Nada más para aclarar que definitivamente habrán escenas no-canónicas, ya que el DLC completo sale el próximo año :'v
Me empeño en hacer una historia buena, con la poca información que tenemos (y agregar elementos propios a la sinopsis)
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"Capítulo 41. Relaciones en parejas.

Los seres humanos eran seres sociales por naturaleza, las relaciones en pareja eran vitales para la supervivencia pues de estas dependían las futuras generaciones.

Nuestros equipos de investigación, ha encontrado textos muy antiguos que se hacían llamar "Novelas" "Periódicos" y "Libros de psicología humana" (el libro que estás leyendo ahora pertenece a esa clasificación) Que nos revelan más sobre la forma de vida de la raza humana antes de su extinción. La naturaleza cotidiana de nuestros antecesores era "imperfecta de una mala manera". Mediante su literatura, podemos deducir que los machos de esta especie, eran impulsados por un deseo impuro; un deseo de lujuria, o "atracción excesiva" hacia las hembras. (OJO, por lo general) Por cómo lo interpretan las historias de ciencia ficción, esto era un problema muy grave en la convivencia de la especie, pues... lo dejamos a tu imaginación.

Los Teletubbies somos prueba viviente del legado de la raza humana. Y como con todo lo vivo, hemos evolucionado con el paso del tiempo. Debido a nuestras características internas y externas, las relaciones amorosas entre nuestra especie son unica y exclusivamente para combatir la soledad, forjar lazos y hacernos cada día más fuertes"

-¡Oye, Anne! ¡¿Te puedes apresurar? se nos hace tarde!- me gritó una voz en la lejanía.

-¡Ya voy Robin! ¡Espérame!- le respondí.

Cerré el libro que tenía a mano, me paré de la mesa y me puse mi gorra, para encontrarme a Robin, furiosa, en frente de mí puerta.

-¡Ay, ya deja esa cara! Estoy aquí ¿Ahora qué?

-¡Ahora nos van a penalizar por llegar tarde! ¿T- te... ¡Te estuviste entretenimiento con esos libros otra vez!?

-¡Son... gustitos mios, ¿está bien?-le dije algo disgustada- ¡Pero si tanto quieres evitar que nos "penalizen" entonces, vamos a movernos!

-¡Es lo que te estaba diciend- ¡¡Ay, olvídalo!!! ¡Vamos!

Ambas discutimos muy a menudo, ¡pero igual somos amigas! Seguimos nuestro camino hacia donde nos habían citado. Apenas pasaron unos meses desde que nos graduamos y nos unimos al ejército, y ¡ya estábamos con la costumbre de llegar tarde! Sé que ella se preocupa por nuestro desempeño y reputación, pero el coronel no es más que un malhumorado. Es como el viejo dicho que leí hacerca de los "perros" (criaturas que habitaban con los humanos): "Ladra pero no muerde" es decir: "Siempre amenaza pero al final no hace nada"

Llegamos a la formación, y nos ubicamos en nuestros respectivos puestos. El coronel se presentó (otra vez...) en frente de todos nosotros. Tenía noticias muy importantes hacerca de un caso que (debo admitirlo) pensé que era solo una broma de los del sector B, siempre haciéndonos la vida imposible a los demás.

-¡Buenos días soldados!- por si no lo sabían, así se saluda por las mañanas en el ejército.

-¡Buenos días coronel!- respondimos todos en coro; justo como nos enseñaron el primer año en la escuela de entrenamiento militar.

-¡De seguro ustedes habrán escuchado muchos rumores!- nos dijo con su voz de trueno, ronca y ruidosa. Mientras miraba a uno de los soldados del sector V. Presumiblemente, el culpable de dispersar el rumor.

-Una llamada de auxilio, de las tierras del norte. Provenía de la estación de satélite correspondiente. Necesitan a nuestros soldados más preparados para combatir un brote; de bestias muertas y vivas al mismo tiempo, bestias emergentes del mismísimo infierno. No soportarán por más tiempo ¡¡¡Y tenemos que asignarlos ya!!!- esa última linea tomó tanto volumen que creo que se escuchó hasta nuestro dormitorio; al oootro lado del campus.

Seleccionó 5 o 6 soldados de cada sector. Estaba súper emocionada ¡Por fin haríamos algo interesante! Pero cuando llegó a nuestro sector, nos pasó por alto (¡Demonios!). Al finalizar de reclutar y que los seleccionados fueran corriendo al helicóptero, nos habló al resto.

-¡Como este es un tema que toda la armada debe saber, se les entregarán estás carpetas, con toda la información del caso, luego nos reuniremos aquí otra vez, porque- se detuvo para dejar que nosotros terminaríamos la oración.

-¡Todo tubbie hace su parte!- respondimos en coro nuevamente.

Di un suspiro, esa era la única clase de lectura que, en ese entonces, consideraba tediosa. Nos formamos en dos o tres filas, los documentos se nos fueron entregados, y fuimos tranquilamente a nuestros dormitorios. Como es de costumbre, Robin me acompañó hacia el mío y ambas nos pusimos a analizarlo.

Mientras más leía, más me aterrorizaba e intrigaba este caso. El pensar que todo eso acababa de pasar; me encogía el corazón.

-En resumen...- me dijo Robin después de leer la carpeta entera ¡en menos de 20 minutos! ¡Ha! Y se supone que yo soy la que más ama leer; tampoco es que sea un pasatiempo frecuente, sólo queda así si lo ponemos en perspectiva.

-Estos 4 tubbies están muertos, el responsable parece ser el mayor de los 4. ¡Uff! Me duele ver el historial, ¡solo eran niños! Juntos desde que salieron de sus cápsulas...

-¿Robin, puedes continuar?- le interrumpí; no necesitaba detalles.

-¡Okey, señorita apresurada! Al parecer el "Guardián que se les había encargado a estos 4 se desapareció buscando una cura.

-De hecho, aquí dice que el mensaje que nos llegó fue de la estación de satélite norte, así que fué mucho más allá de conseguir una cura.

-¡¡A ver, ¿Quién es la que se tomó la molestia de resumir está cosa?!!- me dijo Robin enojada.

-*suspiro* prosigue...

-¡Gracias!- me dijo en un tono sarcástico- Aquí hay fotos extraídas de la estación, parece que hubo otra masacre ahí.

-Esto se tornó más oscuro de lo normal...

-Pues, es lo que pasó. Al final dice que el supuesto "guardián" unió fuerzas con la mente maestra detrás de toda esta sangre

-Maldito traidor- murmuré para mí misma.

Después nos pusimos a conversar, hasta que nos llamaron a todos otra vez. Paso lo mismo de antes; habían puestos de sobra en desinfección, atención médica, soldado de campo, investigador, que básicamente era explorar los lugares donde se desarrolló la masacre (lo cual no me interesa tanto), etcétera etcétera etcétera.

Cuando digo que pasó lo mismo, me refiero a que nos dejaron a Robin y a mí de últimas; estaba furiosa. Pero no contaba con que el coronel nos citara a nosotras... en privado.

-¡Oh diablos, ¿ahora que hicimos?!- dijo Robin- *gasp* ¡De seguro fué por llegar tarde, te dije que te apuraras!!

-¡Robin! respira...- le dije como normalmente lo hacía cuando se ponía así de histérica. Ella inhaló y exhaló lentamente y restregó su nariz.

-Uff... Gracias Anne... Eres una gran escucha

-No hay problema.

-Ustedes dos- nos dijo el coronel, llegando de repente, nos dió un buen susto- Hay una misión especial a la que solo ustedes están capacitadas, soldadas.

-¡Ja! ¡Y tú qué decías que no haríamos nada interesante!- me susurró Robin mientras me golpeaba de broma con su codo. Le respondí con una pequeña sonrisa, tal vez era cierto.

-Nuestro equipo de agentes en cubierto logro hacer algo que consideramos imposible- hizo una pausa para tomar una tarjeta de admisión y abrirnos las puertas hasta la sala de cuarenta. Aquí contenemos cualquier clase de brote peligroso con el objetivo de estudiarlos. Hmmm... Recuerdo como conocí a Robin estudiando esa carrera. Pero lo bueno es que al final, ambas fuimos asignadas a tropas de campo en el equipo militar. Creo que eso explica mi pequeña obsesión con la psicología e historia...

-Basándonos en las grabaciones de las estación de satélite, logramos localizar la guardia de la mente maestra detrás de esta infección masiva. Desgraciadamente no logramos capturarlo. PERO logramos capturar, algo más-

En ese momento, vimos unas especies de celdas, eran 2 por separado, ambas tenían apariencia de habitación de manicomio. Pero la apariencia llegó al segundo plano, al enterarme de lo que estaba habitando en ellas. En una, criaturas abominables, 2 para ser exacta, parecían tubbies, pero no tenían tanto pelaje, al parecer, las cuencas de sus ojos estaban vacías, no tenían brazos, y por su estatura, parecían ser niños. Por Dios, que horror... casi me desmayo del susto que me dió uno de ellos; emitió un grito tan agudo que creí que mis tímpanos reventarían, empezó a correr hacia el vidrio que le separaba de nosotros, abrazé a mi amiga, quién también estaba aterrada. Esa... cosa se estrelló contra el vidrio, quebrando un poco el cristal, mientras dejó su rastro de sangre en la zona donde dió el golpe. Debió estar haciendo eso desde que llegó pues había varias manchas de sangre coagulada alrededor del cristal. Nos dió una mirada fija, llena de furia. Y se  adentró en la celda, más cerca de donde estaba el otro.

((Pinshi Gaypad que no me deja poner bien la imagen. Solo volteen el celular, computador (khe? :v) tablet o lo que sea que usen pa leer esta vaina >:'v))

Ya me había aterrorizado lo suficiente, pero aún estaba la otra celda.

Gracias a Dios, esa cosa no era tan agresiva como la otra. También parecía un Teletubbie, conservaba todo su pelaje, que era de un color blanco muerto. Llevaba un sombrero (también blanco) con estampado de manchas negras. A diferencia del otro, no intentó atacarnos, sólo estaba ahí, cabizbajo, sin moverse, tan pálido como el cadáver que era. Me dí cuenta que era el supuesto Guardián; en pocas palabras, el traidor. Contuve mis ganas de hacerle saber lo que pensaba de él. Me contuve.

A este punto, aún no estaba ni cerca de (si quiera) sugerir que diablos nos iba a asignar el coronel, saben, estaba considerando que no hacer nada era mejor que ver esto...

-Esto fue lo que consideramos imposible, porque ahora tenemos 3 infectados en nuestras manos. Revisando sus historiales, sabemos que estudiaron psicología antes de entrar en la militancia ¿estoy en lo correcto?

-Si s-señor...- contestamos las dos, teníamos mucho miedo de lo que sea que nos estaba a punto de asignar.

-Estos fenómenos fueron emboscados por nuestro equipo. Con algo de dificultad, logramos capturarlos y traerlos a nuestra cuarentena. Lo que necesitamos es que ustedes se encarguen de estudiar su comportamiento. A cada una se le asignará una de estas celdas para vigilar- mientras nos hablaba, nos entregaba toda clase de instrumentos, almacenados en una especie de kit. Desde dardos sedantes, hasta una llave; uno a cada una.

-Pasarán las 24 horas con ellos. Estudiarán su comportamiento, entregarán un informe al final de cada mes. Los paramédicos se encargarán de tomarles muestras de sangre, con fines de análisis, antes de dejarlos, ¡enteramente bajo su responsabilidad! Empezarán justo hoy; pues necesitamos saber a qué nos enfrentamos para poder detenerlo lo más pronto posible. ¡¿Entendido soldadas!?-

Ambas nos sobresaltamos. Y estábamos furiosas, ¿¡Ahora nos tocaba ser niñeras de unos fenómenos!? Lamentablemente, aquí no se pueden renegar órdenes.

-¡Si señor!- dijimos a la vez; fuerte y claro, pero aún así, de mala gana.

-Bien, les agradecemos por su colaboración. Les daré el resto del día para que puedan pasar sus cosas a sus nuevos dormitorios. Hasta entonces, tengan un buen día.

-Gracias señor- dijimos a la vez.

Nos retiramos, después de entrar a mi dormitorio, me desplomé sobre mi cama, tomé la almohada y estrujé mi cara contra ella. Ahogando los gritos de desesperación que daba.

Robin se recostó en una mesedora, restregó sus manos por su cara, suspiró, y me volteó a ver.

-¿Tremendas noticias cierto?-me preguntó.