En su aroma a hierbas ahumadas

del humo blanquecino de sus labios, yace su mayor placer a bocanadas
aquel que oculta en cada exhalación.

En su dulzor a miel silvestre
del elixir dorado de sus labios,
yace su mayor verdad a gritos
aquella que calla su lastre.

Pasaba los días trinchado
en la bodega de aquella aldea,
Azabac se hallaba abandonado
y perdido sin que nadie lo vea.

Con el hidromiel en mano
la primera vez que lo vi,
entre humos creando un halo
de ilusiones, miré lo que me bebí.

Entre charla y charla descubrí
que era un Nahuales de los montes.
Desterrado por amar la masculinidad,
olvidado por todos por ser luchador,
y no ocultar su sexualidad.

En él encontré un confesor,
un ser con quien hallar la calma.

En su aroma a hierbas ahumadas
del humo blanquecino de sus labios, yace su mayor placer a bocanadas
aquel que oculta en cada exhalación

Bocanadas de hojarasca y miel
como aquel que ama hasta la hiel,
aquel que esconde su verdadero ser.
La pasión de amar pero jamás tener.

En su dulzor a miel silvestre
del elixir dorado de sus labios,
yace su mayor verdad a gritos
aquella que calla su lastre.

Su voz se alzó esperanzada,
ante mi silueta ya dormida,
Como cada noche que yo caía,
él sus amores me ofrecía.

Llegó la noche en que mi ser cayó,
por cansancio y no por embriaguez,
sus confesiones de amores las escuché
y helado sin remedio me quedé..

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Ella: ¿Lo amabas?
Él: No cómo él necesitaba.
Ella: ¿Por qué?
Él: Hay cosas en la vida qué no se pueden cambiar.
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Género: General
Disparador: 21

Aclaración: un Nahuales no es la misma criatura que un Nahual.
Para los más curiosos informó que en el libro "Atlas de las criaturas étereas" podéis encontrar la ficha detallada de lo que es en Zeehïro un Nahuales.