Sí... Me ha dejado realmente hecha mierda. 

Mi cuerpo siente el frío y la grava del suelo de la caída que di gracias a ti, cariño. 

Me hiciste darme cuenta de que no te importo nada. 

Pero...

¿Qué hago aquí tirada?

¿Por qué estoy llorando por un subnormal que no me merece?

Levántate.

Eso es... Uno, dos.... ¡Tres!

Ya estás arriba. 

¿Y ahora qué?

Ahora viene lo complicado, cielo. Superar el hecho de no importarle a esa persona y quererte a ti misma. 

Porque, cariño, cuando él se de cuenta, ya será muy tarde, hazme caso. 

Quizá, se vendrá arrastrando como un jodido perro, y te dirá lo típico.

"Yo te quería, dame una oportunidad".

¡Cariño!

No te dejes engañar por palabras vacía. 

Eres demasiado para algo tan poco como él. 

Y, cuando lo hayas entendido, podrás mandarlo a tomar viento alegremente. 

Hazme caso, es lo mejor, y más tarde me lo agradecerás.