Capítulo VII

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-Lo siento. ¿Cómo dijiste que Hyung regresaría a casa? -Jimin bostezó mientras Jungkook lo llevaba a casa unas horas más tarde.

Él se encogió de hombros.

-Creo que alguien que ha conocido en la fiesta lo llevará a casa más tarde. Jimin estaba seguro de que se trataba del guapo moreno con el que había estado hablando toda la noche. Minie le deseó buena suerte. Sentía cierta envidia. Él también se había pasado toda la noche junto a Jeon, pero no por la misma razón.

-Me dieron tanta pena Byung y SunHee esta noche -dijo con un suspiro. La pena que ambos sentían por el compromiso de su hijo le había resultado evidente a Jimin-. ¿Seguro que TaeHyung no sabe que a sus padres no les gusta Jackson?

-Byung ha dejado muy claro lo que piensa acerca del compromiso, pero nada más. Si dijeran algo más seguramente Tae se empeñaría más en salirse con la suya.

Jimin le sonrió.

-¿Es algo típico en tu familia, no? -dijo en broma.

Él sonrió.

-Tal vez -sabía que era así. La familia Kim parecía muy agradable, pero era evidente que eran bastante testarudos.

-Jackson está muy satisfecho de lo que ha logrado.

-Lo sé, es como un vampiro.

A Jimin le daba vergüenza reconocer que se había dejado engañar por él, en realidad prefería no hablar sobre él.

-¿Cuál será nuestro próximo paso?

-Pensé que podíamos salir a cenar el martes.

Jimin frunció el ceño.

-¿Qué hay el martes?

-Sólo he mencionado una cena.

-Sí, pero, ¿para qué?

-Principalmente para que no nos muramos de hambre.

-Sí, pero...

-Estás repitiendo lo mismo una y otra vez, Minie.

-Sí, pero...

-¿Quieres salir a cenar conmigo el martes sí o no?

-Por supuesto, ya te he dicho que estaba dispuesta a ayudarte en todo...

-Saldremos a cenar solos, Jiminie -Kook aparcó el coche y se giró para mirarlo-. Nadie más está invitado... Bueno, supongo que habrá más gente en el restaurante, pero a nosotros no nos importan los demás, ¿lo has entendido ahora?

¡JungKook acababa de invitarlo a salir con él!

Se quedó perplejo y él sonrió.

-El chico suele invitar al acompañante a tomar un café después de la velada.

Jimin salió del coche y abrió la puerta de la casa aún perplejo. Entraron en la cocina y él se dispuso a preparar el café.

-Deja eso por ahora -le dijo Jungkook quitándole la cafetera de la mano-. Quiero ver las marcas de tus brazos.

Sintió cómo se sonrojaba mientras se quitaba la chaqueta del traje y tiraba de las mangas de la camisa. Tenía dos moretones bastante grandes en cada brazo, su piel era bastante delicada y sensible.

-Debí haberle golpeado -dijo Jeon bastante furioso-. Maldita sea, debería regresar a la fiesta para darle su merecido.

El bajito negó con la cabeza y volvió a bajarse las mangas.

-Él no es tan importante.

-No, por supuesto que no lo es, pero no tengo intención de permanecer impasible mientras te hace daño.

Se rió.

-¡Llegas un poco tarde para evitarlo!

Jungkook dio un par de pasos hacia atrás y lo miró fijamente. Mochi comenzó a preparar el café.

-¿Lo querías mucho?

-En absoluto -contestó el pequeño rubio con sinceridad-. Tal vez creyera que le quería durante un tiempo, pero supongo que sólo me halagaba ver que se había fijado en mí. Cuando quiere puede ser una persona encantadora -además, sabía que Jeon le hacía sentir algo mucho más fuerte de lo que nunca había sentido con Wang.

-Es muy capaz -afirmó Kook...

-Sí... bastante -dijo él con una sonrisa.

Se sentía muy a gusto y cercano a él en aquella cocina. Kookie se quedó mirándolo unos instantes.

-¿Y qué hay de la cena del martes?

-Bueno, bien... De acuerdo -dijo Minie aún sin entender por qué lo había invitado-. Aunque...

-Con una respuesta afirmativa bastará -le dijo él en tono de broma-. Me gustaría verte disfrutar y estar relajado por una vez.

Jimin se dijo a sí mismo que jamás podría estar relajado junto a él, aunque estaba seguro de que disfrutaría mucho, aunque no sabía por qué... Sin embargo, Jeon estaba tan cerca de él en aquellos momentos que le resultaba difícil pensar en nada. Tenía el pulso acelerado y le costaba respirar.

-Estás precioso esta noche -dijo él en voz baja.

-Eso ya me lo has dicho -le recordó.

Él sonrió.

-Hay ciertas cosas que vale la pena repetir -las manos de él tocaron la parte inferior de la espalda del más bajo y lo acercaron aún más.

A la pequeña bolita de arroz le costaba respirar, era como si el tiempo se hubiera detenido. Sólo sus manos, sobre los hombros de él, evitaban que se arrojara sobre Jungkook.

-Tienes unos labios tentadores, Park -le susurró él mientras acariciaba levemente sus labios- . Y un cuello muy sensual -dijo mientras lo recorría con su boca-Un torso maravilloso...

-Creo que deberías dejarlo ahí, Jungkook, ¿no crees? -se movió incómodo al notar la dureza de los pezones en su pecho.

Él se enderezó y lo miró intrigado.

-¿Por qué tengo la impresión de que eres muy inocente?

-Tal vez porque lo sea -reconoció Jimin, mirándolo un poco enfadado-. No tiene nada de malo.

Él sonrió.

-¿Acaso he dicho yo lo contrario?

-Me daba la impresión de que sí.

Él negó con la cabeza.

-Pues no es así, Mochi.

Tal vez tenía razón, pero sí parecía sorprendido de encontrarse con un virgen de veintiocho años.

Quizá fuera algo extraño, no lo sabía. No era un tema que tratara con el resto de las personas con las que trabajaba.

Había salido con varios hombres de su edad hasta que había cumplido los diecinueve, sin embargo después de la muerte de sus padres había estado demasiado ocupado cuidando de la casa con Jin como para salir con nadie. Lo que probablemente había contribuido a que creyera que el interés de Jackson era sincero.

Aunque probablemente para Jeon, que parecía un hombre con experiencia, él resultara un chico inocente y chapado a la antigua.

A Jimin no le importaba lo que pensara de él. No tenía intención de fingir que había tenido una experiencia que no tenía.

-El café, Minie -le recordó él mientras se sentaba a la mesa de la cocina.

-Por supuesto -dijo él y se dispuso a prepararlo todo. Sacó las tazas, el azúcar y todo lo necesario y lo hizo evitando mirar al castaño. Sin embargo, este no apartaba la vista del rubio.

-¿Acaso Wang...? Tranquilo -dijo él al ver que se le caía una cuchara al suelo.

Min la recogió intentando que no viera su cara, ya que debía estar muy sonrojado.

-¿Minie?

Sólo había pronunciado su nombre, pero él sabía que lo había dicho para que lo mirara, y lo hizo. Le costó mantener su mirada pero lo hizo.

-¿Qué quieres saber, JungKook? -le preguntó con impaciencia mientras colocaba la bandeja del café sobre la mesa-. ¿Si Jackson y yo estuvimos a punto de ser amantes? ¿No crees que eso no te importa? -añadió bastante enfadado.

-Lo quiero solo y sin azúcar -le contestó él.

-De acuerdo -le dijo mientras se sentaba a la mesa bruscamente e intentaba centrarse en servir el café ¡No quería pensar en nada más!

-Tienes razón, Jimin -comenzó a decir él-. No es asunto mío lo íntima que fuera tu relación con Jackson. Sin embargo...

Min lo miró fijamente.

-Dime...

Él le devolvió la mirada.

-¿Te hizo daño? -sintió que se quedaba cada vez más frío y se ponía pálido-. ¿Jimin?

Tomó aire y sirvió el café. No, Jackson no le había hecho daño, sólo lo había humillado, sin embargo no quería contarle aquello a Jungkook. Por aquel incidente él supo lo que realmente significaba para Jackson, supo cómo era realmente...

Sonrió.

-No es importante, Kook -dijo intentando no darle importancia-. Todos sabemos que no es una buena persona.

El castaño le agarró la mano.

-Cuéntame lo que pasó -le pidió él.

Cerró los ojos y deseó poder borrar aquel encuentro con Jackson, pero sabía que no podía hacerlo.


Un tiempo atrás...

Jackson lo había llamado al despacho un poco antes de terminar de trabajar y le había dicho que lo llevaría casa. Habían pasado cosas extrañas aquella semana, él había cancelado varias citas y no lo había llamado, así que se alegró de tener la oportunidad de hablar con él a solas.

Jin estaba en el trabajo cuando ambos llegaron a la casa y en cuanto estuvieron allí, Jackson comenzó a besarlo. Sin embargo, a medida que lo besaba se permitió tocarlo más de lo que jamás se había atrevido. Jimin se apartó.

-No lo hagas -le dijo frunciendo el ceño mientras intentaba soltarse.

Él sonrió de una forma extraña, una sonrisa que él jamás le había visto.

-Ése ha sido siempre el problema contigo, Jiminie -le dijo mientras lo soltaba con tal brusquedad que estuvo a punto de caerse-. Tal vez si no hubieras sido tan frígido no me hubiera fijado en otro hombre. Sin embargo...

Jimin se quedó mirándolo y lo entendió todo. Jackson había estado evitándolo las últimas semanas, sabía que algo estaba pasando entre ambos. Wang lo miró fijamente.

-Claro que no es demasiado tarde, todavía podrías convencerme de que siguiera contigo si aceptaras...

-¡Ni lo sueñes! -Le gritó apartándose de él con brusquedad-. Permíteme aclarar algo, Jackson, ¿si acepto acostarme contigo tú romperías con el otro hombre?

Él sonrió.

-Bueno, no creo que eso sea necesario.

Jimin lo miró estupefacto.

-¿Quieres que forme parte de tu harén particular?

-Por supuesto que no, Jiminie. Si todo sale como lo he planeado no tardaré en casarme. Pero eso no quiere decir que nosotros debamos romper, no si hubiera un par de cambios...

Jimin no podía dar crédito a lo que oía, ¿a qué plan se refería?

Tomó aire.

-Si nos convirtiéramos en amantes, quieres decir.

Jackson se encogió de hombros.

-Si no es así no merece la pena que me arriesgue, ¿no crees?

Se puso tenso y lo miró fijamente.

-Fuera de aquí -le dijo mientras se apoyaba en la mesa. Creía que si no lo hacía se desmayaría delante de él.

-No te pongas así, Jiminie -le dijo en tono seductor mientras se acercaba a él.

-Te he dicho que te vayas de aquí, Jackson, y lo digo en serio. Y que Dios se apiade del pobre hombre con el que piensas casarte.

Él se detuvo antes de llegar a la puerta.

-Eres un frígido.

-Eso nunca lo sabrás -replicó.

-Ya lo sé, Jiminie. Bueno -dijo él mientras se encogía de hombros-. Yo ya te lo he propuesto, ya nos veremos -alzó la mano en un gesto de despedida antes de salir de la casa.

Fin Flashback


Jimin miró a Jungkook, no tenía ninguna intención de contarle aquello. Ya era suficientemente humillante no ser capaz de olvidarse de cada palabra, cada insulto. No iba a compartirlo con nadie, ¡y menos con él!

Sonrió.

-No importa lo que pasara -le dijo-. Jackson me insultó, me humilló. Y como mi madre solía decir, las palabras nunca me harán daño.

Jeon no parecía muy convencido.

-Las palabras son difíciles de olvidar y pueden hacer mucho daño.

Él tenía razón, había sido incapaz de olvidarse de las palabras de Jackson.

-Es problema suyo si piensa que las personas que no quieren acostarse con él son frígidas -dijo encogiéndose de hombros.

Jungkook se quedó estupefacto.

-¿Te dijo eso?

Jimin frunció el ceño.

-Sí, me dijo eso.

Él tosió.

-Tienes razón, Minie -dijo él negando con la cabeza-. No es importante, está claro que no llegó a conocerte bien, ¿no crees?

-¿Qué quieres decir con eso? -preguntó poniéndose a la defensiva.

Él se quedó mirándolo unos instantes antes de contestar.

-Eres una de las personas más cálidas y afectuosas que conozco -Minie se sonrojó, tenía razón. Todo su cuerpo reaccionaba cuando él lo tocaba-. Y te diré otra cosa -le dijo levantándose de la mesa y acercándolo hacia él-. Me alegro de que Wang no lograra conocerte tanto como para averiguarlo -dijo antes de inclinarse para acariciar los labios de él con los suyos.

Min también se alegraba.

Aunque no siempre se había sentido así. Días después de dejar a Jackson se había estado preguntando si realmente era frígido. Sin embargo, el estar en la misma habitación que Jungkook y sentir lo que sentía le demostraba que no era cierto.

No, no era frígido. Simplemente era un hombre que respondía sólo ante la persona adecuada. Ante el hombre adecuado para él, aunque procediera de un mundo completamente diferente al suyo. De repente se dio cuenta de que se había enamorado de Jeon Jungkook.

Había estado intentando no analizar lo que sentía, pero al estar a solas con él, entre sus brazos, era incapaz de seguir engañándose.

Por lo menos a sí mismo.

-Me alivia oír eso -le dijo mientras se apartaba de él-. Quizá aún haya esperanza para mí.

Jeon la miró con el ceño fruncido.

-Jimin...

-Acabo de oír llegar a alguien, tal vez sea Jinie Hyung -dijo un poco aliviado.

Jimin se dijo a sí mismo que había hecho lo que nunca debía haberse permitido.

Enamorarse de un hombre que no estaba a su alcance, ¡alguien aún menos apropiado que Jackson!

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Tranquilo Jiminie, que no hay persona fría si no mal calentada ewe

Bye everybody.

Silver fuera, paz...

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