[10] Mi pequeña hojita...

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“Cuando el pequeño SooBin logró escapar de aquel horrendo lugar y salió a la luz del sol, se dio cuenta que estaba en un reino que no conocía, él venía del reino de Manstelod y no sabía en donde estaba.

Empezó a correr con miedo de que lo volvieran a atrapar, cruzando entre los aldeanos que vestían de negro y parecían llorar una pérdida. ¿Quién había muerto?

En ese momento no quería saber más nada de muertes, por eso, esquivó el mar de gente y jadeó por la falta de aire junto al dolor en sus piernas y en heridas en diferentes zonas.

Cuando sentía que ya no podría más identificó a un hombre de túnica negra con bordados dorados caminar al lado contrario de las personas.

—¡He-hechicero! —gritó con las fuerzas que le quedaban. El hombre volteó al llamado y buscó por unos segundos la procedencia de la voz hasta encontrar a SooBin caminar con cansancio, arrastrando los pies, hacia él— Hechicero Jung, ayudeme... M-mi familia...—el niño se aferró a su túnica y señaló de donde venía— Ayudeme, e-ellos... N-no sé en donde están... Ayudeme a encontrarlos —el Hechicero Jung sintió su corazón roto por el aspecto del niño junto a las palabras que decía. En sus ojitos brillaba una pequeña esperanza de ver de nuevo a su familia, pero Jung sabía que no sería así.

Cargó al niño y lo miró con sentimientos encontrados.

—SooBin, tu familia...

—¡No lo diga! ¡S-si lo dice se hace realidad! —el pequeño de cabello azul empezó a sollozar mientras se aferraba a la túnica del hombre que siguió con su caminar al reino de Manstelod, con SooBin sollozando y clamando por sus padres, hermano y abuelo por todo el camino."












—Todo... Es muy lindo, éstas eran las flores favoritas de hyung... —murmuró SooBin agachándose para mirar más de cerca la belleza de los lirios que habían en ese campo creado por los mismos Seres de Tierra que formaban parte de la APRSE.

Sonrió con nostalgia al recordar como su hyung hacía volar dichas flores por todo el lugar en donde vivían, siempre el abuelo quedaba lleno de polen.

Mordió su labio inferior con fuerza para contener las lágrimas.

—Lo sé, es relajante... —le siguió Byulyi caminando por el sendero de piedras, sacó una de sus manos de sus bolsillos y empezó a expedir aire de su palma, aire con el cual levantó varias hojas y flores que ya no estaban en su tallo. SooBin alzó la mirada, todas las hojas estaban volando sobre él— Y divertido —completó la mujer de cabello corto antes de apartar su mano haciendo que todas las hojas quedaran encima de SooBin que soltó una risa mientras se levantaba.

—¿Ha hablado con el tío Jung? —preguntó mientras caminaba por el sendero de piedras junto a Byulyi, había variedad de colores allí, naranja, verde, lila, blanco, amarillo, demasiados para siquiera recordar todos, era una gran paleta de colores que venían en hermosas flores que atraían a las mariposas más llamativas que te puedas imaginar.

—No, la última vez que lo vi estaba algo triste, al parecer destruyeron todo el lugar en donde vivía —explicó Byulyi moviendo sus manos cada tanto— Van a montar una fábrica de calzado —SooBin rodó los ojos y pateó una piedra.

Su tío Jung en realidad no era familia de ellos, pero al ser el hombre quien lo cuidó gran parte de su vida, y le ayudó a encontrarse con su tía, se ganó el título. SooBin podría decir que también era su familia, a modo sentimental.

—La última vez que vino fue a inicios de año —recordó— Como no pudo venir en mi cumpleaños, me regaló este arco —señaló su espalda, la mujer se frenó y lo detalló mejor— Y me hizo un truco, a pesar de que ya estoy grande —movió sus manos en el aire sintiendo la pequeña necesidad de tener al hombre ahí también.

Su tía se quejó cuando acabó de ver el arco, Jung y ella se habían vuelto buenos amigos gracias a SooBin y el hechicero era el encargado de fabricarles ciertos artefactos y darles un toquesito a algunas cosas que ya tenían.

Y el arco de SooBin era muy genial, mientras que el de Byulyi, según ella, no lo era.

—Tía Byul, tu arco es muy genial, ¡hasta tiene esto! —señaló una parte del arco en donde podían lanzar pequeñas flechas con veneno que hacía efecto con cualquier tipo de Ser de forma inmediata— El tío Jung no quiso poner eso en el mío porque... Ash —rodó los ojos mientras hacía a la mujer carcajear. SooBin tomó asiento en una banca y esperó a que la mujer se sentara para él recostarse en sus muslos, tal cual como lo hacía cuando niño.

—Porque te puedes lastimar —completó las palabras incompletas de SooBin— Jung te cuida más que yo —rió jugando con los mechones del peliazul, lanzando aire, haciendo que volaran a diferentes direcciones.

—Una vez...Yo quería una serpiente que se había colado a la casa, era muy linda y quería adoptarla. El tío Jung no le dejó...A hyung le hubiese encantado esa serpiente... Era verde, su color favorito... —susurró mirando sus uñas, no como las miraba cuando estaba con YeonJun, ésta vez las estaba viendo a manera de distracción para el llanto, aunque no sirvió de mucho— Lo extraño, a él, a mamá... A-a papá... Y al abuelo —sorbió su nariz y soltó un pequeño pero pequeño sollozo que si no fuese por el silencio del lugar, Byulyi no hubiese escuchado.

—Yo también los extraño, SooBin, yo también los extraño a todos —dijo acariciándole la espalda a modo de confort, para calmar el nuevo llanto de su sobrino.








“—¡Hyung! ¡Esto es divertido! el pequeño SooBin carcajeó mientras era elevado por los aires por una propulsión del mismo que soltó su hermano mayor.

—¡Papá, atrápalo! —gritó SeokJin mandando a su hermano pequeño en dirección al hombre que alzó sus brazos y atrapó al niño de cabello azúl que carcajeó mientras miraba a su hermano.

—¡A mamá! ¡A mamá! dijo en espera que lo volvieran a lanzar por los aires.

—Tengan cuidado —dijo la mujer apenas vio como SooBin era lanzado hacia ella, lo atrapó y le sonrió, besó una de sus mejillas— Es hora de comer, ya dejen de lanzarlo como si fuera una hoja —rió la mujer tomando la mano de SooBin para caminar al interior de la linda cabaña que ella misma había decorado.

—¡Soy una hoja! —se apodó SooBin corriendo hasta quedar en su silla de madera, en el medio del abuelo y de su hermano mayor.

—Mi pequeña hojita —su madre volvió a besar su mejilla mientras que su padre alborotaba su cabello azúl."











Tía, ¿te puedes quedar? —preguntó SooBin secando sus mejillas húmedas y sonrojadas por el llanto, ya estaba anocheciendo, ya debían volver a casa, SooBin a la APRSE y Byulyi a su hogar como una humana.

—Claro —aceptó la mujer, todos la conocían allí, Nayeon y Momo siempre le habían invitado a pertenecer a la APRSE aunque sea como entrenadora o lo que sea que quisiera hacer, pero Byulyi siempre se ha negado por una razón u otra.

SooBin siempre que iba la invitaba a quedarse a vivir ahí, pero la mujer se negaba amablemente.

La mayoría de luces en el lugar estaban bajas, ya todos se habían ido a dormir, SooBin sujetaba uno de los dedos de la mujer, era una costumbre que él había adquirido desde mucho tiempo atrás.

SooBin entró a su habitación, solo había una cama bien tendida junto a un buró en donde no había nada, SooBin no estaba mucho tiempo ahí después de todo.

—No estás mucho aquí —afirmó Byulyi sentándose en una esquina de la cama.

—No me gusta dormir... Sueño cosas muy feas, es raro cuando vengo a dormir y no sueño con eso —dijo quitando sus botas para acostarse en un lado, con sus piernas encogidas, la cama era lo suficientemente grande para los dos.

—Hoy no vas a soñar nada malo —le prometió la mujer quitando igualmente su calzado para recostarse en la otra esquina, sus arcos estaban encima del buró, uno al lado del otro— Y si sueñas algo malo yo estoy aquí —subió sus hombros, causando una risa del peliazul.

—Si mamá le hubiese oído se estaría riendo de usted...—recordó con una sonrisa que rozaba lo triste pero lo feliz a la vez.

—Te hubiese dicho: "Ella no te hará caso, duerme como piedra" —los dos rieron por la mala imitación de la mujer y se quedaron un momento en silencio.

SooBin ya no quería llorar, no más por ese día, por eso cerró los ojos y soltó un suspiro.

—Buena noche, tía Byul —dijo con los ojos cerrados.

—Buena noche, hojita —SooBin sonrió aún con los ojos cerrados, por la habitación entraba la luz de la luna y era lo que entraba e iluminaba sus cuerpos encima de la cama.

Byulyi no pegó un ojo hasta que escuchó el primer suspiro del peliazul, ya estaba durmiendo y por su aspecto y sus suspiros no estaba soñando nada feo.

Por eso, se acomodó mejor y cerró los ojos para descansar, preparada para atender al peliazul si algún mal sueño o recuerdo se hacía presente.





—¡Hyung, espere! —pidió SooBin corriendo con sus, en ese entonces, cortas piernas.

—Bah, eres muy lento, Bin —se quejó falsamente SeokJin esperando a su hermano menor, le sonrió cuando estuvo a su lado siguió con su andar, sujetando la mano del menor.

SooBin brincaba y esquivaba a las mariposas con la más hermosa sonrisa que se puedan imaginar, soltó un chillido emocionado cuando miró un bulto de hojas apoyado en un árbol.

—Aún no tienes el poder completo, pero creo que puedes ayudarme a quitar esas hojas de ahí —dijo SeokJin sentándose en posición de indio, SooBin se sentó en el hueco de sus piernas.

Con concentración SooBin estiró sus manitos, una pequeña corriente de aire salió de sus palmas, apenas y una hoja salió volando.

—No puedo, hyung —dijo mirando sus manos, aún no estaba completo su unión con el elemento.

—Claro que puedes, intentalo de nuevo —animó SeokJin alzando una de sus manos levemente, SooBin sacó su lengua en concentración y volvió a estirar sus manitos, en eso, SeokJin lanzó un ventarrón que hizo a las hojas volar. SooBin gritó emocionado y volteó a ver al mayor— ¡Hyung, lo hice! O... ¿Usted lo hizo? —preguntó ladeando su cabeza.

—No, Binnie, mira, tengo las manos aquí y en ningún momento me he movido —dijo negando con su cabeza— Tu puedes hacer lo que sea si te concentras, SooBin —le dijo con una sonrisa.

SooBin sonrió y se levantó para festejar su logro, dando vueltas y gritando. O eso fue hasta que notó una rosa de color rojo en el mismo lugar en donde estaban las hojas.

Se agachó y la acarició, era muy hermosa esa flor, parecía brillar bajo la luz del sol.

Un silbido de algo aproximándose a él le hizo voltear. Una lanza estaba clavada encima de su cabeza en el árbol.

—Corre, SooBin —SeokJin se levantó y volteó en la dirección en donde se escuchaban las voces. El pequeño SooBin estaba paralizado del miedo— ¡Corre, SooBin! ¡Ve con mamá! —esa fue la primera vez que su hermano le gritó.

El pequeño SooBin empezó a correr con todas sus fuerzas directo a la cabaña, a su hogar.

Entró de sopetón asustando a los tres adultos.

—¿Qué ocurre, hijo? —preguntó su padre levantándose para ver la dirección en donde se escuchaba un bullicio.

—¡Hu-humanos! —dijo jalando al mayor— ¡Hyung está allá!

Quedate aquí —besó su coronilla y salió corriendo en la misma dirección que los demás aldeanos, eran una aldea y estaban sufriendo un ataque de los humanos, de nuevo.

Por otro lado, SooBin lloriqueó asustado dejándose cargar por su madre que le decía que todo estaba bien, le decía que nada malo pasaría.

El pequeño de cabello azul asintió, abrazándose a la mujer.

—Nada malo va a pasar, mi hojita —le susurró mucho antes de que unos hombres irrumpieran en su casa y los llevaran a las fosas de un castillo de un reino que no conocían."






































¡Holaaa mis queridxs Diamonds! Espero estén bien, vengo a hacerles una pequeña encuesta por aquí:

Estoy planeando nuevos proyectos y quisiera saber qué shipps les gustarían.

SooKai

YeonGyu

TaeGyu

SooJun/YeonBin (se que la mayoría de mis fics son de ellos pero igual entran como opción)

Pronto les traeré nuevos proyectos así que estén atentos ;3

Nos vemos luego!

The_Dark_Diamond

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