Maratón 1/3

Hola. Siento la demora, es qué he estado enfermita y por eso no pude publicar antes.... Lo siento. Pero aquí esta su prometido.

Disfruten la lectura.

Pov: Mía

Siento mí cuerpo pesado, mis párpados no me responden por mas que ordeno que se abran, mi cuerpo se siente todo dolorido y no se porqué. En la distancia escucho un pequeño pitido que ya me esta empezando a hartar, juro que cuando logre despertar estrellare esa cosa contra la pared.

Después de a ver luchado tanto para tomar el maldito control de mí cuerpo logro despertar. Al hacerlo miro a mí alrededor y me doy cuenta que me encuentro en un jodido hospital y que el responsable de ese desgraciado pitido es el aparato que se encarga de medir mis signos vitales, por tanto no podre aventarlo contra la pared. Con mucho esfuerzo y soportando un agudo dolor en el vientre logro casi sentarme. Presionó el pequeño botón de emergencia para que alguien se digne a aparecer y que me explique mi estado. Minutos después entra una enfermera con cara de preocupación que pronto se borra cuando nota que no pasa nada.

-Oh señorita, ya ha despertado.- no, aún sigo durmiendo, pienso para mis adentro.- Digame ¿Siente algún dolor? ¿Incomodidad? ¿Tiene sed?.- a las primeras dos preguntas respondo que no, pues no quiero que me vuelvan a sedar y a la otra a sentí ya que mi garganta estaba seca. Ella toma una jarra que se encuentra en la pequeña mesita y vierte un poco en un pequeño vaso de cristal, le mete una pajita y me lo da. En menos de dos minutos ya no queda nada. - Sí que estabas sedienta.

- Sí. Muchas gracias.- digo y ella como respuesta me da una sonrisa.

- Bien. Si ya no me necesitas más, iré por el doctor y claro, le avisare a ese chico tan guapo que tienes como prometido. Te digo, esta muy histérico y casi que se queda calvo el pobre.- no se de que prometido habla esta chica y cuando me digno a abrir la boca para preguntar de quien habla, la puerta se abre y Jacob entra como un vendaval.- Oh, aquí esta. Les dejó solos.- camina hacia la puerta y me guiña un ojo, y ahí es que comprendo de quien habla.

- ¿Dime como éstas? -su pregunta me hace mirarle y es cuando veo lo demacrado que esta. Tiene bastante ojeras, lleva la camisa estrujada y la evidencia de su creciente barba. Me vuelvo a detener en su camisa y es cuando recuerdo lo que paso.

- ¿Cuantos días llevo aquí?- le preguntó.

-Tres.- Oh por Dios.

- ¿Te has quedado aquí? ¿Por que no te has ido siquiera a cambiar? - él me da una mirada apenada y luego sonríe.

- ¿Tan mal hiedo? - su pregunta me hace estallar en carcajada.

-Oh señorita Montero, me alegro que este mejor.- me sonrojo de inmediato y asiento.- ¿Puedo revisarle?- vuelvo a asentir.

Tras unos cuantos minutos de revisión y unas cuantas indicaciones el doctor me concede el alta. Al fin, me iré de este lugar.

Media hora después, nos encontrábamos de camino a casa. Cuando el coche logra aparcar en la entrada de la casa decido salir pero una mano fría en mi muñeca me detiene. Miro hacia Jacob en forma interrogante.

-Espera. - no entiendo a lo que se refiere hasta que él abre la puerta de mí lado y me toma en brazos. En ves de poner objeción me acomodo mejor en su pecho, ahogándome en su cuello con su olor.

Cuando menos lo pienso ya me encuentro en la cama y Jacob tapandome con una cobija color crema.

- Descansa.- me besa la frente y sale sin mirar atrás, mientras que yo me dejó consentir por los brazos de morfeo.

Hey....primer capisss del maratón... Disfruten, Voten y Comenten y NUEVAMENTE PERDÓN.

Chaito.