En tus manos confío Chapter 26

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Chapter 26

No supe cómo había pasado, ni tampoco por cuánto tiempo, pero me sentí sumida en una sensación de paz que no sabía de dónde provenía. Miré frente a mí al ser alado que me miraba con incredulidad y a la vez rabia. La luz tan brillante que alumbraba el lugar parecía resultar cegadora, pero era soportable para mí. Di varios pasos hacia Naomi y esta retrocedió un poco, parecía que le asustara el que yo no muriera por verla.

-No… No puede ser posible. –la luz regresó de a poco al Vessel del cual salió.

-¿Gabby? Háblame, por favor.- pedía Castiel con tristeza en su voz.

-Estoy bien, Cass. No me ha pasado nada. ¿Estás bien?

-Lo estoy ahora. –a pesar de toda la sangre que cubría su cuerpo y rostro, mi ángel expresó una hermosa sonrisa desde el corazón.

Yo también sonreí y miré a la mujer con rabia. Me planté frente a ella tomándola por sorpresa y le hablé con fortaleza en mi voz.

-Me quieres a mí, deja ir a Cass. No quiero que lo lastimes más, no quiero que siga pasando por cosas malas por mi culpa.

-¡No puedes ser una elegida por Dios para ver ángeles! -la mujer se me acercó e intentó atraparme, pero una luz intensa apareció de repente junto a Castiel.

Cerré mis ojos con miedo de lo que estuviera pasando. Cuando el brillo se apagó, mi ángel querido había desaparecido. Miré absorta las esposas colgando, estaba en shock.

-¿Dónde...? ¡¿Dónde está Cass?! ¡¿Qué le has hecho?! -tomé a Naomi por el cuello de la ropa, por primera vez me sentía tan furiosa.

-No... lo sé... -me respondió también sorprendida por lo que acababa de pasar.

-¡Tú eres el ser alado aquí, nazi con complejo de secretaria! Tú debes saber donde está!

-¡No tengo idea de dónde está, maldito engendro! -la golpeé en la cara con un puñetazo.

-Pues eso te lo merecías. -agité un poco mi mano por el dolor.- Qué bien sienta. -suspiré y vi a Dumah aparecer a mi lado.

-Ven conmigo. -me extendió la mano.

-¿Me llevarás con Cass? ¿Él está bien?

-Te llevaré a tu destino, pronto te unirás con Castiel. -dudé al principio, pero algo en la mirada de esa chica me daba confianza, por lo que accedí.

Unos segundos más tarde, la puerta se abrió de una patada de Dean. Este entró seguido de Sam. El mayor de los Winchester se acercó con un rostro amenazante a la mujer que yacía en el suelo conmocionada. La sujetó por la ropa y le acercó una espada de ángel a su cuello.

-¡Basta de juegos, Naomi! ¿Dónde están? -casi le gritó el muchacho.

-¡Que no sé dónde rayos están! La chica maldita se fue con Dumah y Castiel desapareció simplemente.

-¡Mientes! -Dean le hizo un leve corte en el cuello al ángel, lo que la hizo chillar.

-¡Espera, Dean! Tal vez esté diciendo la verdad. Mira. -Sam señaló las esposas colgando de la cadena, aun estaban cerradas.

-¿Tienes que estar bromeando? -el cazador soltó con desdén al ángel tirándola al suelo.- Átala, Sammy. Se quedará aquí hasta que decidamos qué hacer con ella.

El hermano más joven obedeció. Unos segundos después, Jack entró con agitación alertando a los cazadores.

-¿Qué pasa, Jack? -preguntó Sam al ver el rostro del nephelim.

-Es Gabby... La encontré...

El ángel no daba crédito a lo que le ocurría. Por primera vez, desde que conoció a esa chica que consideraba la dueña de su existencia, sus ojos captaron algo más que penumbra, luz.

-¿Qué es este lugar? ¿Dónde estoy? -preguntó mirando sus manos convencido de que lo que ocurría no era real.

-Hola, hijo mío. -al voltearse se percató de la presencia del correspondiente a llamarlo así.

-¡Padre! -se quedó sorprendido, pero reaccionó.- ¿Dónde estamos? ¡¿Dónde está Gabby?!

-¿Acaso no preguntarás cómo es posible que puedas verme?

-Eso no es importante ahora. Ella está en peligro. Naomi...

-Naomi no le hará nada a Gabby, porque yo no quiero que muera.

-Tú... Por eso Naomi le preguntó por qué no podía matarla. Tú la protegiste.

-Sí, fui yo. Me declaro culpable. -rió el hombre con barba.- Pero hay una buena razón para eso.

-Solo quiero asegurarme de que ella esté bien.

-Hijo mío, tienes una gran decisión que tomar con respecto a ella.

-¡¿Qué?! ¡Nunca! ¡Jamás me alejaré de ella!

-Calma, eso lo sé. No me refiero a eso.

-¿Entonces...? -el ángel estaba sorprendido por la reacción de su padre. Solo pensaba en que querría alejarlos, pero era todo lo contrario.

-Sé que soy El Señor Del Mundo, pero incluso para mí, esto sale de mi control. Hace unos pocos miles de años hubo un enfrentamiento en el cual participaste. Luchabas contra un demonio cuando una chica logró ver tu forma real sin morir. Te sentiste atraído por ella y te enamoraste.

-¿Qué? No recuerdo eso.

-Porque yo te borré la memoria.

-¿¡Qué!? ¡¿Cómo pudiste?!

-Era la única manera de mantenerte con vida. Escucha, hijo mío. Cuando el mundo se enteró de su amor, consultaron a una bruja muy poderosa. Ella les puso un hechizo que, para la chica, estaría arraigado a su alma por toda la eternidad. El hechizo consistía en que si tú lograbas ver su cara, ella desaparecería para siempre.

-Por eso me cegaste...

-Era la única solución que encontré esta vez.

-¿Esta vez? ¿A qué te refieres con esta vez?

-El alma de ella ha reencarnado varias veces desde ese momento. He tratado de que ambos puedan estar juntos en muchas oportunidades, pero todo fracasaba. Borré tu memoria cada vez que ocurría, pero siempre se juntaban, era su destino. Esta vez tomé yo la decisión, no permitiría que pasaras por tanto dolor otra vez. No permitiría que murieras.

-¿Morir? ¿Por qué habría de...?

-Por el dolor de perderla.- lo interrumpió su padre.- La primera vez que la perdiste, intentaste matarte diciendo las mismas palabras que cuando creíste morir frente a su puerta.

-Yo... ¿Por qué yo?

-Hijo, una vez te dije que de todos ustedes, tú eras mi favorito. En aquel entonces no podía decirte el verdadero porqué de eso. Ahora lo sabes, y lo dejaré a tu elección.

-¿Elección?

-Puedes elegir entre seguir toda la eternidad siendo un soldado del señor como siempre lo has sido y olvidarla recuperando tu vista o pasarla junto a ella completamente ciego y contando solo su vida humana como tiempo. Esta vez, depende de ti.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro