En tus manos confío Chapter 16

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Chapter 16

Castiel me colocó tiernamente en mi cama y se quedó a mi lado. Intentó varias veces ver en mis pensamientos, pero no lograba llegar a mí. Desistió y solo se quedó tomando mi mano, esperando mi despertar. Asustado por el incidente, Dean entró en la habitación dando un portazo en la pared.

-¿Qué pasó, Cass? ¿Ella está bien?

-Yo,… no lo sé. No tengo idea de lo que le ocurre. Ella parece estar bien. No sé por qué no despierta.

-Ese Jack,… ¡me va a oír por haber hecho esto!

-No, Dean. No fue él.

-¿Qué dices, Cass?

-Creo que fue mi padre. -dijo bajando la voz.

-¿Quieres decir,… Dios? –el ángel asintió. –No puede ser,… ¿Estás seguro, Cass?

-Realmente no, pero,… creo que sentí su presencia. -Sam entró también.

-Hey. ¿Algo? -preguntó asustado.

-Sí. Ahora Cass cree que tuvo una reunión familiar. -dijo Dean sarcásticamente.

-¿Qué? ¿Otro ángel? -Sam miró al celestial con inquietud.

-Dios,...

-¿Dios? Pero,... él se fue con la oscuridad, ¿no?

-No está seguro de si fue Dios, Sammy. Dice que sintió su presencia. Y desde que pasó, Gabby está así.

Sam no sabía cómo procesar tanto, aunque los otros dos hombres tampoco. Para todos ellos, si alguien les preguntaba por Dios, en su mente solo se formaría la respuesta: se fue. Entonces, ¿qué ocurría? ¿Había regresado? ¿Por qué?

-Como sea, debemos encontrar una manera de despertarla,... ¿Ideas? -pidió Dean.

-Cass, tu poder,...

-Ya lo intenté, Sam.

-Entonces,... Libros, hechizos,... ¡Algo debe haber!

-No desesperes, Dean. Cass, ¿puedes preguntar en el Cielo?

-Puedo intentar llegar, aunque,... -el ángel cortó su frase apretando la mano que poco a poco se alejaba para él.

-Descuida, Cass, nosotros la cuidaremos. Si ocurre algo, te llamaremos. -Sam apretó el hombro de su amigo con esa complicidad que siempre lo acompañaba.

-Está bien. La dejo en sus manos. -el ángel desapareció.

Los hermanos se miraron y luego a la inconsciente chica. Dean dio un fuerte suspiro y abrió los brazos dejándolos caer luego.

-Bien, te toca la primera guardia.

-Espera, ¿qué? Dean, no podemos solamente dejarla en coma y esperar que milagrosamente despierte.

-Bueno, Sammy. Al parecer, debido a la "milagrosa" mano de Dios, Gabby está así. Hasta el regreso de Cass, no podemos hacer nada. Así que,... -el mayor hermano se dispuso a salir.- voy a prepararme un buen filete con cerveza. ¿Quieres?

-¿Qué pasará si nos debemos ir por alguna emergencia? ¿Dejarás que Jack se quede con ella? -Sam mantuvo una mirada acusadora sobre su hermano hasta que este cedió.

-De acuerdo, hablaré con Jack.

Dean salió del cuarto mosqueado, mas su estado de ánimo cambió al llegar a la cocina y prepararse su comida. A los pocos minutos, Jack se apareció en el lugar y muy serio se sentó a la mesa frente a Dean.

-Creo que he cometido un error.

-¿Qué quieres decir, Jack? ¿Te refieres a Gabby?

-Dean, cuando supe que Cass estaba así por ella, no pude contenerme. Valoro la vida de cada criatura, pero,... -el chico suspiró.- ¿Por qué en mi mente todo lo que quería hacer era matarla?

-¿Sabes, Jack? Errar es humano. Lo que hiciste es una demostración de lo mucho que valoras a Cass. Y yo tuve ese mismo sentimiento al ver a esa chica, pero ella tiene mucho dentro de sí.

-Lo sé. Vi todo lo que sufrió en su casa, en el Infierno,... Y todo lo que hizo por Castiel,... No creo ser capaz de algo así.

-Ninguno de nosotros, colega. Y es por eso que se ha ganado su valía en este equipo. Además, lo que ella siente por Cass,... Joder, sí que es amor, como para restregarlo ante Lucifer. Tiene mucho valor, y está dispuesta a todo por Cass. Si te pones a pensar, quiere lo mismo que tú.

-Quizás deba pedirle perdón.

-Dudo que puedas. Está inconsciente en su cuarto.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Según Cass, Dios vino y le hizo algo. Ahora él está en el Cielo intentando saber cómo despertarla.

-Tal vez yo pueda ayudarla.

-Sam está con ella. Si vas a ir, dale esto. -Dean le dio una cerveza.

El chico la cogió y se dirigió al cuarto de ella con la mejor idea de ayudar. Dio un par de toques y luego giró el pomo lentamente. Sam estaba ahí, sentado en una silla junto a la cama de Gabby, vigilando su misterioso sueño.

-Hey, Dean te manda esto. -Jack le dio la botella.

-Gracias. -Sam la abrió y le dio un buen sorbo.

-¿Cómo está? -preguntó Jack luego de un silencio incómodo.

-Igual que hace unos minutos. No ha pasado tanto tiempo. Quizás solo necesita unas horas de descanso.
-Quisiera probar ayudarla.

-No lo sé, Jack. Cass intentó y no pudo,...

-Sam, esta es mi manera de pedirle perdón por mi comportamiento.

-Bueno, inténtalo. Solo,... Ten cuidado.

El muchacho se colocó junto a la cama y puso sus manos en el aire sobre el pecho de la chica. De sus palmas brotaron haces de luz que obligaron a Sam a cerrar los ojos durante el proceso. Jack intentó entrar nuevamente en la mente de Gabby, pero sus esfuerzos fueron en vano.

-No puedo... -se lamentó el joven.- No consigo llegar a ella.

-No te sientas mal, Jack. Intentaste ayudarla y eso es lo que cuenta.

-Pero, creo que Castiel tiene razón, hay algo diferente en ella.

-Busca una forma de despertarla, Jack. Yo me quedaré con ella.

-Está bien. -el joven se dispuso a salir, mas se detuvo en el umbral de la puerta.- ¿Sam?

-¿Si, Jack?

-¿Crees que ella me perdone?

-Gabby ha pasado por mucho, pero tiene un buen corazón. Sabe cómo te sientes, te perdonará. Cuando despierte.

-Espero que lo haga. -el muchacho cerró la puerta y fue con destino al salón de guerra.

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