La clase del club de natación era lo más cercano a mi relajación, por un momento podía olvidarme de todo lo que sentía, al salir de la piscina una mano me jalo extendiéndome una toalla, me asuste un tanto al ver la expresión seria del Profesor Song.

PS- Hola Yoshida, podrías venir conmigo por favor —por un momento mi corazón se detuvo, sabía exactamente de que quería hablarme— anda ve a cambiarte no quiero que te de una pulmonía por mi culpa, ya hable con tu profesor de natación y con los de tus demás clases, nuestra charla será un tanto larga—sonrió levemente, guiñándome a la vez, haciendo un ligero chasquido con la lengua—

Y- Si profe —asentí sonriente—

A el jamás había podido negarle una sonrisa, siempre tan buen amigo y también lo veía como si fuese mi padre, pero el demás alumnado no lo veía así, ya que el profesor Song debó admitirlo, tiene un cuerpo de ensueño gracias a tanto ejercicio que hace, es alto y muy varonil, la voz que tiene derretiría hasta al más helado iceberg, pero lo mejor, de todo era su personalidad, parecía un crio de 18 y no aparentaba la edad que de verdad tenia, el andaba cerca de los cuarentas, pero le llovían citas con chicas mucho mas jóvenes que yo, su lista ascendía fuera de la institución, cual Idol, muchas chicas de mi clase morían por que les volteara a ver y simplemente con el alumnado jamás jamás se metía, al menos eso decía él.

Recordando lo de la otra vez no pude evitar sonreír, cuando me cito en su oficina y al abrir sin tocar lo encontré besuqueándose con la maestra de Historia del arte, fue el mayor de mis traumas, lo bueno que la maestra no es fea o de lo contrario el trauma habría sido peor, eso me enseño a tocar la puerta de su oficina antes de entrar.

Ya dejando la historia me apresure a vestirme después de darme una ducha, es increíble que en tan solo poco menos de seis meses haya creado un vinculo con un profesor, mi madre siempre se enojaba antes pues yo era una persona callada que no hablaba más que con el perro y el gato que teníamos en ese entonces.

Salí de los Vestuarios con mi mochila en el hombro, pude ver al final del pasillo al profesor Song.

Y- Listo Profe — note una gran sonrisa en su rostro, la cual enmarcaba perfectamente sus facciones, el era bastante guapo pero yo no lo veía de esa forma—

PS- ¡Vamos! —hizo una pausa mientras caminábamos, yo iba a dar vuelta hacia el corredor que daba a su oficina, pero el me detuvo para jalarme de la mochila y conducirme por el pasillo que daba a la entrada de la universidad— ¿a dónde vas? —se rio, al momento de decir eso— esta vez nuestra charla sea en otro lugar y quiero que me acompañes —dijo eso justo en la entrada, tomando con una mano mi rostro delicadamente, depositando un suave beso en mi frente, para tomar mi brazo y jalarme de él—

Y- Pero Prof... —Apenas note quien estaba parado justo afuera de la universidad con sus amigos no pude articular palabra alguna, tan solo sentí mis ojos escocer al ver parado allí a Tae—

T- ¡Haru! ¿Por que no respondes mis llamadas ni mis mensajes? —Se acerco y trato de tomarme del brazo, cuando Song lo alejo inmediatamente poniéndose al medio— pero que pasa contigo viejo, déjame hablar con ella —dijo eso haciendo un mohín con la boca, se veía realmente molesto, pero que no más molesta debía estar yo, me lo preguntaba a cada segundo— Es en serio Haru

Jimin trato de detenerme del brazo, yo le jale instantáneamente dándole una mirada filosa sin lograr safarme.

Y- Suéltame jimin, y por que no le preguntas a tu amigo Taehyung porque estoy molesta —no dude ni un segundo en mirar a Tae, que tenía cara de no comprender las cosas— por que no mejor le dices que te presente a su novia en turno con la que lo encontré besándose hace 3 días —al momento jimin me soltó del brazo, inmediatamente note como aquellos chicos cambiaron su semblante de risas a molestia mirando a Tae interrogativamente—

Inmediatamente sentí un ligero jalón por parte del profesor tomamos asubirnos a su auto y nos marchamos de la universidad. 

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El profesor no articulo palabra alguna, yo solo sentía que había descargado el peso que traía sobre mis hombros, no podía creer la cara de jimin y de los demás chicos, acaso ellos no sabían de su romance nuevo, tan solo limpie de mis ojos las lagrimas que se habían acumulado.

Y- ¿a Dónde vamos Profe? —hice un silencio esperando la respuesta del mismo—

PS- ¡Vamos por un día dime Heongi! —Exclamo el castaño riéndose— iremos a disfrutar el día, por un solo día me librare de mis asuntos al igual que tú y no pensaremos más que en divertirnos.

Se Estaciono y entramos a un parque de diversiones, ese día no pensé en absolutamente nada que no fuesen risas, al igual que Heongi, mas que un maestro y un amigo se convirtio ese día en un angel.