Capítulo 14

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Lexa comenzó a caminar de un lado para el otro, intentaba echar cuentas, intentaba... sinceramente, al principio las precauciones eran escasas, pero juraría que en ningún momento se corrió dentro y no contaba la vez que se corrió dentro del túnel negro. Clarke la miraba, en su rostro se podía leer la preocupación, después de lo que hablaron en el motel, todo podía ser:

- Me dijiste que tomabas el anticonceptivo.

Dijo parando, sonaba nerviosa:

- A veces los anticonceptivos fallan.

Aquello puso más nerviosa a la ojiverde que retomó sus paseos de un lado para el otro, pasaba una pregunta por su cabeza y la formulase como la formulase sonaría horrible, pero tenía que hacerla, el pasado de Clarke era el que era y no podía cambiarlo:

- ¿Estás segura de que es mío?

Clarke la miró completamente enfurecida y ofendida:

- ¿Qué estás insinuando? ¿Qué quiero encasquetarte un bebé que no es tuyo? ¿Me vez capaz de ocultarte algo así?

En esta ocasión fue Lexa la que pareció ponerse blanca y tambalearse:

- Necesito sentarme.

Entro en el estudio y se sentó en una de las sillas que había junto a la mesa que había en la zona de la cocina. Clarke la siguió:

- ¿quieres que aborte?

Lexa que se había llevado las manos a la cara las bajó para mirar a Clarke:

- Ya sabes mi respuesta, esa decisión la tienes que tomar tú.

- No, esta decisión la tenemos que tomar las dos, no me vale eso de que decídelo tú y yo me desentiendo ¿quién dice que el día de mañana te pares a pensar que en realidad no querías? Me culparías por no tenerte en cuenta, así que te pregunto, Lexa ¿quieres que aborte?

El cerebro de la ojiverde estaba haciendo cortocircuito, estaba intentando que tomase una decisión cuando aun estaba en estado de shock:

- ¿Tú que quieres hacer?

- Yo no seré tan egoísta de traer al mundo a un bebé al que no quieren.

- ¿Lo dices por mí? O ¿por ti?

Ya ni sabía que pensar, en ningún momento la había dicho, lo quiero tener, directamente le sacó el tema del aborto para que no hacerla sentir tan culpable si ella decía que sí, que la apoyaba en ese sentido:

- Ya te dije que no quería que estuvieses conmigo por compromiso, quiero que estés conmigo porque me amas- dejó escapar las lágrimas- así que dime que hacer.

Lexa comenzó a llorar también y negó con la cabeza:

- No lo sé, no sé que hacer, Clarke- se retiró las lágrimas con la mano- justo antes de tener el accidente Costia me dijo que quería ser madre y ahora apareces tú y en cuestión de un mes...

Clarke pasó de llorar a comenzar a reír con un deje de ironía:

- Costia otra vez.

- Clarke debes entender que...

Clarke puso la mano en señal de stop, se negaba a escuchar nada más:

- Debo entender que siempre estaré a la sombra de tu difunta mujer muerta, que nunca seré lo suficiente buena- comenzó a sollozar- incluso dudo que un día puedas amarme como la amaste a ella porqué sé que me quieres, Lexa, me quieres como te quiero yo a ti, pero haces lo imposible por dejarte llevar y en momentos como este, que debemos hablar de algo tan importante tuyo y mío, menciones a tu difunta mujer, puedo entender muchas cosas e incluso que hables de ella en otras situaciones, pero no en esta.

Lexa se levantó e intentó acercarse a Clarke que lloró más fuerte mientras daba un paso hacia atrás:

- Clarke...

- NO, ahora sí que va a ser únicamente decisión mía- Lexa la miró con sorpresa- Porque ya no quiero saber nada de ti- Se dio media vuelta e iba a salir por la puerta cuando vio que Lexa comenzaba a seguirla, lo que hizo una breve pausa y la señaló- NO, NO ME SIGAS.

Clarke salió por la puerta y corrió hasta fuera de la nave, e hizo una señal al primer taxi que vio para que parase, solo quería irse lo más rápido posible para que Lexa no la alcanzase, ya dentro del vehículo se terminó de desmoronar, sacó su teléfono con manos temblorosas y llamó a un número.

Flashback

¿Ser puta de lujo la salvaba de acabar muerta? No, seguía siendo una profesión de riesgo, pero era mejor que las alternativas, irse debajo un puente, tirarse por él o abrirse un Onlyfans, sea lo que fuese, su dignidad se había perdido la vez que aceptó el primer cliente, después de un año solo pedía que fuesen de mediana edad, ni muy viejos, ni muy jóvenes, los viejos sacaban las peores fantasías morbosas y los jóvenes, bueno no quería meterlos todos en el mismo saco, pero querían hacerse los Christian Grays o simular alguna escena de película pornográfica bizarra. Ella podía negarse e irse, solo que no cobraría, sus lugares de trabajo eran hoteles de lujo, por lo que a nadie le interesaba un escándalo, así que era mucho más fácil salir de esas situaciones que si trabajase en la calle. Estaban los hombres que no la contrataban por sexo, porque sí, los había que las usaban para hablar, como si fuesen unas psicólogas, pero así se aseguraban de que al menos tuviesen buenas vistas.

En fin, aquella noche la habían llamado para que fuese a The Candler Hotel Atlanta, Curio Collection by Hilton, no era el más lujoso al que había ido, pero tampoco era el más barato en su temporada más alta. Ir a esos lugares requería ir elegante, nada de ir enseñando demasiado, pero tampoco esconder mucho, sensual y con ese trabajo supo explotar lo mejor de ella, había notado que el color sobre su piel gustaba mucho. Subió hasta la habitación y no era una suit ni de las más caras, pero sabía que ese cliente había pagado mucho y cuando eso pasaba es que iba a querer sexo, así que antes de llamar rezó para que fuese uno de esos hombres de mediana edad casados y de los que la culpabilidad podía, sin embargo, abrió un hombre joven, vestía con un traje elegante, pero no de los más caros, así que daba por hecho que podía ser un ejecutivo de clase media alta. Forzó una sonrisa cuando los ojos castaños de éste se la quedaron mirando, como evaluándola:

- ¿Eres Mandy?

- Ese es mi nombre, guapo.

Dijo con tono seductor, lo había dicho tantas veces que sonaba hasta convincente:

- Por favor, pasa ¿quieres algo de beber?

El truco estaba en aceptar la copa, ver como la servían y no beber demasiado, así no se sentían ofendidos ni solos a la hora de beber, pero tampoco pasarse para que no se aprovechasen más de la cuenta ¿Se encontró con alguno que intento drogarla? Sí, ni se pueden imaginar la cantidad de enfermos que quieren follar con una mujer sin conocimiento, es como si fantaseasen con la necrofilia, por suerte en todas esas ocasiones no bebió ni una gota y decidió marcharse aunque eso significaba menos dinero y mala puntuación, porque sí, su agencia va por puntuaje, cuanto más puntuaje se sacaba más trabajos asignaban y eso era más dinero, Clarke no estaba entre las cinco primeras de la lista, pero si estaba entre las diez:

- Sí, sírveme lo mismo que vayas a beber tú.

Le siguió y se colocó detrás justo donde podía ver como le servía la copa, coñac, un asco, aunque no le ha puesto nada de droga tipo burundanga, no bebería más de un sorbo, que asco de bebida:

- Me llamo Bellamy.

Dijo el hombre mientras le acercaba el vaso de coñac con hielo:

- Un placer conocerte Bellamy- Clarke se sentó en la silla que había cerca del mueble bar y cruzó las piernas de forma sensual, sabía que a parte de su escote, solían fijarse mucho en las piernas- dime ¿en qué puedo servirte?

Bellamy siguió mirándola de arriba abajo, evaluándola y sorprendentemente, no veía que lo hiciese con lujuria o atracción sexual. El chico se sentó en la cama y fue al grano:

- Desnúdate, muy despacio.

Clarke dejó la copa sobre la mesilla donde estaban las bebidas y se puso enfrente de Bellamy, comenzó a bajarse la cremallera de su vestido que estaba en la zona de la espalda y dejó caer la tela al suelo, no llevaba sujetador así que quedo solo en tanga e iba a quitárselo:

- Eso no hace falta.

Intervino el hombre, se levantó y empezó a caminar a su alrededor, mirándola determinadamente:

- ¿te gusta lo que ves? O ¿es que me estás haciendo chequeo físico? No me drogo si es lo que estás buscando.

Bellamy sonrió, si que le gustó lo que vio, pero no para lo que esperaba escuchar "Mandy":

- ¿Quieres ganar mucho dinero?

- Depende de lo que pretendas que haga, tengo límites, caballero.

Bellamy agarró el vestido de Clarke y se lo dio:

- Puedes vestirte, no quiero que te acuestes conmigo, si no con otra persona.

Clarke puso los ojos en blanco:

- Paso de que seas mi chulo.

Respondió mientras se vestía, Bellamy carcajeó:

- Puedo igualar tu sueldo solo para que seduzcas, enamores y te acuestes con una única persona, harías lo mismo pero sin ir de cama en cama- amplió su sonrisa- pedí a una bisexual porque la otra persona es una mujer- quedó dubitativo- bueno, tiene polla, pero es una mujer.

- ¿Qué te hace pensar que aceptaré a entrar en ese juego? ¿La otra persona sabría de que va este retorcido juego?

Bellamy puso expresión de inocente:

- Es una amiga que está pasando por un mal momento, solo quiero animarla y de paso que regrese a crear arte- se encogió de hombros- quien sabe, a lo mejor el juego de la seducción funciona y entre las dos florece el amor de verdad, ni tiene porque saberlo y si no, cuando hayas conseguido que salga del agujero y regrese a soplar vidrio, haces que te deje, la jugada te puede salir bien, tiene dinero para tenerte como una reina y dejarías de acostarte con hombres desagradables.

Clarke se cruzó de brazos:

- ¿quién dice que puede enamorarse de mí? O ¿volver a soplar lo que sea que sople?

- Créeme, ella en cuanto se enamora se vuelve una máquina de generar mucho dinero para complacer a la mujer que ha robado su corazón y si no...

Clarke frunció el ceño:

- ¿Si no?

- Solo hay otra cosa que pueda sacar su lado más ambicioso y es el que crea que va a ser mamá.

La rubia dio un paso hacia atrás escandalizada:

- No voy a embarazarme.

- No te pido que te embaraces, te pido que crea que va a ser madre.

Clarke carcajeó con fuerza, como si hubiera escuchado un buen chiste:

- ¿Y cuando vea que no engordo? O ¿quiera ir a una consulta? La vida real no es una telenovela cutre, Bellamy.

- Los embarazos se pueden perder con una mala caída o un accidente desafortunado, obviamente todo fingido no de verdad- la miró serio- ¿No tendrás ninguna enfermedad rara? Porque una cosa es que quiera que vuelva al trabajo mientras se lo pasa pipa y otra es que pille la clamidia o algo por el estilo.

- Siempre uso protección, no me insulte.

Bellamy puso los ojos en blanco:

- Eres una puta de lujo, no esperes que te trate como una señorita refinada, te he ofrecido salir de esta mierda de trabajo, te daré mi número y espero una respuesta antes del fin de semana.

Fin del Flashback

En cuanto contestaron a su llamada Clarke fue breve y concisa mientras era incapaz de dejar de llorar:

- Te dije que tu mierda de plan no funcionaría, ahora ni tú vas a seguir ganando dinero a costa de Lexa, ni yo tendré su amor y ya no hace falta que sigas amenazando, porque pienso irme muy lejos.

Dijo colgando el teléfono sin dar tiempo a que la contestasen. Era cierto, si él cumplía con su amenaza tendría que irse corriendo de ahí, a la otra punta del país, ya había ahorrado lo suficiente, no iba a trabajar vendiendo su cuerpo, ya no. En cuanto llego a la casa se encontró con Raven que recientemente había estacionado el coche, había ido a tomar algo con Octavia ya que era su día libre, en cuanto la castaña vio a Clarke completamente colorada, con los ojos hinchados y rojos de llorar se acercó a la rubia:

- Clarke ¿qué te pasa?

- Que una relación que comienza llena de mentiras nunca puede acabar bien.

Dijo ya dada por vencida mientras caminaba hacia la entrada de su casa:

- No me digas que Lexa descubrió la razón por la que te acercaste a ella.

Clarke negó con la cabeza:

- No, al contrario, cree que estoy embarazada y lo hemos dejado.

Raven puso los ojos como orbitas:

- ¿te ha dejado estando embarazada?- negó con desaprobación mientras entraba en la casa- no me esperaba esto de ella.

- La he dejado yo- rompió a sollozar de nuevo- no estoy embarazada y no puedo seguir con las mentiras- fue directa ha su habitación y se dejó caer en su cama mientras lloraba desconsolada- Bellamy insistió que tenía que seguir con su plan para seguir presionándola, ella ya empezaba a hacer lo que la gusta y empezaba a vender su trabajo.

- Pero él no se lleva ni una comisión.

Llegó a la conclusión Raven:

- Ya le dije que lo que me dijo Lexa, que no quería ser madre.

- ¿Por qué no le dices que fue una confusión? ¿Qué tuviste un falso positivo?

Clarke la miró con los ojos llorosos:

- ¿Más mentiras? Estoy cansada, además, estoy cansada de ser también la sombra de su difunta mujer, pensaba que me quería y que podría estar enamorada de mí, pero no es así, Raven.

- Oh, cariño.

Dijo la castaña atrayéndola para abrazarla:

- Ahora tengo que huir, porque seguramente Bellamy le diga a Finn donde estoy.

- En ese caso nos iremos juntas, te ayudaré con todo lo que haga falta.

- Capaz es de aparecer mañana- dijo también con temor y se refería a Collins- tenemos que irnos en cuanto antes.

- Mañana a primera hora nos habremos ido, pero estás segura de que no quieres ver más a Lexa.

Clarke se sonó la nariz y se quitó la humedad de sus mejillas:

- Sí, estoy segura. 

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