Capítulo 5

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Juliana intentaba aguantar la risa mientras veía a Brown ponerse más rojo que un tomate. El hombre estaba visiblemente irritado, pero intentaba mantenerse imparcial.

-Este es un caso de extremo cuidado, señor- insistía - Entiendo que la madre de la paciente esté solicitando esto, pero por lo menos déjeme acompañarla. Aquella chica es un milagro viviente delante de nuestros ojos. - El Jefe del hospital hizo una muca con la boca y miró hacia Juliana.

- ¿Cree ser capaz de hacer esto, señorita? - Preguntó solemnemente.

-No creo que ella sea capaz aún. Es muy buena, inclusive, es mi mejor alumna, pero esto es algo que va más allá de los caprichos de una madre - Dijo Brown. El Jefe golpeó la mesa con los puños y miró furiosamente a Brown.

-Primeramente, no es un "Capricho", Doctor Brown. Aquella chica... - Dijo y a punto hacia Juliana - De alguna forma que todos desconocemos, fue capaz de hacer que una paciente despertara después de 14 años. Es entendible que la quiera cerca - Dijo seriamente - Y en segundo lugar, mi pregunta fue para la señorita Valdés, entonces, le pido de la manera más atenta que si su opinión no fue solicitada, se calle la boca. - Los músculos del maxilar de Brown se tensionaron visiblemente antes de que asintiera.

-Sí, señor - Replico seriamente. Aunque era el jefe de su departamento, aún tenía que obedecer al Jefe del hospital, siendo así, se vio obligado a callar.

-Y entonces señorita Valdés, ¿Se cree capaz? - Juliana, quien tenía las manos entrelazadas en su espalda, dio un paso al frente.

- Podría decirle que sí, señor, al fin de cuentas es un tratamiento con el cual estoy familiarizada y ya lo he realizado con anterioridad, pero en este caso en especial preferiría que el señor Brown me acompañase - Una sonrisa prepotente se dibujó en la cara del hombre, como si hiciera ver que él había estado en lo correcto todo el tiempo.

-¿No se siente segura usted sola? - El Jefe pregunto curioso, cruzando los brazos.

-Me siento completamente segura, pero quiero lo mejor para la paciente y el señor Brown tiene más experiencia.

-Pero la señora Carvajal insistió en que usted fuera la fisioterapeuta de Valentina. Ya le expliqué que usted aún es una estudiante, pero esa mujer es un hueso duro de roer.  - dijo el Jefe riendo - ¿Qué me sugiere Valdés?

-Bueno, Brown podría acompañarme y certificar que estoy haciendo todo correctamente - sugirió la morena completamente recelosa de las palabras que salían de sus labios.

-¿Qué? - Espetó Brown totalmente perplejo - ¿Estás sugiriendo que sea tu ayudante?

- Esta idea me encanta - El jefe dijo sonriendo - Espléndido. ¿Señorita, podría avisarle a la señora Carvajal que pase a mi oficina? Quiero avisarle que comenzaran el día de mañana - Juliana asintió.

-Si usted me lo permite, me gustaría intentar hacerla cambiar de parecer... - Brown lo intentó, pero la risa del Jefe lo interrumpió.

-Haga lo que quiera, Brown, pero ya le dije que esa señora está bastante segura de lo que quiere, así que - dirigió su mirada a Juliana - prepárese, señorita.

-Debe estar loca, no es posible - parloteaba Brown, viendo como la expresión del hombre que tenía sentado enfrente se endurecía.

-Cuidado con lo que dices, Brown, esa mujer no es nada más la madre de un paciente, es una gran amiga mía. Está en este hospital desde antes de que yo me volviera jefe, entonces te pido encarecidamente que no vuelvas a hablar de ella de esa manera.

-Disculpe, señor.

-Pueden retirarse - Dijo el hombre, escuchando a Juliana proferir un "compromiso" antes de salir por la puerta.

La chica apresuró el paso para huir de Brown, pues sabia que él se desquitaría con ella, y dio gracias por haber llegado rápido al cuarto de Valentina. Esta vez no fue necesario tocar la puerta, ya que estaba abierta.

-¿Cómo están las mujeres más lindas de este hospital? - Saludó Juliana sonriendo.

-¡Mamá, vino! - Exclamó emocionada Valentina mientras veía a su mamá sonreír.

- Te dije que vendría, ¿No es cierto? - Juliana preguntó y la rubia asintió.

-Le conté a Juliana acerca de tu nueva amiga, hija.

-Juls, hice una nueva amiga que dice que seré adulta muy pronto. - Juliana frunció el ceño y se acercó a ella.

-¿Como así? Cuéntame más.

-Ella dijo que no debo apresurar las cosas - Valentina dijo lentamente, recordando no mezclar las palabras - Y dijo que con el tiempo me voy a acostumbrar.

¿Ah sí? - Preguntó Juliana sonriendo.

- Ella se llama Emily y es mi nueva psi...conoga - Juliana no aguanto la risa al escuchar aquello.

-Psicóloga, ángel - La corrigió, la morena.

-Ella es la mejor en su área - Elena expresó animada - Dijo que, ya que el cerebro de Vale no tiene problemas físicos, tampoco psicológicos. Es común reaccionar así, al fin de cuentas ella solo ha estado consciente por 6 años.

-Totalmente plausible - Sonrió Juliana.

-Sugirió que Valentina salga con personas de su edad para que pueda desenvolverse mentalmente; también nos recomendó algunas escuelas para recuperar el tiempo perdido. Cielos, parece que tenemos bastante trabajo. - Elena dijo riendo, pero se notaba un poco de miedo en lo que decía. Juliana tomó su mano y la apretó suavemente.

-Lo van a lograr - la morena le ofreció una sonrisa sincera - Vamos a lograrlo. Ohhh... El Jefe Oh pidió verla en su oficina - Elena asintió.

-Regreso en un momento, querida - Depositó un beso en el rostro de su hija, quien se tallaba los ojos de sueño. - Podrías...

-No se preocupe, cuidaré de ella - Juliana la interrumpió, y Elena salió de la habitación.

-Juliana, ¿Por qué estás tanto tiempo aquí en el hospital? - La ojiazul pregunto con curiosidad.

-Necesito practicar y estudiar para terminar el año con éxito- explicó la morena con paciencia.

-¿Te quedas leyendo? - Valentina preguntó con una mueca haciendo reír a la otra chica.

-También.

- Yo ya sé leer, aprendí a los 4, mi papá me enseño, pero mamá dice que ahora él le enseña a los niños del cielo. - Juliana respiro tristemente y se sentó en la orilla de la cama.

-Sí, estoy segura de que él es el mejor profesor de allá - Valentina asintió y miro confundida a Juliana.

-Todo es muy extraño - soltó un suspiro - Recuerdo que estábamos los tres en el carro, recuerdo a papá quitándome en cinturón de seguridad y jalándome hacia enfrente y después de eso mamá estaba hablando y... - Sus ojos se quedaron fijos en los de Juliana - y de tu voz. Parece que todo fue el mismo día.

-Bueno, ahora eres una niña grande y...

-Sí, tengo seis años - Dijo Valentina riendo - Yo los toque anoche y son de verdad, pon la mano para que me creas... - Juliana se sorprendió un poco y negó con la cabeza.

- Una regla ahora que estás grandecita: No pidas que pongan las manos sobre tus senos. Es algo muy íntimo ¿Está bien? - Juliana no podía explicarle la parte sexual que probablemente iba a querer alguien que los tocase, eso era un tema que se debía guardar para el futuro. - Tampoco se los muestres a nadie.

-¿Ni a ti? - Valentina preguntó confundida.

-Mucho menos a mí - Dijo rápidamente. No quería ser una estúpida y faltarle el respeto a Valentina ni siquiera con el pensamiento.

-Está bien.

-Val, ¿Solamente escuchaste mi voz después del accidente?

-Un poquito a mi mamá - confesó la rubia - pero no escuchaba su voz con claridad, no sé cómo explicarlo - Juliana asintió. - Ella me estaba contando una historia sobre ella y papá y ahí te escuché, cada palabra que decías la oía con claridad.

-Quería saber por qué justamente yo, pero me conformo con que ustedes dos estén bien. - La morena sonrió.

-Tal vez yo sepa por qué - Juliana levanto una ceja con sorpresa al escuchar la declaración de la otra chica.

-¿Por qué?

-Porque mamá solamente lloraba - Dijo Valentina en tono serio - y ahí llegaste tú y la hiciste reír. Quizá a mi cerebro le haya gustado eso.

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El pilón!! Muchas gracias por leer, espero que les esté gustando la historia 🤗

Esta historia NO me pertenece, es una adaptación y traducción realizada con la autorización de su autora JULIETEBS

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