Empire Wars ch 13

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                   CAPÍTULO TRECE: LA VIDA DEL MAL ABSOLUTO

El rey de todo el Inframundo, Damien, estaba viendo a través de una esfera de cristal como los gobernantes o representantes de los reinos más importantes de los que tengan conocimiento se estaban reuniendo en la capital del imperio Marsh.

-Muy bien, con todos ellos ahí presentes pronto todo el mundo sabrá lo que le pasó a Mistangi y sucumbirá ante el miedo y cuando esto pase, tendré el poder suficiente para tener tanto el mundo de los vivos como el de los muertos en mis manos- se dijo a sí mismo la terrible anti-deidad sonriendo enormemente -y pronto... podré vengarte, padre- dijo esto ya frunciendo el ceño, con los ojos entrecerrados aumentando la potencia de las llamas y que las almas de los condenados que estaban envueltas en ellas sufrieran más y luego se puso a recordar cosas importantes de su pasado y el de su padre.

Flash back:

Mucho antes de que el Dios Primario se diera cuenta de que el corazón de los hombres se corrompía con facilidad, había designado a uno de los dioses secundarios que se hiciera cargo de las almas de todas las criaturas que han elegido el camino del mal y que al morir recibieran el castigo justo y equivalente a todas las maldades que han hecho en vida.

El nombre de ese dios secundario era Lucían, era la mano derecha del Dios Máximo y con todo gusto acepto el cargo que se le imputó y se hizo cargo del Inframundo. Podría decirse que es un ser bastante agraciado, con ojo azules como el Cielo y pelo negro como la noche y su gran bondad y sentido de justicia era lo que lo hacía el más apreciado por el Dios Máximo y el dios secundario más poderoso de todos.

Pero con el paso del tiempo algo cambió en él, la maldad de los condenados al Infierno poco a poco lo fue corrompiendo y dejó de ser una deidad divina y bella para volverse un ser grotesco que goza del sufrimiento de todos, tanto de seres malvados, como nobles.

El Dios Primario enseguida lo trató de ayudar para que volviera hacer el de antes, pero Lucían se negó rotundamente e incluso lo culpaba a él por lo que le pasó por haberle dado ese cargo y le guardó un rencor de proporciones inimaginables jurando que algún día le cobraría venganza tanto a él como a los demás dioses secundarios.

A pesar de que dejó de ser una deidad divina, sus poderes no disminuyeron sino que aumentaron ya que la maldad de los condenados que lo corrompió, lo volvían más poderoso llegando a tal punto que podía interferir en el mundo de los vivos tentar a los mortales para que obraran mal y que al morir lo hicieran más fuerte.

Y varios años antes de que el Dios Máximo dividiera a los hombres en diferentes culturas e idiomas, Lucían, al que ya se le conoce por varios nombres y formas, decidió llevar a cabo su venganza contra el Dios Primarios y secundarios.

-Muy pronto hijo, todo el mundo y cada uno de sus habitantes estarán a nuestros pies- le dijo a Damien mientras miraban desde un balcón todo el Hades a sus hordas de bestias infernales, algunas almas que terminan ahí, dependiendo de su crueldad y de que tan hábiles hayan sido en vida, se les podía dar el "honor y privilegio" de formar parte de las tropas.

-No puedo esperar para hacer sufrir a cada alma que existe- sonrió muy ansioso su hijo, en ese momento solamente era un niño pero ya demostraba una gran crueldad.

-Esa es la aptitud, hijo- sonrió complacido palmeándole la cabeza un poco -y cuando tengamos al Paraíso bajo control y hayamos acabado con los demás dioses, te enseñaré todo lo que sé, sabrás todo lo que hay en el mundo, todas las culturas, todo lo que los mortales no saben existen lo sabrás tú.

-Me muero de la emoción- el pelinegro se emocionó más de lo que estaba, pero luego su expresión cambió a una de preocupación -pero... ¿Qué pasaría si perdiéramos la guerra?- cuando le preguntó esto a su padre, él entrecerró los ojos y miró fijamente a su ejército.

-Si ese fuera el caso, para eso estás tú hijo mío, para que sigas con mi legado y mi labor y vengues mi derrota- cuando dijo esto el chico se preocupó un poco -pero no te preocupes, nosotros seremos los ganadores, no dudes de eso- le aseguró poniéndole una mano en el hombro y el chico sonrió de nuevo ya confiado.

Pero hubo un fallo crucial en el plan del máximo representante de la maldad, ya que la guerra contra el ejército del Dios Máximo de los secundarios se libraría en el mundo de los vivos, las energías de las tropas del Infierno al estar en suelo mortal se acaban con gran rapidez y después de una ardua y épica guerra entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal, estas fueron derrotadas y volvieron al Infierno con casi todas sus energía perdidas.

Luego de su derrota, Lucían fue castigado por el Dios Primario que lo condenó a pasar toda la eternidad en las propias profundidades del Infierno ardiendo en llamas por siempre, ya que a pesar de que fue su mano derecha en algún momento, sus acciones han hecho su sufriera el peor de los castigos.

Y sin su padre, ahora el encargado del Inframundo sería Damien pero como se gastó casi toda la energía en esa batalla, él solamente tiene una pequeñísima porción del poder y de las habilidades que su padre poseía y como este nunca le pasó todos sus conocimientos, no sabe todo lo que existe en el mundo, incluyendo todas las culturas que hay en él.

Pero desde hace relativamente poco tiempo descubrió que podría nutrirse del miedo de los mortales, si logra que ellos le teman, podría darle las suficientes fuerzas a él y sus tropas para volver a desafiar al Dios Máximo y a los secundarios en otra encarnizada pelea en la que se jugará de nuevo el destino del mundo entero; pero para tener asegurada la pelea, necesitaría de aliados poderosos que quieran unirse a él y esparcieran el miedo en el mundo de los mortales y por eso había tratado de convencer a Lord Caos de que se uniera a él cuando mandó a...

-Damien- le habló de repente su fiel embajador, Philip, acercándosele y haciendo una reverencia interrumpiendo sus pensamientos.

-Qué bien que llegaste Pip ¿Has encontrado otros gobernantes de imponentes reinos que quieran ser mis aliados?- le preguntó sonriendo ansioso el soberano del Infierno, pero el rubio negó con la cabeza.

-Lo siento Damien, pero no he encontrado un reino imponente que nos resulte de mucha utilidad- cuando dijo esto de nuevo la gran anti-deidad se molestó y rugió como todo el ser infernal que es aumentando de nuevo la intensidad de las llamas.

-¡MALDICIÓN!- su endemoniado grito resonó por todo el poso del fuego y sufrimiento eterno -sí tan solo papá me hubiera enseñado todo lo que sabía antes de comenzar esa guerra...- se lamentó mientras que el rubio desvió la mirada.

-¿Quieres que siga buscando más reinos imponentes por todo el mundo?- le preguntó.

-No, ahora quiero que vayas a Now Yark y le cuentes a todos esos idiotas que le pasó a Mistangi para que el miedo los consuma por completo- le dio sus órdenes.

-Enseguida mi señor- dicho esto se montó a su temible corcel para irse.

-Y espero que no te demores mucho y vuelvas rápido para... ya sabes- cuando dijo esto su espeluznante sonrisa se volvió algo parecida a la que tendría la princesa McCormick.

-Cómo digas Damien- el rubio sonrió un poco, pero cuando le dio la espalda soltó un gemido ya algo triste para luego ponerse su casco y partir a la capital Marsh.

-Tu plan no funcionara, Damien- le dijo de repente alguien oculto entre las sombras del espeluznante castillo viéndolo fijamente y cruzado de brazos; el rey del Infierno lo miró muy molesto.

-¿Eso crees? Pues cuando tenga en mis manos tanto al mundo de los mortales como el de los muertos, me suplicaras de rodillas para que no te haga sufrir como a los demás dioses como se lo merecen- le amenazó, pero ese ser solamente soltó un bramido.

-Anhelas lo imposible, aunque tengas el poder del miedo de todos los seres vivos del mundo, jamás vas a lograr igualar el poder del Creador, además sabes muy bien que en estos tiempos recientes las criaturas no se dejan intimidar con la misma facilidad que en los tiempos de tu padre, así que no...- le estaba reprochando ese ser.

-¡SILENCIO!- de nuevo pegó un ensordecedor grito que se escuchó por su reino y otra vez aumentó la intensidad de las llamas -tú no sabes nada ¡NADA! No estuviste presente en esos momentos ¡Así que cierra esa boca antes de que sea yo el que te la cierre!- le amenazó de nuevo pero ese ser solamente se encogió de hombros como si nada.

-Recuerda mis palabras Damien, ya que las recordaras justo cuando te derroten y sufras el mismo destino que tu tan temido padre- le dio la espalda dispuesto a irse.

-Y tú recordarás las mías cuando todos estén a mis pies, ahora lárgate y ve a chismosear como siempre lo haces antes de que pierda la poca paciencia que tengo- esta advertencia indicó que ese ser podría ser el mismo que ha sido testigo de la pelea de Caos contra ese ejército y que ha estado viendo como él y los demás gobernantes y representantes se reunían en Now Yark.

STAN POV:

Vaya, así que ese principito también decidió venir; tengo que reconocer que no me esperaba que tanto él, como el maldito de Caos, ese gordo odioso, el rey de los chupasangre, el príncipe de esos lobos rabiosos y el de los enanos aceptarían la invitación que les hice, estaba casi seguro de que no les importaría y ni siquiera se tomarían la molestia de pensarlo, como pasó cuando hablé con los reyes McCormick.

Y hablando de estos últimos, vi como la princesa Jenny pareció emocionarse mucho por la llegada de ese tipo, como lo hizo cuando llegaron los demás, y su sirvienta le estaba diciendo algunas de seguro la estaba regañando como siempre. No pude evitar reír por eso hasta que vi al desgraciado de Caos que pareció reír un poco al ver a ese principito mientras que su hermano parecía estar preocupado ¿Qué les ocurre a esos dos?

Aún sigo creyendo que él tiene algo entre manos y no me inspira nada de confianza pero sea lo que sea que tenga planeado, no va a funcionar y si se trata de pasar de listo... no me importa que sea el supuesto humano más peligroso del mundo entero le haré sentir el filo de mi espada.

Y no solo él, sino los demás gobernantes y representantes que han llegado, por parte del rey elfo y la reina de las mujeres libres no creo que vaya a ver problema alguno, pero en cuanto al resto... los otros que más me preocupan son los hombres lobo, los vampiros y ese creído rey mago.

Mamá como lo hizo las veces anteriores, lo recibió con toda cortesía y ese tipo la saludo con toda caballerosidad y al igual que ese desgraciado cínico le besó la mano.

-Hermano- me llamó Shelli acercándoseme -¿Ese es el último reino no aliado nuestro al que le diste nuestra invitación?- me preguntó.

-Sí Shelli aparte de él y de los demás que han venido, no le hice ese ofrecimiento a nadie más- le afirmé sin dejar de ver fijamente a ese sujeto que se acercó a nosotros.

-Me alegro de volver a verte príncipe Stan, cuando fue hacerle ese ofrecimiento a mis padres no le pude dar las gracias como se lo merecía- me dijo sonriendo ofreciéndome la mano derecha en forma de saludo. No sabía si era genuinamente amable o si era un fanfarrón pero para no parecer descortés, le correspondí el gesto.

-Pues gracias por aceptar la oferta que le hice- sonreí también -te presento a mi hermana mayor, la princesa Shelli Marsh- se la presenté y ella hizo una mueca.

-Es un placer conocerla señorita- también le ofreció la mano de forma caballerosa, Shelli arqueó la ceja derecha pero también le correspondió el gesto y su mano también fue besada.

-Sí que es raro encontrar tanta caballerosidad en estos tiempos- dijo de repente la reina Wendy acercándose a nosotros junto con sus mujeres y la "encantadora" Bárbara solamente se limitaba a vernos de mala manera, especialmente a mí.

-Oh ¿Y quién es esta señorita tan hermosa?- cuando el principito le preguntó eso a ella por alguna extraña razón me moleste mucho.

-Soy Wendy Testaburguer, la reina del reino de las mujeres libres- se presentó con la misma amabilidad que usó ante mis padres.

-Wau ¿Eso quiere decir que ese reino si existe en verdad? No sabe cómo me honra conocer a las mujeres de ese reino- como lo hizo ante mi madre y mi hermana, le besó la mano con toda cortesía, pero no solamente yo me molesté por eso, me di cuenta de que Bárbara también se molestó, creo que hasta más que yo ¿Por qué? Y algunas de las demás mujeres rieron por la caballerosidad de él.

-Si quiere puede conocer a los demás representante de los otros imperios que han venido antes que tú- le ofrecí y no pude evitar hablar de forma tosca y Shelli rió por alguna razón.

-Como digas- dicho esto hizo el ademan de ir hacia dónde estaban el rey Kyle que estaba hablando con algunos de los otros gobernantes.

-¿Y me vas a besar la mano también?- le preguntó de repente ese maldito metiche de Caos metiéndose, como lo hizo las veces anteriores, en lo que no le importa y con mucha burla.

Pero Gregory al verlo enseguida palideció, respiró agitadamente y retrocedió unos cuantos pasos con el miedo impreso en sus ojos, lo mismo le paso a los miembros de su escolta. Shelli y yo nos miramos sin entender el porqué de su reacción mientras que Wendy y sus mujeres lo vieron de mala manera.

-T-tú...- susurró con voz temblorosa y eso hizo que ese anormal sonriera de medio lado mientras que su hermano miraba todo con tristeza y aún preocupado.

-Oh se nota que aún me recuerdas, principito- se siguió burlando de él.

-¿Ustedes dos ya se conocían?- les preguntó mi hermana viendo de mala manera ese bastardo.

-Por supuesto señorita, nos conocemos muy bien- seguía hablando con burla para luego extenderle la mano derecha para saludarlo -¿Qué pasa? ¿No vas a saludar a un viejo amigo?-

-Después de lo que le hiciste al corazón de mi imperio ¡¿Cómo te atreves a...?!- le preguntó Gregory ya muy molesto y ese perro sarnoso rió un poco.

-¿Paso algo entre ustedes?- les preguntó Wendy mientras que Shelli y yo los mirábamos atentos.

-Este infeliz hace 10 años fue a la ciudad madre de mi reino y la devastó por completo- cuando dijo esto con todo el rencor del mundo miré a ese idiota no solo molesto, sino también con preocupación y Shelli rugió un poco mientras que Wendy al parecer puso mí mismo semblante.

-Ya ¿Qué nunca has escuchado que no es bueno guardar rencor durante mucho tiempo?- le espetó ese imbécil con todo descaro, fingiendo estar muy triste y ofendido.

-No sé qué es lo que haya pasado entre ustedes, pero espero que no se les ocurra tener una disputa o tratar de pelear- les advertí ya que no quiero que se forma otro incidente como el que paso entre los Licans y vampiros o el de ese gordinflón antipático contra el rey de los elfos.

-Por mí no hay problema, no soy alguien rencoroso como lo es este principito- el mal nacido siguió hablando con un enorme cinismo mientras que Gregory cerró los puños y apretó los dientes ya bastante enojado.

Ya más tarde, mandaron a buscar a los gobernantes de los reinos aliados nuestros. Aparte de Mistangi los únicos aliados que tenemos son otros tres reinos no tan grandes como el nuestro y sus líderes podrían decirse que son más o menos amigos de mis padres, solo espero que ellos no se asusten mucho cuando vean a los que han llegado antes que ellos.

Mamá al igual que como hizo con Caos, les estaba mostrando a nuestros invitados los cuartos en dónde ellos se hospedaran, pero por supuesto, mi hermana, yo y varios soldados estábamos cerca en caso de que alguno de ellos quisiera hacer alguna estupidez.

-... y estos cuartos de aquí es dónde ustedes se quedaran- dijo mi madre a los vampiros.

-Mientras que estemos lejos de esos perros sarnosos, por mí está bien- dijo secamente el rey de ellos viendo de mala manera a los hombres lobo que estaban un poco lejos de nosotros pero los escucharon muy bien y enseguida se molestaron.

-No te escuché ¿Por qué no te acercas y me lo repites?- le preguntó desafiante el príncipe de ellos viéndolo de mala forma.

-Si tanto lo quieres saber, acércate tú- le devolvió el desafío y otra vez el ambiente se estaba poniendo tenso.

-Señores por favor no más- de nuevo mi progenitora tuvo que interferir para que no ocurriera una calamidad ¿Qué haríamos sin ella?

-Como le gusta arruinar la diversión, mi reina- el maldito Lord no perdió tiempo en hacer burla ¿Qué diablos hace aquí con nosotros si ya tiene su cuarto establecido?

-Espero que me hayan reservado el cuarto más lujoso que tienen- habló de repente el rey mago. Otro metiche de primera clase.

-Pero que humilde es usted- le dijo sarcástico y molesto el rey Kyle.

-¿Y se puede saber quién diablos le pidió su opinión maldito elfo inmundo?- él también se molestó y de nuevo los dos parecieron querer atacarse.

-Oh santos dioses...- susurró mamá ya hastiada y otra vez tuvo que ser la intermediaria.

-Eso me recuerda ¿Cómo te fue cuando le fuiste hacer las invitaciones a estos tipos, Stan?- me preguntó Shelli, de seguro no pudo aguantar por más tiempo su curiosidad sobre ese tema.

-Uf, bueno si ya te dije como me fue cuando fui a ver a los McCormick, supongo que ya es hora de que te cuente como me fue con los demás- tal vez este no sea precisamente el mejor momento para contarle eso, pero como todos están pendientes en la "charla" que el rey Kyle y esa bola de grasa están teniendo... no creo que haya problema.

Flash back:

El primer reino al que le fui hacer ese ofrecimiento, fue al del príncipe Gregory. Había escuchado que en su mejor momento fue un reino casi tan prospero como el nuestro pero que por alguna razón casi fue disuelto, no sabía que había sido por culpa de Lord Caos.

-¿Y a qué se debe que el príncipe del imperio Marsh este ante nosotros?- me preguntó el rey de ese reino; estaba sentado en un trono elegante y sus ropas también lo eran elegantes, a su izquierda estaba su mujer sentada también en un trono y a su derecha estaba Gregory de pie, el semblante y posturas que ellos tenían indicaban que se creen lo más importante, que gran arrogancia poseen.

-Verán señores Fields, sucede que...- les comencé a decir que estaba buscando aliados que se unieran a nosotros para detener a lo que destruyó Mistangi -... y por eso les vine hacer este ofrecimiento- les terminé por contar.

-...- el rey, la reina y el príncipe se me habían quedado viendo asombrados. El primero se estaba pasando la mano derecha por su barba acariciándola de forma pausada.

-Oh santos dioses... ¿Qué hacemos querido?- le preguntó su mujer.

-Ju, aunque agradezco tu ofrecimiento y que nos haya advertido sobre esa temible fuerza; yo paso jovencito, nosotros los Fields no trabajamos con nadie y somos capaces de cuidarnos por nosotros mismos- la arrogancia en su máxima expresión.

-Pero querido, recuerda que hace 10 años...- su mujer al parecer le iba a recordar algo pero él la calló con la mirada y agachó la cabeza.

-Gracias de todas formas príncipe Marsh, espero que eso que supuestamente amenaza a todo el mundo sea detenido- me "agradeció" Gregory.

-"Eso espero también"- pensé con cierta preocupación -y en caso de que cambie de opinión- saqué un pergamino y les dije el tiempo que tenían para tomar una decisión -gracias por su hospitalidad- me despedí cortésmente para luego empezar a retirarme junto con mis acompañantes, pero de reojo vi como la reina pareció decirle algo al rey ya preocupada y él hizo el ademan de restarle importancia al problema, negué la cabeza por eso.

Luego de eso fui al deplorable reino McCormick y después de ellos fuimos a la ciudad principal de los enanos que se encontraba en las montañas del sur. Al llegar nos sentimos totalmente fuera de lugar ya que obviamente somos más altos que ellos y las estructuras no estaban hechas para nosotros y nos parecían muy pequeñas, en cierto sentido era algo muy gracioso.

-Sí que tienen agallas en venir hasta nuestros dominios ¿Qué no saben que no toleramos la presencia de los humanos, elfos y cualquier otra especie que se atreve a aparecer ante nosotros sin previo aviso?- nos dio la "cordial" bienvenida el rey de ellos mientras que otros enanos nos rodeaban y apuntaban con sus armas haciendo que Sparky rugiera mucho, pero aun así me seguía pareciendo gracioso ya que los más altos de ellos apenas si le llegaban hasta la altura de su hocico.

-Pues lamento presentarnos ante ustedes de esta manera, mi señor enano- me disculpé de forma sarcástica -pero nosotros no estaríamos aquí si en verdad no fuera de algo de suma importancia- le dije ya más serio y él arqueó la ceja derecha.

-Bien...te escuchó, solo tienes 5 minutos para que te expliques- me dijo mientras se frotaba su barba, a diferencia de la barba corta y bien cuidada del rey Fields, la suya era abundante y descuidada, como la mayoría de los otros enanos.

Fui directo al punto y le dije que el mundo entero estaba en peligro mortal y cada uno de sus habitantes y cuando me refiero a cada uno los incluye a ellos también.

-... y por eso estamos aquí- terminé por decirle. Pero él a diferencia de los Fields o la reina McCormick en vez de mostrar algún tipo de preocupación, solamente sonreía de medio lado.

-Pero que interesante ¿Eso quiere decir que ustedes los humanos están tan desesperados que son capaces de recurrir a nosotros para que les ayudemos?- nos preguntó con burla y fruncí el ceño por eso -je, je, je ¡JAJAJAJAJA!- se empezó a reír a carcajadas y los demás enanos también rieron de esa forma, molestándome a mí y a mis acompañantes.

-¿De qué rayos se ríen?- les pregunté sin ocultar mi enojo.

-¡JA! En serio ustedes sí que están desesperados ¡Desde hace rato que algo no me causa tanta gracia!- se siguió burlando ese maldito enano.

-¿Qué no les preocupa lo que ese mal les podría hacer a ustedes?- les preguntó uno de mis compañeros, pero ese enano soltó un bramido.

-Nosotros los enanos no somos unos debiluchos como los son ustedes los hombres y no importa de que se trate esa "fuerza del mal" nosotros la detendremos sin problema alguno- le hizo honor a la tan conocida arrogancia y enorme orgullo que poseen los enanos -así que si eso es todo ¡Lárguense de aquí! les permito irse solo porque me han hecho reír mucho- dicho esto los demás enanos nos dejaron de apuntar con sus armas y nos dieron paso libre.

-En marcha chicos- les dije sin rodeos y nos montamos en nuestros corceles, pero antes de avanzar me miré de nuevo al rey enano -pero antes de irnos, le diré eso. Debo reconocerlo, ustedes sin son bien fuertes y unos hábiles guerreros y de seguro serán capaces de hacerle frente a esa fuerza del mal... ¿Pero por cuánto tiempo? Tarde o temprano agotaran sus recursos y los tesoros que ustedes tanto buscan en sus montañas no les va a servir de nada, así que si no quieren ayudar pues bien, se las arreglaran solos con quieren, pero cuando ese temible mal los mate a todos ustedes... se arrepentirán de no haber querido unir fuerzas con nosotros cuando tuvieron la oportunidad- dicho esto hicimos el ademan de retirarnos agachando las cabezas.

-Un momento jovencito- me llamó el rey enano y ahora ninguno de ellos se estaba riendo -puede que tengas algo de razón- cuando dijo esto los demás enanos se le quedaron viendo asombrados, de seguro debe de ser la primera vez que alguien le hace reflexionar -no quisiera que el reino que hemos forjado con tanto esfuerzo, sudor y sangre se viniera abajo.

-Entonces tome- le di uno de los pergaminos y cuánto tiempo le quedaba para aceptar -espero que si lo piense- dicho esto nos empezamos a retirar.

El siguiente reino al que fui fue...

-Ya dije esto antes y lo diré de nuevo, tanto que te quejabas por la forma en cómo te recibí en mi humilde reino y resulta que los demás gobernantes no tuvieron mis misma consideración- me interrumpió de repente ¿Adivinan quién? Pues el infeliz de Caos que sonreía con burla.

-¿Cuántas veces te hemos dicho: quién rayos te dio permiso en meterte en nuestras conversaciones?- le preguntó mi hermana molesta y él como siempre rió un poco.

-Aunque él no es el único en querer saber cómo te fue con los demás, yo también tengo algo de curiosidad- nos dijo Wendy acercándosenos con la odiosa de Bárbara.

-Yo también tengo interés- ahora fue Kyle quién se nos acercó, al parecer mamá volvió a calmar el "pequeño" desacuerdo entre él y el odioso rey mago.

-Tercero- se nos unió el príncipe de los licántropos y viendo fijamente a Wendy ¿Qué le pasa? Si es como el principito de Gregory, también le voy a...

-Cuarto- que casualidad, él también se unió a nuestra charla.

-Y quinto- ahora fue el príncipe de los enanos.

-¿Qué es esto? ¿La comunidad de chismosos de primera clase?- preguntó el desgraciado con burla e ironía ganándose la mala mirada de todos nosotros y como siempre, su hermano cerró los ojos soltando un suspiro ¿Por qué lo sigue ayudando si no parece estar de acuerdo con las cosas que él hace.

-No se olviden de mí- canturreó la princesa Jenny acercándosenos junto con Janet, pero en vez de molestarnos como lo hizo Caos, reímos un poco

-Si tanto insisten... entonces presten atención- de nuevo empecé a contar como me fue cuando los fui a visitar.

FIN DEL STAN POV.

Pero de nuevo ese extraño ser los estaba observando sin que nadie se diera cuenta.

-"Y pensar que el destino del mundo dependerá de todos ellos"- pensó con ironía y algo divertido, pero al fijarse en uno de ellos su semblante cambió a uno de tristeza y preocupación -"espero que sepas como cuidarte y no te metas en muchos problemas"- después de pensar esto se retiró.

Capítulo trece completado en Fan Fiction el 13/11/2014.

Publicado en Wattpad el 07/11/2020.

Espero que les haya gustado la historia de Damien y su padre, obviamente me basé un "poquito" en el concepto cristiano de porque el Demonio se volvió... ¡Pues el Demonio! XD y aunque no dije como es físicamente eso se lo dejo a la imaginación del lector, no tiene que ser necesariamente como lo es en la serie (Oh sea un marica muerde almohadas XD).

También espero como se presentó Gregory y como Caos casi llevó a la ruina su imperio y también espero que les haya gustado el flash back de Stan y como conoció a los Fields y a los enanos (especialmente a estos XD) y en el siguiente capítulo seguirán los demás flash backs y también se contará como Mistangi fue destruida :O

Y por último ¿Quién es ese ser que parece poder estar en todos lados? Pues si lo adivinan díganlo por mensajes PM y les aseguro que su identidad será una sorpresa de ENORMES proporciones :O

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