Capítulo 21💥

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Un mar de recuerdos.

.   ....


Exactamente eran casi dos horas de camino, tal vez nos habian llevado a las afuera de la ciudad, por fin el automóvil se detuvo y se me tensaron los músculos y sentí cómo Joe me buscaba y yo trataba de calmarlo, empujándonos no sé en que momento me tropecé por las piedras en el suelo y uno de ellos me tomó en su brazo Para llevarme como un costal de papas.

— La pequeña puta si pesa, Doug. — se burló en una queja mientras me llevaban arrastrando con la poca de dignidad que me quedaba.

Oliendo el lugar y no era algo que fuera acogedor parecíamos estar en un especie de depósito polvoriento y con olor a moho, escuchaba las quejas de Joe y a varios metros escuche la puerta cerrarse, encerrados a mi lado sentía la presencia de Joe.

— Ven— lo llamé y abrazándolo escuchaba el latir de su corazón casi que se iba a salir. El hombre grande que me había tratado mal en un principio y que su mano siempre buscaba deslizarse por mis piernas nos quitó la bolsa de la cabeza a cada uno y se alejó.

Estábamos atados pero mis brazos habían rodeado al niño para tratar de que no se desesperara y el muchacho me abrazó en búsqueda de mi consuelo, en el automóvil nos habían atado de pies y manos por lo que movernos era un desafío y mas aún en aquel terreno. Apartándole el cabello de su rostro le sonreí para hacerlo sentir bien. No podía dejarlo creyendo que el problema había sido grave, no iba a dejar que se dominara por los nervios.

¿Dónde carajo nos habían llevado?

Al parecer era un depósito lleno de cajas grandes y en construcción, por lo visto nos habían llevado cerca a la ciudad y posiblemente por la dirección que había en las cajas ¿sería éste el lugar de la dirección? Si recordaba lo aprendido en geografía general y las veces en las que me tocaba salir de la ciudad esto era cerca de una especie de terrenos pantanosos del cuales muchos pillos de negocios turbios aprovechaban para hacer de las suyas debido a lo alejado de la gran ciudad. Era algo que o me imaginaba pero en prisión me contaron de esos laboratorios clandestinos hasta en galpones en la misma ciudad... ¿Nada es lo que parece o si? Entrando un hombre vestido con una camisa horrible floreada al salón nos vio y sonrió.

— No imagine que esta era la que le partió la cabeza al tonto. ¿ cuanto mides sin tacones? Esperaba algo mas... "impactante " solo es una gordita de culo grande. — se burlo el hombre arrojando el cigarrillo que sostenía a un lado, en ese momento mi mente se lleno de odio ¿gordita de culo grande? Repasemos....

— ¿Me había dicho gordita de culo grande? Solo peso 70 kilos... no soy una puta gordita.— Pero, no podía decir nada.

— Ustedes dos tienen bastantes problemas... no sé qué e les hizo sus padres al jefe, pero no esta feliz... tanto tú, enano y tú gordita están jodidos.

— ¿Padre? ¿Mi padre? Si yo no sé nada de ese hombre desde que tengo 7 años..— me quejé...

¡Era imposible e inaceptable! Qué por culpa de mi irresponsable padre yo estuviera en este embrollo, eso si no me lo me esperaba en mis 27 años de vida.

— ¿Mi padre? ¿qué problemas tienes con él?— Preguntó molesto el muchacho, era obvio que tanto su padre como él tenían un carácter de mierda y el hombre empezó a reírse dejándonos solos.

¡Oh mierda! De estas si no íbamos a salir tan fácil, no estaba con mi héroe de la infancia.

— ...

— Yo, si este es momento de morir, tengo demasiados pecados que confesar y o imaginé que tú me escucharías— dijo casi en plegaria y yo trague en seco.

Ya Joe había perdido la esperanza.

Si, de alguien pensaran que no iba a caer en peor en su vida... Era mentira pues, aquí estaba yo, por segunda vez secuestrada y haciendo un monólogo interno al estilo Deadpool, pero el niño de mi lado no merecía esto.

Al menos sabía donde estábamos... Y tenía un plan y... ya lo estaba maquinando mientras Joe contaba todo lo que hacía en la internet... por lo visto lo niños de ahora con el internet son peores que los de mi época, al salir de aquí alguien debía borrar todo su historial.

— Joe.. ve.. me estoy aflojando las cuerdas gírate y yo te desamarro. — le dije en susurro mientras por fin se había callado.

— ¿ Qué piensas hacer?—Preguntó nervioso.

— Sé donde estamos, a una y media de la ciudad. Te diré la dirección y yo distraeré al grandulón y tú escapas.

— ¿Qué? No somos Chuck Norris ni Macgiver — se quejó molestó y yo insistí con la mirada, negándome con la cabeza yo le seguía presionando— no, no,...

— No seas llorón.. yo hice lo mismo cuando me secuestraron y era más pequeña que tú ... estos tipos mataron a un hombre frente a nosotros... sin pestañear, si llega el jefe va a cobrar la recompensa y alli si nos matan.— le susurre nerviosa, no era para asustarlo ya que esa mierda si nos iba a pasar —Si solo fuera un secuestro común, no nos hubieran dejado así descubiertos y viendo sus rostros...— el muchacho observó el lugar y a nuestro cuidador—estos tipos al parecer son rusos o no sé de donde carajos, pero mírale los tatuajes — le señale al que estaba frente a nosotros y Joe me miró nervioso.— esos tatuajes no son de gratis o por moda, esto no es una producción a lo clásico de héroes y villanos... vamos a morir Joe... vamos a morir— le aseguré con frialdad, no era por asustador pero era la realidad.

Este plan debía funcionar.

......

Si de inteligencia se basaba esto, yo era la más tramposa de todas las mujeres que había conocido aparté de Olivia que ella harina de otto costal, todos creían que era una idiota desde niña y asumían que no entendía nada, pero mi sistema rebelde me hizo buscar las formas de estafar a mi mismo abuelo que había aprendido de los gánsteres que recorrían el barrio brindando protección y a su vez... él mismo sin imaginarse que yo le prestaba atención aprendía como sobornar a la ley a su conveniencia.

Cuándo tenía casi ocho años quienes habían sido el motivo por el cual me dejaran en un internado buscando protegerme, no era tanto mi mal carácter si no un grupo de mafiosos que me habían secuestrado, a mi lado no estaba mi madre en ese momento. Yo viví todo eso junto a ...

Mis recuerdos de cómo me había o mejor dicho " habíamos" escapado por su astucia y además que creó que lastimó a alguien. Mi mente solo eran imágenes revueltas de cómo su padre nos encontró y lo que ocurrió después era algo como... ¿Un sueño? Borroso y posiblemente me había desmayado. Todo eso era el motivo por el cual tenía un recuerdo con aquél barrio de mala muerte y un sabor agridulce con mi niñez. Aquel sitió que decían que era como "el final del arcoíris" aquel callejón que no se como mis cortas piernas corrieron buscando un escondite en algún lugar.

No era igual a este momento, pero prácticamente estaba de nuevo en una bodega apestosa y abandonada. Recordaba el muchacho alto y mayor, mucho más que Joe, lo recordaba golpeando a un guardián hasta quedar ensangrentado, esa vez no imaginaba a ese calmado muchacho religioso golpear a un hombre de esa forma y yo no me quedaba atrás y recordaba el peso de aquella botella y como se la había partido a ese hombre.

Ese intento de sacarle dinero a mi abuelo, hizo que se volviera más paranoico y sin poder regresar al hotel me encontré viviendo en exilio en diferentes internados y luego en casa de mi tía lo más lejos de mi hogar, todo eso había marcado mi niñez.

Y Ahora viendo a mi compañero que temblaba a mi lado mientras yo trataba de desatarme, entendía un poco el sentimiento que tenía hacía él...

Él...

Joe era tan parecido al muchacho de mis recuerdos infantiles, la forma de su nariz y en como el cabello sudado le caía sobre su frente, solo que sin el mismo color de ojos.

Por lo visto, Dominic me conocía mucho mas que yo misma, no solo fue la vez en la cuál me salvó en el bar.

Él era mi salvador y justamente el día de hoy me había agachado a revisar debajo de mi cómoda buscando un pendiente.

Aquél hermoso collar brillante que me había otorgado ese misterioso hombre que me salvó de la cloaca, aquél colgante que me recordaba el pasado en aquella bodega... ¿bastante peculiar cómo el destino jugaba conmigo?. 

.....

Mi plan iba a comenzar y era en este momento.

— Hola grandote...— llamé al calvo barrigón frente a mi, se notaba que rondaba por los 50 y se veía que tenía más de un muerto en su historial criminal.

El hombre levantó la mirada de su libro de sudoku y sonreí de forma coqueta, tenía que esforzarme y esforzarme realmente para "seducir" a semejante sapo asqueroso.

— Si, estoy hablando contigo, tú — le señalé —¿ sabes que me gustan mayores? Y mas así... fortachones. — pronunció tratando de verme lo más "creíble" y él levantó la ceja con una curva como sonrisa, distrayéndose de lo que resolvía .

— ¿ cómo?— preguntó algo alagado y sonreí asintiendo.. caminé hacía donde estaba intentando lucir sensual, pero eso para mi no era difícil.

— ¿ conoces el síndrome de ... Estocolmo? Soy fan de estas mierdas de estar atada y que me sodomicen...— me detuve y traté de creerlo — me gusta todo esto... me pone cachonda. —

— ¿Cachonda? Veo que la chiquita es terrible.. veamos de que eres capaz.— me dijo apartando el libro a un lado.

— Soy capaz de muchas cosas sin mano ¿quieres intentar?

— ¿Así?

Sonriéndole mientras me sentaba frente a él, sosteniéndome de la barbilla tomándome del cuello me levantó.

Con las manos atadas hacia atrás y el regazo del hombre, éste me toqueteaba con su grasosa mano y se deslizaba por debajo de mi falda. Mientras se distraía basándome en el hombro, aproveché y tomé la pistola.

— ¡Maldita puta!‐ esbozó molesto dejándome caer a un lado.

Me levanté con las dos manos sobre la pistola. Joe le había golpeado con una viga y el hombre sangraba desde la cabeza cayendo por su frente.

Tenía la adrenalina a mil y tanto como yo; Joe se sentía igual.

— Dime... ¿ qué va a pasar con nosotros? Los escuche parlotear en ruso... y muy bajo dijeron que me iban a matar... así que dime— le exigi con firmeza y el hombre estalló en una carcajada.

— Ya lo sabes.. ¿ para que preguntas?— apuntándolo nerviosa, él me miro con deseo — Si.. los vamos a matar y cuando lo hagamos ni creas que voy a dejar de follar tu enorme culo, ¡maldita zorra! — Me escupió.

Molesta disparé y me di cuenta que no se escucho ninguna detonación y el hombre se burló irónico.

— Veo que no sabes disparar.. tiene seguro, puta.

— Si Tendrá seguro pero esto no— le golpeó de nuevo con fuerza en el cuello, el hombre se cayó inconsciente.

Abrazando a Joe suspire aliviada, había una ventana grande donde estábamos encerrados y me asomé divisando el paisaje desolado, por lo visto ambos entrábamos por ese espacio y tendríamos pocos minutos para huir.

Solo había un problema... no quería imaginar mi trasero atascado en esa ventana.

— ¿ y ahora que?— Preguntó preocupado

— Correr, vamos— me agache y lo levante y como pude yo me arroje desde la ventana cayendo al menos de pies.

— Estamos a mas de una hora de camino y no llegaremos a casa, pronto anochecerá y... solo tenemos que correr— le dije arrastrándolo del brazo.

No sabía a donde correr y a lo lejos de la parte trasera del galpón corríamos hacía el bosque.

Mi primera vez en las zonas verdes de New York y por lo visto quería que fuera la última vez. Aliviada observe luego de varios metros al otro lado un camino de monte y le jale del brazo.

— Vamos...— arrastrándolo, mientras el niño de quejaba era solo posible que en menos de pocos minutos estuviéramos rodeados.

No sabía a donde iba y corriendo nerviosa entre aquel monte y tener que proteger al muchacho, ¿Y que hacia Joe? Jugar con la pistola.

— Listo.

— ¿Listo que?

— La pistola, ten— dijo extendiéndola y yo suspiré al ver que a lo lejos había una especie de muelle y con algunos botes encallados.—Creo que donde iremos no hace falta — dije mirando los botes y lo tomé del brazo. Giré a ver si alguien estaba cerca pero estábamos solos.

— Vámonos..

— No.. alli irán a buscarnos primero—. Sin entenderme los desate y los deje ir con la corriente, entrando al agua le hice señas y ambos nos ocultamos debajo del muelle junto a los cangrejos que caminaban por las rocas.

— Funcionara? — preguntó temeroso y yo asentí segura.

— Si.. lo vi en una película..

— ¿ basaste nuestra fuga en una película? ¿Estas demente?— se quejó furioso.

— Esto no es Disney, bebé. Esto va a funcionar así que cálmate.

Tratando de calmarlo y con el agua hasta el cuello de forma literal, en pocos minutos escuchamos a los hombres encima de nosotros, los botes estaban lo bastante lejos por la corriente y en ese entonces le dispararon hasta hacerlos hundir.

Esperando que se fuera, todo ocurriría tan rápido que no me dejaba pensar en mi próximo plan y siguieron su camino disparando a diestra y siniestra.

— Nos dispararon... — chillo Joe asustado al ver el bote hundido y me abrazó nervioso.

— Te dije... esto no es disney—

Era una realidad de la cuál Joe no iba a olvidar en mucho tiempo, lo trataba de calmar pero no sabía que hacer para tranquilizarlo. Solo quería llorar y rogar que Dominic se apareciera y me abrazara con fuerza sin dejarme ir.

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