Capítulo 35

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Clarke fue con Cillian a un bar cerca de la galería y de su casa, se quedaron en la zona de la barra, ambos se pidieron una jarra de cerveza:

- ¿Qué tal te ha ido?- intentó entablar conversación el chico- yo no he dejado de pensar en la otra noche- curvó la comisura de los labios- y lo mucho que me arrepiento de no haberte besado cuando tuve oportunidad- en cuanto vio que Clarke forzó una sonrisa- y me da que va a ser la única oportunidad.

Clarke miró su cerveza unos segundos antes de enfrentarse a Cillian:

- Me gustas, eres encantador, respetuoso y guapo, pero hay otra persona, pensaba que todo había terminado, pero voy la voy a dar otra oportunidad.

Obviamente a nadie le gusta escuchar eso de la persona que le gusta, pero de cierta forma la llegó a entender:

- Tú también me gustas, Clarke, pero si me dices que no puede haber nada, lo entenderé- agarró la mano de Clarke y le besó el reverso- espero que seas feliz con esa persona- puso gesto de complicidad- o mejor dicho, con ella porque algo me dice que se trata de la mujer de ojos verdes que vimos la otra noche.

Clarke al recordar a Lexa sonrió como una tonta:

- Sí, es ella.

Cillian dejó caer los hombros y dijo un poco en broma:

- Nada, no puedo competir.

Clarke carcajeó:

- Quizás si hubieras aparecido en otro momento de mi vida, mereces conocer a otra mujer que te corresponda como te mereces.

- Al final la única que me es fiel es el trabajo, pero oye, si algún día quedas soltera y decides darme una oportunidad- la guiñó un ojo- tienes mi número de teléfono.

La rubia se mordió el labio inferior y se apoyó en la barra:

- ¿Por qué eres así? No sé, podrías enfadarte y hacer que no me sienta tan mal.

Cillian carcajeó:

- No te lo voy a poner tan fácil, bonita.

En ningún momento empleó una mala palabra, un mal gesto y la acompañó hasta su portal siempre siendo respetuoso y cortés, sabiendo que sería la ultima vez que se verían, habían quedado como amigos, pero ya se sabe, eso de "quedamos bien" pero que en el fondo son buenas palabras, nada más, Clarke se despidió dándole en un beso en la mejilla y el regresó por su camino y Clarke subió a su casa. Pese haber bebido una jarra de cerveza fue hasta su cocina, sacó una copa y se sirvió un poco de vino, sacó el teléfono y marcó el teléfono de su bolsillo para llamar a Lexa que tardó en contestar, se la escuchó jadeante y de fondo se escuchaba que estaba restregando algo:

- ¿No te estarás zurrando la sardina?

Preguntó la rubia:

- Mas quisiera, estoy intentando quitar un poco de pintura de spray, Ontari no llevó tan bien la ruptura y antes de marcharse dibujó un pene deforme en mi habitación- Clarke comenzó a carcajear- no te rías, te prometí que la dejaría y lo hice, han pintado la fachada de la casa con spray rosa y verde, poniéndome verde ni más ni menos.

- Ni se te ocurra echarme la culpa- dijo bebiendo un poco de vino- eso te lo has buscado tú ¿A quién se le ocurre irse a vivir con su rollo?

- No te he echado ninguna culpa, Clarke no quiero que pienses o sientas que me meto en tu trabajo o que te sientas culpable de nada- la escuchó resoplar- solo quisiera pasar tiempo contigo y que tengas en cuenta que dejé a Ontari porque te quiero y no quería que te sintieras como la querida.

- Sé, sé que no lo hiciste a malas, solo digo que no lo hagas más.

Dijo dando otro sorbo a la copa de vino, esperó que Lexa siguiese hablando, pero se mantuvo en silencio unos segundos, la rubia frunció el ceño no sabía si eso era buena señal, a lo mejor le saltaba alguna con el tema del pediatra, sin embargo:

- ¿Estás sola en casa?

Preguntó con voz tontorrona:

- Sí.

Respondió algo desconcertada la ojiazul:

- ¿Te haces una foto sexy y me la mandas?

Clarke abrió la boca de la sorpresa e incluso se le escapó una pequeña risita:

- ¿Qué?

- Nos separa kilómetros de distancia bonita, habrá que apañarse con lo que podamos hasta que pueda verte el sábado.

- ¿Dónde quedó esa Lexa tímida?

- Vamos- dijo con tono suplicante y casi se la imaginaba poniendo un puchero- solo una fotito y no tiene que ser muy explicita.

No es que se molestase ni se perturbase ante esa petición, le gustó y obviamente era un poco morboso saber que ejercía ese poder sobre Lexa:

- Te vuelvo a llamar en un rato.

Dijo antes de colgar, dejó la copa de vino sobre la encimera de la cocina y corrió a la habitación, abrió el cajón de lencería, nunca se había hecho este tipo de fotos, porque nunca había tenido una relación a distancia, estuvo pensando que ponerse y como posar, hasta que optó por algo más picante, fue hasta el armario y sacó una caja, ahí tenía todos sus disfraces sexys, desde el de policía sexy, bombera sexy, sacó el de enfermera sexy, el disfraz de religiosa la desechó ya que Lexa en su día le dijo que no le ponía ese tipo de disfraces. El disfraz de enfermera era un vestido blanco ajustado con escote, una cofia con una cruz de color rojo, zapatos blancos y ligas a juego con el traje. Se miró con ello puesto en el espejo y se pasó las manos por el cuerpo, se veía muy sexy, ahora tocaba hacerse las fotos, se puso la cámara frontal del móvil y se sacó fotos desde todos los ángulos, siempre intentando poner cara de viciosa y sensual, recordó que tenía un trípode guardado, lo sacó y se hizo otras cuantas fotos poniendo temporizador en el móvil, fotos mostrando sutilmente su escote, sus piernas, su ropa interior, e incluso se desabrochó un poco el vestido blanco sacando un poco un seno y subiéndoselo un poco para retirar su tanga y mostrar su sexo. Después hizo selección, las que no se veía rara o "fea" envío primero las menos explicitas con un mensaje:

"Ahora toca que envíes tú unas y luego te enviaré otras más subidas de tono"

Lexa no tardó mucho en contestar y en enviar varias fotos, pese a todo la morena seguía siendo la más tradicional, no tenía disfraces, así que usó lo que tenía, se abrió la camisa que llevaba puesta mostrando un poco su top deportivo, tenía los guantes puestos que ya estaba usando para limpiar, se desabrochó los pantalones y bajó su bragueta para mostrar los calzoncillos Levis de color gris y los abrió todo lo que pudo para que se mostrase sutilmente su bulto, aunque la cara cómica que había puesto le quitó todo el morbo, pues lejos de excitar a Clarke la hizo reír, aunque fue suficiente para enviar las fotos más picantes, al poco recibió un mensaje de Lexa:

"joder, Clarke" inserte emoji de tres gotitas de agua.

Clarke rio entre dientes, se acomodó en la cama y siguió picando a la morena, había sido ella quien había empezado el juego pidiendo fotos sexys, ya no valía quedar a medias:

"Toca enviar fotos más picantes, quiero ver chicha"

Recibió el emoji de una carita sonrojada repetido tres veces, haciendo que la rubia carcajease más fuerte, pero tras unos minutos recibió otra foto, estaba tumbada en la cama y no se le veía la cara, solo la parte inferior de su cuerpo se había quitado los pantalones y estaba en calzoncillos, notándose el bulto de su miembro un poco erecto, al pie de la foto había un mensaje:

"Es la primera vez que mando un fotopene, me siento como una pervertida"

Clarke se mordió el labio inferior y soltó una risita al leer el mensaje, pero si era cierto que su entrepierna palpitó al mirar esa foto, tras meditarlo un momento, se lanzó a escribir lo siguiente:

"¿Te gustaría tener sexo por videollamada?"

Casi pudo imaginarse la cara de viciosa que puso la ojiverde, pues tardó un poco en contestar, incluso la rubia temió haberla asustado, por lo menos en esta ocasión no tendría que salir corriendo de la casa en albornoz:

"Nunca he hecho algo parecido"

Terminó respondiendo:

"Yo tampoco, para todo hay una primera vez, pero si te incomoda, lo dejamos en las fotos picantes"

No iba a mentir, sentía el corazón que le iba a salir disparado, no sería la primera vez que vería a Lexa masturbarse, solo que en vez de estar a la lado sería a través de una pantalla. Al final Lexa se pronunció ante la idea propuesta:

"Vale, dame un momento que me ducho y me preparo, no tardó más de 10 minutos"

Lexa fue corriendo a ducharse y dejó el teléfono cargando, no quería que a mitad de la videollamada se quedase sin batería. Clarke también aprovechó para ambientar la habitación y también sacó un succionador con estimulación interna para añadir picante a los juegos, comprobó que estuviera cargado y se quitó el vestido, aunque se dejó la cofia y la lencería sexy, colocó el trípode encima de la cama y esperó a que Lexa llamase que empezaba a tardar, miró el reloj y ya habían pasado más de 20 minutos, puso una mueca ¿si no llamaba se consideraría un plantón? Agarró el móvil y comenzó a escribir siendo interrumpida cuando vio una videollamada entrante de Lexa, presionó el botón de descolgar. Lexa estaba sentada en su cama, con su pelo rebelde suelto, estaba tapada con una sábana hasta el abdomen y se veía un top deportivo:

- Pensaba que me ibas a dejar plantada.

Dijo Clarke alzando el teléfono para que enfocase en su cara, Lexa dejó escapar una risita nerviosa:

- Perdona, me he puesto un poco nerviosa, ya sabes que no se me da nada bien eso de ser sensual y jugar con el erotismo.

Porque la luz de su habitación era tenue, si no juraría que se había sonrojado:

- Lexa, solo tenemos que imaginar que estamos enfrente y masturbarnos mientras nos miramos, pero te dije antes, no tienes porqué hacerlo si te incomoda.

- no es incomodidad, solo es pudor.

Clarke curvó la comisura de los labios:

- ¿de verte desnuda? Porque te recuerdo de que ya lo he hecho, incluso si hago memoria podría decirte la cantidad de pecas que tiene tu cuerpo empezando con la que hay en tu polla- eso último lo dijo con erotismo- y que tantas veces he chupado, me pone mucho darte placer con la boca ¿sabes qué alguna vez he fantaseado que me pones de rodillas y me follas la boca mientras aferras mi cabello?

Lexa tragó saliva y enseguida comenzó a notar como los calores de su cuerpo se elevaban, se pasó su mano por su entrepierna, imaginarselo la puso cachonda:

- ¿Ah sí?

Clarke asintió con la cabeza en plan inocente:

- Jugar a que me dominas y me usas a tu antojo- Lexa se acarició por encima de sus calzoncillos, su miembro empezaba a ponerse más duro- que me follas la boca, el coño y por el culo.

- Estas poniendo difícil eso de esperar a que llegue el fin de semana para ir a verte.

Clarke dejó el teléfono en el trípode colocándolo a un ángulo en el que pudiera verla casi de cuero entero, pues no llegaba a alcanzar a enfocar sus pies y casi hasta llegar sus rodillas, se acarició un poco por encima del tanga y emitió un gemido:

- Estoy muy mojada.

- Y yo estoy muy cachonda- Lexa no tenía un trípode...literal, un trípode objeto, ya sabemos que lo dejé fácil para el chiste...para poner su teléfono, así que tuvo que improvisar para colocar el teléfono desde un ángulo algo oblicuo de una forma que la enfocase casi todo el cuerpo, se destapó y mostró el bulto que hacía su ropa interior- ¿ves?

Clarke emitió un pequeño suspiro sonoro y se lamió los labios:

- Quítate la ropa interior, quiero ver cómo te tocas mientras me miras.

Ordenó con anhelo:

- También quiero verte, enfermera.

Clarke se incorporó un poco para desabrocharse el sosten, se lo quitó tirándolo a un lado de la cama y procedió a hacer lo mismo con el tanga.  Lexa pareció que se quedó sin aire mirándola con los labios entreabiertos, pese a tenerla mas que vista seguía mirándola con la misma fascinación que el primer día y puede que con más deseo, Clarke se acarició los senos y gimió con intención de provocar a la ojiverde:

- ¿te gusta?

- Estaría lamiéndotelas toda la noche.

Dijo metiéndose la mano por debajo de los calzoncillos y se agarró el miembro para masajearselo:

- Te toca, quiero verte.

Lexa se quitó el top deportivo y sus bóxer liberando su miembro erecto, Clarke gimió y se acarició su sexo, lo sentía palpitante y caliente:

- ¿te gusta?

Preguntó la ojiverde mientras se acariciaba su miembro lentamente:

- quiero sentir tu polla aquí- respondió mientras abría sus labios mayores exponiendo su clítoris y se introdujo un poco su dedo corazón- llenándome toda, follándome duro.

Lexa comenzó a masturbarse más intensamente con una mano mientras con la otra se acariciaba el cuerpo, por momentos se acariciaba uno de sus senos y otros momentos la empleaba para acariciar su escroto ejerciendo un poco de presión en esa zona:

- yo también quiero sentir tu coño húmedo- jadeo al imaginarse estar en la misma habitación que la rubia- sentir todo tu cuerpo debajo del mío, masturbarme con tus pechos.

Clarke también hizo más intensos y profundos las intrusiones de sus dedos en su sexo, escuchándose la humedad siendo golpeado:

- Sí, Lexa fóllame.

- sí- dijo jadeante la morena- mira que dura me tienes.

Dijo agarrándose el miembro cerca de la base y lo movió de atrás hacia delante. Clarke paró un momento y agarró su juguete sexual, lo lubricó un poco y procedió a introducirse la parte de estimulación interna:

- Y mi coño está muy mojado- decía entre jadeos y movía su pelvis- listo para ti.

- Eso, Clarke- decía la morena moviendo su mano sobre su miembro más rápidamente- masturbate.

Clarke no pudo seguir mirando la pantalla del móvil, era imposible concentrarse pues su cuerpo empezaba a entrar en un punto de no retorno y cuando puso la parte del succionador que daba en su clítoris ya no fue dueña de su cuerpo:

- me voy a correr.

Decía la rubia retorciendose un poco, los músculos de su cuerpo se habían tensado, de su sexo no paraba de emanar flujo y sentía como el orgasmo se había acumulado en su pelvis:

- Sí, Clarke correte, quiero ver como te corres y todo tu coño se llena de tu corrida.

- sí, Lexa, síííí...

Jadeó antes de empezar a temblar y convulsionar, las succiones hacían su orgasmo más intenso, hasta tener que apagar el juguete. Se lo sacó y abrió sus labios mayores para mostrar lo mojado y rosado tirando a rojo que lo tenía. Lexa empleó las dos manos para acariciar su miembro erecto, notaba como el preseminal lubricaba el glande:

- yo también me voy a correr.

Clarke se acercó un poco el teléfono:

- Sí, Lexa quiero ver cómo te corres, imagina que lo haces encima de mí.

Lexa se acercó el teléfono a un ángulo en el que podía verse mejor y se masturbó más rápido hasta correrse, curvando un poco la espalda y temblar, parte de su mano y torso quedaron bañados de su propia esencia, relajándose tumbada en la cama e intentando recuperar el aliento. Clarke sonriente agarró el móvil del trípode y se tumbó de lado mientras veía a Lexa con una sonrisa de oreja a oreja:

- no ha estado mal la experiencia.

Dijo Clarke quitándose la cofia, Lexa rio entre dientes, agarró el móvil y también se tumbó de lado, mirándose a través de las pantallas:

- Ahora quisiera poder abrazarte.

- Cuando queramos darnos cuenta será fin de semana.

Lexa apoyó el móvil en una almohada y se arropó un poco:

- lejos de ti el tiempo se hace eterno.

- ¿te gustaría hacer algo en especial? ¿Visitar algún sitio? ¿Ver alguna película?

- puedes pillarte el domingo libre y pasar el día en la playa ¿te gustaría la idea?- Clarke alzó una ceja- si te parece bien, o si prefieres puedes trabajar, no quiero que pienses que lo digo para...

Clarke carcajeó:

- Lo sé, Lexa- la ojiverde poco a poco sintió que se le cerraban los ojos- podemos ir a la playa.

- Guay.

Musitó Lexa con los ojos cerrados y sonriente. Clarke estuvo un rato viendo como la ojiverde se quedaba profundamente dormida. También anhelaba poder abrazarla. Hasta que tuvo que colgar la videollamada porque también se estaba quedando dormida, poniendo a cargar el teléfono, fue al baño y lavó el juguete sexual, hizo sus necesidades y regresó a la cama, cayendo al mundo de los sueños enseguida.

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