Una tarde nublada, Martín salió de su casa y fue hacia un parque cercano, con audífonos puestos y ropa deportiva para hacer algo de ejercicio.
Mientras llegaba hacia el gimnasio al aire libre, chateaba con Xochitl y tomaba un poco de agua de la caminata qué hizo desde su casa.

Martín: ¿No vendrás hoy?
Xochitl: Tengo que terminar la exposición de mañana, ¿tú ya la hiciste?
Martín: Hace como 3 días
Xochitl: Nerd, como siempre, pero bueno, lástima no te podré acompañar hoy
Martín: Ok, te veré mañana entonces, suerte con eso
Xochitl: Igual tú, nada más no te cojas a nadie, te lo pido por favor

Martín solo se rió con el comentario de Xochitl y comenzó a hacer sentadillas, flexiones y lagartijas durante unos 10 minutos, hasta que escuchó unos golpes fuertes detrás de un árbol.
Intrigado, se acercó hacia allá y, al rodearlo, observó a Isis, una excompañera suya mucho mayor de piel clara y pelo negro, quien estaba vestida con ropa deportiva y golpeaba el árbol con unos guantes deportivos.

Martín: ¿Isis?
Isis: Vaya, vaya, miren quién está aquí, el chico que me hacía competencia en la escuela
Martín: Eso es cuestionable, pero ¿qué haces aquí? Pensé que tú ya estabas en la universidad en Canadá
Isis: Vine de visita, ¿algún problema?
Martín: No, no, sólo preguntaba...
Isis: Muy bien...

Isis siguió golpeando muy fuerte el árbol, hasta literalmente romper la corteza y rasguñarse un poco los dedos, a lo que Martín se preocupó.

Martín: Em, creo te notas tensa...
Isis: ¿Y eso te incumbe? No estoy del mejor humor y no quiero que vengas a joderme
Martín: Oye, solo busco ayudar, llevamos cerca de un año sin vernos, al menos, quiero saber cómo apoyarte si te pasa algo

Isis suspiró, tomó su termo de agua y bebió, luego de lo que se recargo en el árbol, mirando hacia el cielo.

Isis: Sólo he tenido mucho estrés, demasiado diría yo...
Martín: ¿La uni?
Isis: No solo eso, también he tenido problemas con mi novio, es un poco mujeriego...
Martín: Hmm, ya veo...
Isis: Sé que tú y la gente de la escuela me ve como una luchadora capaz de todo, pero no siempre soy así...a veces solo quiero desquitarme de todo...
Martín: No todo debe ser con golpes...

Martín observó que Isis traía sus audífonos y vio los caminos para correr que había alrededor del parque ecológico, con lo que tuvo una idea.

Martín: Hay mejores formas de reducir el estrés
Isis: ¿Cómo cuáles?
Martín: Ven conmigo, ponte tus audífonos y pon tu música favorita, correr entre los dos servirá
Isis: No lo sé, dudo que funcione...
Martín: No puedes decirlo si no lo intentas

Isis miró un poco a Martín y a sus dedos rasguñados, luego de lo que tomó sus audífonos y se los puso, al igual que Martín, luego de lo que ambos fueron hacia el camino y, poniendo sus músicas preferidas, comenzaron a trotar.
Durante unos 30 minutos, ellos estuvieron corriendo alrededor del parque, intercambiando sonrisas y descansando de vez en cuando, dejando que Isis dejara salir su estrés sin necesidad de violencia.
En un momento, ambos entraron a una pequeña cueva del parque de la que salía un arroyo y se sentaron a descansar, escuchando el sonido del agua.

Isis: Gracias por la ayuda, Martín, siempre hago ejercicio sola, jamás pensé lo bien que se sentiría hacerlo junto a alguien más
Martín: De nada jeje, cuando quieras, Isis
Isis: Aun así, aún tengo algo de estrés, pensar en mi novio solo me hace sentir mal...

Martín recordó la exposición de Josselyn y sobre cómo el sexo ayuda a liberar estrés, pero, para no incomodar, decidió no decir nada.

Isis: Em, bueno, creo que me puedes ayudar con algo más...
Martín: Dime, ¿qué necesitas?
Isis: En mis clases, aprendí que el sexo puede ayudar a liberar el estrés y...
Martín: Ay, no puede ser, justo pensé en lo mismo
Isis: Oh...¿te atraigo acaso?
Martín: No como tal, pero tienes un buen cuerpo, una cara bonita y dos enormes melones jeje
Isis: Pero qué atrevido...aunque tienes buen gusto jaja
Martín: Jaja, pero ¿segura que eso es lo que quieres?
Isis: ¿Qué tanta experiencia tienes?
Martín: Solo diré que no eres la primera...aunque, ¿tu novio no se molestará?
Isis: Es un canadiense con nulo conocimiento sexual que gusta de meterse con la primera que ve...probar con un chico de aquí me serviría
Martín: Bueno, también eres dos años mayor que yo y no...

Entonces, Isis agarró el mentón de Martín y le dio un beso, sorprendiéndolo, ya que él no la conocía así.

Isis: ¿Eso te convence?
Martín: Jeje, claro que sí...muéstrame ese lado salvaje tuyo~

Ambos se besaron otra vez, mientras comenzaban a meter sus lenguas y Martín tocaba gentilmente con su mano los pechos y el vientre de Isis.
Al separarse, Isis se quitó su camisa y su sostén deportivo, mientras se apretaba un poco los pechos, a lo que Martín los agarró fuertemente.

Martín: ¿Qué prefieres? ¿Dedos o lengua?
Isis: ¿Qué tal ambos?
Martín: Como gustes jeje~

Entonces, Martín metió en su boca uno de los pezones de Isis, mientras metía su mano dentro de su pantalón para comenzar a masturbarla, haciendo que empezara a gemir con su voz dulce y aguda.
Martín mordió y chupó el pezón de Isis hasta dejarlo erecto y, después de meterle sus dedos por 3 minutos, ella dejó salir sus jugos en su mano.

Martín: Wow, qué espeso~
Isis: ¿Sabes? Quiero darme un chapuzón~

Entonces, Isis se quitó su pantalón y sus panties, antes de meterse dentro del pequeño arroyo y recargarse hacia enfrente en una roca.

Isis: Quítate el pantalón y siéntate aquí~

Sin decir nada, Martín hizo caso y se quitó el pantalón y el bóxer, dejando salir su pene erecto, antes de sentarse en la roca, luego de lo que Isis puso el pene de Martín entre sus pechos y los apretó.

Martín: Oh vaya~
Isis: Esto se me acaba de ocurrir jeje, disfrútalo~

Los grandes pechos de Isis cubrían la mayor parte del pene de Martín, mientras él sentía como sus pezones rozaban sus muslos y ella le daba unas lamidas a la punta, haciéndolo sentir tan bien que empezó a perderse en el placer.
Durante 6 minutos, Isis estuvo apretando sus pechos contra el pene de Martín, hasta que él dejó salir todo su semen sobre ella, manchando sus pechos y las rocas del suelo.

Martín: Oh sí~...eso fue lo mejor que una chica me ha hecho hasta ahora~
Isis: Jeje, qué gran cumplido, pero creo nos falta algo
Martín: Sé en qué piensas jeje~
Isis: Entra al agua y reclama lo que mi novio desperdicia~

Martín se quitó su camisa y entró al agua, sintiendo el agua fría de la cintura hacia abajo, antes de ir hacia detrás de Isis y tomarla del culo, posicionando su pene y rozándolo contra su vagina.

Martín: ¿Duro o suave?
Isis: ¿Eso importa? Es sexo, hazlo, pero hazlo bien
Martín: Muy bien, haré lo que pueda jeje~

Entonces, Martín penetró fuerte la vagina de Isis y comenzó a embestirla, a lo que ella lanzó un gemido fuerte y se inclinó hacia el frente, apoyando sus manos en las rocas.
Martín apretó un poco sus pechos mientras gemía, sintiendo la vagina de Isis que, aunque era algo ancha, se ajustaba y cerraba a su pene, permitiéndole penetrarla como se debía.
Durante unos 10 minutos, Martín estuvo embistiendo a Isis, aumentando mucho su velocidad y su fuerza, haciendo que el frío del agua comenzará a disiparse por el calor que ellos tenían.

Martín: Me voy a venir, ya casi~
Isis: Hazlo adentro...¡aahh~!

Isis lanzó un grito que tapó con su boca cuando sintió que el semen de Martín comenzaba a entrar en su vagina por debajo del agua, mientras Martín comenzaba a decaer del placer.
Una vez terminado, Martín sacó su pene de la vagina de Isis y salió del agua, sentándose contra la pared de la cueva, mientras Isis se acercaba a él jadeando.

Martín: ¿Ya pasó tu estrés?
Isis: Bastante...tú en serio sabes embestir como mi novio nunca podrá
Martín: Jeje, supongo es un sello personal mío
Isis: Je, quizás haga esto más seguido para desestresarme
Martín: No te culpo, a muchas les ha encantado
Isis: ¿Muchas dices? ¿Acaso eso es un Harem?
Martín: Mi compañera Carmen también dijo algo sobre eso, pero no sé...ninguna está a mi disposición...
Isis: Jaja bueno, yo estaré a la tuya si deseas~
Martín: No quiero que tu novio se ponga celoso...
Isis: Meh, olvídalo a él, solo importamos tú y yo ahora jeje~

Ambos se dieron otro beso corto y, después de separarse, se secaron un poco con unas hojas de una palmera, se vistieron y salieron de la cueva, luego de lo que Martín sacó una pastilla anticonceptiva y se la dio a Isis en la mano.

Martín: Tómala, no sea que nos vaya a surgir una bendición
Isis: Jaja tranquilo, ya la tomo
Martín: Jeje bueno, supongo aquí nos despedimos y todo
Isis: Pues sí, pero escríbeme por redes, quién sabe, quizás podamos cuadrarnos luego~
Martín: Bueno, lo tendré en cuenta jeje

Isis se tomó la pastilla y ambos fueron a la entrada del parque, antes de despedirse e ir por caminos separados, mientras Martín pensaba en si todo lo que había estado haciendo hasta entonces podría realmente llamarse un Harem.