Capítulo 44

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* Feliz año a todos/as. Pd: estoy cansado de estar re-ordenadndo los capítulos, parece ser que se han desordenado de nuevo, no es que falte alguno, es que están colocados como le ha dado la gana a Wattpad*

- CLARKE, VAMOS.

Se sentía incómoda hablándole a la puerta y no sabía lo que se le pasaría por la cabeza a sus vecinos, pues el del piso del frente abrió la puerta y la miró con cierta extrañeza:

- ¿Ocurre algo?

El hombre de medicina edad aún estaba en pijama y Lexa lo hubiera obligado si no tuviera la corpulencia de un portero de discoteca, es más, después de preguntar se cruzó de brazos marcando musculatura:

- Nada que le incumba.

- Estás armando jaleo- señaló la puerta de Clarke- y parece que estás molestando a la chica que vive en ese piso- Lexa tragó saliva- si no quiere hablar déjala o me encargaré yo mismo de echarte de aquí.

Lexa inconscientemente puso los ojos como órbitas y se dio media vuelta para acercarse a la puerta de la rubia:

- Clarke- dijo con voz más baja- por favor, ábreme, el gorila de tu vecino me quiere pegar- se pasó las manos por la cara- está bien, vendré a vivir contigo- escuchó como el vecino carraspeó- Clarke, te lo supli...

En ese momento Clarke abrió la puerta y Lexa rezó en su fuero interno para que no le devolviese el equipaje, ahí si que se le echaría encima el gorila de su vecino. La rubia miró a su vecino:

- Está bien, Mikel.

El hombre miró con preocupación a la rubia:

- Si te molesta solo tienes que decírmelo.

Clarke forzó una sonrisa:

- No te preocupes, es solo una riña de pareja- se hizo a un lado para que Lexa entrase en el piso y lo hizo, ya ves si lo hizo, rápidamente se escondió detrás de la rubia- ya te dejamos tranquilo.

El hombre asintió con la cabeza y regresó a su piso. Clarke también cerró la puerta de su piso y miró a Lexa:

- Sé que te has sentido presionada a decir que te vienes a vivir conmigo- caminó hacia el salón- por eso no lo considero válido.

Lexa abrió la boca de la sorpresa, o para que saliese el humo imaginario de cuando su cerebro explotó:

- Pero tú dijiste...

Comenzó a decir la morena mientras seguía a la rubia que había entrado a la cocina y empezó servirse una taza de café:

- Sé lo que te dije, pero no voy a obligarte a hacer algo que no quieres.

Devolvió la cafetera a su sitio y se sirvió  un par de azucarillos. Lexa se acercó a la rubia y con suavidad acarició uno de sus brazos para que se girase:

- Es algo que he estado valorando, venirme a vivir contigo, tenías razón yo tengo un colchón económico que me permite ir dónde yo quisiera y también tengo más posibilidades de recuperarlo- agachó la cabeza unos segundos antes de mirar a Clarke y admitir- no sé, aún había algo que me tenía reticente y ahora que mi madre a vuelto con mi padre, es absurdo permanecer lejos, quiero pasar el resto de mi vida contigo- puso los ojos en blanco- ya sea de manera extraoficial y fuera del matrimonio ¿quieres encontrar un trabajo de lo que te gusta? Bueno pues yo te apoyo, mientras tu miras por LinkedIn yo estaré a tu lado.

Clarke apretó los labios para ocultar su sonrisa, no de victoria pues aún sentía que la había presionado mucho, pero también valoraba el esfuerzo de Lexa. Dejó la taza de café sobre la encimera de la cocina y rodeó los hombros de la ojiverde con sus brazos para dedicarle una mirada dulce: 

- Siento si he reaccionado un poco de manera exagerada.

Lexa respondió a su abrazo:

- No, perdona tú, tuve que ser más empática- le dio un beso en la frente- ¿qué te parece si compramos guarrerías que engordan y dedicamos el día de hoy a ver series? o podemos dedicar un tiempo en poner a parir a tu ex-jefa, nunca he hecho algo así, pero creo que es lo que se hacen estas situaciones. 

- Creo que con ver series vale, tampoco tengo mucha hambre. 

Lexa dibujó media sonrisa y meció a Clarke entre sus brazos:

- Un buen helado puede ser un gran consuelo, luego ya nos preocuparemos de perder el kilito que ganemos. 

Clarke rio entre dientes:

- Está bien, compraremos helado y veremos alguna serie. 

Dicho y hecho, pasaron gran parte del día refugiandose en comida poco saludable y viendo series coreanas en Netflix, desde las más raras de monstruos hasta la más empalagosa, como esa que parece sacada de un fanfic de algún grupo k-pop y después de estar comiendo helado, canchitas y patatas fritas, no les abrió el apetito, terminando de ver el último capítulo de "Mi adorable demonio" Lexa se desabrochó el botón del pantalón y se subió un poco la camiseta mostrando su abdomen hinchado por el exceso de comida y bebidas con gaseosa. Clarke vio ese gesto y dejó escapar una carcajada: 

- Vas a explotar.

- Ya tengo tripa de casada. 

Clarke se abrazó a ella y besó su mejilla: 

- Hoy ha sido una excepción, pero ni loca tendremos una vida de excesos, tampoco es para que nos dejemos y terminemos obesas con una enfermedad cardiovascular o diabetes.

Lexa se movió un poco para mirar a Clarke, que tenía su rostro a unos centímetros:

-  ¿Dejarías de quererme si me pongo gorda?

Clarke puso los ojos en blanco:

- No me refiero a eso...

Lexa rio entre dientes:  

- No terminaste la carrera de medicina, pero tienes alma de medico. 

- No- musitó - es lo que tiene ser hija de una doctora y escuchar esto durante toda mi adolescencia, no siempre estuve cañón ¿sabes? 

Lexa alzó las cejas con expresión divertida:

- ¿algún día veré fotos de esa época?

- Antes muerta.

- Oh vamos, yo tampoco he sido guapa siempre, en mi adolescencia llevaba brackets metálicos, agne, llevé hombreras y pantalones de campana. 

Clarke se tapó la boca para evitar poner una mueca burlesca, pues sí que se la había imaginado, a ver, los pantalones de campana si que estuvieron de moda en su adolescencia, pero ¿Hombreras?:

- ¿en qué época viviste?

- En una en la que mi madre nos vestía a mi hermana y a mi como si fuésemos unas muñecas de comunión ¿entonces? ¿te enseño fotos de cuando era patito feo a cambio de enseñarme tú las tuyas?

Clarke acercó un poco más su rostro al de Lexa y dijo con un tono burlesco:

- No. 

Lexa aprovechó la ocasión para besar a la rubia antes de que esta se alejase de nuevo, la ojiazul devolvió su beso, lo que sea para que dejase de insistir. Tampoco es que considerase que su época de adolescencia fuese un cayo malayo, fue del montón, pero mejor que quedasen en el fondo del baúl de los recuerdos, aunque estaba segura de que su madre aprovechará alguna ocasión para sacarlas, otra razón más por la que intentaba retrasar ir a visitarlos en compañía de Lexa:

- Sabes que es algo que no podrás ocultar por siempre, pretendo compartir el resto de mi vida contigo, esas cosas siempre salen a la luz. 

- Intentaré retrasarlo todo lo que pueda. 

Lexa emitió un sonido sin abrir los labios y agarró el mando de la televisión:

- ¿Te apetece ver otra historia de coreanos heterosexuales con carita de muñequitos? 

Clarke arrugó la nariz:

- No vuelvas a decir carita de muñequitos.

Lexa se encogió de hombros:

- No lo digo a malas, ya me gustaría tener la juventud eterna que tienen, deben de tener algo en su ADN que les hace inmunes a las arrugas. 

Clarke estiró sus brazos para desperezarse un poco:

- He comido tanto que ahora mismo lo que me apetece es dormir- miró con curiosidad a Lexa- ¿Hasta cuando vas a estar aquí?

Ya le había dicho que se iba a vivir con ella, pero tampoco daba por hecho de que lo haría inmediatamente, en Savannah tiene su negocio, tiene su casa, sus cosas y a su familia:

- estaré un par de días- agarró su mano y le besó el reverso- pero no me iré por mucho tiempo. 

Clarke se levantó y agarró la mano de Lexa para tirar de ella y que se levantase también:

- Vamos, mañana vamos a despertar temprano y a intentar quemar todo lo que hemos comido hoy.

Lexa se levantó y pasó sus manos por la cintura de la rubia mientras ponía expresión picara:

- Podemos hacer la dieta del cucurucho.

Clarke puso una mueca de asco:

- ¿Más helado?

Lexa frunció el ceño:

- No, la de comer poco y follar mucho. 

Clarke sonrió y se acercó para darle un beso fugaz, se separó y dijo con dejadez:

- Confórmate con tus manos, porque yo tengo la regla, me voy a tomar una analgésico y me iré dormir. 

Tampoco pilló un chasco por no ejercer dicha dieta, fue feliz igual al dormir abrazada a Clarke y la rubia sintió mucho confort al sentir los abrazos de Lexa, mucho mejor que la noche anterior y pese a que los anticonceptivos la ayudaban eso no quería decir que la librasen de sentir molestias, en días como esos no sabía si envidiar a Lexa u odiarla porque no se tenía que preocupar por el periodo, pero que no lo sufriese no quería decir que no se preocupara por Clarke, a comparación de otras parejas que enseguida saltaban con "¿Te duele? tómate algo" pese haberla despertado por sus molestias, Lexa se levantó por un vaso de agua, una pastilla y una compresa caliente para colocárselo en la zona del bajo vientre:

- ¿Quieres que vaya a comprar algo? - se ofreció acariciando su cabello rubio- ¿Chocolate? ¿algún bollo? o ¿prefieres salado? ¿Algún sandwich?

Clerke curvó la comisura de los labios: 

- Gracias, pero después de tanto dulce ayer, pero ahora que mencionaste lo del salado, si que me apetece un sandwich de jamon york y queso, junto a unos pancakes salados.

Lexa alzó una ceja, pues mira que le dijo que no le apetecía mucho, pero no rechistó, empezó a cambiarse de ropa:

- Iré a comprarlo. 

¿No esperaría que lo cocinase ella? prácticamente cuando la conoció encargaba comida por tuppers para no cocinar, se le daba bien soplar vidrio, pero era horrible cocinando. Agarró la cartera y su móvil, mientras bajaba por el ascensor buscaba por google locales abiertos a esas horas y que ofreciesen todo lo que le había pedido Clarke. A ver, ella estuvo casada y compartió su vida con una mujer que tenía hasta peores días, con practica aprendió a no aliviarle el dolor, pero sí a hacerlo un poco más llevadero. En lo que bajaba por la calle pasó la galería, bueno, más bien tras dar unos pasos quedó parada y miró el local, Clarke le había dejado claro que no debía meter las narices en ese asunto, pero es que le parecía tan injusto, algo paranoica miró a su alrededor, como si Clarke tuviese superpoderes de teletransportación, con decisión se guardó el móvil en el bolsillo y entró en la galería. Nuevamente la recibió la excompañera de Clarke con una sonrisa falsa, aunque en sus ojos se podía ver el miedo, estaba claro de que era consciente de que Lexa ya sabía lo ocurrido y que no estaba ahí por amor al arte precisamente:

- ¿Puedo ayudarte en algo?

Preguntó Josephine acercándose a Lexa e inconscientemente o no tan inconsciente hizo de obstáculo para impedir que se dirigiese al despacho de Niylah. La ojiverde hizo un gesto de stop y para nada amigable se dirigió a la dependienta:

- ¿Está Niylah Green?

Josephine intentó hacerse la sueca:

- No, ahora mismo no está. 

Lexa evaluó los gestos de la chica y sacó el móvil:

- ¿estás diciendo que si llamo a Niylah Green confirmará que no se encuentra en su despacho?

Josephine miró irritada a Lexa y dándose por vencida admitió:

- No, está en su despacho, le diré que has ven...

- No hace falta, ya me sé el camino. 

Josephine pareció dudar:

- No le hace gracia que entren sin....

- Conozco a Niylah Green- dijo algo enfadada la morena y señaló el local- he expuesto en esta galería en muchas ocasiones ¿Sabes quien soy?- espero a que la chica asintiese con la cabeza- pues sabes perfectamente que Niylah Green no me rechistará, ahora si me permites iré a verla- y puso sobre aviso a la chica- y ve recogiendo tus cosas porque hoy es el último día que trabajas aquí.

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