo más probables es que me matase. ¿Y si llamo otra vez? Sí, eso suena más normal.

Iba a llamar de nuevo, pero justo antes de hacerlo, la puerta se abrió.

Y entonces lo vi.

Tan hermoso como siempre, aún con su pelo revuelto, sus ojos me miraron primero con asombro, confusión, y luego no sé si pasaron a estar tristes o enfadados.

Quizá ambas cosas.

No pude decir nada. Me había quedado en blanco. Todo lo que había pensado mientras venía hasta aquí se había desvanecido, aunque eso era algo que me esperaba. Sin embargo, cuando quería decirle algo, las palabras no llegaban. Él tampoco dijo nada, se quedó quieto mirándome. Sé que Taehyung no me esperaba en absoluto.

Y entonces habló.

- ¿Hoseok? Qué haces aquí? - preguntó, con la confusión en su voz.

No sé por qué pero me sonrojé. Maldición. Estaba pareciendo un completo cobarde.

Me rasqué la cabeza.

- He... venido a verte.

Él frunció el ceño.

Cómo me gustaba.

- ¿Por qué? ¿No deberías estar casado ya?

- Sí, -dije. Ella levantó las cejas. - Pero no lo he hecho.

Y entonces igual que levantó las cejas,
las bajó. Abrió la boca con asombro. Eso tampoco se lo esperaba.

- ¿Cómo? - él no comprendía nada.

Suspiré.

Puedes hacerlo hombre.

- No me voy a casar, Taehyung, si alguna vez me caso quiero hacerlo contigo. Estoy cansado de hacer cosas para contentar a mi padre, quiero hacer las cosas para contentarme a mí, quiero ser feliz. Esa vida no era para mí. Si otro quiere estar en mi lugar, el puesto es suyo. Yo sólo quiero estar contigo, pasar mi vida junto a ti si tú me lo permites. Eres en lo único que pienso, día y noche. He venido aquí para decirte que lo he dejado y que quiero comenzar de nuevo, pero contigo. Quiero estar a tu lado, envejecer contigo si es posible, formar una familia. Siento mucho el daño que te he causado, siento haber sido un completo idiota, siento todo el mal que te hice. Me arrepiento cada día que pasa. Tú siempre me diste razones para ser bueno y sin embargo, yo te dañé. Sé que seguramente tú no querrás volver a saber nada de mí, y si es así, lo entenderé. Quiero que me lo digas y te dejaré en paz para siempre. Me mar charé y haré como que esto no ha pasado pero no volveré allí. Empezaré de nuevo, y es tu decisión si quieres que empiece desde cero solo, o contigo, - me callé y tomé aire. Tomando más valor. - Maldición Taehyun, te quiero, no, no te quiero, te amo. Estoy tan enamorado de ti. No quiero perderte de nuevo, no...

Pero no pude decir más, Taehyung no me dejó seguir. Se abalanzó a mis brazos, tal y como había soñado que lo haría. Cerré los ojos con fuerza y lo abracé, olí su pelo, su aroma, todo era perfecto. No quería dejarlo escapar. Estar así era todo lo que quería.

Entonces nos separamos, Taehyung me miró. Sus ojos brillaban, no sé si era de emoción o qué, pero se veían hermosos como él.

- Comencemos juntos, - fue lo único dijo.

Sonreí.

Entonces él se puso de puntillas y me besó. Sus cálidos labios se encontraron con los míos y me fusioné con ellos, sentí los pelos de punta y un escalofrío recorrer mi cuerpo al recordar el contacto de sus labios con los míos. Lo acerqué más, tan cerca que podía sentir como si sólo fuésemos uno.

Desde el día en el que conocí a Taehyung sabía que mi vida estaba cambiando. Él era mi otra mitad y lo necesitaba. Al igual que necesitábamos el oxígeno para respirar, lo necesitaba para vivir y no volverme loco.

Porque juntos, la vida era mejor.






































A las personitas que comentaron ¡Muchas Gracias!🥺 Y el siguiente capítulo será para ustedes, en agradecimiento.💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro