capítulo 5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Lexa durmió del tirón, hacía meses que no dormía así y había soñado, un bonito sueño, nada de pesadillas que la hacían sentirse mal al despertar. Cuando abrió los ojos lo hizo sonriente, movió su mano a su lado como buscando a alguien, pero al percatarse de que no había nadie se incorporó un poco:

- ¿Clarke?

Preguntó pensando que podía estar en el baño, se levantó y se asomó en el baño, no había nadie, miró por toda la habitación y se dio cuenta de que solo había ropa suya por el suelo, pero ninguna prenda de Clarke, sobre una esquina de la cama había una nota, se acercó, la agarró y la leyó, al analizarlo miró rápidamente a su cartera que estaba tirada en el suelo, se agachó y revisó su contenido, estaba claro de que le faltaba parte del dinero en efectivo que llevaba el día anterior. Con el ceño fruncido se sentó en la cama. Que se fuese sin decir nada ¿qué significaba? ¿La llamaba? Agarró el teléfono, aun quedaba 45% de batería y en el reloj marcaban las 7:48 de la mañana. A lo mejor estaba durmiendo y la iba a molestar, esperaría a llamar más tarde o quizás era Clarke la que llamaba, sí, quizás era mejor que diese ella el paso, a esa conclusión llegó Lexa. Sin embargo, sí llamó a otra persona de la que sí estaba segura de que iba a estar despierta:

- Octavia soy yo, Lexa- sonrió al escuchar la respuesta entusiasmada que obtuvo- ¿tienes planes para hoy? O ¿tienes trabajo?- rio entre dientes- genial ¿Puedes venir al estudio? Sí, creo que es hora de volver.

Tras colgar se levantó y se vistió, fue al baño para peinarse, más bien se recogió el pelo en una coleta y del mueble baño sacó una diadema de color negra y se la puso, en la habitación sacó de debajo de la cama unas botas de trabajo de color negro, se las puso y salió, fue hasta los hornos y encendió solo uno, el horno de fundir. Fue hasta el mueble donde estaban todos los materiales, a un lado había un saco con cristales rotos, cargó con ello y lo llevó hasta el horno, con una pala empezó a echar los cristales para que empezasen a fundirse, rápidamente fue hasta unos cubos grandes donde había unas bolas de color rojo y rápidamente lo llevó para verter el equivalente a los cristales rotos, cerrando el horno para que termine de enfornar. Escuchó la puerta de la calle abrirse, sacó el móvil y miró la hora, sí que había corrido:

- NO ME PUEDO CREER- Decía Octavia entrando con los brazos abiertos- QUE HAYAS VUELTO.

Corrió con entusiasmo y se abrazó a Lexa que se sorprendió por tal recibimiento:

- Ya- dijo desconcertada- yo tampoco.

Octavia se separó, a pesar de ser temprano se comportaba como si se hubiera tomado 20 cafés:

- Bien- dijo dando unos saltos animada como si estuviera calentando- ¿qué hago?

Octavia Blake era la hermana de Bellamy Blake, a diferencia de su hermano la toleraba muchísimo mejor, de hecho, conoció a su hermano gracias a Octavia, pues hacía años Lexa la contrató como ayudante. Octavia Blake era morena como Bellamy, unos centímetros más baja que Lexa, ojos verdes y cuerpo fibroso:

- Acabo de meter los materiales a fundir ahora, así que hasta mañana no vamos a trabajar, necesito que hagas inventario- dijo señalando a la zona donde estaba las estanterías de los vidrios de colores- y apuntes que material falta para que vayas a comprarlo.

- Enseguida- miró con ojos brillantes a Lexa- de verdad que me encanta que hayas vuelto.

Clarke despertó temprano y lo primero que hizo fue tomarse una taza de café y fue a caminar un poco, no era una deportista acérrima, pero le gustaba salir a caminar para despejarse la cabeza, había estado hasta tarde hablando con Raven y la otra parte de la noche no había conseguido sacarse de la cabeza a Lexa. Debía llamarla, después de todo la debía dinero y sería cualquier cosa en la vida, menos una gorrona, eso no. Después de estar fuera una hora y media regresó a su casa, encontrándose a Raven aún dormida en el sofá cama, se puso con los brazos en jarra antes de acercarse a la castaña, tenía la costumbre de dormir desnuda, agradecía de no tener casi vecinos y nunca había hablado con alguno, a saber había algún pervertido cerca:

- Raven- empezó a moverla un poco por el hombro- deberías ponerte algo de ropa.

La castaña emitió un sonido quejumbroso y se dio media quedando boca abajo y con el culo al descubierto:

- ¿te tiento demasiado?

Clarke miró su culo y alzó demasiado:

- Si me pones el culo así a lo mejor saco mi dildo y te hago ver las estrellas mientras te abro el ojete.

Raven con los ojos entrecerrados levantó un poco la cabeza y se tapó el culo con la manta:

- Tu proposición no es nada seductora.

- Ni lo pretendía- señaló a la ventana, las cortinas estaban abiertas- puedo tener vecinos psicópatas a los que les encanta cascársela espiando a las vecinas.

- Tíaa- dijo alucinada mientras se giraba de nuevo y se tapaba con la manta- que capacidad imaginativa tienes.

Clarke puso los ojos en blanco:

- tú vístete.

- Por cierto, tu teléfono no ha parado de sonar, si sales fuera deberías llevártelo por si ocurre alguna emergencia.

Clarke agarró el teléfono que estaba junto al mueble del televisor, a lo mejor había sido Lexa, se sentiría fatal si no la cogía el teléfono después de irse así:

- Mira quién tiene capacidad imaginativa.

Se marchó a su habitación y desbloqueó el teléfono esperando ver el nombre de Lexa, pero su gozo en un pozo cuando vio a otro número de teléfono tenía ganas de ignorarlo, pero no podía, así que dio a re-llamada:

- Soy yo- los músculos de su cara se tensaron- ¿qué? - preguntó desafiante- No te atreverás- puso expresión de terror- puso expresión de enfado- vete al infierno.

Raven convenció a Clarke de que le hiciese un poco de guía turística, ya que la vio distraída, llamar a Lexa o no llamarla, por otra parte, Lexa la llamaría o no la llamaría. La ojiverde ya se había dejado llevar por su trabajo, mandó a comprar a Octavia mientras Lexa preparó el boceto de la figura que iba a hacer y pensaba en las técnicas que iba a usar, hasta que llegada la tarde recibió una visita de Bellamy, obviamente se había enterado por Octavia.

Lexa estaba sentada junto al escritorio mientras observaba varios dibujos y se debatía que escultura hacer, cuando vio entrar a Bellamy, éste si tenía una sonrisa de felicidad, solo faltaba frotarse las manos:

- Me alegras que hayas regresado.

Lexa dejó los dibujos sobre la mesa y se acomodó en la silla para mirar seriamente al hombre trajeado:

- Pero no para seguir exponiendo, no por el momento.

Bellamy frunció el ceño, estaba claro que no le había gustado escuchar eso:

- ¿Entonces? ¿Cuáles son tus planes?

- Hacer lo que más me gusta, el arte del vidrio soplado, pero como hobbie, aun me sobra el dinero.

Blake se puso con los brazos cruzados y sonrió con ironía:

- Dirás el tuyo y el de tu familia.

Lexa puso los ojos en blanco:

- Eres muy ambicioso, Bellamy ¿no te pago suficiente?

- Y más que ganamos si complaces a todos esos obsesos de las esculturas raras.

La morena se cruzó de brazos:

- Tu hermana es buena ¿por qué no vendes lo que hace ella?

- Porque sabemos que lo que vende es tu nombre, no el vidrio en sí está bien seguiré esperando, pero al menos piensa en exponer lo que vayas haciendo.

- Lo primero que voy a hacer ya tiene dueña.

Bellamy puso mirada cómplice:

- ¿Para algún rico? O ¿Para alguna choti?

Lexa se puso muy seria:

- Reitero e insisto de que eres un cerdo.

Bellamy se sentó sobre el escritorio, tenía esa actitud engreída que tanto exasperaba a la ojiverde:

- Un cerdo que hace bien su trabajo.

- Si te tolero es por tu hermana.

- Vamos- fingió suplicar a la ojiverde- ¿es para alguna que conozco? ¿para la rubia de tetas grandes de la aplicación?

Aquello sí que fue la gota que colmó el vaso, pues rápidamente se puso de pie y apoyó las manos sobre el escritorio mostrando su cara de enfado:

- Te pido que te dirijas a Clarke con respeto.

Bellamy chasqueó con los dedos:

- Clarke, así se llamaba- rio entre dientes- joder, pensaba que solo la usarías para sacarte punta al lápiz nada más- en cuanto Lexa amagó con moverse y lanzarse a él se levantó del escritorio y se separó alzando las manos en son de paz- está bien, solo bromeaba, ya sabes como soy nunca digo las cosas en serio, ni siquiera las pienso.

- No- dijo Lexa entre dientes- cada vez estoy más convencida de que las medusas tienen más cerebro que tú.

Bellamy fingió sentirse ofendido:

- Oye, dentro de este cuerpo late un corazoncito.

Clarke y Raven fueron a lo económico, en su mayoría a lo gratuito, el parque Olímpico del centenario, sacaron fotos de la fachada de el mundo de coca-cola, el parque nacional histórico Martin Luther King Jr. y la hubiera llevado al parque piedmont, pero ese se le reservó, como si inconscientemente ya asumiese de que ese sitio ya era de Lexa y ella.

Terminaron la ruta por el centro comercial de Ponce City, en esa ocasión Raven se ofreció a invitar a la rubia. Raven no tenía mucho dinero, pero tenía algo ahorrado, esperaba que fuese suficiente hasta encontrar un trabajo, su amistad remonta desde el colegio, de ahí que tuviesen la suficiente confianza como para verse como diosito las trajo al mundo. La castaña fue un gran apoyo para Clarke en sus momentos más difíciles, ya que sus padres no saben nada, de hecho aun creen que sigue estudiando medicina en otro estado. Estaban sentadas en una de las mesas de un restaurante de comida rápida, la rubia le había puesto al día a Raven sobre su reciente relación con Lexa Woods:

- Oye, Clarke- Intentaba aconsejar a la rubia, puede que bien, puede que mal, la castaña era más desastre que la propia ojiazul- si te gusta de verdad, no tiene porque saber nada, tu misma lo has dicho has dejado ese trabajo ¿No?

- Como que es tan fácil- dijo mientras manoseaba una patata frita antes de llevársela a la boca- Es conocida y se mueve por ambientes de gente adinerada, imagina que nos cruzamos con un excliente, se enteraría que soy...- se corrigió- que era una mujer de compañía.

Raven puso los ojos en blanco:

- Ni que te acostases con todos, explícaselo en que consistía ese trabajo.

- Ya claro, con la fama que tiene este tipo de empleos y te recuerdo que de manera- bajó la voz para que nadie de alrededor la escuchase- ilegal.

- Clarke- alargó su brazo y posó su mano sobre la de Clarke- el pasado, pasado está, no creo que un señor de renombre admita que contrata el servicio de mujeres de compañía y como estén casados mucho menos- sacó el teléfono de Clarke del bolso que estaba sobre la mesa- llama esa mujer.

Clarke agarró el teléfono y lo miró con cara apenada:

- No quiero hacerla daño, admito que en un principio lo hacía porque tenía dinero y parecía presa fácil, pero es una persona maravillosa, cortés, dulce y folla- se mordió el labio inferior y casi se derrite al recordar la tarde de pasión- muy bien.

- Si me la vendes así a lo mejor soy yo la que aproveche la oportunidad ya que tú no quieres.

Clarke achicó los ojos:

- Ni en broma.

- Pues llámala y no desaproveches esta oportunidad.

¿cómo seguir una relación con Lexa cuando la base de su relación estaba hecha con mentiras? Le dijo que su sueño en la vida era ser actriz, ni de lejos se había replanteado alguna vez ser tal cosa, empezó los estudios de medicina y casi impulsada por los deseos de su propia madre que también era doctora y después de conocerle, la poca personalidad que tenía se vio anulada, cuando llegó a Atlanta prácticamente estaba perdida, quizás por eso le fue fácil trabajar como "acompañante" dejó escapar un suspiro y buscó el teléfono de Lexa en su agenda y llamó. Un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos... "lo sentimos pero no ha sido posible conectar la llamada, inténtelo más tarde":

- No lo ha cogido ¿Se habrá enfadado?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro