Capítulo 3

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Los días siguen igual que siempre, del bar me voy a casa y de casa al bar, y así sucesivamente. Monotonía. El lidiar con aquellos dos jóvenes de 23 años no es más que estresante, últimamente les gusta bromear acerca de mi soltería, pero no puedo con ellos, así que es mejor seguirles el juego.

En fin, una nueva noche, un nuevo espectáculo, el mismo escenario y las mismas bromas de siempre. Nada cambia en los años que llevo aquí.

—Jack —escucho mencionar al pequeño peliblanco—, podrías venir un momento, por favor.

—¿Qué es lo que quieres Bam? —digo llegando hasta él, un poco más que irritado.

—Este… ¿Cómo decirlo…? —duda y yo lo observo expectante.

¿Qué es lo que trama este bribón?, no tengo ni la más mínima idea, pero lo que sea que quiera decir, no me causa ningún buen presentimiento.

—Habla de una vez, carajo —digo, harto de su silencio—... Perdón Bam pero me causa ansia tu silencio.

—Bueno… sobre eso… por favor, no te molestes con Yugs y conmigo…

No quiero ni imaginarme lo que acaban de hacer. Sea lo que sea, no será agradable.

—En este mismo momento quiero que me digas qué es lo que hicieron tú y Gulliver.

—Ok, ok —accede un poco espantado—... ¿Recuerdas el micrófono de 18 mil yuanes que compraste para estrenar el día de hoy?

—¿Cómo no lo voy a recordar, si me salió carísimo?, por eso le pedí a Jinyoung que lo guardara lejos de ustedes —mi enojo sale a flote, no lo puedo evitar, es un tema sagrado.

—Resulta que… que… lo encontramos en el cajón más alto del almacén y, sin querer, desapareció.

—¡¿QUÉ USTEDES HICIERON QUÉ?! —exclamo encolerizado, haciendo que este viernes santo se haga chiquito en su lugar.

—Perdónanos Jack —pronuncia, pesaroso ante mi grito.

—En este preciso momento, quiero que Yugyeom y tú busquen ese bendito micrófono. No subiré a ese maldito escenario hasta que ustedes lo coloquen en ese trípode. Si Lay se molesta, no es mi problema, sino de ustedes, mocosos entrometidos —ahora mismo, siento que los quiero matar.

—Pero Jacks…

—Nada de Jackson… Estaré esperando en esa mesa —indico la dirección—, tienen media hora Bhuwakul, ¿Entendido?

—Haré todo lo posible por traerlo de vuelta… Lo siento.

Suspiro y lo veo correr, alejándose; no obstante, frente al escenario, me espera una mesa con mi bebida favorita… un tequila en las rocas.

—Hola —escucho a mis espaldas aquella voz preciosa… extremadamente conocida.

—¡Hey Mark!, ¿Qué sucede?, llegas más temprano que otros días.

Lo veo sonreír, pero no igual que siempre, esta vez lo dejo pasar: no quiero que piense que me estoy tomando toda la confianza y que por hablar apenas en unas ocasiones, ya puedo meterme en su vida; aunque, muy en el fondo, me encantaría.

—Situaciones de la vida —dice riendo ligeramente y luego solo instala una sonrisa en una línea estirada: estoy seguro que rompe muchos corazones con ella.

—¿Quieres sentarte un momento?

—Claro, te acompaño —toma asiento y su voz vuelve a resonar—. A juzgar por tu cara, hay algo que te está molestando.

—Si hay algo, pero no hablemos de eso, que lloraré… ¿Qué te gustaría tomar?, yo invito.

—Lo mismo que tomas tú, pero, por favor, yo lo pago.

—No, yo lo pago, solo por hoy.

—Veo que no te voy a ganar —dice, riendo entre dientes—... Solo por esta vez.

—Ok, esta perfecto.

Me pongo de pie y le digo a JeonJin que prepare un trago de tequila en las rocas, el cual sonríe de manera tímida y, después de unos segundos, coloca el vaso sobre la barra. Me retiro, no sin antes darle las gracias.

En el fondo del bar se escucha Make a memory de Bon Jovi; los más jóvenes solo se asoman a través de la puerta para rectificar que los sigo esperando.

—Mark, tu bebida —me acerco invitándolo a tomar el vaso lowball.

—Gracias Jackson… ¿Se celebra algo importante en el bar?

—Oh, no —río un poco—... solo hacen un pequeño reacomodo en el mobiliario.

—He ahí la razón — menciona, con una expresión un tanto relajada.

Por lo que veo, en estas tres semanas que llevamos hablando, las pláticas con Mark evolucionan y son un tanto más gratas y naturales. No tenemos momentos incómodos como al principio que lo conocí; ahora, nos podemos considerar un poco más como amigos.

Nuestra conversación continúa muy placentera durante unos minutos más, hasta que…

—¡Por Dios Wang!, ¡Eso suena asqueroso!, nadie puede tomar un licuado con pechuga de pollo.

—Te juro, por mis padres, que está delicioso —contraataco, dramáticamente, para hacer valer mi opinión.

—Bueno, como dicen: en gustos se rompen géneros.

—Tienes razón. Un día te invitaré a tomarlo y veremos qué opinas entonces.

—¡Oh, no!, así estamos bien. No quiero terminar en el hospital a causa de ese licuado. Quedémonos con que a ti te gusta y fin de la historia.

Estoy por responderle de nuevo, pero el dolor de cabeza que había olvidado hace unos momentos, se acerca a mí, otra vez.

—Jackson —sonríe animadamente el tailandes—... Jinyoung y Lay encontraron tu micrófono.

—¡Gracias al cielo! —clamo exagerado, pero paro al instante en el que comprendo las palabras del chico—... Espera, ¿Cómo que Jinyoung y Lay?, si mal no recuerdo, te mandé a ti y a Yugyeom.

—Si… sobre eso, Yugyeom fue al hospital porque intentó buscar en unas cajas y se abrió la cabeza.

—¡¿QUÉ YUGYEOM QUÉ?!, ¿Cómo fue posible?, ¿En qué momento? —pregunto, preocupándome, esperando que nuestro bebe gigante esté bien.

—Fue hace una hora. Cuando fui a buscar el micrófono, Jinyoung me dijo que él lo buscaría, que yo fuera por Yugs.

—Por Dios Santo que ustedes no pueden hacer algo sin salir lastimados.

—Tranquilo Jackson, él está bien: míralo, ahí viene en perfecto estado— apunta Mark en dirección del mencionado.

—¡Hey Jackson!, disculpa lo de…
Le interrumpo de manera apresurada—. ¡Oh!, ya ni lo menciones, lo importante es que estés bien.

—Gracias, lo estoy. Ahora sube a ese escenario y deleita al público con esa melódica voz; Mark ¿te quedaras a escuchar la nueva canción de Jackson?

—Amm, claro, no veo por qué no.

—Entonces, espérame hasta que termine ¿sí?, aun tengo algo que preguntarte —le aclaro y subo hacia la tarima para comenzar con las melodías de la noche, hasta que llego al momento de la última pieza de la presentación—. Espero estén disfrutando de su noche y la música sea de su agrado… La siguiente canción no tiene dedicatoria especial, solo espero que la disfruten y logren entender el sentimiento con el que escribí cada una de esas palabras; Damas y caballeros, con ustedes: Drive you home.

La canción dio comienzo con una suave melodía de guitarra, en el fondo del bar se encuentran todos sentados en aquellas sillas de madera que le dan un efecto más rústico al establecimiento.

Cada una de las palabras que recito salen desde el fondo de mi corazón, no puedo dejar de imaginar que en algún momento, fui yo quien escribió cada uno de esos versos: cada nota expresa un sentimiento diferente.

Sin pensarlo, una lágrima resbala por mi rostro, después de ella fueron más hasta que la canción termina; estaba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta que el bar estaba repleto de aplausos, todos dirigidos hacia mí y la reciente melodía.

—¡Hermano, te luciste! —exclama Jinyoung parado junto a una chica, la que ahora sé que es su novia—, no pensé que fuera tan emotiva. Casi me hace llorar, como a ti.

—Jinyoung tiene razón, fue espectacular. Pero ahora dinos, ¿A quién va dirigida? —interroga mi jefe.

—A nadie, ya se los dije. Solo fueron palabras escritas al azar —afirmo, seguro de mis palabras.

—Haremos como que te creemos, pero solo esta vez.

—Bueno… nosotros ya nos vamos, aún hay clientes que atender —dice Tzuyu, jalando a Jinyoung hacia la barra para continuar con el trabajo de esa noche, no sin antes llevarse a los menores con ellos.

—Jackson —me llama Mark—, creo que yo también me retiro. Me encanto la nueva canción, pero es momento de regresar a casa.

—Que bueno que te gustó, espero que llegues con bien a tu casa —le menciono y, con un gesto de manos, le digo adiós.

Cuando él está a punto de cruzar la puerta, recuerdo que le iba a decir algo y lo detengo al instante.

—¡Mark, espera!, tenía que decirte algo.

—Oh, cierto, ¿Qué sucede?

—El próximo sábado nos reuniremos para celebrar el cumpleaños de un primo de Yugyeom y… quería saber si te gustaría acompañarnos.

—No quiero ser una molestia —es lo primero que dice—. Además, tus amigos muy apenas y me conocen, no quiero incomodar al cumpleañero.

—¡No te preocupes!, Seung Cheol es un chico agradable no se molestara.

—En ese caso… acepto —suelta, de repente, alegre, mostrando una sonrisa de conejo.

—Muy bien, no lo olvides: Sábado, ocho de agosto.

—No te preocupes Wang, no lo olvido —sonríe precioso, justo como él es—. Entonces… ahora si me voy. Nos vemos luego.

Cuando termina de decir eso, se aleja, saliendo por aquella puerta de cristal, perdiéndose en la oscuridad de la noche.


*Lowball: Es un vaso corto utilizado para servir bebidas espirituosas, como whisky, puro o con cubitos de hielo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro