Empire Wars ch 18

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CAPÍTULO DIECIOCHO: MUCHAS PREGUNTAS Y POCAS RESPUESTAS, PARTE 2

KYLE POV:

Ya se había vuelto de noche y algunos de los representantes de los 3 reinos aliados del príncipe Stan ya habían llegado. Parecían ser amigos de él y de sus padres.

-¡Tío Jimbo!- saludó a un hombre alto, calvo que era acompañado por un sujeto al que le faltaba el brazo derecho y tenían armas para cazar al igual que su escolta, pero que raro.

-¡Mi sobrinito Stanley!- los dos se acercaron y se dieron un cálido abrazo mientras que Shelli se les acercaba a paso lento sin prisa, pero sonriendo de medio lado -Has crecido tanto desde que nos vimos por última vez ¡Te has vuelto todo un hombre!- le palmeó el hombro derecho -tú también has crecido Shelli, una mujer hecha y derecha- le palmeó el hombro izquierdo.

-Pero para nada delicada, tío- ella bromeó un poco haciéndoles reír un poco.

-Gracias por acudir a nuestro pedido de ayuda, Jimbo- la reina Marsh y su "sabio" esposo se les acercaron también.

-¿Y dejar que mi hermano y mi cuñada se queden con toda la diversión? ¡Ni hablar!- todos rieron más por ese comentario.

-Ummm... no sabía que el rey Kern tuviera un vínculo familiar con los Marsh. Interesante- dijo ese humado despreciable de Caos de forma pensativa a lo que su hermano Butters le susurró algo y después de que él le dijera algo molesto amañando con pegarle, sonrió con malicia.

-¿Qué es lo que ese loco tiene entre manos?- al igual que el príncipe Stan y su hermana, he estado observando bien a ese lunático y no tengo que usar mis poderes para adivinar que está planeando alguna jugada que tenga que ver con todos nosotros; me quedó más que claro cuando trató de conversar con la reina de las mujeres libres.

-¿Así que tú también te has dado cuenta, cierto?- me preguntó de repente ella acercándoseme junto con esa mujer rubia que odia a los hombres con toda su alma y me miraba de mala manera.

-Sí, tendría que estar ciego para no saber que ese tipo está preparando alguna jugada- ella se paró a mi lado y vimos fijamente a ese odioso que se estaba riendo de algo a lo que Butters desvió la mirada y sujetaba ese dije que tiene.

-¿Qué cree que él tenga en mente?- quiso saber para luego vernos cara a cara.

-Obviamente no será nada bueno- lo volví a ver un momento -aunque me pregunto como un humano tiene tanto poder y tiene bajo su control un ejército de monstruos ¿Cuál es su secreto?-dije esto con mucha curiosidad.

-Tomando en cuenta lo que el príncipe Marsh nos contó, no creo que en realidad sea bueno saberlo- me dijo refiriéndose a lo que Stan nos contó cuando lo visitó.

-De seguro hizo lo que hacen todos los hombres, llegó al poder mediante la fuerza y tratando a los demás como si fueran basura- intervino su guardaespaldas luego de verlo de mala manera para luego verme a mí de la misma forma ¿Por qué ella es así?

-Bárbara- su reina le llamó la atención y ella agachó la cabeza disculpándose.

-No, ella puede que tenga razón. Los hombres como él llegan a la cima mediante la violencia sin importarle los demás y lastimando a todo el que se les cruce en el camino- apoyé su punto.

-Y no sería el único- ahora enfocamos nuestras miradas en ese maldito panzón que se atrevió a insultar a mi gente que se había puesto hablar con esa princesa tan coqueta y ambos reían -aún me sigo preguntando porque aceptó enseguida la invitación del príncipe Stan sin poner problema- yo también me he hecho esa misma pregunta.

-Es como le dije mi reina, tal vez sea por temor a que su reino se venga abajo como le pasó al imperio Mistangi, todos los hombres con poder temen perderlo y para conservarlo harán cualquier cosa, hasta unir fuerzas con alguien más- la tal Bárbara habló con toda verdad, esa clase de tipos solo piensan en sí mismos y en lo que tienen y están dispuestos a lo que sea para no perderlo todo

-Él y el otro tirano no son los únicos de los que hay preocuparse. Ahora que es de noche...- esta vez enfoqué mi mirada en el rey de los vampiros que estaba hablando de algo con uno de sus acompañantes y no estaba para nada feliz.

Desde que el sol se ocultó pude sentir que algo tanto en él, como en el príncipe de los licántropos, cambió. Es algo que no tiene ninguno de sus acompañantes y parece ser único en ellos; no sé cómo explicarlo ya que no están transformados ni han mostrado alguna habilidad especial, pero aun así... ¿Qué tienen de especial?

-Sin dudas, los vampiros hacen honor a su reputación- espetó Bárbara viendo tan de mala manera como lo hizo conmigo y los demás hombres.

-Ni que lo digas Bárbara. No me gustaría tener que estar en la misma habitación con su rey o con algún miembro de su especie- la reina Wendy también lo miraba de mala manera.

Yo tampoco querría estar mucho tiempo junto con alguno de ellos. Recuerdo la charla que ese rey tuvo con el príncipe de los hombres lobo, cuando lo insultó diciéndole que ellos son bestias bárbaras y estúpidas; pero la suya no es precisamente la más noble tomando en cuenta lo que el príncipe Stan nos contó...

Flash back:

Gules y yo nos dirigíamos a la que supuestamente era ciudad principal de los vampiros, Alacard. A diferencia de lo que hicimos cuando fuimos a ver a los Licans, no acampamos en los bosques cercanos a la ciudad, sino que decidimos esperar a que fuera de mañana para que así ellos no puedan transformarse caso de que sean hostiles y nosotros tuviéramos un chance de escapar.

Al llegar a las afueras de la ciudad, vimos unas grandes murallas rojizas con altas torres. No son tan grandes como las de Now Yark, pero en ellas había algo que en realidad era bastante llamativo y que nunca he visto antes y eso es que las murallas y torres ¡Están hechas de plata! O por lo mínimo estaban recubiertas de plata y los rayos del sol se reflejaban en ellas.

-¿Los muros de los vampiros son de plata? ¿Por qué? Si se supone que ellos son vulnerables a ese metal- dijo Gules tan desconcertado como yo.

-Y ni hablar de lo costoso que les debió resultar- no pude evitar ironizar -Ummm... tal vez sus murallas son así para repeler a los hombres lobo ya que esa es también su debilidad- tenía que reconocerlo, los vampiros son bien inteligentes al crear estas defensas para mantener a raya a sus enemigos mortales.

-¿Cómo vamos a entrar sin que nos maten apenas tratemos de tocar la puerta?- no sabía cómo responder la pregunta que me hizo Gules ya que si los Licans por poco nos hacer carnitas ¿Qué nos harán estos chupasangre si tienen intención de lastimarnos?

-Snif, snif ¡GRRR!- Sparky después de oler el aire se puso en guardia mientras gruñía y el pelo se le erizaba lo que significa una sola cosa: Estamos en graves problemas.

-Príncipe Stan- Gules y yo nos pusimos en guardia y vimos de un lado a otro preparándonos para lo peor, pero no veíamos nada de nada.

-¿Qué están esperando? Si van atacar que lo hagan de una buena vez- estaba molesto de que jugaran con nosotros haciéndonos perder el tiempo de esta forma.

-¡SIG!- una flecha pasó tan cerca de mí que me rozó la mejilla derecha y se clavó en un árbol.

-¡ALTO AHÍ, NO SE MUEVAN!- al igual que hicieron los Licans, los vampiros salieron de entre los árboles, pero estaban montados en cabellos de tonalidad café rojiza y usando armaduras tan rojas como la sangre.

-¡MALDICIÓN!- exclamó Gules al mismo tiempo que ellos nos rodearon y nos apuntaban con lanzas y flechas que estaban a tan solo medio metro de distancia de nosotros.

-¡Identifíquense y si hacen algún movimiento dense por muertos!- nos advirtió el aparente líder de todos estos malditos bastardos.

-...- con la mirada le dije a Gules que bajara su hacha y de mala gana lo hizo y luego acariciarle la cara a mi gran perro para que se tranquilizara, cosa que a duras penas conseguí ya que seguía rugiendo -yo soy el príncipe Stan Marsh de la dinastía Marsh-a diferencia de los que les he dicho esto, ellos no parecieron quedar impactados al saber quién soy yo.

-¿En serio? ¿Y se puede saber qué hace el príncipe de ese reino humano aquí en nuestras tierras?- el líder de ellos no cambiaba su semblante brusco.

-Estoy aquí porque necesito de su ayuda- fui directo al punto.

Eso fue suficiente para que ellos se vieran entre sí. De seguro ninguno pensó que un simple humano viniera hasta sus dominios para solicitar su apoyo.

-¿Ayuda en qué?- nos preguntó luego de hacer una seña para que dejaran de apuntarnos con sus armas. Al menos ya no tienen intenciones de lastimarnos.

-Preferiría decirlo ante tus gobernantes para así ahorrar tiempo- seguí yendo al punto ya que no quería seguir más con esto. Después de todo, si el rey de los licántropos resultó ser un amanerado de primera clase, nos trató como basura y casi hizo que nos mataran ¿Cómo nos tratarían los líderes de los vampiros?

-¿Y qué te hace pensar que te llevaremos hasta nuestro rey? ¿Qué crees que te hace digno de eso?- me molesté de nuevo por la forma en como nos trató ese idiota.

-Tal vez para ustedes mi compañero y yo solamente somos humanos cualquiera que hemos venido a perder el tiempo, pero si no se tratara de algo importante, no habríamos venido hasta aquí- les traté de persuadir para que se den cuenta de que estoy hablando en serio.

El líder de ellos pareció pensarlo un momento, solo esperaba que los dioses le dieran la suficiente clarines mental y comprensión para darnos la oportunidad de explicarnos antes su superior.

-Tal vez tengas algo de factibilidad, después de todo solo un humano que no esté en sus 5 sentidos o que en serio requiera nuestra ayuda se atrevería a poner un pie aquí- que suerte que mis suplicas fueron escuchadas.

Ingresamos a su ciudad, escoltados por ellos por supuesto. Las estructuras en ella estaban en condiciones muchísimo mejores que las del reino licántropo, podría decirse que es un reino prospero; pero al igual que la ciudad Lican, esta tenía algo que es MUY perturbador.

Y no, no son cadáveres o pedazos de cuerpos tirados por todos lados, sino por los adornos que tenían las casas y edificaciones. Hay estatuas y monumentos relacionados con murciélagos o criaturas antropomorfas que parecían ser mitad murciélago y mitad humano, eran gárgolas en resumidas cuentas y no sabía si eran del tipo de gárgola que se vuelve de carne y hueso en la noche o si solo eran simples esculturas; todas estaban en varias poses ya sea chupándole la sangre a las personas y a otras criaturas o peleando contra hombres lobo y matándolos de forma brutal.

Lo que ese odioso rey mago tenía de aberrante hacia los elfos y pelirrojos, los vampiros lo tenían en contra de los licántropos. Pero como son enemigos mortales, era de esperarse.

Su castillo no se quedaba muy atrás (NA: Para ahorrar explicaciones, que se parece al castillo de la Bella y la Bestia) y él tenía algo que sin dudas era lo más terrorífico que había visto ahora en esa ciudad y eso era fuentes de sangre.

Así es, hay muchas fuentes de sangre que estaban conectadas a canales y forman un gran círculo rojo alrededor del castillo. No sé cuántas personas o criaturas habrán matado para conseguir esa cantidad de sangre, pero la cifra debe ser exorbitante y ni hablar del olor tan insoportable.

-Santos dioses...- susurre para luego tomar un trago de una bebida especial para mí y ni hablar de Gules que se estaba poniendo verde y a punto de desmayarse y Sparky estaba mareándose.

En los corredores también habían canales de sangre, solo que más angostos y la sangre en ellos parecía provenir de la misma dirección. Los adornos en el castillo tampoco eran muy acogedores para los humanos ya que aparte de las grotescas esculturas, hay pinturas y grabados de vampiros matando y consumiendo a personas y torturando a los Licans y denigrándolos de varias maneras.

Llegamos a la sala del trono o lo que se suponía que era la sala del trono ya que no había ningún trono y en su lugar había una especie de altar que tenía un pozo o piscina y de él parecía provenir toda la sangre que hemos visto hasta ahora y en una pared detrás de él hay un gran grabado de una criatura mitad hombre y mitad murciélago que es más horrible que los adornos y estatuas.

-Majestad- los vampiros que nos recibieron hicieron una reverencia ya que en ese pozo había alguien dándonos la espalda y con los brazos apoyados en el borde -unos humanos han venido pidiendo nuestra ayuda- cuando dijo eso esperaba que esa persona al menos se tomara la molestia de vernos, pero no cambiaba de posición y pareció reír un poco.

-¿En serio? Eso es algo que no sucede muy a menudo- me molesté por la ironía y burla que usó -¿Y en qué podemos ayudarlos?- su tono de voz ya se volvió serio.

-Verá señor vampiro- di unos pasos hasta estar a tan solo un metro de las escaleras de mármol de ese altar -en el mundo hay algo que amenaza y pone en peligro mortal a todas las especies que existen, eso incluye a los vampiros- a pesar de que ese tipo me seguía dando la espalda, podía jurar que entrecerró los ojos y tensó la quijada.

-Continua- se sumergió hasta la nariz.

Le expliqué sobre la reunión que se iba hacer en la capital de mi imperio para hacerle frente a esa fuerza del mal, pero no le dije que también le hice ese ofrecimiento a los Licans ya que si se lo dijera... pues no se lo habría tomado para nada bien.

-Interesante... muy interesante...- parecía estarlo meditando.

-¿Nos ayudará entonces?- estaba impaciente por su respuesta ya que no quería pasar ni un solo segundo más en ese lugar, al menos el castillo de los hombres lobo no olía tan mal.

Él soltó una pequeña risa para luego hundirse por completo en el pozo y después de unos segundos salió de él dando un alto salto como si fuera un pez saltando del agua y regó mucha sangre a lo que tuve que caminar de espaldas y juntarme con Gules para que la sangre no me alcanzara.

-Todo lo que me has dicho ha sido muy interesante, jovencito- se nos acercó bajando a pasos lentos los escalones a la vez que la sangre escurría de su cuerpo lentamente y sonreía un poco mostrando sus colmillos. Una imagen no muy agradable que digamos -en serio debe ser algo grave como para que hayas recurrido a nosotros- de alguna manera, atrajo una bata para cubrir su desnudes y que al ser roja, mitigaba un poco el fluido vital que derramaba -aunque no sé, nosotros los vampiros por lo general no solemos hacer alianza... ni siquiera con nuestros suculentos alimentos- pasó sus brazos por mis hombros y los de Gules.

Mi compañero hizo una mueca de asco por la sangre que se le pegaba y una de horror por las palabras que dijo ya que eso quiere decir que nosotros podríamos terminar siendo su desayuno. Yo no me asquee, sino que me enfurecí por el descaro que usó al sujetarnos de esa forma y porque a pesar de lo que le dije, no quería cooperar.

-Si nosotros los humanos y las demás criaturas se extinguen, ustedes perderán sus tan preciadas fuentes de alimento- le dije esto para que se dé cuenta de que lo que le pasa a todos nosotros, les afecta a ellos también, como se lo dije al rey de los hombres lobo.

El desgraciado enseguida nos soltó dejando de sonreír y nos apartó bruscamente para luego alejarse frotándose el mentón. Ahora si lo va a tomar en serio ¿Verdad?

-¿Qué es lo que desea hacer entonces, majestad?- le preguntó el jefe del escuadrón de vampiros que nos trajo sin tener su casco puesto mostrando su pelo negro algo rizado y larga nariz.

-...- él nos seguía dando la espalda todavía sobándose la quijada y otra vez pude saber el gesto que hizo aún sin verle la cara ya que sonrió -necesitaré tiempo para pensarlo- nos miró. No me gustó para nada la forma en como nos miraba ya que parecía ser un depredador a punto de tirársele encima a su desprevenida víctima a lo que Gules susurró mi nombre preocupado.

-Espero que lo piense bien- dicho esto le di al vampiro de la nariz un pergamino y el tiempo límite que tienen para tomar una decisión -¿Nos podemos ir?- me volví a impacientar.

-Claro, claro. Son libres de irse- no podía creer que nos dejara ir con esa facilidad tan grande -pero primero...- antes de que alguno de nosotros dos pudiera reaccionar, se acercó a Gules cogiéndolo del cuello levantándolo fácilmente -no hay que desaprovechar el desayuno cuando tan gentilmente se sirvió solo- después de lamerle la mejilla izquierda, hizo crecer sus colmillos y se los clavó en el cuello.

-¡PRÍNCIPE STAN, AYUDA!- me suplicó e hice el ademan de ayudarlo, pero los vampiros enseguida me apuntaron con sus armas impidiéndome avanzar -¡AYUDA, AYUDA!- volvió a gritar tratando de liberarse, pero ese maldito lo seguía sosteniendo con una sola mano.

Lo único que podía hacer fue cerrar los ojos, voltear la cara y escuchar los gritos de agonía del último de mis compañeros de viaje que se combinaron con las risas de algunos de esos malditos bastardos, que suerte que Sparky estaba afuera del castillo ya que de lo contrario habría hecho que me mataran también al querer defender a Gules.

-Estuvo delicioso- abrí un poco los ojos cuando ese hijo de perra habló y vi tendido en el piso a mi camarada que estaba tan flaco que solo era pura piel y huesos; en sus ojos sin vida estaba gravado el inimaginable dolor por el que pasó -ahora sí príncipe, eres libre de irte- me dijo como si no hubiera hecho nada de nada mientras se secaba la sangre de su boca con un pañuelo.

Tuve que hacer el esfuerzo sobrenatural para no atacarlo ni gritarle sus verdades. Así que respiré hondamente y por suerte los dioses me dieron paciencia.

-Gracias su majestad- le dije con todo sarcasmo a lo que él rió mucho al igual que los otros estúpidos desalmados.

Fin del flash back.

Luego de contarnos ese desagradable suceso, nos contó cómo le fue cuando vio al otro despiadado de Caos, luego cuando me visitó y por última a la reina Testaburguer.

-Sin dudas esos tres son de los que hay que cuidarse de entre todos los invitados- dije sin despegar la mirada de ellos.

Aunque jamás en todo lo que llevo gobernando he recibido reportes de vampiros atacando a elfos, no quisiera saber que serían capaces de hacer si bebieran nuestra sangre. Escuché historias de como ellos tratan de mantenerse eternamente jóvenes con la sangre de sus víctimas, tal y como el príncipe Bridón le dijo cuándo discutió con el rey vampiro, así que si tomaran la sangre pura de los nuestros... mejor dejo de pensar en eso.

-Cuando se tratan de hombres, nunca hay que bajar la guardia y jamás despegar sus ojos de ellos ya que siempre guardan sus garras hasta que la oportunidad se les presente para dar el zarpazo- otra vez la guardaespaldas de la reina Wendy hizo un comentario denigrante sobre nosotros. Sinceramente ya me estaba cansando su pésima aptitud.

-Bebe- cuando la reina la llamo de esa forma, enseguida hizo que se estremeciera y su voz tembló un poco cuando se disculpó. Al menos eso fue suficiente para calmarla.

-"Papá, mamá... ¿Qué harían ustedes si estuvieran en mi lugar?"- pensé esto mirando hacia el cielo nocturno, para luego ver a ese odioso del rey Cartman ya que si él hubiera dicho los insultos que me dijo a mi madre... de seguro toda esta ciudad habría sido devastada.

FIN DEL KYLE POV.

Nos remontaremos a otro lugar que estaba muy lejos de la capital del imperio Marsh, y no es el mismo sitio tan gélido, sino de uno un poco más caluroso y tampoco se trata del Inframundo.

-¿Qué es lo que está probando, doctor?- preguntó un chico a un hombre pelinegro un poco viejo que con mucho cuidado estaba vertiendo granos de arena en un recipiente.

-Estoy refinando mi polvo mágico- luego vertió unos granos oscuros para luego mezclarlos.

-¿Polvo mágico?- el chico no entendió a lo que él rió un poco y le puso una mano en la espalda.

-Así es Jasón. Este polvo mágico en las manos adecuadas hará cosas fantásticas, maravillosas, podrá crear caminos y desaparecer montañas estorbosas en segundos y acelerar construcciones que tomarían años en hacerse- el chico sonrió ilusionado por lo que dijo -pero... en las manos equivocadas, podrá causar desastres de proporciones desmesúrales, calamidades más horribles que las peores cosas que ni le persona más retorcida podría imaginarse... que es justo lo que se está haciendo ahora- el joven enseguida se asustó por esto último que dijo.

Capítulo dieciocho completado en Fan Ficción el 23/02/2015.

Publicado en Wattpad 17/03/2021.

Y listo, con esto termino la sección de cómo le fue a Stan cuando visitó a los gobernantes (Que me salió más largo de lo que pensé) Espero que les gustara como fue al reino de los vampiros, como es este y como Mike le recibió y le chupó la sangre al pobre de Gules D:

Es interesante que a pesar del trío que hay entre el Style y el Stendy, Kyle y Wendy hayan charlado con toda calma y compartiendo la misma opinión respecto a Caos, Eric y Mike ¿Curioso, cierto? Y tampoco se esperaron que Jimbo fuera el rey de su propio reino y sea aliado de los Marsh ¿Verdad? después de todo, la sangre es más pesada que el agua XD

Y por último... ¿Quién es el doctor del final y a qué polvo mágico se estaba refiriendo? ¿Acaso eso será lo que decidirá el destino del mundo?

Parece que dejo muchas incógnitas y pocas respuestas, pero por eso el título de este capítulo XD pero ahora sí, en el siguiente se mostrará lo que le pasó a Mistangi :O

Posdata: ¿Ven la nueva imagen de la portada? ese es un dibujo de Lord Caos que hice hace varios años atrás, algo tosco, pero, ¿Qué se puede esperar de un guerrero sediento de sangre como él? XD espero que les guste ;)

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